jueves, 29 de octubre de 2009

Terrorifico

Terrorífico

26 de octubre de 2009

Terrorífico

Lo desconocido

Me llamo Oscar, y voy a contar una cosa que nos paso a mí, y a un par de amigos míos.
Esta historia no es como las demás, que solo buscan dejarte con el miedo en el cuerpo.
Tenemos grabaciones en el móvil, alguna que otra foto, etc...

Esto ocurrió un fin de semana que se presentaba perfecto; discotecas, alcohol, chicas...
Era viernes por la noche y mis padres no se encontraban en casa, ni lo estarían en todo el fin de semana.
Estaba viendo la televisión, y poco a poco estaba acabando con mi paciencia. Decidí cojer el teléfono y llamar a un amigo, o quizás un par. –Cuantos mas, mejor nos lo pasaremos-
Con la libertad de estar solo en casa, coji el teléfono y llame a un par de amigos, para invitarlos a pasar un fin de semana en mi casa.
Hice cinco o seis llamadas. –Tengo que decir que en dos de ellas marque un número erróneo-
Dos de mis mejores amigos aceptaron mi invitación y vinieron a mi casa. -Es una casa apartada de la ciudad-.
Picaron a la puerta. Decidí apagar la televisión, ya que me estaba aburriendo. Abrí la puerta y los recibí.
Pasamos todos tres juntos al comedor, y me di cuenta de que la televisión seguía encendida. Yo estaba seguro que la apague antes de recibir a mis colegas. –Aun así no le di mayor importancia-
Como jóvenes que somos, nos pusimos a ver la tele y beber como hacemos normalmente, aprovechando la ausencia de nuestros padres en casa. Nos lo estábamos pasando de lo mejor.
Risas, críticas a los programas que echaban por la tele etc...Pero de repente, escuchemos un fuerte golpe, venia de arriba.
Toni dijo que no era nada, que el viento probablemente habría abierto una ventana mal encajada.
Se hacia cada vez mas tarde, y nosotros continuábamos a lo nuestro, bebiendo, riéndonos y esas cosas.
Empezaron a retransmitir un programa de efectos paranormales, la hora es indicada para que los niños no la puedan ver. Empezaron haciendo un reportaje en un cementerio. Apaguemos la tele, ya que esos temas, no nos interesaban.
Porque lo quitáis, tenéis miedo o que? –Vaciló Ivan-.
Ivan era el típico estudiante, bien plantado, que se hacia el valiente cuando estaba entre amigos. Pero que todos sabían que cuando esta solo, es un rilado.
Volvimos a encender la tele, para demostrar al estupido de Ivan, que ese programa no nos afectaba ni la mas mínima. Namas volver a poner el canal, pudimos ver la imagen, una sombra en un cementerio. Suponíamos que era de un reportaje.
Porque no vamos nosotros a dar una vuelta al cementerio? –dijo Ivan, disimulando su miedo en un gesto muy atrevido-
Toni y yo al compás afirmamos esa pregunta. Cojimos ropa de abrigo, pues en una noche como esta, debíamos ir abrigados. También nos llevamos encima todo tipo de utensilios, móviles, linternas y como no una pequeña cámara digital.
Salimos de casa preparados para vivir una experiencia –brutal-. Me asseguré de cerrar la puerta con la llave.
Nos encaminamos al cementerio de nuestro municipio, no quedava muy lejos de mi casa.
Ivamos comentando nuestras cosas, Ivan iva entre Toni y yo –supongo que seria, para demostrarnos que es un valiente-.
Lleguemos a la puerta del cementerio. Havia una ligera brisa.
Intentemos abrir la puerta, y nos llevamos un susto. La puerta estaba oxidada, seguramente del tempo en que a estado inutilizada.
Con un terrible esfuerzo, conseguimos desplazar la puerta lo suficiente como para colarnos en el cementerio. Una vez dentro, encendimos nuestras linternas, y procuramos no hacer mucho ruido.
E tíos, no es bueno perturbar las almas de los difuntos –dijo Ivan en una voz apagada-
Toni y yo nos echemos a reír, y tratamos de calmarlo. Le convencimos de que no ariamos nada malo, y que no pasaría nada.
Caminábamos poco a poco, alumbrando con las linternas cada centímetro que íbamos avanzando. De repente, el viento empezó a soplar con fuerza, y como es de esperar, los ramos de flores depositados en los panteones de los difuntos, hacían un ruido de lo más espantoso.
La cosa se estaba poniendo fea, teníamos mucho miedo, para que negarlo?
Seguíamos avanzando, alumbrando todo lo que dejábamos atrás, mayormente tumbas.
De repente algo me agarro fuertemente, y no tarde en darme la vuelta –Afortunadamente era Toni-
Me susurro que vio algo brillante en medio de la oscuridad, y que sentía miedo dentro del cementerio. –Me lo dijo al oído, por tal de que Ivan no se asustase más-
Lo dejamos correr, pensamos que fue una imaginación producida por el pánico.
Pero poco después, sucedió lo mismo. Entonces no perdimos ni un momento y fuimos a donde afirmo ver algo brillante.
Lleguemos a un campo, de escasos metros, donde en medio havia una pequeña habitación con una tumba dentro. Teníamos mucho miedo, parecía una toma de película, pero desafortunadamente era real.
Volvimos a sentir un ruido dentro de esa misteriosa sala, Ivan no aguantaba más, si seguía de brazos cruzados contemplando el recinto, le podría dar un ataque al corazón. Cuando nos dimos cuenta Ivan ya havia entrado en el recinto.
Toni y yo no teníamos el valor que Ivan venció en una décima de segundo. Estábamos nerviosos, no nos dimos cuenta de que nuestro amigo entro allí adentro.
Empecemos a gritar-le, en cuanto saliera de allí nos iríamos, dejaríamos el cementerio y volveríamos a mi casa.
Pero Ivan no respondía, la angustia se aferró de Toni y de mi –no teníamos ni idea de que le pasaba a Ivan-
Volvimos a sentir un fuerte ruido que procedía de allí adentro. Le dije a Toni que me esperase, que le podía estar pasando algo a nuestro amigo, y que yo iva a entrar. Antes de entrar le advertí que no dejara de alumbrarme con la linterna.
Me decidí, comencé a caminar hacia la obertura de la pequeña habitación, la luz de la linterna me quitaba un poco el miedo, pero no todo. Estaba a unos escasos metros de la puerta, cuando vi una sombra en el suelo. Avise a Toni, yo sabia que algo malo le pasaba a mi amigo.
Entre decidido para buscar a Ivan –debía estar allí, porque entro y no lo vimos salir-
Una vez dentro, el corazón se me acelero al ver a Toni estirado boca arriba, tenia el móvil fuertemente sujeto entre sus manos. Se lo arrebate en un jesto de impotencia y salí corriendo, Toni no tubo que preguntarme nada, se hecho a correr detrás mío.

En la huida del cementerio, iba derramando lágrimas por mi amigo Ivan, en ese momento no me fije si estaba vivo o muerto, no atine a tomarle el pulso. Solamente le arrebate el móvil.

“Es culpa mía todo esto” pensé mientras iva corriendo.

La puerta estaba a unos escasos 100 metros de distancia, y Toni corría velozmente detrás mío.
La huida se nos estaba haciendo eterna, una vez delante de la puerta. Tuvimos que hacer un hábil gesto para esquivar la puerta, que anteriormente aviamos forzado para poder entrar.

Una vez fuera del cementerio, suponíamos que el peligro havia acabado. Pero no fue así, alguna cosa extraña (no pudimos ver concretamente que) nos perseguía. Toni y yo, no teníamos otra opción que ir corriendo hacia mi casa y intentar encerrarnos y dar parte a la policía.

Esa cosa extraña cada vez se nos acercaba mas, deje que Toni me pasara para asi tenerlo controlado. (no queria perder otro amigo, por mi culpa)

Faltaba poco para poder ver mi casa, para simplemente verla. Cuando ya la teníamos en nuestro campo de visión, esa cosa que nos perseguía, al parecer aumento de ritmo.

Si seguíamos a nuestro ritmo acabaría atrapándonos. Teníamos una larga recta delante nuestro, le grite a Toni y le lancé las llaves. –ya que el iva primero, ganaríamos unos segundos abriendo la puerta-.
Toni no tardo en abrirla, yo estaba a unos metros de el, me estaba gritando pero yo no podía oír nada, solo veía su dedo señalando detrás mío, y su boca en un gesto de miedo.
Me faltaban unos metros y estaría a salvo en mi casa con mi amigo. Hice un último esfuerzo y entre la puerta, que posteriormente fue cerrada con una velocidad brutal, por parte de Toni.

Echamos todos los pestillos posibles e incluso pusimos sofás en la puerta, para bloquear el paso de esa cosa extraña que teníamos detrás.

Nos caímos al suelo muertos de miedo, no nos salían las palabras. En un mar de dudas, la puerta sonó repeditamente. Un golpe detrás de otro. –no sabíamos que podía ser, pero no queríamos abrir-

Empezamos a hecharnos cada vez mas hacia detrás, hasta chocarnos con la pared de la entrada, no me acuerdo bien como pero empezamos a pedir perdón –no recuerdo porque-
Solamente pedíamos salir con vida de aquello…

Volvió a sonar la puerta, y al cavo de un rato oímos la voz de Ivan! Abridme por favor! –decía-

Era un momento de tensión, la puerta cada vez se movía mas, supuestamente Ivan la golpeaba con más fuerza.

Nos asomamos a la mirilla, y apreciamos a Ivan lleno de sangre, con la ropa destrozada. No dudamos ni un segundo en abrirle la puerta para curarlo y llevarlo a un hospital.

Desde esa noche, no hemos vuelto a venir a mi casa nunca más. Nos hemos cambiado de pueblo, y mi amigo Ivan esta ingresado en un psiquiátrico de Barcelona, donde lleva sin hablar desde el día en que le ocurrió aquel fatídico ataque en el cementerio.

No sabemos que le ocurrió, como no habla, nunca podremos saber que le paso.
Solo tenemos una pequeña prueba que capto su propio móvil dentro del recinto. –Aparece una sombra y sus propios gritos de pánico-



La mujer del pasillo

Esta historia trata sobre un chico que trata de hacer contacto con su abuela ya fallecida,pero no sabe lo que le espera.

Una noche de Halloween, por hacer algo de miedo, jugamos a la Ouija, cosa de la que siempre me arrepentiré.

La noche era fría, en el ambiente se notaba un aroma extraño, no sé definirlo con palabras; unos amigos y yo buscamos una vieja Ouija que mi familia siempre ha tenido guardada, era de mi bisabuela, la cual había muerto cuando yo aún no había nacido, y siempre había querido conocerla. Mis amigos hacían eso por diversión, yo por un fin, quería hablar con mi bisabuela. La Sesión comenzó, entre risas mis amigos bromeaban, yo estaba muy serio, concentrado, pero ellos no lo notaron, hasta que cayó un rayo que iluminó toda la habitación oscura, seguido de un trueno, que estremeció hasta el último de mis huesos. Asustados por el rayo, mis amigos, se quedaron en silencio, como yo, concentrándose, de repente, el puntero de la Ouija comenzó a moverse, preguntamos al unísono, quién era, pero no respondió. El puntero se movía sin cesar de un lado para otro, sin formar palabras. Al final paró, y lentamente, formó las siguientes palabras: "Estoy yendo a por ustedes". Llamaron a la puerta, pero nadie se atrevió a abrirla, oímos la voz de quien llamaba, era una mujer, estaba en el pasillo, gritaba por entrar a mi habitación, el cerrojo estaba echado, no podía entrar, pero parecía que iba a tirar la puerta abajo. La mujer gritaba desesperada, la puerta iba a caer, así que empujamos la cama para atrancarla. La mujer cada vez más desesperada, gritaba mi nombre. Yo tuve el impulso de abrir la puerta, pero me contuve, esos gritos eran desesperados. Entonces me di cuenta, era mi bisabuela, algo me lo decía, aunque no podía explicar cómo lo sabía. Me lancé a abrir la puerta, quería verla, tenía que verla, pero mis amigos me agarraron. Los gritos cesaron, una de mis amigas, tuvo un ataque de nervios, nos acercamos a consolarla, pero una voz grave y fuerte salió de ella diciendo que no nos acercáramos, nos quedamos de piedra. La mujer del pasillo comenzó a gritar de nuevo: "¡Se los advertí, y no me hicistes caso, ahora moriras!". Mi amiga comenzó a moverse de un lado a otro, diciendo que nos mataría, intentamos abrir la puerta pero no pudimos, los gritos volvieron a cesar, conseguimos abrir la puerta, yo salí primero, pero se cerró detrás de mí. Oí los gritos aterrorizados de mis amigos, histéricos, pidiendo socorro, dando patadas a la puerta para abrirla.

Escribo mi historia, cuarenta y cinco años después de que ocurriera, pues acabo de salir de la cárcel, culpado por el asesinato de mis amigos, los cuales encontré muertos cuando conseguí abrir la puerta de mi habitación.

El espíritu del niño muerto

"Cuando ocurren cosas, normalmente es a una persona o un grupo de personas compartiendo la misma experiencia, pero esto que voy a contar sucede en un pueblo, y ocurre a todos sus habitantes, los cuales ya están acostumbrados... Pero yo, como
visitante, y mis primas, hemos vivido unas experiencias que a la gente de allí les parece "normales".

Fuimos a ese pueblo donde mis tíos tenían en las afueras una casa cerca del pantano. Para ir al pueblo tenías que seguir
un camino de tierra durante cuatro kilómetros hasta llegar.

Como en la casa de noche nos aburríamos, mis tíos nos
acercaban al pueblo en coche para que pasáramos allí unas horas con los chicos del pueblo. Era verano y las noches invitaban
a pasarlas hablando y disfrutando de compañía.

Los chicos del pueblo al principio nos parecían muy fantasiosos o que nos querían meter miedo. Decían que algunas noches
se oía el gemido de un niño pidiendo ayuda... pero no venía de ninguna parte, sino de todo el pueblo. Cada uno de los habitantes lo oía en su propia casa, en la calle, en la tienda, en el bar... partía de las paredes, del suelo... a veces incluso sentían
un empujón violento que los lanzaba al suelo... Contaban que
incluso una mujer embarazada perdió a su hijo en la plaza una tarde en la que se encontraba hablando con unas amigas al sentir que unas manos aprisionaban su vientre con tanta fuerza que la hizo abortar allí mismo. Ella estuvo a punto de morir y
cuando se recuperó, se fueron del pueblo y no volvieron a él.

Les preguntamos que quién podría provocar esas cosas... y que después de lo de la mujer ¿cómo es que la gente no se va del pueblo también? Entonces nos contaron una especie de leyenda y del por qué creen que "eso" atacó tan ferozmente a la mujer.

Hacía unos diez años, unos niños del pueblo decidieron irse una noche de verano a otro pueblo vecino. Para ello tenían que
atravesar un campo donde en uno de los laterales estaba el cementerio que compartían los dos pueblos y que se hallaba
justo a la mitad del camino.

Cuando ya estaban bien avanzados oyeron un crujido a sus espaldas. Era el hermano menor de uno de ellos. Le instaron a que se volviese a casa pues no querían cargar con críos y éste se negó en rotundo, más que nada es que le daba miedo volverse solo.

Entonces decidieron despistarle. Al llegar a la altura del cementerio dijeron que iban a jugar para esconderse en él. Como había luna llena se veía bastante bien, este chico aceptó sin
sospechar nada... Ya en el cementerio, uno contaba y los demás se escondieron todos juntos, mientras este chico se escondía en otro lado pensando que todos estaban haciendo lo mismo.

Cuando ya le perdieron de vista, los chicos se reunieron y salieron por una de las tapias dejando a este chico escondido. No podían evitar reirse de lo fácil que había resultado engañarlo hasta que oyeron un grito desgarrador... Al principio pensaron que se trataba de una broma, hasta que el segundo grito reaccionaron y volvieron a entrar en el cementerio... Estuvieron buscando por todas partes pero no le encontraron, gritaron su nombre, dieron vueltas y más vueltas y nada.

Al cabo de muchas horas, cuando ya despuntaba el alba decidieron buscar ayuda en el pueblo con la esperanza de que el chico les hubiese gastado una broma y se hubiese ido a casa.

Al llegar al pueblo, el hermano fue a su habitación, no había dormido allí, la madre le preguntó por su hermano pequeño y éste le tuvo que contar la verdad. La madre avisó al padre y éste a todo el pueblo... Salieron todos en busca del muchacho al cementerio.

Cuando llegaron allí, uno de los vecinos descubrió con terror que el cuerpo del chico se encontraba en una de las fosas que acababan de abrir días antes para un nuevo difunto... El chico tenía la cabeza reventada, los huesos de las piernas y de los brazos retorcidos en una figura grotesca, los ojos cristalizados por el pánico y la boca en una mueca de absoluto terror...

Fue un día negro en todo el pueblo, nadie se explicaba lo que había ocurrido allí. El hermano, con los años, fue internado en un psiquiátrico pues decía que su hermano se estaba vengando de él, le veía en todas partes, le pegaba... Los médicos le diagnosticaron neurosis obsesiva post-traumática, pero no podían explicar los contínuos moratones que aparecían por todo su cuerpo, incluso en la cara...

Al cabo de unos años, la madre de estos hermanos se quedó embarazada... y a los siete meses le ocurrió lo que ya contaron
antes: Algo había provocado la muerte de su bebé y quizás su propia muerte de la que escapó por poco. Los chicos decían
que los gritos que oían por las noches eran iguales que los que oyeron en el cementerio.

Oyendo esta historia la verdad es que les creímos... habíamos pasado un buen rato de miedo y nuestro tio nos vendría pronto a recoger para llevarnos a casa...

Cuando íbamos hacia el coche, sentí un golpe fuerte en mi espalda que me obligó a apoyarme en mi prima de una forma violenta. Casi nos vamos las dos al suelo... Miré hacia atrás, pero los chicos estaban hablando entre ellos a unos tres metros de nosotros.

Mi tío dijo que me había tropezado. Mi prima, sin convencerse del todo, fue hacia los chicos, cuando de repente volvió la cabeza hacia el otro lado de forma violenta... Dijo que alguien la había abofeteado... y tenía una mano marcada en la cara... una mano pequeña...

Nos asustamos muchísimo... y empezamos a gritar presas de la histeria... Los chicos vinieron a auxiliarnos mientras mi tío abría el coche rápidamente para meternos dentro. Los chicos hicieron
una barrera con sus brazos protegiéndonos de lo que fuese y pudimos meternos en el coche. Por el cristal pude ver cómo golpeaban a algo invisible que les estaba atacando. Mi tio condujo a gran velocidad tocando el claxon como un loco. Al llegar a la casa llamó a mis otros tios y todos fueron al pueblo a ayudar a los chicos, pero ya todo había pasado. Éstos se encontraban agotados por la lucha, con arañazos, golpes... pero dijeron que estaban acostumbrados, que no pasaba nada.

Las agresiones en ese pueblo son esporádicas y no siempre a las mismas personas... pero ellos sienten que tienen que estar
ahí para que ese niño que murió de forma tan violenta no esté solo... Llegará el momento en que pueda descansar en paz."

La niña del pozo

Introducción

Un día como cualquier otro en la Isla Grande de Chiloé(Chile) una vieja familia de la zona había ido a visitar a unos parientes.....

Una niña de una edad entre 6 u 8 años de edad aprox.había sido mandada a busacr agua a un viejo pozo....
la niña estab sacando el agua cuando el viento o mejor dicho una coprriente marina la empuja contrá el antiguo pozo....

Desarollo

En el año 2002 yo vivía en Lincay(Chiloé) lugar donde se contaba el suceso del pozo... una tía mia había ido a visitarme y por la noche cuando dormíamos se escuchó un grito profundo, proveniente del exterior... mi padre y un amigo fueron haber que pasaba, los perros ladraban y el mar estab agitado, de pronto vieron un antiguop bote cruzando en el cual se veía una modesta y antigua familia, que llegaba al puerto de Lincay... pero extrañamente la misteriosa embarcación desapareció y mi padre junto a su amigo volvieron a la casa a dormir....
a la mañana siguiente mi tía despertó muy tarde... y como a las seis treinta e la tarde me contó que soñó con una niña que la tomaba de la mano y la llevaba a un pozo... ahí la niña gritó muy fuerte y se alejo corriendo...de lejos la niña le contó a mi tía que ela había llegado en un bote con su familia y que murió en el pozo ahogada.......

Mi tía me pidió que la llevasé al cementerio y yo la llevé, allá mi tía busco lapida por lapida el numero 13...?? yo no entendía por que buscabamos el numero, pero encontramos una lapida con el numero "13" y me pidió que exacavará un poco lo hize y encontramos un vestido azul mi tía lo llevó a mi casa y ahí comnezó el baile... mi madre dió vuelta un poco de jugo de uva, no muy importante pero la alfombra estaba recién lavada....luego mi padre se torció un pie y su amigo se quedó encerrado en el baño practicamente dos horas, por la noche todos dormíamos, hasta que la puerta principal se abrió de golpe dejando entrar a un gato negro con ojos verdes.... mi mama lo echó a patadas de la casa peró al intentarlo la punta de su zapato se mancho con ¡SANGRE! justo cuando tocaban el timbre y entró una niña diciendo -¿¿donde esta mi vestido??...- mis padres no dijeron nada y mi tía fue y le dijo -toma- - yo te locuide- la niña sonrióy se alejo al darons vuelta imos que el gato había desáparecido y que la mancha en el zapato de mimadre tambien......

Ese mismo día mis padre quisieron que nos cambiaramos de casa y asi lo hicimos....

¿me creen?
bueno si bien es cierto que es muy dificil de creer.....es verdad incluso en una pared de la antigua casa quedógrabada la imagen del gato....

DUENDE

La familia Gutiérrez vivían en una casa muy antigua, que tenía más de cinco décadas, muchos vecinos decían que en esa casa, se escuchaban voces y pasos en dormitorios y pasillos, hechos que contradecían los habitantes de esa vivienda-“Nosotros antes de mudarnos aquí pensábamos lo mismo, pero ya estamos más de dos años y la verdad que en éste tiempo nunca hemos presenciado algo anormal” decía Patricio, el jefe de familia-“bueno, pero ustedes entonces al parecer, se van a mudar nuevamente”decía un vecino- “sí, ésta casa es demasiada antigua, y nos cambiamos por nuestro bienestar”- “Hay una vivienda a tres kilómetros de aquí, la dirección es...”- “si, si, si, ya lo sabemos, de hecho hoy mismo en la tarde vamos a cambiarnos para allá”. Esta familia son cinco integrantes, Patricio, Susana, y sus hijos, Ernesto (17), Camila (14) y Katherine (2). En la cual ésta niña sufría un leve nivel de autismo, y no hablaba mucho. Se preparaban para ir rumbo a su nueva vivienda, salían de su casa junto con varios amigos de Patricio que lo estaban ayudando. Con la casa prácticamente vacía, éstas personas salen muy alegres cantando como siempre, cuando Catherine, quién estaba en los brazos de Susana, se da media vuelta y empieza a hacer señas como si estuviera despidiéndose de alguien y mandando besos, sus padres se dieron vuelta también pero no vieron a nadie, sonrieron y se subieron al camión que lo trasladará mientras Kathy seguía mirando la casa riéndose. En el trayecto seguían cantando, pero su hija menor se asustó de repente y empezó a gritar y luego a llorar- “pero mi niñita que ocurre, qué le pasó”- Ernesto y Camila miraron para todos lados sin ver nada extraño, la niña seguía llorando. Al llegar a su vivienda, empezaron a desempacar, la pequeña de pronto se calló y estuvo tranquila el resto del día. Eran las 12:30 de la noche, Patricio y Susana estaban acostándose –“Mi amor, te tengo que contar algo”- decía Susana- “y ¿qué será lo que tiene que contarme?”,- “mmm, es una sorpresa que te va a gustar demasiado”, al decir esto sintieron unos pequeños pasos como si estuvieran corriendo por el pasillo durante largo rato, extrañados se miraron y Patricio salió de la pieza, no vio a nadie. “¿quién era?”- “no hay nadie aquí”-Patricio entró a la pieza, cerró la puerta y nuevamente escuchó como si alguien estuviera corriendo, abrió la puerta rápidamente y de nuevo no vio a nadie. “Ernesto ¿eres tú?” gritó Patricio. Ernesto no lo escuchaba porque tenía los audífonos puestos en sus oídos, escuchando a su grupo favorito de heavy metal, Disturbed. Ernesto seguía escuchando cuando de pronto escucha en su audífono que le decían “pronto naceré para matarlos a todos ustedes” estas palabras las escuchó en español y entrelíneas de la canción, se sorprendió bastante y se los sacó. “Susana ¿eres tú?” seguía gritando Patricio-“¿Qué cosa?” decía Camila “¿tú estabas corriendo?”- “noooo, estoy acostada, déjame dormir”- “ah bueno disculpa”. Patricio cerró la puerta y miró si es que estaba dormida Catherine, y así estaba ella durmiendo al lado de ellos en su cuna. Camila seguía durmiendo cuando siente un leve viento en sus oídos, ella despierta y ve una pequeña imagen entre sombras delante de su cama, “no puede ser que sea Kathy”, asustada enciende la luz, pero apenas la enciende la imagen ya no estaba, Camila siguió en su cama quieta y se quedó dormida con la luz encendida. A la mañana siguiente Patricio despierta de un sobresalto y dio un grito desgarrador, “pero que te pasó”decía Susana. “soñaste algo malo”- Patricio agitado le dijo:”más bien tuve una horrible pesadilla”, al decir esto Patricio abraza muy fuerte a Susana y empezó a llorar. “mi amor no se ponga así, ¿se acuerda que ayer le dije que le tenía que decir algo?...estoy esperando otro bebé”. Patricio dejó de llorar la miró y le dijo:” en serio...yo...lo había soñado...”, -“¿de veras?, tú sueño se cumplió entonces”, pero Patricio no sabía si reír o llorar...o asustarse, ante la extraña mirada de Susana, Patricio salió de la cama y fue al baño a mojarse la cara. Camila seguía durmiendo cuando le tocan una pierna, ella despierta asustada y mira, era la pequeña que la miraba riéndose-“pero katita, despertó temprano”, Camila la abrazó y al hacerlo sintió que en el pasillo estaban corriendo unos pequeños pasos de niño, extrañada se levantó y miró sin ver a nadie-“Ernesto, córtala de molestar, no trates de asustar, te crees gracioso eh, pues no lo eres”- “como que no soy gracioso” Ernesto aparece detrás de ella asustándola-“ayyy, eres un bobo, porque hiciste eso, no ves que asustas a la katita” pero Catherine los miraba sonriendo. Susana fue al baño para ver que es lo que le pasaba a su marido, al abrir la puerta vio que Patricio estaba de rodillas rezando “pero mi amor,¿ qué te pasa?, fue muy grave la pesadilla entonces”, él no la hacía caso, se paró de repente y le dijo: “ayyy, Susana últimamente he tenido muchas pesadillas, he tenido visiones, como que los veo a ustedes...muertos...” nuevamente Patricio se puso a llorar, Susana sólo atinaba a abrazarlo. Después de desayunar, Ernesto y Camila se dirigen a sus colegios, cuando se le acerca otro niño y le dice asombrado:”oigan ¿ustedes viven en esa casa?”, - “sí, hace dos días, ¿por qué?” decía Ernesto-“wuaaohhh, nunca había conocido a nadie tan valiente de habitar esa casa”. Los dos hermanos se miraron asustados y se alejaron del lugar hasta que llegaron al liceo en donde estudian. Patricio estaba en el trabajo y Susana en casa con su pequeña, ella estaba hablando por teléfono con sus amigas, cuando de pronto siente a Catherine reírse a carcajadas. Ella repentinamente se despidió de sus amigas, corta el teléfono y fue hacia la habitación, al abrir la puerta ve a Kathy de espaldas-“¿y con quién estabas hablando, mi niñita?”. La pequeña se dio vuelta y le muestra su oso de peluche decapitado-“pero ¿por qué hizo esto?, éste osito era su primer regalo, que te hizo tu primo John. Pero Susana miraba extrañada el peluche y preguntándose como había roto la pequeña el osito con sus manitos tan chiquititas. Susana estaba bajando las escaleras hasta el primer piso, cuando siente fuertes dolores de estómago, apenas bajaba las escaleras, la niña la miraba asustada. Llamó por teléfono a su esposo para que viniera, quién no dudó en llegar una hora después. Al llegar Patricio, ellos llamaron a John para que viniera a cuidar a la pequeña Catherine... John estaba sentado leyendo el periódico junto con la niña, y siente correr a alguien por el pasillo, fue a mirar pero no había nadie, pero después sintió que tiraban piedras y que caían al techo. John rápidamente salió de la casa a ahuyentar a los niños que estaban jugando cerca “oigan ustedes déjense de tirar piedras, no saben que hay una guagua viviendo aquí, y está durmiendo”- “pero si nosotros no hicimos nada” decían los niños, pero ellos igual se fueron de allí. Al regresar, John seguía escuchando piedras que tiraban...pero de pronto se dejó de escuchar, éste mira hacia la ventana y ve que venían Ernesto, Camila y sus padres. John les cuenta lo ocurrido y se fue a su hogar, Patricio mira a su hijita, ella lo estaba mirando sonriendo como siempre, mientras que Susana se iba a acostar para guardar reposo debido a su embarazo...
Siete meses después... Ernesto estaba sólo almorzando cuando escucha que gritan-“el periódicooooo...”, éste rápidamente sale a recibirlo, cuando vuelve hasta la mesa, y en una página lee que va a haber un concierto de Disturbed hoy en la noche. Ernesto no lo podía creer, y preparó inmediatamente su ropa para estar presente. Susana seguía con sus dolores, su vientre ya lo tenía muy hinchado-“pero mi amor ¿está ud segura que quiere ir a esa comida?”- “SI OBVIAMENTE QUE QUIERO IR...NO SOPORTO ESOS RUIDOS QUE HAY EN ESTA CASA, QUIÉN MIERDA ESTÁ AQUÍ”. La verdad ellos seguían sintiendo ruidos de pasos por los alrededores de la casa, se escuchaban voces y golpes, y estaban pensando seriamente en irse de allí nuevamente hacia otro lugar, ya que supieron que en esa casa estaba embrujada. Ya era de noche, Ernesto estaba en el recital junto con sus amigos, gritaban y saltaban al escuchar los temas-“no lo puedo creer, nunca antes los había visto en persona a estos tipos” decía Ernesto a pablo, su amigo. Camila estaba en casa de sus amigas, Patricio y Susana se dirigían hacia un local en donde se iban a juntar con el jefe del trabajo de Patricio. John estaba en casa nuevamente cuidando a Catherine. John estaba viendo televisión cuando siente que abren una puerta lentamente, éste fue a mirar y vio que la puerta estaba abierta por completa, la cierra y siente un tirón en su camisa, asustado se da vuelta y ve entre la oscuridad unos pequeños pies que se alejaban-“eres muy malita, katita, ¿no estaba usted durmiendo?, la estoy siguiendo, la estoy siguiendo, la estoy sig....”, John había ido hasta la habitación y se sorprende al ver a Catherine durmiendo plácidamente.
El jefe del trabajo de patricio estaba esperándolos, la esposa de éste le decía:”estoy ansiosa por conocer a Susana con su embarazo, me imagino que con estos siete meses de gestación debe estar muy gordita”- decía ella. Vieron a lo lejos el automóvil de patricio que se estacionaba, se bajaron y entraron al local. Mercedes, la esposa del jefe se sorprendió al ver el vientre de Susana, no se le notaba sus siete meses de embarazo, Patricio se dio cuenta de aquello e igualmente se sorprendió-“mi amor, pero que pasó”- “qué pasó qué”- “su vientre mírese...”. Susana bajó su mirada y se tocó el vientre. “no puede ser, y...mi estomago...no está hinchado..., pero lo sigo sintiendo...”.
John no se explicaba lo que estaba ocurriendo, estaba en la habitación de Kathy, cuando nuevamente siente pasos, esta vez en la cocina. Éste fue a ver, al asomarse ve unos pequeños pasos que se alejaban y corrían hasta una puerta. John asustado pero ansioso por ver que es lo que era y siguió a ésta sombra. Al llegar hasta la puerta fue tanta su impresión al ver a un ser desnudo de no más de un metro, incluso menos. John seguía mirando hasta que de pronto siente que éste lanza una carcajada malévola y lo invita a que lo persiga con sus dedo con uñas puntiagudas y sale cerrando la puerta, John no dudó y lo siguió corriendo enfurecido por las molestias y los nervios que éste le había ocurrido a su familia:”maldito, te voy a matar de una patada, AAAAAAA.....”, al abrir la puerta de una patada, John se cae cuesta abajo en una escalera ya que no conocía muy bien esa casa, éste se azotaba en cada peldaño quedando gravemente herido...y muere a los pocos segundos...
Ernesto seguía saltando con los temas de éste grupo junto con sus amigos, gritando y empujándose, el grupo cantaba unos de los temas conocidos llamado Stupify. Cuando Ernesto seguía saltando, ve entre el tumulto de personas una pequeña figura de no más de un metro saltando junto con él. Él no lo veía muy bien ya que había tomado unas pocas copas de más, seguía mirando ésta figura que saltaba y no estaba mirando al grupo, sino que lo estaba mirando a él.-“pero que demonios es eso...” le decía a su amigo-“¿qué cosa?”. Cuando de pronto se acerca rápidamente a él:”oye tú ¿qué haces aquí?, ayyyy, mis bolasss...”, El ser le había pegado una patada en los testículos y salió corriendo alejándose. Ernesto trató de pegarle un puntapié, pero éste se había corrido velozmente, y Ernesto le pega por casualidad a otro muchacho mucho más grande que él:”oye, que te pasa”, ése chico le lanzó un derechazo en la cuál Ernesto se agacha y le pega a otro chico quién estaba drogado-“que te pasa conmigo, ¿por qué me pegas?...ya vas a ver”, éstos dos chicos comenzaron a pelear en medio de las demás personas, empujando a quién se les cruzase por el camino. Los que estaban cerca del escenario, se dieron vuelta y vieron la pelea, ellos empezaron a empujarse y pegarse pensando que era parte de la celebración-“vamonos Ernesto, no tenemos nada que hacer acá”- “sí, tienes razón, vamonos”.
Camila estaba en casa de sus amigas escuchando música y conversando, una de sus amigas tenía un hijo chiquito, quién corría y corría en el interior de la casa. Cuando se apaga la luz repentinamente, las tres muchachas se quedaron sentadas en un sillón, cuando Camila ve que en el fondo del pasillo en la puerta de daba la calle una imagen muy pequeña que venía acercándose muy rápido, Camila no podía ver bien, veía una sombra que estaba a 10 pasos, a 9, a 8, a 2 , hasta estar frente a ella, asustada se queda estática en el sillón, cuando la figura lentamente acerca su cabeza, y fue tal su horror al ver los ojos endemoniados de esta imagen, Camila gritaba y gritaba, movía los brazos y las piernas descontrolada pero sin pararse del sillón hasta que llega la luz, desaparece la figura, ella mira a su alrededor y ve a una de sus amigas sin moverse con los ojos abiertos, con un rostro horrorizado con su mirada perdida, como que acababa de ver algo horripilante. Las demás chicas se miraron entre sí y empezaron a reanimarla y después llevarla a un hospital cercano de la ciudad.
Luego de que Patricio y Susana volvieran, después de tocar y tocar la puerta, entraron –“que raro que John no abriera la puerta, quizás se quedó dormido”- Susana fue hasta la habitación adonde estaba la pequeña y Patricio buscaba por los alrededores a John. Susana entró a la pieza y sonrió al ver a la pequeña durmiendo, todo lo contrario con Patricio al abrir la puerta que daba al patio de la casa, vio el cuerpo de John muerto tirado en el ultimo peldaño de la escalera, con espanto Patricio vio el suceso- “no puede ser... fue justamente lo que soñé”-, Susana al descubrir eso, gritó con angustia y despertó Catherine. La niña lentamente se bajó de la cama y fue en busca de los griteríos. Susana le tapó los ojos a la niña para que no viera y se la llevó a otro lado de la casa. Ernesto y Camila llegaron juntos más tarde, e igualmente se espantaron al saber que John estaba muerto, -“¿qué crees tú, Ernesto, fue esa cosa que vimos?”- “increíble, pero sí, eso debe ser”...
Pasaron varios días, Patricio seguía teniendo pesadillas sobre su familia, sentía que era como predicciones de lo que iba a pasar con su familia. Despierta a Susana y le dice:-“mi amor, nosotros no podemos seguir viviendo más en ésta casa, tú sabes, aquí a veces aparecen almas en pena, yo sé que estamos acostumbrados, pero deberíamos irnos, no quiero que les pase lo mismo que a ustedes lo que le pasó a John”- decía asustado patricio.- “yo creo que deberíamos quedarnos hasta cuando nazca nuestro bebé”. Patricio seguía diciéndole, y Susana le contradecía, hasta que él se resigna. Estaban desayunando con sus hijos, cuando se sienten pasos en el pasillo continuo, atemorizados sus hijos escuchaban al papá que decía:”es mejor que contratemos a alguien de la iglesia para que venga a bendecirnos, por lo que va a pasar, cuando nazca nuestro maldito hijo”-. Al escuchar decir eso Susana se sorprendió bastante y discutieron acaloradamente, hasta que patricio oyó oír unas palabras que venían de lugares desconocidos que decía-“te voy a matar, te voy a matar, y a tu familia también, y tu familia también”. Ante esto Patricio empezó a taparse los oídos, ante las preguntas de su familia que qué es lo que le pasaba, él salió a la calle corriendo con rumbo desconocido. Pasó la tarde, Susana y sus hijos estaban sentados esperando a su padre. Vieron venir a Patricio con el padre de la iglesia-“les presento al padre Hasbún, él va a bendecirnos a nosotros, y a exorcizar ésta casa”. El padre empezó con su trabajo, mientras que Patricio lo seguía. De pronto don Hasbún escuchó unas voces que le hablaban, él empezó a buscar esas voces, al descubrirlo se sorprendió bastante-“¿qué pasa Padre?” dijo Patricio-“eh, ustedes no van a creer esto, escucho voces susurrantes, y esas voces no vienen de ésta casa...vienen del vientre de Susana”. Ella y los chicos miraron aterrorizados a don Hasbún, Patricio solamente lo miraba con tranquilidad como si supiera, cuando ella de pronto siente grandes dolores a su estomago, eran tan fuertes los dolores que ella se tiró al suelo a revolcarse, los chicos la miraban con horror, fue como si ella estuviera poseída por algún demonio, daba vueltas en el suelo infinidades de veces hasta que el padre empezó a bendecirla, le rezó, empezó a tirar pequeñas dosis de agua bendita a la casa y al vientre de ella, cuando repentinamente los dolores dejaron de molestarle a Susana. Ante el alivio de la situación, Susana fue hasta su pieza con Camila, Patricio no tuvo palabras para agradecerle todo lo que había hecho, mientras el padre se iba, Patricio acompañó a su esposa y se acostó al lado de ella, se sonrieron y se quedaron dormidos juntos...Patricio de pronto escuchó unos gritos desgarradores en el primer piso de la casa, bajó sigilosamente, peldaño por peldaño, seguía escuchando gritos, eran los de Ernesto y Camila, estaban en la cocina, abrió la puerta de la cocina y vio a sus hijos muertos ahorcados con un gran cordel, sus caras estaban moradas, horrorizado bajo su vista y vio a un pequeño ser extraño con un cuchillo a punto de hacer lo mismo con su pequeña, cuando Patricio despierta con un grito de ésta horrible pesadilla...
Llega el día, estaban en el hospital, Susana ya dio a luz a un robusto varón, Patricio estaba mirándolo por largo rato a su hijo, seguía mirándolo con su rostro destrozado de tanta angustia desde que pisó esa casa. De pronto Patricio pensó en Ernesto, Camila, Catherine, Susana, sus seres más queridos, y su querido primo difunto John, y le dijo a Susana –“mi amor permítame cargar a éste niño por favor, y pasearlo por todos los alrededores del hospital, para que conozca éste mundo”- “pero claro mi amor, tienes todo el derecho del mundo”- decía Susana. Y así lo hizo, Patricio cargó a éste bebé especial en sus brazos, lo llevó por todo el hospital, doctores y enfermeros les sonreían, hasta que lo lleva a las afueras del hospital, algunos doctores de pronto se sorprendían con ésta actitud, y lo siguieron. Patricio seguía caminando, hasta que quedaron cerca de una quebrada. Él sintió repentinamente que sus manos ardían cada vez que se acercaba a la quebrada, los doctores le gritaban-“hey, hey, señor Patricio tenga cuidado”. Susana al escuchar esos gritos intentó pararse de la cama, hasta que lo logra y sale en busca de su esposo. Patricio seguía acercándose al vacío, sentía también que sus manos ardían mucho más y más. Hasta que el bebé increíblemente despierta y sus ojos no eran de un humano, sino más bien de un espectro, y con una fuerza inimaginable, con sus pequeños dedos le tapa los ojos a Patricio y se los estruja queriendo sacárselos, lo estaba logrando, le estaba sacando sangre en sus ojos y apunto de sacárselos, hasta que Patricio empieza a correr y correr-“NOOOO PATRICIO, CUIDADOOO, ... él no les hacia caso y seguía corriendo hasta estar frente a la quebrada y tirarse al vacío junto con el bebé- “NOOOOO, MI AMOOOORR.... gritaba Susana con sus dolores, ella se pone de rodillas y seguía gritando con mucho dolor en su corazón... y también por fuera por la operación, luego las personas que estaban cerca sintieron como el cuerpo de Patricio se desplomaba pesadamente entre las rocas junto con el bebé...horas y horas de angustia y pesar vivieron ésta familia. Eran las 2:00 de la tarde, Susana y sus hijos venían del funeral de Patricio, cuando sus familiares la llevan a un hospital ya que ella se desmaya, los doctores le recomendaban que pasara la noche. Camila y Ernesto estaban solos en casa un día de noche, Catherine estaba durmiendo, cuando de pronto los niños escucharon a la pequeña reírse largo rato y decir: “papito, papito....Los chicos rápidamente fueron hasta la habitación, y ahí estaba la niña mirando hacia un lado como si estuviera hablando con alguien, los niños sin miedo se la llevaron hasta el primer piso, seguían angustiados, sienten tocar la puerta, abrieron y era Susana quién les decía-“ya niños preparen sus cosas, nos vamos de ésta casa”. Así lo hicieron empacaron sus cosas, lo estaban esperando un amigo de Patricio. Susana sentía que él estaba a su lado y ella sonreía, había soñado con él todas las noches desde el día que murió, sentía un leve calor en sus hombros... De pronto Susana empezó a cantar diciendo que siempre lo hacían cuando estaba Patricio con vida, y que siempre lo harían, y después todos cantaban y cantaban, Ernesto pensó-“yo siempre presentí que iba a pasar algo con nuestras vidas... desde que entramos a esa casa, gracias papá por tus sacrificios por nuestro bienestar... diste tu vida por nosotros, te amo papá...”. Catherine estaba en los brazos de Camila, cuando ella se da media vuelta y empieza hacer señas como si estuviera despidiéndose de alguien y mandando besos, ella veía una pequeña figura igualmente despidiéndose de ella.

Fantasmas en la cuna

Agosto 1988, mi madre acababa de dar a luz a mi hermana, por aquel entonces yo tenía 13 años. Después de un día de visitas, decidí quedarme a pasar la noche con ellas. Eran las 4 de la madrugada y todo estaba muy tranquilo. Yo dormía en un sofá-cama, al lado de la cuna de mi hermana. De repente noté como una presencia extraña, difícil de explicar. Levanté la cabeza y ví dos sombras alrededor de la cuna, asomandose a mirar a mi hermana. Ellos se giraron haciéndome un gesto cariñoso de que no dijera nada. Al momento se fueron desplazando hacia la puerta, miré a mi madre y me dí cuenta que estaba despierta y veía lo mismo que yo... Esas sombras tenían dueño, eran mis abuelos, que fallecieron antes de nacer mi hermana y quisieron hacerle una visita. Yo sé que desde entonces ellos la vigilan y la protegen para que no le pase nada malo.

Un escalofrío

La verdad es que no sé cómo empezó. Si aquellas noches en la casa de campo de mi abuelo tuvo algo que ver, o aquellas voces en la oscuridad del bosque, o los gritos provenientes de la despensa o simplemente que me estaba volviendo loco era el fruto de lo que estaba apunto de ocurrirme.

Me llamo Edu, y tengo 19 años. Pese a mi edad parezco bastante más joven, de hecho, los médicos dijeron que era preocupante q todavía no me hubiera cambiado la voz. Pero eso da igual. Era primavera y una vez más volvía a casa de mi abuelo tras pasar la mañana en el colegio. Mis padres murieron atropellados, o al menos eso parecía, en la carretera que hay rodeando el pueblo, pero nunca se demostró q fuera un vehículo el que los mató. Pero no me gusta hablar de eso... Al llegar a casa de mi abuelo hice lo de siempre: me duché, me cambié de ropa, hice la comida y desperté a mi abuelo, que como de costumbre yacía borracho en el sofá del sótano, le quite la botella de la mano y le llamé a la mesa. No había nada de extraño ese día. El polen de las flores flotaba en el aire como si fueran paracaídas de pequeños insectos, la brisa suave bajaba la colina trayendo consigo las especias de los campos de tomillo, los rebaños de los pastores pastaban por el verde césped que cubría los interminables terrenos de mi tio... todo era normal. Pero las peores cosas de la vida vienen cuando menos te lo esperas. De repente un golpe seco en la puerta me sacó de mi ensimismamiento.

"¿Qué ocurre?"-pensé. Bajé la escalera tan rápido como pude. Otro golpe seco en el suelo, como de un cuerpo cayendo... y lo ví... tendido en el suelo. "¡Abuelo!"-grité. Pegué un salto desde la escalera a donde había caido, me agaché y le tomé el pulso. "¡Aún late!". "¡Abuelo, despierta!" pero no parecía respirar...

Cogí a mi abuelo en brazos y lo llevé a la furgoneta. Lo metí con dificultad en el asiento de detrás y arranqué. No tenía carnet de conducir porque suspendía siempre el examen teórico, pero ya había conducido esa vieja chatarra lo suficiente como para aprobar el práctico. Aceleré y fui lo más rápido que pude a la clínica del pueblo. Mientras mi abuelo hablaba: "Les... les.... les he visto..." No entendía muy bien las palabras, pero supe que decía: "He... he visto a tu ... madre, hijo"
Mi juicio sabía que mi abuelo deliraba, pero un escalofrío subio desde mi cuello al oir esas palabras. Llegamos a la clínica donde, bajándome de la furgoneta pedí ayuda. Salieron dos enfermeras a ayudarme y trajeron una silla de ruedas para mi abuelo. Horas después me dijeron que había tenido un infarto y que se quedaría esa noche allí. Más contento, y un poco menos nervioso, entre, saludé a mi abuelo y me fuí. Dejé la furgoneta en la casa y la cerré, pues había kedado con mis amigos.

Lo cierto es que no me lo pasé muy bien con ellos, no porque me acosaran con las preguntas sobre lo de mi abuelo, si no porque recordaba lo que me dijo y sus palabras sonaban vagamente en mi cabeza: "Les he visto... he visto a tu madre, hijo... les he visto..." Tantas emociones me habían cansado mucho así q volví a casa y me acosté en el mismo sofá sucio en el que dormia la mona mi abuelo. Intenté no pensar en lo que había pasado y dormí. Algo que no hubiera hecho si hubiera sabido lo que me esperaba al despertar.

Me desperté lentamente, era de noche todavía y me incorporé frotandome los ojos. Me eché hacia atrás mirando la escalera por la que había bajado para ayudar a mi abuelo. Estaba en el sótano, que pese a ser sótano estaba muy bien amueblado e incluso tenía chimenea. Me di cuenta en ese momento... yo no había encendido la chimenea...

Otro escalofrío mucho más fuerte subió desde mi espalda. Estaba sentado en el sofa que daba la espalda a la escalera, me había dormido y una chimenea se había encendido sola. Me incorporé y examiné la chimenea. No había nada raro e intenté recordar si la había encendido yo y no me acordaba. Pero no, yo no había sido. Subí la escalera peldaño a peldaño, aquella estrecha escalera que subía al piso principal de la casa. Sin hacer mucho ruido llege arriba y miré a los dos lados del pasillo. Ninguna luz estaba encendida. Salí fuera y no vi nada raro. Me quedé en el porche pensando en mi abuelo y nada más ocurrió esa noche.

Mi abuelo se recuperó del infarto, pero estaba siguiendo un tratamiento para sus problemas de hígado así q se quedó en el hospital más tiempo. Durante una semana le estuve preguntando sobre lo que me dijo en la furgoneta, pero él siempre lo negaba. Yo no sabía qué pasaba, pero me parecía demasiado raro. Me estaba volviendo demasiado pensativo y mucho más callado...

Después de hablar con mi mejor amiga, Claudia, sobre lo que había pasado y después de meditar mucho los dos decidimos hacer una sesión de ouija para asegurarnos de que no pasaba nada malo, y q si pasaba algo... estaba dentro de mi cabeza... pero no fue así. Pusimos el tablero en el sótano q fue donde mi abuelo se desmayó. Cada uno cogió un cojín y se lo puso de silla en el suelo. Nos sentamos, apagamos la luz eléctrica y encendimos tres velas. Ninguno de los dos creíamos en ese tipo de cosas, pero aún así con mucho respeto e incluso temor comenzamos la sesión. Al principio no hubo respuesta de ningún tipo, todo estaba en silencio y a oscuras. "Esto es una tontería"- dije y soplé una de las velas. No se apagó así q soplé con más fuerza pero tampoco se apagó. Mire a Claudia con extraño y me miro a mí frunciendo el ceño. Ambos nos acercamos a la vela y sople con todas mis fuerzas... y la vela se apagó. Nos reimos de lo que acababa de ocurrir: "Me había asustado"- me dijo entre risas. Y en ese momento la vela se encendió.
"Edu, ¡que ha pasado!"-gritó. "No lo sé, ¡no te levantes!" Claudia empezó a respirar muy fuerte, sentía que se iba a desmayar, hablé con ella, la convencí para seguir la sesión: "Ha sido una señal, lo se"- le dije. Y temorosa, pero a la vez, brava y valiente aceptó y se arrimó al tablero. Seguía sin moverse por muchas preguntas q le hicieramos al aire y, de repente, aquelló se movió. No se describirlo, era un movimiento lento, suave y preciso. Yo no lo movía, eso era seguro y Claudia parecía tp moverlo... T....U....R....E...S.... cuando me dí cuenta, sólo yo tenía los dedos sobre el indicador, y Claudia estaba apuntando las letras q aparecían. Entonces sentí de verdad que estaba hablando con un espíritu. "Claudia...."-dije con voz tempblorosa. "¿Qué pasa?"-me dijo ella. "Esto se mueve solo"- dije. "Lo sé, Edu, lo sé"-respondió.
Su tranquilidad era pasmosa, sobre todo después de haberla visto minutos antes. Ahora estaba relajada y es más, diría que hasta controlaba la situación. P.....U...E...S...T...A...
Yo me mantenía firme con los dedos sobre el indicador, leyendo atentamente las letras sobre las que posaba hasta que conseguimos todas las letras y el indicador se paró. TURESPUESTANOESTAENESTAVIDA. "Tu respuesta no está en esta vida". "¿Qué querrá decir?"-pensé. Clauida y yo nos sentiamos mucho más cómodos. El indicador comenzó a moverse solo:....M.......U......E......R......E
MUERE.......Claudia y yo nos miramos asustados, a ella se le saltaron las lágrimas y a mi me empezaba a dar demasiado miedo. Cerramos la sesión, apagamos las velas, encendimos las luces y contemplamos atónitos, como las parades estaban manchadas de sangre, moldeando formas que decían: MUERE, MUERE, MUERE.
Claudia chilló, y se aferró a mi. La puerta de la escalera no se abría, la eché abajoy subimos la escalera, la sangre nos perseguía por las paredes, por el pasillo, por la puerta. Llegamos a la furgoneta y nos metimos los dos. La sangrehabía formado un charco del que no podíamos salir y unas siluetas negras se reflejaban desde el interior de la casa. Aceleré todo lo que pude, pero no servía para nada. Unas figuras negras salieron de la nada y se acercaban lentamente a la furgoneta, no parecía que andaran... más bien flotaban y cada vez eran más las que salían del bosque... de la casa... la luz de la luna los iluminaba y les hacía parecer espectros negros sin cara, con un manto sobre la cabeza y los hombros y extraños susurros venían de ellos. Claudia aterrorizada, me agarró el brazo gritando. Yo intentaba salir de aquel charco de sangre cuando entonces la vi... blanca, y pura una luz de estrella bajó del cielo e iluminó todo el lugar. Las sombras negras con mantos, como asustadas volaron hacia el bosque y el charco de sangre se filtró en el suelo. Miré la luz blanca, que se alejaba. La luz blanca q parecía haberme salvado, a mí y a Claudia. Fuimos a casa de Claudia, donde allí miramos por el balcón. Desde alli se veía la casa de mi abuelo. Callados miramos el lugar donde habíamos iniciado la sesión de ouija y el lugar donde, no sabemos por qué, parecía que ibamos a morir.

Esa noche dormí junto a Claudia. Al principio no podíamos dormir pensando en lo que había pasado, pero le dije que recordaramos la luz blanca, que había sido nuestro ángel de la guarda y caimos en un profundo sueño.

No hubo mañana, nos despertamos de nuevo por la noche, mirándonos, pensé que me había enamorado de ella y recordé cuando se aferraba a mí asustada, ella no cerraba los ojos, permanecía inmóvil, mirandome. Sonreí, sonrió y noté como algo o alguien se incorporaba detrás mía en la cama. Me asusté, me tornó la cara a una expresión de miedo, y un nuevo escalofrío me atrapó. Miré a Claudia, que estaba pálida como la nieve mirando detrás de mí algo que sólo yo quedaba por conocer. Miré hacia atrás y descubrí q algo estaba metido en la cama se había incorporado y estaba cubierto por la sábana blanca de la cama de Claudia. Dentro algo giró de manera que parecía una cabeza encarandonos. Mi respiración aumentó, y tb la de Claudia. Permanecimos inmóviles cuando de repente se desvaneció y la sábana calló en la cama. Mi mano temblorosa apartó la sabana y descubrí un colgante... un colgante con la foto de mi madre.

CONTINUARÁ

El susto de mi vida

Antes de contarles mi historia, quiero decirles que lo que van a leer a continuación es 100% real y no ficción. Me ocurrió a mí, por lo mismo les aseguro que todo fue así y no de otra manera.

Bueno, mi nombre es “T.” y tengo actualmente 21 años. Soy chileno y vivo en la ciudad de Santiago. Tengo un amigo llamado “D.” el cual durante alrededor de 5 a 6 años me contó que de vez en cuando en su casa pasaban “cosas”. Yo un tanto incrédulo me reía de esto y algunas veces lo molestaba. Eran muy conocidas sus historias en nuestro círculo de amigos, las cuales creo que ninguno de nosotros podía creer.
Recuerdo que era un día viernes del año 2000 (no recuerdo el mes) y el sábado por la mañana teníamos que viajar temprano con 2 amigos más. Así que estuvimos todo el viernes en su casa, desde las 13:00 hrs. en adelante. Cuando llegamos los cuatro a su casa, antes de entrar nos miramos y nos reímos a modo de burla sobre todo lo que “D.” nos había contado. “D.” abrió la puerta, pasamos por el antejardín y llegamos a la puerta principal de la casa. Al abrirla sonaron las campanillas, que ya nos eran muy familiares y entramos. A nuestra derecha se encontraba la puerta que daba hacia el living, al frente la puerta de la cocina y a nuestra izquierda el baño de visitas y junto a él, la escalera al segundo piso, donde se encontraban las habitaciones. Subimos por las escaleras hacia el cuarto de “D.” y noté cuadros nuevos en la muralla y le dije a “D.”:

-Oye “D.” pusiste cuadros nuevos… están muy buenos.
-A si, es que los anteriores se rompieron.
-¿Se rompieron?
-Si, al caerse. Se salvaron 4 de los 10 cuadros que habían, además ya estaban muy viejos. Mi abuela los cambió. Igual no están mal. Se ven bien estos nuevos.

La reacción con mis otros dos amigos fue entre un poco de susto y risa al mismo tiempo.
Bueno, en el segundo piso hay cuatro cuartos, uno de sus dos abuelos (los dueños de la casa), el de sus padres, el de sus hermanos chicos (que son 3) y el de él y el de su hermano mayor, este ultimo cuarto está junto a la escalera. Entramos en su cuarto y dejamos nuestras cosas ahí. Almorzamos y luego trabajamos durante la tarde en nuestros estudios.
Eran ya como las 20:30 hrs. y “D.” nos ofreció quedarnos a dormir en su casa ya que era un tanto tarde y al otro día todos deberíamos viajar fuera de la ciudad, creanme que no fue una decisión fácil. Que pasa si todas las historias que nos ha contado son verdad. Estoy seguro que en ese momento mis otros amigos pensaron lo mismo que yo.
Después de alrededor de 5 minutos “D.” me convenció y accedí a quedarme. Mis otros amigos inventaron algo y se fueron a sus casas. En tanto llego el hermano de “D.”, se llama “F.” y duerme en el mismo cuarto que “D.”, tienen un camarote y bajo él una cama para visitas.
Estuvimos hasta altas horas de la noche conversando y hablando de la vida, hasta que por las fuertes risas, los padres de “D.” nos hicieron callar y nos obligaron a dormir. De todas maneras yo ya estaba muy cansado y los ojos se me cerraban.
Ordenamos todo y nos quedamos dormidos.
Habrán pasado algunas horas o minutos quizás, pero la cosa es que me desperté y todo estaba en silencio y oscuro, no sabia que hora era y estaba con tanto sueño que me dispuse a dormir de nuevo, pero en eso oí a “D.” que respiraba fuerte, me levanté un poco, ya que mi cama estaba casi a nivel del suelo junto a la de “D.” y noté que “D.” tiritaba. Lo toque y saltó del miedo, lo tranquilice y le pregunté que pasaba.
-¿No escuchas los perros que ladran afuera? -me pregunto en susurro y con voz temblorosa.
-Emmm… si los escucho, ¿Qué pasa?, estás temblando.
-Mira, lo que pasa es que solo ladran tanto cuando algo va a ocurrir aquí.- Me dijo con cara de horror.
-Ja, tú me estas tomando el pelo. Tu lo que quieres es que me asuste para luego burlarte de mi en venganza, ¿no?. Pues….
-¡Callate y escucha! –Me dijo interrumpiendo.
-Que mierda pasa… -Nos pregunto “F.” despertando y con vos dormida.
-¡Cállense y escuchen! Algo va a pasar ¡No hablen! –Dijo “D.” y nos callamos los tres.
Estuvimos alrededor de 10 minutos sin decir nada mientras alrededor de 10 perros ladraban afuera en la calle. En eso pasó algo que me dejó realmente los pelos de punta, las campanillas de la puerta principal sonaron. No podía ser nadie de la casa, ya que todos dormían.
-¡Mierda! ¿Escuchaste eso? –Le pregunté a “D.”
-Por más que quieras decir algo, no hables. No hables que puede ser peor. – Dijo “D.” en vos muy baja.
No creía lo que estaba pasando, no podía ser cierto. Desde ese momento no dije nada. Solo escuché con mucho terror lo que pasó a continuación.
En la planta baja se escuchaban pisadas. Luego algo o alguien subió por las escaleras corriendo y paró justo en la entrada del cuarto de nosotros, el cual tenía la puerta abierta, no aguanté el miedo y me puse a rezar en mi mente mientras lloraba con los ojos cerrados. En eso un librero de unos 2 metros de altura y 1 y medio de ancho, repleto de libros de todo tipo comenzó a moverse. No aguanté más y abrí los ojos. No había nada ni nadie y se movía solo, como si alguien lo moviera de un extremo y luego del otro, para que así avanzara. Lo más preocupante no fue solo que se moviera solo, sino que estaba moviéndose en dirección a la puerta, para así taparla y no dejarnos escapatoria alguna. En cosa de segundos pensé en tirarme por la ventana, pero luego recordé que sería peor y que estabamos en un 2do piso.
En eso ocurrió algo que nunca pensé que ocurriría, la abuela de “D.” salió con una vela y rezando algo que no recuerdo, al terminar gritó: - ¡Ándate y no vuelvas más quienquiera que seas!
En ese mismo instante paro de moverse el librero que ya casi tapaba la entrada. Se escuchó como alguien corría hacia el primer piso por las escaleras y como algunos cuadros se caían. Se escucharon las campanillas y como nuevamente ladraban los perros.
Sentía que el corazón me salía por la boca y noté ahí recién como tiritaba y que no podía parar de hacerlo. La abuela con cara muy calma se asomó detrás del librero con la vela en las manos y nos dijo:
-Niños tengan cuidado, se cortó la luz, voy a llamar a la compañía para que vean que ha ocurrido.
No podía creer lo que estaba escuchando ¿Se cortó la luz? , a quien le importa, yo queria salir de ahí inmediatamente.
-“D.”, yo me voy de aquí.
-Espera, no hagas eso. Espera a que todo se calme un poco. Luego haz lo que quieras. – Dijo “D.” un poco más calmado que antes.
-“T.” estas bien. – Me preguntó “F.”
-Si. Creo que si. – Físicamente hablando.
-Hablamos toda la noche de lo ocurrido hasta que amaneció. Luego retornó la electricidad.
Lo más curioso fue que al tomar desayuno por la mañana, nadie hablara de lo ocurrido.
Creo que se debía a que la abuela de “D.” estaba ahí.
Algo raro ocultaba esa señora y nadie, ni “D.” que trató de decirme lo contrario, va a cambiar ese presentimiento.
El sábado hicimos el viaje de todas maneras y “D.” me pidió que si contaba algo, contara que se cayeron los cuadros y nada más. Accedí, es más, no conté nada de lo ocurrido hasta por lo menos 2 semanas después a un sacerdote de mi colegio. Luego de eso lo hable en varias oportunidades con “D.” y su hermano. Desde entonces no he vuelto más a esa casa. No me gustaría vivir nunca más algo parecido. No se lo deseo a nadie.

Les reitero que esto es un hecho verídico y no una historia más como las que rondan por este sitio web (www.escalofrio.com).
Antes de que me pasara esto no creía en lo sobrenatural, desde entonces no he parado de visitar sitios como este e interesarme en este tipo de cosas, porque sé y estoy 100% seguro de que es real y de que existe.
Lo sobrenatural para mi ya es algo natural, por que existe y lo viví.

T.G.

Verónica

VERONICA
En cierta ocasión, un grupo de amigos organizaron una cena con una sesión de espiritismo como atracción de la velada. Tras la cena, se acomodaron en el salón, trajeron un fantástico tablero Ouija, se encendieron velas y se apagó la luz eléctrica.
Una médium había venido expresamente para amenizar la sesión. Se trataba de una mujer de mediana edad, mal conservada, obesa y demasiado maquillada.
Comenzó la sesión, y ella entró en contacto con un espíritu de un familiar de los anfitriones, dos hermanos, Cecilia y Rodrigo. Este espíritu habló a través del tablero, diciendo ser su tío, pero ellos se mostraron escépticos, pues ninguno de sus tíos había fallecido. Todo el afán del espíritu era que le creyeran, pues quería hacerles una petición. Así que le sometieron a unas cuantas preguntas, más por seguirle la corriente a la médium que por convicción.
A medida que el espíritu iba contestando cosas más íntimas, Cecilia fue palideciendo, pues era imposible que la médium supiera dónde veraneaba su madre cuando era pequeña y el nombre que tenía su muñeca preferida. Pero su hermano se burlaba, diciendo que era muy posible que las respuestas las estuviera escribiendo inconscientemente su hermana, que era más sensible a ese tipo de cosas. En ese momento se apagaron las luces de las velas debido a un viento terrible – una de las ventanas se había abierto de golpe- y cuando las encendieron, la médium hablaba con la voz del tío de mis amigos, supuestamente fallecido. Después del susto inicial, pues era bastante aterrador ver a esa mujer mayor hablando con la voz de un hombre, Cecilia estaba totalmente convencida ya de que era él, y le preguntó cual era su petición. El tío le dijo que no quería que ni su hermana, la madre de Cecilia, ni ella se acercaran a su nicho el día del entierro, pues había hecho un pacto con el diablo y le había prometido que una de sus parientes sería para el demonio si a cambio, el demonio a su vez le daba una esposa. Más concretamente, le había dicho que la primera mujer que se aproximara a su nicho el día de su entierro sería para el diablo. No era pues de extrañar la urgencia con la que su tío se había puesto en contacto con los sobrinos.
Pero Rodrigo seguía mostrándose incrédulo, pues decía que muchas personas tienen la habilidad de imitar otras voces, y que le parecía una broma de mal gusto. Se levantó, y se dirigió a la cocina. La médium se desmayó en ese momento, y tras la primera alarma, recuperó el conocimiento y con él su voz propia. Aseguró estar agotada y se levantó la sesión de espiritismo.
Aquella misma noche, llamaron desde el hospital a casa de Cecilia y Rodrigo para informarles del fallecimiento de su tío. Había muerto dos horas antes de la velada.
Habían llamado con insistencia a la casa, explicó la mujer al otro lado del hilo telefónico,pero siempre que descolgaban el teléfono se oía una voz rasposa que gritaba “No molesten más”. Cecilia comentó que no había cogido nadie el teléfono por la sencilla razón de que no había sonado. Rodrigo opinó que debían haber marcado mal desde el hospital. Cecilia sospechaba que había sido el propio Rodrigo el que había cogido el teléfono desde la cocina, y que en el revuelo que se había producido con la médium desmayada, había sido quien contestara de manera tan desagradable, para divertirse.
El día del entierro, la primera mujer que se acercó al nicho fue una prima lejana llamada Verónica. Puede que no hayáis oído hablar nunca de ella, la amante del diablo. Es la imagen más perfecta que una persona pueda crear con su imaginación, y es bellísima.
Sin embargo, tiene cierta predilección por mostrarse ante los incrédulos en las sesiones de espiritismo, y les castiga con la muerte o con mayor crueldad aún, volviéndoles locos. Su primera víctima fue Rodrigo; apareció ahogado en la bañera. Por mucho que la policía investigó, no encontraron ni una sola pista que señalara al culpable del homicidio. "Es como si se hubiera ahogado él solo, aunque sea imposible con cinco palmos de agua".
Verónica es la intermediaria entre el diablo y aquellos avariciosos sin escrúpulos, dispuestos a realizar un pacto con Satán a cambio de un puñado de dinero. Todo aquel que quiere ser poderoso, debe invocarla.
Si hacéis espiritismo y hay un espejo en la misma habitación, tal vez podáis ver en él a una mujer hermosísima eligiendo con quien jugar: a quien matar y a quien hacerle desear la muerte...

Sheila

Habíamos comprado una botella de whisky,coca-cola,hielos y vasos,lo ideal para tomarnos unas cuantas copas en la playa mis tres amigos y yo.

Hacía una noche estupenda,el cielo estaba precioso,muchas estrellas y una preciosa y gigantesca luna llena.Hablábamos de las chavalas,de fútbol,de motos,de lo gran fiesta que íbamos hacer para acabar el verano,la conversación estaba muy animada,así que uno de mis amigos y probablemente bajo los efectos del alcohol,empezó a contarnos chistes muy malos, pero nosotros también estábamos bajo los efectos del alcohol y nos reíamos más;hasta que uno de mis amigos nos contó una leyenda que había escuchado en un pueblo mientras estuvo de vacaciones,se puso muy serio y parecía que no había bebido ni una gota de alcohol,"escuchadme os voy a contar una leyende que me enteré hace poco en el pueblo de mi padre,vereis,al parecer cuando hay luna llena,si te metes en la ducha y cierra los ojos y repites tres veces Sheila"..."no me lo digas,¡aparece Sheila! ¿verdad?" le interrumpí yo con tono burlón, "aahhhn,tú también te sabes las historia" me dijo mi amigo sorprendido,"no me la se,pero eso es un clásico tío,si subes las escaleras y repites Verónica tres veces,aparece el fantasma de Verónica y te empuja...jajaajajajajajja" empezamos a reírnos los tres amigos.

Pedro no se reía e incluso llegó a enfadarse,"ustedes reiros pero esa niña ha matado a mucha gente ,"bueno,¿y quien coño es o era Sheila?" le preguntó uno de mis amigos, "pues....era una niña que murió desangrada en el baño,porque creo que resbaló y se dió
un fuerte golpe en la cabeza,intentaba pedir ayuda,pero nadie la escuchaba,su madre no la escucho porque estaba borracha,y ahora pues...busca venganza o algo así"

Miré a mis otros dos amigos y empezamos a descojonarnos de risa,Pedro que fue el contó la historia se cabreó mucho y nos dijo que el siempre se duchaba con los ojos abiertos y cantando desde que escuchó esa historia,nosotros más nos reíamos,pero en parte tenía razón porque fuera verdad o mentira siempre que te dicen que no pienses en algo...lo haces,es increíble.

Así que seguimos con nuestra charla y con nuestras copas,cuando el whisky se acabó nos fuimos a bailar a una discoteca y de ahi para casa.

Durante el camino de vuelta,uno de mis amigos dijo la mayor gilipollez que se podía decir en esos momentos,"no teneis cojones de ducharos ahora......",Pedro miró al cielo y vió la enorme luna llena,"si decis tres veces Sheila,os podeis llevar una sorpresita..." dijo. Fran nos miró a los tres y nos retó a ducharnos,sin o diciendo Sheila,porque luego de la ducha nos íbamos a conectar a internet para contar nuestra "experiencia con sheila".

Al principio me pareció una buena idea incluso graciosa,pero al final no lo fue.

Llegó el momento de separarnos a pesar de las risas,había cierto cague en la cara de mis amigos, y también por supuesto en la mía.Cuando llegué a mi casa,entré en mi cuarto y me desnudé,me
dirigí al cuarto de baño y encendí la luz,suspiré y cerré la puerta.
Antes de entrar en la ducha tengo que reconocer que me lo pensé bastante pero al final entré, así que abrí el grifo y empezé a echarme el agua por el cuerpo,la verdad es que se apetecía esa ducha ya que habíamos sudado mucho en la discoteca y hacía una calor impresionante,empecé a echarme agua por la cara y cerré los ojos,en ese momente a mi mente se le vino un solo pensamiento, "Sheila,Sheila,Sh.." y rápidamente abrí los ojos,estaba acojonado,había estado apunto de decir el nombre de Sheila tres veces y...pero que coño estaba diciendo,yo mismo me había reído de eso y ahora estaba acojonado,vaya estupidez.
Así que de nuevo lleve la ducha a la cara y volví a cerrar los ojos..."Sheila,Sheila,Sheila" y ahi se quedó en blanco mi mente,abrí los ojos,jodeeer lo había dicho,me quedé totalmente inmovil,había un silencio sepulcrar cuando de repente,¡CHAS!,la luz del baño se apagó,y al ocurrir esto,escuché un ¡Clic!,era el sonido del cerrojo de la puerta que se había echado.

En ese momento me encontraba a oscuras,podía ser una casualidad lo de la luz,¿pero lo del cerrojo?,será algo que se habrá caído en la cocina,pensé.Estaba totalmente paralizado, solo se escuchaba el agua de la ducha, totalmente a oscuras,no me atrevía a abrir la cortina de la ducha,estaba muerto de miedo,mi respiración era fuerte y rápida y mi corazón parecía que se iba a salir de mi pecho.No se cuanto tiempo pasó cuando la cortina de la ducha se movió de tal manera como si alguien hubiera pasado rápidamente al lado suya y la había movido con el viento,fue cuando el cuarto de baño empezó a recobrar la luz debido a la intensa luna que había,fue cuando vi la silueta de una niña através de la cortina del baño,solo veía eso estaba aterrorizado,la silueta cada vez se acercaba más,mi respiración era muy intensa y sonora,la silueta de la niña estaba delante de la cortina del baño,yo tenía la ducha en la mano,se me pasó por la cabeza darle un golpe a esa cosa,pero no me podía mover,así que paso sus manos por la cortina con la palma abierta de arriba abajo y de abajo arriba,notaba como su cabeza estaba totalmente apoyada en la cortina,parecía que iba a entrar en la ducha,sus manos no dejaban de moverse hacia arriba y hacia abajo,no paraba y cada vez lo hacia más rápido y con más intensidad,yo no sabía que aspecto tenía,solo parecía tener el pelo largo, solo eso,no sabía como iba vestida ni nada,el miedo cada vez se apoderaba más de mi,la silueta no se quitaba de la cortina y yo cada vez estaba más asustado,mi corazón latía a un ritmo frenético, creía que me iba a dar un infarto o a desmayarme,yo aguantaba en la ducha,no hacía nada y ella tampoco,asi que cerre los ojos y pensé "vete,vete,vete" cuando los abrí la silueta ya no estaba alli,y la luz vino,fue cuando abrí la cortina del baño y ver reflejada en el espejo una cara totalmente blanca y unos labios acorde con la cara,tenía los ojos de un color celeste pero muy claro y un pelo largo y mojado,me dedicó un breve sonrisa mientras me miraba con los ojos muy abiertos, desapareció a los pocos instantes, entonces abrí el cerrojo que aún seguía puesto y salí corriendo a decirselo a mis padres, "papa,mama....una niña, en el baño,una niña muerta," mis padres estaban dormidos y se llevaron un buen susto,creían que había tenido una pesadilla, pero joder estaba desnudo y muerto de miedo,temblando,tanto era mi miedo que esa noche tuve que dormir con mi madre y mi padre se tuvo que ir al sofá.

Al día siguiente,mi madre me despertó,"te tengo que dar una mala noticia",aún tenía el miedo metido en el cuerpo,entonces mi madre me dijo que Fran y Carlos habían muerto por causas desconocidas en esa noche,entonces rompí a llorar,"fue la niñaaa,fue la niñaaa.." no paraba de repetir una y otra vez,"¿que niña cariño?" me dijo mi madre,"Sheila,si dices su nombre mientras te ducha y hay luna llena,aparece su espíritu para matarte",mi madre me miró y me dijo "hijo mío es normal que pienses esas cosas,es un golpe muy duro", "es verdad jodeeer,yo la vi anoche, pero no se porque no me hizo nada",mi madre no me creía y yo cada vez sentía mas impotencia.

Estuve el día entero en mi casa,sin salir,sin llamar a nadie,fue cuando me dí cuenta que a Pedro no le había pasado nada,me levanté para llamarlo pero no pude.

Cuando asistimos al funeral de Fran y Carlos allí estábamos todos los amigos,una vez que concluyó Pedro se acercó a mi y me dijo,"no quiero hacer leña del árbol caído,pero yo tenía razón","¿como que a ti no te paso nada?" le pregunté a Pedro,"pues porque yo no me duché" me dijo con una triste risa en sus labios,"¿y porque a mi no me hizo nada?",Pedro me miró seriamente, "no lo se,quizas tuviste suerte de tener cortinas en tu baño",me dijo riendose, a estas palabras yo le afirmé con la cabeza mientras dibujaba una breve risa en mi boca.

Al llegar a casa no quería entrar en el baño,pero lo tuve que hacer por necesidades fisiológicas,al entrar en el baño sentí un escalofrío en todo mi cuerpo y notaba la presencia de alguien o algo,cuando acabé salí corriendo hacia los brazos de mi madre, estuve así casi un mes entero,hasta que me acostumbré a ese escalofrío y a esa presencia fantasmal que me acompañaba en cada meada.
Hoy en día han pasado 3 años de todo esto,aún cuando entro en el baño siento ese escalofrío y la presencia de alguien,¿quizas Sheila?,puede ser porque una vez duchándome (ahora utilizo el método de Pedro,cantar y tener los ojos muy abiertos), sentí que alguien estaba allí,pero seguía cantando,escuchaba como escribían algo en el espejo, aprovechando que este estaba empañado,al salir de la ducha no me lleve ninguna sorpresa al leer alli mismo "TE ESPERO,SHEILA".

La muñeca de trapo

La muñeca de trapo

Era una noche oscura, no muy distintas a las demás noches, pero esta tenía algo especial, quizás porque era la primera noche que Emily dormía muy lejos de toda su familia, incluso de todos sus amigos.
Esa noche era fría; algo más fría que otras noches; la niebla envolvía aquella ciudad todavía extraña para esa chica de 17 años, parecía temblarle las piernas como un niño perdido en el bosque, aunque dormía en una cama cómoda, acolchada y de sábanas tan blancas como la nieve que cubría el marco de aquella ventana que veía al fondo de la habitación.
No veía gran cosa en esa habitación, tan solo veía: un armario no muy grande, de madera de pino, algo viejo y estropeado; también veía una silla de un color no muy agradable, un poco vieja y cuando la miraba le entraban pequeños escalofríos, que provocaban que el vello de su brazo se erizara cada vez más; no distinguía muy bien un objeto que había en el suelo junto a la silla, pero parecía ser una especie de muñeca de trapo, era vieja como todo lo de aquella habitación, y por lo poco que se veía parecía tener uno de sus ojos fuera de su lugar como si hubieran estado un par de lobos jugando con ella.
Pero a pesar de ver todo aquello no tenía miedo, solo sentía una enorme añoranza hacia su familia y amigos.
Pensó un largo tiempo y tras reflexionar sobre la perdida reciente de su familia a su alrededor se levantó y dando vagos pasos sobre aquella superficie fría y no muy lisa, se acercó a la ventana. Asomó la cabeza muy lentamente y se dio cuenta que algo en esa habitación no encajaba; repasó con la mirada por última vez la habitación, ya que desde ese ángulo la veía mejor, empezó a subir su ceja y puso una cara de asombro al descubrir la otra parte de la muñeca de trapo que había al lado de la silla. La muñeca no era igual de lo que ella había imaginado, desde ese lado la muñeca estaba intacta y como si la acabaran de sacar del plástico que seguramente la envolvería antes de ser vendida, esa parte de la muñeca, aunque no parecía muy lógico, le daba mucho mas miedo que la otra, así que empezó a temblar con muchas más intensidad que antes.
La cara de aquella chica asustada se agudizó aun más al ver como la puerta de aquella habitación se abría lentamente con su chirrido desagradable daba paso a un pie desnudo, viejo y pavoroso que pertenecía a un hombre.
Era un hombre de avanzada edad, andaba erguido como si tuviera el palo de la escoba en su vieja espalda, de mirada seria y algo distraída, se llamaba Frank Stilson.

- ¿Tienes miedo verdad? Tranquila, la guerra allí terminará y pronto podrás volver con tu padre y tus hermanos - dijo algo serio y tratando de tranquilizarla.
- No tengo miedo, solo los echo de menos - dijo mientras se sentaba en la cama.

- Esta habitación esta vieja, era de mi hija cuando aun vivía aquí - dijo con la mirada triste.
- ¿Por qué se fue? - dijo seguidamente.
- No se fue, murió - dijo aquel viejo agachando la cabeza.
- Lo lamento - dijo la niña siendo ahora ella la que trataba de tranquilizar a aquel viejo con la mirada perdida.

La niña lo sentó en la cama y se fue hacia la silla, cogió la muñeca y la puso sobre la cama.

- ¿Era suya? - dijo, refiriéndose a la muñeca.
- Si, esta algo rota. Hace mucho tiempo que esta aquí - dijo mirando a la muñeca.
- ¿Por qué esta rota por un lado y por otro no? - dijo la niña mostrando el rostro de aquella muñeca.
- No se lo que pasó; cuando la vi estaba así en el suelo, al lado de esa silla - dijo señalando a la silla.
- ¿Y quién la dejo así? - pregunta la niña intrigada.
- Yo estaba en la cocina, cuando escuché a Jessica, subí las escaleras corriendo, Jessica estaba en la silla tumbada y su mano junto a la muñeca, sangraba mucho, pero no sabía de donde procedía la sangre así que la llevé al hospital…
Los médicos no sabían como había muerto, no sabía como había sangrado tanto, ni siquiera encontraron por donde la sangre que cubría su rostro había salido - explico con la mirada perdida y recordando con detalle los hechos.
- ¿ Y no averiguaron como murió? - pregunta la chica sorprendida de la historia que aquel viejo le contaba.
- No, pero eso ahora no tiene importancia, mañana será un día largo y hay que salir a comprar, así que debemos madrugar para coger la mejor fruta del mercado - dijo intentando escapar del interrogatorio que había echo la niña con el fin de averiguar lo que pasó.

La niña se echó sobre aquella cama tan cómoda y comprendió que Frank no quería hablar sobre su hija.

- Y…¿a qué hora debemos levantarnos? - dijo Emily intentando que Frank se tranquilizase y así olvidarse de todo lo que ocurrió en el pasado.
- A las seis y media, hay muchas cosas que hacer por la mañana - respondió con una sonrisa en la boca no muy pronunciada.
- Hasta mañana - dijo la niña devolviendo la sonrisa.
- Duerme bien - dijo Frank, mientras le daba un beso en sus sonrojadas mejillas-mañana será un día muy duro, pequeña.

Emily cerró los ojos para dormir, pero no podía, la inquietante historia que le había contado Frank despertó su curiosidad. Pensaba en la intrigante muerte de Jessica y en como Frank la había encontrado en la silla tumbada y con su rostro cubierto de sangre.

- ¿Cómo habría sido la muerte de aquella niña? - pensaba mientras sus piernas seguían temblando al saber que Jessica había muerto en la silla que desde la cama veía.

Y mientras seguía pensando aquello, los parpados se fueron cerrando lentamente hasta que sus grandes ojos color miel se cerraron completamente.

A la mañana siguiente oyó una voz un tanto grave, con pequeños altibajos y algo desgastada; era Frank le llamaba para ir a comprar al mercado; abrió sus grandes ojos y vio unos pequeños ojos mirándola, una boca grande y unas facciones arrugadas como aquellos perros que tanto le gustaban a Emily.

- Emily…, Emily… - repetía Frank constantemente y cada vez más rápido con el fin de que Emily se levantara - ¡vamos despierta!
- ¿Que? - dijo la niña aun dormida.
- Emily, vamos que ya son las siete, ¡me he dormido! - contesto Frank tratando de despertarla.
- Vale, ya me he despertado, me cambiaré y bajaré a desayunar - dijo la niña poniéndose de pie frente a Frank.
- De acuerdo pero date prisa - respondió Frank.

Emily se vistió y cogió una mochila que había en el suelo, era de un color un tanto alegre, parecía nueva y tenía muchos compartimentos de diferentes tamaños, sacó una especie de monedero de uno de esos bolsillos, era un monedero de colores alegres y algo estropeado al contrario de la mochila; también cogió un abrigo y una bufanda que tenía sobre la mochila.
Cuando bajó, Frank estaba en la cocina y sobre la mesa del comedor había varios platos. En uno de ellos estaba el plato preferido de Emily, huevos fritos, eran perfectos, la clara era tan blanca como un oso polar recién salido del agua y esta rodeaba a una yema perfecta; en otro de los platos había tortitas recién hechas, su aspecto era increíble, parecía haber sido hecho por un excelente cocinero; en otro de los platos había una fina capa de piña, tan fina que parecía que la hubiesen cortado con un cuchillo tan afilado como el que usan los carniceros para cortar la carne; y por último había un plato con panceta de cerdo algo chamuscada.
Parecía que aquel viejo sabía como agradar a la pequeña Emily y que supiera como le gustaban a ella los desayunos.

- ¿Zumo? - pregunto Frank, levantando la jarra - esta recién exprimida.
- Gracias Frank, ¿oye como que cocinas tan bien? - expuso la niña cogiendo el vaso de zumo.
- Hace mucho tiempo, yo era el mejor cocinero de la ciudad, pero ahora…solo soy un simple viejo - explico Frank.
- ¿Por qué dejó usted de trabajar como cocinero? - pregunto la niña intrigada.
- Lo dejé cuando Jessica murió, he estado mucho tiempo sin cocinar para nadie, tú eres la primera en muchos años - dijo desolado y agachando la mirada.
- Usted no se merecía lo que le pasó a su hija, es un buen hombre - explicó Emily, serenándolo.
- No pasa nada, siempre pasan cosas malas a personas buenas - dijo Frank.
- ¿Por qué? - preguntó la niña enfurecida.
- Por qué, ¿el qué? - pregunto extrañado Frank.
- ¿Por qué siempre le pasan cosas malas a la gente buena? - volvió a preguntar Emily.
- No lo se, nunca me lo pregunté, solo se que pasa y ya esta - dijo Frank - bueno, ¿ya has terminado?
- ¡Oh, si! - dijo la niña cogiendo el abrigo.

Salieron por la puerta algo rota y desgastada, Frank cerraba las cerraduras con una llave muy antigua y oxidada, bajamos por las pequeñas escaleras que había antes de llegar a la verja que daba a la calle y salieron.
La ciudad era muy acogedora, no era como la ciudad en donde Emily vivía, no para nada, no se parecía en nada a aquella ciudad.
Era una ciudad muy agradable y había muchos edificios, no demasiados sino que a Emily le parecían muchos menos que los que había en coin, su ciudad natal, esta ciudad no era muy grande era una de las ciudades más pequeñas de España.
Grein era una ciudad de Inglaterra, un poco grande y que estaba al pie de un río, junto a ese río parecía haber un mercadillo artesanal, vendían de todo: herraduras perfectamente formadas, para caballos, hechas por un señor un poco grotesco y algo descuidado; también había cántaros y vasijas algo erróneas como si hubiesen sido hechas con las pezuñas de un lechón; había enormes platos hechos con una masa de color pardo; había utensilios de cocina, grandes, pequeños, medianos, de todos los tamaños; y había objetos inservibles que vendían gente pobre para poder comer: platos rotos, vasos o incluso cucharas y tenedores usados…
Cuando pasaron esos mercados, dejando atrás tantas cosas valiosas que el padre de Emily habría aprovechado, se veía otro mercado más grande aun que el anterior, con más objetos y más cosas para comprar, pero este también lo pasaron si mirar hacia atrás. A continuación, se veía otro mercado muy antiguo y con poca muchedumbre, tan poca que se podían ver todos los puestos de comestible desde el primer punto del primer puesto, que era de frutas. Frank comenzó a andar y a pararse en todos los puestos, cogía: un puñado de fruta, un poco de hortalizas o de verduras, más fruta… hasta que llegamos al final de los puestos donde compró la última bolsa de legumbres. Tras aquello, fueron andando, Emily seguía sus pasos e iba andando sobre la nieve fría y helada, mientras miraba como dejaba su huella en la nieve, Frank se paró y ella no se dio cuenta de que Frank no seguía su camino, cuando vio que Frank no estaba delante de ella, se dio la vuelta, pero Frank no estaba, estaba sola frente a aquella ciudad tan grande.
Se echo al suelo y lloró como nunca lo había hecho, intentó recordar el camino hacia la casa de Frank, pero no se acordaba, había ido demasiado despistada y no se acordaba como volver.

- Ahora no se que hacer, estoy en una ciudad perdida, sin saber volver a la casa de Frank y ni siquiera sé si me entenderán - pensó – ¿porque papa no eligió un sitio donde supiera expresarme mejor?, no solo me gustaría hablar con Frank, ¿porque me tuve que venir aquí?, ¿porque tuvo que haber guerra en España?, ¿por qué?

La niña vagó por toda la ciudad buscando un solo sitio que supieran hablar español, pero no conoció ese sitio pues todo España había emigrado a otros países que si conocían el idioma.
Finalmente, acabó en un callejón oscuro, con paredes de color amarillento, ha pesar de haber sido pintadas del color de la nieve que cubría el suelo y los tejados de todas as casas de la ciudad, empezó a temblar como temblaba la noche anterior y sintió la misma sensación que tenía cuando vio la parte intacta de la muñeca.

- Es una tontería pensar que la muñeca está aquí, no porque tenga frío y me tiembles las pierna va ha significar que la muñeca me persigue - pensó mirando a su alrededor.

Entonces, abrió su mochila para sacar uno de los bocadillos que había hecho su padre antes de que partiera hacia Inglaterra, cuando lo fue a sacar de unos de los compartimentos de aquella impecable mochila, se dio cuenta de que la muñeca estaba allí.
Soltó la muñeca y con un grito, espantó los pocos pájaros que se encontraban en la azotea de una casa del callejón.

- ¿Cómo ha llegado esto aquí? - preguntó muy asustada.

¿La muñeca se habría metido hay sola? o ¿alguien quería asustarla? De todos modos no quería averiguarlo, así que echó a correr sin mirar hacia atrás.

- ¡Un momento!, ¿Cómo puede una muñeca de trapo hacerme daño? Y ¿Cómo pudo haberse metido sola la muñeca en la mochila?, ¡es imposible! - pensó mientras volvía hacia la muñeca.
Continuará…

Un escalofrío (2ª parte)

Mi mano, temblorosa, apartó la sábana blanca de Claudia. Lentamente y atrapado por el miedo descubrí un colgante dorado... lo cogí y Claudia y yo lo miramos con atención. Descubrí q tenía un pequeño resorte a un lado, lo apreté y un destello de luz blanca iluminó la habitación. Poco a poco se extinguió, y me dí cuenta de lo que, una figura con forma humana que había aparecido derepente en la cama y se había desvanecido como el polvo, me había entregado. Dentro del pequeño colgante había una foto de mi madre.

Me quedé mirando la foto y una lágrima se dejó caer por mi mejilla. Claudia, muy callada se acercó a mí y observó la foto.

-¿Quién es?- me preguntó.
-Es... mi madre...-respondí yo en medio de un suspiro.

Ella levantó la mirada. Ahora me miraba a mí, se quedó un rato inmóvil, mirándome. Me puso la mano en mi mejilla y me limpió las lágrimas. La miré y, como si nos hubieramos puesto de acuerdo, nos besamos.

La puerta de la habitación chirrió y encaramos la puerta. Todo estaba muy oscuro, como si se hubiese ido la luz, o algo parecido. Era de noche, no sabíamos que hora era. Miramos por la ventana y observamos q todas las luces del pueblo estaban apagadas, incluso las farolas de la calle. Una brisa acelerada entró por la ventana y la cerró de golpe. Claudia y yo nos pusimos de pie.

-¿Y ahora qué vamos a hacer?- me preguntó.
-No tengo ni idea. ¿Qué significará el mensaje que nos dio la ouija? Tu respuesta no está en esta vida... ¿A caso nos esperan más vidas después de esta? ¿A caso la reencarnación es posible?
-Yo no me preguntaría tanto sobre esos temas.-dijo ella.
-¿Por qué no?-le pregunté. Y ella contestó.-Bueno, en realidad esas preguntas te las podrás hacer en las demás vidas, si es que hay. Hay que vivir esta como si fuese la única y... todas las preguntas que has hecho me parecen muy absurdas. A mi me inquieta más...-se quedó callada pensativa.
-¿A ti te inquieta más...?
-A mi me inquieta más saber con quién nos comunicamos con la ouija.

De repente volvió la luz. Se iluminó la habitación y todo parecía más seguro. Decidimos salir a la calle a comprobar q todo iba bien. Al salir nos quedamos perplejos...

Todos, absolutamente todos los habitantes del pueblo estaban fuera de sus casas, pero de una forma muy extraña. Todos se encontraban alineados a las puertas de sus casas cabizbajos, como si estuviesen arrepentidos de algo. Las luces no iluminaban sus ojos, estaban tapados con una extraña sombra que nos impedía ver sus caras. Las puertas estaban abiertas y también de par en par las ventanas. Todo era muy extraño.

-¿Qué les pasa?-dije.
-No lo sé, pero no me gusta nada.
-A mi tampoco, vámonos.

Dicho esto todos las personas que estaban a la vista en esa calle hicieron un repentino gesto de cabeza y simultáneamente nos miraron a Claudia y a mí. Muy despacio, nos dirigimos a la calle donde la noche anterior había dejado aparcada la furgoneta pero, para mi sorpresa, ya no estaba allí. Alguien, o algo, se la había llevado. Nos encontrabamos en la calle que estaba justo debajo del mirador del pueblo, así que las barandillas del mirador daban directamente sobre nuestras cabezas. Un ruido estrepitoso de pisadas se unió en una sola pisada, como una marcha. Provenía del mirador y poco a poco más habitantes del pueblo fueron asomando las cabezas por las barandillas. Algunos amigos míos estaban entre ellos. Todos nos miraban a Claudia y a mi. Ella se volvió a aferrar a mi brazo. Empezamos a andar hacia atrás, atónitos por lo que estaba ocurriendo, pero otro grupo de ellos nos sorprendió por detrás y nos hicieron pararnos. Claudia y yo no teníamos escapatoria. Yo me temía lo peor...

Parecía q no tenían vida, no eran los mismos vecinos que yo conocía, y andaban de esa forma tan extraña, sin mover los brazos y susurrano palabras extrañas a nuestros oídos. Comenzaron a acercarse, por una calle y por otra, bajaron la pared q llegaba hasta las barandillas del mirador como arañas. Nos rodearon lentamente y cada vez se iban acercando más y más. Claudia y yo nos abrazábamos, como si fuesemos las últimas personas que se abrazarían en este mundo. El espacio se iba estrechando entre ellos y nosotros y una vez pudimos oler su aliento se pararon. Parecían extraños, respiraban simultaneamente... como si todos fuesen uno solo. No tanían ojos, y si los tenían una luz oscura, imposible de explicar con otras palabras, le cubría la mirada. Todos muy pálidos, e inmóviles, se callaron. Apreté el colgante de oro.

-¿Pase lo que pase, Claudia, me alegro que pase junto a tí?-pensé.
-Yo también lo pienso así...-pronunció Claudia.
Me quedé mirándola atónito...¿como demonios me había escuchado? Los dos cerramos los ojos y nos apretamos muy fuerte. Esperamos unos segundos y no pasó nada. Muy lentamente abrimos los ojos y ya no estaban, las luces se habían vuelto a apagar y no había ni un ruido. Nos abrazamos de nuevo y nos besamos.

-No aguanto más.-digo ella.
-Yo tampoco, no me importa averiguar lo del colgante de mi madre ni nada parecido, solo quiero irme de este pueblo.-contesté.
-Vamos a buscar la furgoneta.
-¡Vamos!

No se veía apenas nada. Las nubes habían cubierto la escasa luz de la Luna y no teníamos linternas. Prácticamente a ciegas, pero ya acostumbrados a la oscuridad buscamos la furgoneta por todas las calles. Pasamos por la clínica y entramos para recoger a mi abuelo...

LA CLÍNICA
En
la clínica hacía mucho frío, y un completo desorden abarcaba todo el lugar. Las puertas estaban prácticamente destruidas y los cristales de las ventanas rajados. Todas las plantas, que antes daban alegría y esperanza de vida, ahora se habían marchitado y todas estaban muertas, ofreciendo al ambiente un terrible sentimiento de muerte y agonía. Subimos al primer piso, que fue donde mi abuelo se recuperaba del hígado. No había nada de luz, pero por arte de magia alguien había olvidado o había dejado para nosotros un pequeño candil de parafina y unas cerillas. Cogimos el candil y en ese preciso instante volvió a empezar. Comenzó a hacer un frío horrible, y se oían ruidos de ventanas estampándose por el viento. Ansiosos, Claudia y yo intentamos encender el candil sin existo. Tras unos intentos a oscuras conseguimos encender el candil, y justo en el instante en el que la llama se hacía más viva sentimos una presencia detrás de nosotros... Nos agarramos la mano y miramos hacia atrás pero ya no estaba... o quizás no había nadie. De nuevo miramos hacia delante y nos quedamos congelados...

Una silueta de mujer, iluminada únicamente por la luz naranja del candil, permanecía inmóvil en el otro extremo del pasillo. Tenía algo en la mano, no me di cuenta de lo que era hasta que reflejo la luz del candil. Un terrorífico cuchillo. Nos quedamos mirándola, esperando que hiciese el primer movimiento.

-Edu, ¿qué va a pasar?
-No lo sé, esperemos a ver que pasa.

La silueta de la mujer seguía inmóvil, parecía vestida con un pijama blanco de hospital que le quedaba grande, y su pelo, casi rizado, parecía sucio y grasiento. Aunque pareciese raro, empecé a pensar que ella no se movería. Nos pusimos en cuclillas y, apoyados en la pared, nos aproximamos a la habitación de mi abuelo. Recordaba perfectamente la habitación: la habitación 12.
Llegamos a mitad del pasillo, y eché una ojeada dentro de la habitación: no había nadie.
De repente un sonido hueco me hizo mirar de nuevo al pasillo y me di cuenta que la silueta había comenzado a andar apresuradamente... Las distancias se acortaban entre Claudia y yo y el cuchillo de aquella silueta. Intentando escapar, Claudia y yo nos tropezamos y caímos al suelo, en ese momento, Ella lanzó el cuchillo.

En ese momento, fue cuando “pasó mi vida por delante de mis ojos”, reflejada en aquel cuchillo que daba vueltas en el aire. Sin dudarlo, cubrí el cuerpo de Claudia con el mío y esperé esos segundos tan largos la acuchillada. Su cuerpo debajo del mío estaba seguro. Con una expresión de dolor e impotencia me miró a los ojos y pensé: “Te quiero”. Y yo sé que ella pensó: “Yo a ti también te quiero”.

La luz se apagó sin ningún dolor, solo sentía el cuerpo de Claudia debajo del mío. Y una vez muerto pensé: “Se acabó, todo ha terminado.”

-¿Edu? ¡Edu!
-¡Qué! ¡Qué!- grité.
-¿Estás bien?- me preguntó Claudia.
-¿No he muerto?- grité, me incorporé y me apoyé en la pared. Cogí la caja de cerillas, encendía una, y pude contemplar el candil de parafina destrozado. Aquella mujer le había lanzado el cuchillo al candil de parafina, pero: ¿cómo sabía ella que el candil estaría en el sitio donde cayó en el momento en el que yo cubría Claudia?

Salimos de allí corriendo porque yo ya daba por perdido a mi abuelo, corrimos por las calles del pueblo hacia la casa. Comenzaba a salir el Sol, y el cielo tomaba un tono azul celeste que anunciaba la llegada de la mañana.

CONLUIRÁ

(está, según mi opinión, es peor que la anterior, espero que os halla gustado de todas maneras)

Laura y las agujas de punto

Un hombre que ha perdido a su mujer en un accidente de tráfico recibirá una insospechada visita

Hola, me llamo Javier y hace tres meses que perdí a mi esposa Laura en un accidente de automóvil.

Desde ese día no la he podido olvidar. Todavía recuerdo su precioso pelo largo, su aroma fresco y natural, sus preciosos ojos azules, pero sobre todo lo que no he podido olvidar es su preciosa sonrisa.

Todo este tiempo no he dejado de llevarle un ramo de rosas rojas a su tumba, sus flores favoritas. Y no he dejado de pedirle que regrese a mi lado...

En el reloj de pared sonaron las doce de la medianoche y Javier se dispuso a acostarse. En ese instante sonaron unos golpes en la puerta.¿Quien podía ser a esas horas?.Y además Javier no esperaba ninguna visita.

Abrió la puerta y en su cara se dibujó un gesto de estupor. Al otro lado, en el frío de la noche estaba su esposa Laura; no podía ser, pero era ella, mucho más demacrada, pero era Laura. Javier se dispuso a abrazarla y en ese momento, de la boca de Laura salieron estas palabras:

"No me toques, no se te ocurra tocarme. Si he venido ha sido solamente porque tú me lo has pedido".

Laura entró en la casa y se sentó en su sillón favorito, y pidió a Javier:

"Tráeme un ovillo de lana y las agujas de hacer punto".

Javier entró en la habitación y volvió con las cosas que le había pedido su esposa.

Cuando Laura las cogió en sus manos, comenzó a hacer punto frenéticamente; parecía un automata. Javier se quedó absorto mirándola, y no se dio cuenta de algo que se movía en uno de los ojos de Laura; ¡Era un gusano!.

Además tampoco se apercibió de que un trozo de piel de la mejilla de Laura había caído al suelo, y se podía ver el hueso.

Javier estaba cansado .Preguntó a Laura si quería acostarse, ésta negó con la cabeza. Javier se acostó. Despertó a las cinco de la madrugada. Se acercó al sillón y allí estaba Laura, haciendo punto. Parecía algo demoníaco y Javier se abalanzó para quitarle las agujas, y entonces....

A las nueve de la mañana entró en la casa la señora de la limpieza. Y la escena que vio en el comedor no la olvidaría nunca.

En el suelo, en medio de un gran charco de sangre estaba el cuerpo inerte de Javier con el cuello atravesado por dos agujas de punto.

Y en el sillón estaba su esposa Laura....

LOS 3 FANTASMAS.

Primeramente saludos a todos,espero que tomen en cuenta a los que nos rodean,como fantasmas ,espiritus,ect.Con esta experiencia les juro que existen,son reales.
Esto nos paso a principio de dic,13 de el aÑo 2003,en la estadia de una casa grande de 3 familias donde nos hospedabamos 7 familia,(shelter)que esta situado en Holyoke ma,en Boston.
En esta casa habia algo raro,lo podiamos notar, en la noche nadie salia de su habitaciones por las experiencias que pasaban alli,ni siquiera hiban al bano.
Yo pensaba que estas demas madres estaban totalmente locas,pero no era asi ,se decia que habia un niÑo fantasma de unos 4 a 5 aÑitos,que solia jugar y correr en el 3 piso,por eso nadie salia de noche.
Al dia siguiente, me reia como loca con ellas hablabamos de fantasmas,decian ellas que se oian pasos de noche,yo no les creia, pero hasta que una tarde de esa misma fecha, estaba yo en el sotano de esta misma casa antigua y vieja,mi hijo habia acabado de llegar de la escuela y como de costumbre bajo ayudarme y a darme un beso,despues de unos 15 minutos de platica nos tiraron un libro de historia llamado KATI,no me acuerdo de el nombre de su autor,era en el idioma Ingles,fue espantoso,nos quedamos sin habla,con la boca abierta,y muy lentamente caminamos mientras escuchabamos lentos pasos cerca de mi hijo y de mi,corrimo hacia la escalera que conducian a la cocina,corrimos,gritamos,que no hicimo.
despues todas las madre cuando escucharon lo sucedido me dijeron y ahora nos cree verdad,me quede fria,queria engaÑarme yo misma y a mi hijo,pensando y tratandole de explicar que no eran fantasmas lo que nos paso,ya que estabamos super traumados ya que lleguamos a esa casa por que fuimos victimas de violencia domesticas,yo estaba boba ante lo que vieron nuestros ojos y lo que sentimos,el dia siguiente estaba yo en mi habitacion descansando, mi hijo en la escuela ,me quede dormida entre despierta,no se si le ha pasado a ustedes,senti la presencia de alguien y no me equivocaba,en mi habitacion habian 2 personas una mujer y un hombre muy elegante y vestidos a la antigua,podia verlos muy claramente aunque el cuerpo de la mujer era como de humo y no podia verle muy bien su rostro,pero el de el senor si lo veia muy real,era un senor de sombrero alto negro y su ropa al estilo de ABRAHAN LINCOL,quien fue presidente de U.S.A.
tenia un baston negro en su mano derecha,con una piedra grande de cristal blanco,y su esposa a su lado,luego se separo de el y se sento en mi cama ,a mi lado muy tranquila y sin decir una palabra,me dijo es mi esposa se llama KATI,me quede aterrorizada, era el mismo nombre de aquel libro que nos tiraron en el sotano a mi hijo y a mi,el senor fue quien me me dijo no te preocupes no somos malas personas,esta es nuestra casa,bienvenida a ella,me dijo que ya nadie no nos molestaras mas, que se habian hido ya los malos que nos espantaban,no podia creerlo era tan real y como me hablaba,despues le pregunte que habia sucedido en esta casa,me dijo que su nieto se habia muerto por una caida de la escalera de el 3 piso,y solia jugar y correr en las noches y era muy travieso,era la historia de el niÑo que les comente al principio de esta historia veridica,tambien me dijo que su esposa murio en la casa, de cancer pulmonar,y que despues de 6 aÑos murio el,y que aun estan ahi cuidando su casa y a su nieto,luego no dijo nada mas, se puso su sombrero, se paro bien derecho,su esposa se levanto de mi cama y camino asia su esposo le dio la mano y caminaron asia una pared cerca de la puerta y desaparecieron,habian 3 madres con hijos en el tercer piso,donde solia salir el niÑo que era el nieto de esta pareja,las madres me decian que el se le aparecia mas a una que estaba embarazada,y ella misma me dijo que si que lo veia jugar ,correr hacia la escalera y despues desaparecia,esta experiencias con esas personas,fantasmas,lo que fuera fue algo bonito y a la misma vez triste y traumante,pero les puedo jurar que fue real,espero compartir mas para ustedes de esta casa,por que no solamente nos paso eso,pasaron mas y mas experiencias de estas y sus fantasmas.hasta pronto.


A.T.

El gato

No conozco a la persona que le ocurrió esto, ni siquiera de cerca, pero quien me lo contó fue una amiga de la víctima.

Un amigo suyo fue a la casa familiar de otro amigo, y le invitaron a pasar allí la noche. Accedió gustoso y comprobó que le habían dejado para él solo una habitación alejada, pequeña y algo fría, pero donde tendría intimidad.

La cama era algo dura y podía notar que el colchón estaba viejo y no era precisamente uno de esos modernos flex que tienen abajo un somier, pero no importaba, tan sólo iba a pasar una noche. Tampoco importaba aquel olor a viejo y a cerrado. Se recordó una vez más que tan sólo serían unas horas.
Y la noche le reparó una desagradable sorpresa.

Estaba ya dormido cuando le despertó una sensación de peso y ahogo. Abrió los ojos y sintió la presión en el esófago, una especie de peso muerto que le aprisionaba y le impedía respirar bien. De pronto ese peso cambió hacia otro lado de su cuerpo y hacia otro y hacia otro, y supo que alguien le estaba pisando...
Ahogó un grito de terror y trató de relajarse.

La experiencia terminó dejándole un miedo exacerbado en su interior que apenas le permitió conciliar el sueño de nuevo. A la mañana siguiente rememoró con escalofríos el suceso y supo que no lo había soñado, que alguien o algo había estado caminando por su cuerpo.

Preguntó a su amigo a quién perteneció la habitación y éste le contestó que a su abuela, pero que no se preocupara porque ya no estaba viva.

Indagando más descubrió que su abuela había tenido un gato que la adoraba. Y el fantasma de aquel gato, seguramente avisando al intruso que había usurpado la cama de la abuela, le había echo una visita y declarado la guerra. No hubo más guerra, por supuesto, porque el chico jamás volvió a dormir allí.

Un escalofrío (Parte Final)

No intenteis empezar esta historia por esta parte. Le preceden dos partes más. Para seguir el hilo de la historia debeis comenzar por "Un escalofrío". Si no no entendereis el final de esta historia.

Claudia y yo bajamos las escaleras de la clínica y corrimos fuera de ella y por las estrechas calles del pueblo. Cansados y asustados nos dirigíamos hacia la casa de mi abuelo. El Sol comenzaba a salir y el dulce brillo azul del aura comenzaba a verse en el cielo, ya casi olvidado por nosotros.
Hicimos una breve pausa junto al parque para retomar el aliento y claudia y yo nos abrazamos. Ambos cerramos los ojos y nos sentimos mutuamente. Una brisa fría comenzó a fluir entre las calles del pueblo. Nos abrazamos un poquito más fuerte y sentimos un poco más de calor... pero en ese momento el frío comenzó a aumentar y se hizo casi insoportable y decidimos hablar los ojos...

Lentamente abrí los ojos y contemplé los de Claudia, llorosos y con una fina capa de hielo sobre las cejas y las pestañas. Ella los abrió lentamente y me miro. El vaho de los dos se fundía en uno y el frío era inmenso para ser primavera. Había comenzado a nevar y ahora a penas se veía el cielo ya que una niebla espesa, que hacía que todo pareciese blanco, había cubierto ese pueblo en ese abrir y cerrar de ojos que nos habíamos permitido Claudia y yo para descansar.
Sin ropa de abrigo, Claudia y yo nos abrazamos más fuerte para hallar calor. El parque que estaba al lado de nosotros se volvió tenebroso pese a la luz blanca que contenía la niebla. Todo estaba en silencio y vagamente se distinguían algunos trampolines, columpios y toboganes. Todos gélidos y quietos como cualquier estatua de hielo. Entre la niebla y la nieve apenas se distinguía el color del césped q cubría aquel parque o ni siquiera se distinguía la distancia entre ellos dos y el próximo edificio. Quedaron contemplando la situación y decidieron ponerse a andar. Claudia tiritaba de frío y yo intentaba mantenerme fuerte y resistir el frío. Me quité la camisa y se la puse a ella mientras que yo me quedé en camiseta. Nunca se lo dije, pero ese frío hacía sentirme más débil y aún así, le cogí de la mano y la conduje por las calles.

Nada de nada, ni un ruido, ni un movimiento, ni siquiera el ruido de un viento inexistente que nos aclarase que seguíamos vivos o quizás es q por el frío, se nos había olvidado sentir el suave tacto que ofrece una brisa fría. Entonces lo escuchamos...

"Ñick, ñiiiiick..."-hacía un suave y tímido chirrido. Nos dimos al vuelta, pues el ruido provenía del parque q ya íbamos a dejar atrás. Una ruleta daba vueltas lentamente sobre sí misma y los columpios se balanceaban suavemente... era muy extraño. Claudia me dio dos golpes en el pecho y señaló con el dedo en la niebla. Entornando los ojos´y cubriéndome la vista, pues la nieve era más intensa entonces, distinguí en la lejanía una difusa mancha negra con el tamaño, más o menos, de una persona que cada vez se hacía más nítida y supuse, entonces, que alguien se acercaba caminando. Nos escondimos tras una esquina y miramos de reojo a la mancha que cada vez se notaba más su silueta. Era una persona. De repente, cuando ya se veía claramente su estatura, su barba, pues era un hombre, y sus facciones, nos dimos cuenta de que un brillo extraño salía de su mano, y entonces recordamos a aquella mujer de la clínica.

-Es un cuchillo.-pensé.
-Lo sé.-dijo Claudia.

Echamos a correr despavoridos. Ya no nos importaba el frío, corríamos y corríamos.

Llegamos a mi casa y yo entré a coger un poco de dinero para largarnos de allí. Cogí un poco de comida de la despensa y lo metí todo en una bolsa. Cogí las llaves de la camioneta y... un momento...

Una silla de ruedas se había volcado en medio del salón. Aterrorizado, pensé en mi abuelo y de cómo habría llegado a la casa en medio de todo el caos que se había producido. Bajé al sótano y contemplé cómo mi abuelo sostenía a un pequeño bebé.

-Abuelo, ¿qué haces aquí? ¿Te encuentras bien? ¿Quién es ese bebé?

Mi abuelo rió.

Extrañado le pregunté:
-¿De qué te ríes? ¿Qué está ocurriendo?
-No lo reconoces, ¿verdad?
-Abuelo, ¿qué está pasando?
-Este, Eduardo, es tu hijo.
-Hijo... ¿Qué hijo?
-Es tu bebé. No lo recuerdas, lo sé. Tu padre tampoco te recordaba a tí, cuando pasó todo esto mismo q ha ocurrido, hace 15 años...

Mi mente comenzaba a recordar.
Mientras mi abuelo seguía.

-Tu familia, siempre ha estado maldita, y siempre lo estará... es un hecho extraño pero estos hijos y este caso tu hijo, no recuerdan nunca haber tenido un hijo con nadie. El caso es que al tenerlo contagian también a la persona con el que lo tienen. Es decir, tu no recuerdas haber tenido este hijo... pero Claudia tampoco recuerda haberlo tenido, porque es vuestro hijo y por tanto ella está contagiada.

Mi mente seguía recordando... los gritos, los llantos en casa de mi abuelo y q nunca me atormentaban.

-De hecho, esto es un ciclo, y como bien te respondieron en tu sesión de ouija: "Tu respuesta no está en esta vida."

-¡Pero si tú estabas en la clínica! No puede ser. ¡Abuelo!
-Deja de llamarme abuelo, por favor. Ser tu abuelo implicaría estar muerto, y aunque en parte es cierto, no me gustaría compartir la maldición de tu familia...

-Edu, ¿qué está diciendo tu abuelo?
-No lo sé-dije- pero no creo que sea cierto.

-Es muy sencillo, la luz blanca que salió del cielo cuando te acosaban las sombras y la furgoneta se había quedado atrapada en ese charco de sangre... era tu madre.
-Mi madre...-susurré.- pero, ¿y mi padre?
-A tu padre también lo has visto, en cierto modo. La persona que se levantó de la cama de Claudia y te dejo ese colgante de oro que llevas en el cuello.

Cogí el colgante con la mano y lo abrí, vi a mi madre y lo cerré.

-Entonces...¿tu quién eres?
-Yo no soy nadie, de tu familia, me refiero. Y tampoco estoy vivo aunque tampoco se puede decir que estoy muerto. Soy un alma en pena, yo fui el mayordomo de tu primer ascendiente en tu familia, y siempre he cuidado de ella, incluso después de muerto. Desafortunadamente, la pequeña maldición que recae sobre vosotros siempre se acaba cumpliendo.

-¿Qué maldición? ¿Qué nos espera?
-Eso no os lo puedo decir, porque ni yo mismo lo sé. Sin embargo sé, que se terminará cumpliendo, pero siempre de la misma forma.
-No entiendo nada.-bajé la cabeza.
-No hace falta.-se acercó y me apoyó la mano en el hombro.-sé que querías irte de este pueblo. Vete ahora.

Alcé la vista y le mire a los ojos. No sé por qué, pero sabía que debía irme, con Claudia.
Ambos nos metimos en la furgoneta y nos dirigimos hacia la ciudad. El bosque q rodeaba la carretera era verde, y el frío había desaparecido. Todo era como hace quince años, la carretera, mis padres... ahora era la misma carretera, y Claudia y yo... sabía cual era nuestro destino, pero se lo oculté, puesto que la respuesta del destino no está en esta vida... si no en otra.

LA furgoneta comenzó a fallar, ibamos muy deprisa, y la furgoneta se salió del carril y de la carretera.

-Sabía que ocurriría esto.-dijo Claudia, y yo recordé que ella me leía la mente y todo lo que yo sabía, lo sabía ella. Preparados para la muerte, nos cogimos de la mano mientras la furgoneta caia... un golpe seco y se acabó.

"And the cycle went on"
(Y el ciclo continuó)

Espero, que os halla gustado. Las tres partes, para mi gusto están bien, no es gran cosa... pero bueno. Recordad q para entender la historia, hace falta leerla desde la primera parte que está en el catálogo de fantasmas.

¿CON QUIÉN DUERMES?

En realidad no sé que tan cierta sea esta historia, sin embargo la he escuchado más de una vez.

Cuentan que era un niño miembro de una numerosa familia. Apenas alcanzaba los 6 años de edad; era bajo, no muy bien parecido, la vida no le favorecia, pues su físico no inspiraba la dulzura que el de sus demás hermanos. Él más bien era de piel arrugada a causas de un extraño hongo que le atacó al nacer, tenía los ojos desviados y algunos de sus dientes no crecieron correctamente, caminaba con cierto desaliento que lo mantenía en una posición jorobada, algo anormal para un niño de sólo 6 años. Sin embargo lo que no le dieron en belleza física se lo otorgaron en un inmenso amor hacia todos, amor que no era correspondido.

Sus padres lo trataban con desprecio, era al último que le daban de comer y muchas veces era la sobra de los demás, él sin embargo miraba a su madre y sonreía con cierta ingenuidad y cariño como agradeciéndole el hecho de ser alimentado, ella por otra parte le devolvía una mirada de desprecio en acto déspota como deseando que tan horripilante criatura nunca hubiese nacido de sus entrañas. Él por otro lado siempre buscaba ganarse el aprecio de sus padres y hermanos halagándolos. En ocasiones se acercaba a su madre sin que ella lo notara y le pasaba sus manos por las mejillas , ella sentía de inmediato repugnancia y lo castigaba, pues las manos del niño estaban llenas de llagas, producto del extraño hongo que se había apoderado de su cuerpo. Él adoraba los castigos de su madre porque era la única forma que ella le dirigiera la palabra y se atreviera a tocarlo no importando que fuese para golpearlo, él sentía que cada golpe era un TE AMO.

A él nunca le celebraron un cumpleaños, esos días eran como cualquier otro, incluso peores, nunca fue a la escuela, y sólo salía a la calle cuando sus padres en castigo lo mandaban a pasar la noche durmiendo a un lado de la puerta de la entrada, él sin embargo sólo los miraba y sonreía con esos ojos tan dulces y al mismo tiempo llenos de dolor. Lo que nadie nunca supo era que en esas heladas noches que pasaba en su pequeño y desaseado cuarto sólo deseaba que su madre le dijera ¿quieres dormir con nosotros?.

En una noche nublada y obscura, pues no había luna, el niño sintió un extraño ruido que provenía de debajo de su cama, y como cualquier otro niño se llenó de pánico, camino a lo largo del tenebroso pasillo, muy despacio, hasta llegar al dormitorio de sus padres y entre la oscuridad les preguntó “¿puedo dormir esta noche con ustedes?... es que tengo mucho miedo”... miró y esbozó una sonrisa esperando una dulce respuesta, pero lo que sucedió después fue realmente macabro, su madre se levantó enfurecida y tomó al niño de la cabeza y lo golpeó sin compasión, le golpeaba la cabeza contra las paredes mientras repetía “¡¿no entiendes que eres un estorbo, que estás mejor muerto?!” él sólo alcanzaba a levantar sus llagosas manos y tratar de soltarse de la furia de su madre, pero todo fue inútil, lo llevó a un rincón y lo siguió golpeando hasta causarle la muerte –algunos se atreven a asegurar que el niño murió con esa misma sonrisa que ya parecía parte de su cuerpo y de su alma -.

La cuestión radica en el hecho de que algunas personas, se despiertan a media noche o en la madrugada y sienten un extraño y escalofriante miedo, extienden sus manos y allí está es un cabello suave algunas veces largo y otras corto, una personita no muy grande más bien pequeña y acurrucada los acompaña, una personita que busca el amor de una madre.

Por eso te digo que no sientas miedo cuando duermas sola, lo único que debes repetir en voz baja es “¿puedo dormir contigo?”... y él vendrá a hacerte compañía, esbozando su cálida y tierna sonrisa. No lo olvides nunca más dormirás sola...

El espejo

Elisa es una chica de 19 años que vive con su madre en un ático. Lleva una vida normal en lo que se refiere a ser buena estudiante, tener buenos amigos y no meterse en líos.
Un buen día Elisa se levantó para ir a la universidad, se arregló, y se sentó a desayunar. Mientras desayunaba su madre le pidió que después de ir a la universidad, la acompañara al anticuario para comprar un espejo que le parecía bonito, y Elisa aceptó. Por la tarde fueron al anticuario y Elisa se quedó mirando ese espejo.
Era un espejo redondo con un marco de madera color caoba y una mesita con dos cajones del mismo color, de 1,90 m de alto y 0.90 m de ancho, además de decorados corintios en las cuatro patas. El dependiente les informó de que la mesa tenía más de dos siglos de antigüedad y que no ha necesitado nunca de restauración alguna.
A Elisa no le había gustado nada ese espejo, le daba malas vibraciones. Elisa preguntó al dependiente:
-¿No sabe de dónde proviene este espejo?-.
El dependiente contestó:
- No. Lo encontraron en el sótano de la capilla de un pueblo abandonado el siglo pasado, este espejo debió haber pertenecido a una familia aristócrata de aquel entonces-.
La madre de Elisa se había enamorado de aquel espejo y lo compró. Una vez en casa les llamarían y se lo enviarían en breve.
Pasaron dos días y sonó el teléfono. Llamaron diciendo que el espejo llegaría en dos horas. Y así fue, lo descargaron y lo subieron al ático. Elisa tuvo que reconocerle a su madre que el espejo quedaba bien en la entrada, pero insistía en que no le terminaba de gustar.
A las tres de la mañana de esa misma noche Elisa se levantó para ir al baño. Al volver a su habitación Elisa comenzó a oír los balbuceos de una mujer que entonaba una nana. Elisa se sorprendió al principio, después sintió curiosidad y fue a ver que pasaba. Cuando llegó a la entrada no vio a nadie y pensó: ¿pero es que me estoy volviendo loca? Entonces se acercó a la puerta y miró por la mirilla. De repente dejó de oírse ese balbuceo. Elisa giró de pronto, miró al espejo y se vio reflejada, pero no en su salón sino en otro lugar mucho más tétrico. En el espejo se podía ver a Elisa entre niebla y árboles muertos, sobre un suelo seco y agrietado. Elisa llamó gritando a su madre la cual acudió casi en el acto.
- ¿Que ha pasado Elisa?- Elisa contestó llorando y con interrupciones:
- El espejo..., yo me he visto dentro..., con niebla y..., esa mujer que balbuceaba..., no se que pasa mamá.
- Venga cariño, tranquilízate ya ¿vale?. Sólo ha sido un mal sueño.- Dijo la madre.
- No, o sea..., si. Es que yo había ido al baño antes. Estaba despierta. Fue una alucinación o algo-. Dijo Elisa.
- Bueno, tú no te preocupes por eso que es peor y vete a dormir que son las tres de la madrugada.- Dijo la madre.
Elisa se acostó y aunque esa noche no volvió a pasar nada no pudo pegar ojo. Por la mañana sonó el despertador y se levantó, se arregló y se fue a desayunar. Estaba sola en casa porque su madre tenía que ir temprano a trabajar.
Al terminar de desayunar Elisa cogió su carpeta y su bolso, cruzó el pasillo de casa y se dispuso a salir. Al meter la llave en la puerta la mesita cayó al suelo de repente. Elisa se lo pensó dos veces antes de girarse para ver que pasaba. Cuando giró solo vio la mesita en el suelo con sus dos cajones fuera. Al levantar la mesita y mirar en el hueco del cajón vio un sobre al fondo. Lo cogió, lo dejó encima de la mesita y sin abrirlo se fue a la universidad.
Al volver se encontró una nota de su madre que decía así: "Lo siento Elisa pero vas a tener que ocuparte de la casa durante dos días. Tengo que asistir a una conferencia urgente en la otra punta del país. Te llamaré esta noche. PDT: Te quiero".
Elisa se quedó bastante molesta y se sentó a ver la tele un rato. Al rato se acordó del sobre que había encontrado y fue a abrirlo. Dentro había una llave antigua, un mapa y un mensaje escrito en un papel amarillento que decía así:
Para el padre Leandro: 02-12-1819.
Desde la oscuridad acecha, no se
Cuántas noches aguantaré sin dormir,
ya no tengo morada, no tengo vida,
no se por qué Dios me ha abandonado,
no se que será de mi alma, tarde o
temprano me alcanzará y su furia
será implacable. Estoy muy cansado,
la maldita fue liberada y esa pierna
es la certeza de mi muerte. Junto a
mi cadáver se hallará la respuesta.
Firmado: El padre Tomás.
Elisa se quedó perpleja cuando terminó de leer aquella carta. Después echó un vistazo al mapa, cuyo relieve parecía describir los senderos de la sierra que estaba situada a pocos kilómetros al sur de la ciudad.
Cuando dejó de ver el mapa alzó el rostro y mirando al espejo vio detrás de ella una sombra con la silueta de una mujer. Se volvió asustada y ahí ya no había nada. Salió de su casa y empezó a sacar conclusiones sobre el asunto. Elisa estaba muy nerviosa y tuvo que salir en mitad de una clase porque no podía más. Una amiga suya se percató y salió a ver si podía ayudarla. Tras muchos ruegos Inmaculada consiguió que le contara lo sucedido:
- No puede ser que de la noche a la mañana estés tan nerviosa y no me digas nada. Siempre he querido ayudarte y ahora no va a ser diferente.- Dijo Inmaculada.
- Está bien. Te lo contaré todo para que dejes de insistir. Pero por favor te lo pido, no me tomes por loca. Por lo que más quieras.- Dijo Elisa.
- Confía en mí.- Dijo Inmaculada.
- Es muy extraño. Todo empezó antes de ayer cuando a las tres de la madrugada volvía del baño y....- Elisa le contó todo a su amiga que se quedó perpleja.
-¿Me dejas ver ese mapa?- Preguntó Inmaculada.
- Toma míralo, y también esta carta.- Respondió Elisa.
Inmaculada reconoció el mapa y dijo que el lugar indicado debía de estar por algún lugar cercano al pueblo abandonado de la sierra. La carta le asustó un poco.
- Yo siempre pensé que tu eras muy escéptica con todas estas cosas. ¿Cómo es posible?- Dijo Inmaculada.
- No se lo que pensar. Tendré que comprobarlo por mi misma. Iré mañana mismo al lugar indicado en el mapa- Dijo Elisa.
- Pues yo te acompaño- Dijo Inmaculada.
Esa misma tarde Elisa estaba preparando los menesteres necesarios para la excursión del día siguiente. No abandonaba la idea de que algo estaba pasando, pensaba continuamente al respecto. No imaginaba lo que iba a desencadenar aquella excursión.
Al día siguiente Elisa se levantó, fue al baño, se arregló y fue a desayunar. Antes de acabar el desayuno sonó el timbre. Era *Inma* que ya estaba lista y la estaba esperando abajo. Elisa la invitó a subir porque aún le quedaba un poco. Al entrar Inma, Elisa le enseño el espejo y dijo:
- ¿No te provoca mala honda?- A lo cual respondió Inma:
- Pues no. No le veo nada del otro mundo.-

Las dos rieron y Elisa se fue a terminar de prepararse.
- ¡Ya he acabado, podemos irnos!- dijo Elisa cuando de repente se le cayó al suelo el bolso que llevaba en la mano al ver a Inma en el suelo temblando de miedo:
- ¿Qué ha pasado?- preguntó Elisa.
- He visto algo horrible, había una pierna amputada en el suelo de la entrada- dijo Inma:
- Pues aquí no hay nada- dijo Elisa.
- La he visto reflejada en el espejo y podía oír perfectamente las moscas revolotear sobre ella.- dijo Inma.
- Creo que es mejor que vallamos a ese lugar, todo esto es muy extraño.- dijo Elisa.
Entonces cogieron el coche y partieron hacia el lugar indicado en el mapa, las dos se hacían muchas preguntas y esperaban encontrar alguna respuesta.
Tras dos horas de trayecto aparcaron el coche en un lugar que estaba a 500 m del pueblo abandonado y después caminaron hasta llegar allí.
Ya en el lugar buscaron por la zona algo que les pudiera servir de referencia, entonces fue cuando llegaron a la iglesia abandonada. La puerta estaba cerrada y esa llave antigua era demasiado pequeña para que pudiera ser la de la puerta de la iglesia. Estuvieron un buen rato buscando por el lugar hasta que de pronto apareció un guarda forestal y preguntó:
- ¿Qué están haciendo dos chicas solas en un lugar tan solitario como este?- Inma le respondió:
- Estamos buscando el lugar que está marcado en este mapa, por razones personales.-
Entonces el guarda-bosques les pidió que les enseñara ese mapa, le echó un vistazo y les dijo que sabía donde estaba ese lugar. El guarda-bosques les comentó que se trataba de una caseta que se encontraba a 1 km. hacia el norte, por un camino bastante abrupto.
- Ese era el lugar que utilizaba el párroco de esta iglesia, según dicen, para ocultar a los que se encontraban perseguidos por la justicia en aquel entonces. Estoy hablando sobre algo que sucedía hace dos siglos por lo menos y...- Explicaba el guarda-bosques cuando de pronto preguntó Elisa interrumpiéndolo:
- ¿Sabe por casualidad cómo se llamaba ese hombre?- A lo cual respondió el guarda-bosques:
- Creo que se llamaba Tomás. ¿Por qué lo preguntas?-
- Por nada- respondió Elisa.
- Era un hombre bastante conocido por sus enfrentamientos con la justicia y es considerado un mártir, aunque nunca se supo cómo murió. Según los rumores de aquel entonces fue asesinado por el noble señor de estas tierras. Lo que es cierto es que desapareció misteriosamente.-Añadió el guarda-bosques.
Elisa le enseñó el mensaje que había encontrado en ese sobre junto con la llave y el mapa y le explicó un poco lo que estaban buscando sin contarle ninguno de los sucesos extraños que habían experimentado ella y su amiga. El guarda-bosques se ofreció a acompañarlas para que no se perdieran, argumentando que su trabajo era bastante aburrido y que no era fácil llegar hasta allí. Ellas aceptaron y partieron en ese mismo momento.
No mintió el guarda-bosques al afirmar que el terreno era difícil de recorrer. Había bastantes rocas de tamaño considerable y ramas que se cruzaban en el camino, además era cuesta arriba.
Llegaron a esa caseta al medio día. Cansados de tanto caminar pararon frente a esa caseta. Era una caseta pequeña con paredes de barro y piedra, techo de madera y carente de ventanas. La caseta tenía pinta de irse a derrumbar en cualquier momento. Después de descansar Elisa se acercó a la puerta y la abrió de un empujón. Acto seguido el guarda e Inma se acercaron a la puerta también. Elisa, Inma y el guarda encendieron sus linternas y entraron. Dentro sólo había una mesa y una silla cubiertas de polvo, los restos de una vela gastada y lo más sorprendente, las paredes estaban saturadas de crucifijos y estatuillas de la virgen. Era algo exagerado. Los tres se quedaron atónitos al ver tanto crucifijo en la pared. Por lo demás no parecía haber nada más, hasta que de pronto el guarda tropezó con la mesa y la tiró. Al ponerla en su sitio notaron que el suelo donde la mesa estaba puesta era hueco y alumbraron con las linternas. Era una puerta que daba a una escalera angosta y parecía llevar a una especie de sótano.
- No es de ser sensato bajar por esa escalera tal y como está la estructura de esta caseta, pero ya que estamos aquí lo mejor será que me quede aquí arriba para asegurar que si sucede algo podamos contar con ayuda.- dijo el guarda, a lo cual Inma respondió:
- De acuerdo, pero no se le ocurra irse sin decir nada ni gastar bromitas pesadas.- .

Elisa bajó primero, alumbrando con la linterna, tras ella bajaba Inma. Caminaban paso a paso por unos escalones de barro que podían romperse en cualquier momento, las paredes de esa escalera estaban hechas de piedra, una montada sobre otra. Después de bajar unos 5 m de profundidad llegaron a una puerta que tenía una cerradura antigua. Elisa pensó que podía ser la llave que encontró la que podría abrir esa cerradura. Sin decir nada cogió la llave, y abrió la puerta encontrando lo que inconscientemente esperaban. Un esqueleto vestido con unos hábitos y boca abajo y un brazo levantado apoyado en la pared, como intentando agarrase a ella. A su derecha dos libros: una Biblia y un diario. El aire estaba muy viciado. Era lo más parecido a un calabozo de la época que Elisa se hubiera podido imaginar. Al fondo y frente a la puerta había un solo crucifijo en la pared y bajo el crucifijo (en el suelo) un montón de velas a medio quemar. Inma al ver el cadáver avisó al guarda para que bajara a echar un vistazo. Cuando bajó su opinión fue la siguiente:
- Bueno, parece que al final si estoy haciendo mi trabajo.-
Después se acercó al cadáver y cogió los libros, abrió el diario y después se echó a reír.
- ¿Qué te hace tanta gracia?-preguntó Elisa.
- Este diario dice que estoy maldito. Luego terminaré de leerlo con más detenimiento. ¡Tómalo!-dijo el guarda.
Inma cogió el libro y el guarda subió diciendo que tenía que pedir ayuda por radio. Inma abrió el diario y leyó en voz alta la primera página que sólo tenía unas pocas líneas. Decían lo siguiente:
"Yo fui un insensato al escribir este diario pero no más insensato que los que lo puedan estar leyendo, porque ellos también están condenados. La maldita acabará con vosotros, ella no descansará porque ahora piensa que vosotros también sois culpables".
El guarda volvió a entrar en la caseta y desde arriba les dijo que no sabía por qué no había cobertura en su transmisor, y que tenían que abandonar el lugar lo antes posible. Acto seguido las dos comenzaron a subir las escaleras para salir de ese sótano. Todo estaba en relativa calma en esa caseta hasta que de pronto el guarda preguntó:
- ¿Qué es eso que huele tan mal?, ¡parece una pierna humana!, ¿cómo ha aparecido esto aquí?- .
De pronto, se formó un viento endemoniado y trozos del techo empezaron a desprenderse hasta que la caseta se derrumbó. Trozos de madera y piedra golpearon a Inma y a Elisa que quedando inconscientes cayeron al sótano, el guarda quedó sepultado entre los escombros.
Elisa se despertó y las linternas aún estaban encendidas. Miró el reloj y vio que eran las nueve de la noche, entonces empezó a zarandear a Inma que despertó con un dolor fuerte en la cabeza. Las dos se preguntaban: ¿Qué había pasado?. Después empezaron a llamar al guarda, el cual no contestaba. Inma se asustó y se puso muy nerviosa. Elisa intentó tranquilizarla diciéndole que pronto estarían en casa y que todo pasaría.
Comenzaron a apartar escombros de las escaleras. Mientras apartaban los escombros Elisa oyó ruidos y le preguntó a Inmaculada:
- ¿No oyes algo ahí fuera?-
- Si, parece algo arrastrándose.- Contestó Inma.
Siguieron apartando escombros y tras cinco minutos consiguieron salir. Inmaculada, a pesar de la oscuridad de la noche, se tranquilizó y por un momento se quedaron de pie (paradas) para descansar. Hasta que de pronto volvieron a oír ese ruido, miraron hacia atrás y tras ellas, a unos veinte metros, las miraba fijamente mientras se arrastraba y giraba lentamente hacia ellas a la vez que arrastraba el cuerpo del guarda. Era una chica de piel pálida y demacrada a la cual le faltaba la pierna derecha; de pelo semilargo y despeinado; un brillo fantasmal que la hacía visible, aunque no iluminaba; mientras su pecho permanecía apuntando hacia el suelo su cabeza estaba girada 180 grados de modo vertical apuntando hacia Elisa e Inma con ojos más oscuros que la oscuridad misma. Se arrastraba pero su rostro permanecía fijo en Elisa e Inma. De vez en cuando se dejaba ver un esbozo en su rostro. Elisa e Inmaculada sintieron terror al ver tal cosa y se quedaron paralizadas hasta que un grito que lanzó Elisa fue el pistoletazo de salida de una carrera que no tenía ni circuito, ni más meta que alejarse lo más posible de lo que las perseguía, llevándose el diario con ellas.
Continuará...

Mi peor imagen

La peor Imagen

Esto me sucedió hace mucho tiempo cuando tenía 11 años de edad en el campo de mis padres, y mas que un hecho es una imagen que la recordare por el resto de mi vida. Mi familia y yo habíamos salido como de costumbre a vacacionar al campo. Una típica finca, una casa, con unos pocos muebles y las camas para dormir, pero nos gustaba ir porque siempre fuimos amantes de la naturaleza y ese tipo cosas, además de que hay un rio muy bueno. Pero como campo al fin ustedes saben que el agua hay que buscarla en el rio y como muchacho que era en ese entonces nunca hacemos las cosas cuando nos dicen. El asunto fue que entre tanto juego y brincadera se me olvido y me llego la noche, cuando mami fue a buscar el agua del tanque vio que estaba vació, me llamo súper molesta y me dijo que fuera con Julio (el señor que cuida la casa en el campo) a buscar el agua, con tal de que mi papa no se enterara y me diera un buen boche, le dije rápidamente… “si yo voy, no hay problema”.

El río quedaba a un poco mas de medio kilómetro, no muy lejos en realidad pero con el miedo que tenia a salir de noche y mas en un campo, sabia que iba hacer la caminata mas larga de mi vida. Bueno partimos yo con dos galones y Julio con una lata de esas de aceite casi mas grade que él. Empezamos a caminar con pasos apresurados para terminar pronto nuestra tarea, soplaba una brisa leve y ni un grillo cantaba, era noche de luna, y la claridad de esta pasaba a través de las hojas, por lo que no estaba muy oscura la noche, pero eso hacia el ambiente mas tenebroso, parecía una típica escena de una película te terror, de pronto Julio me empezó a buscar conversación, quizás porque noto en mi, la cara de miedo, me pregunto que quería estudiar, que de que equipo de pelota era y de cómo andaba la temporada, después de cruzar unas cuantas palabras y caminar un poco, vimos un grupo de señoras vestidas de negros, eran cuatro, en ese momento me pare de golpe ya dispuesto a correr, Julio me miro enojado y me dijo muchacho tan pendejo, esas señoras viven mas arriba todos los días pasan por aquí, porque vienen de vender sus cosas en el mercado, vienen solas y a pies desde tan lejos. Bueno ella estaban de frente a nosotros y poco a poco se acercaban mas, cuando por fin nos cruzamos, nos miraron y con un tono agradable dijeron, “buenas noches”, después de eso me alivie un poco, al fin después de caminar un rato y para no hacer mi historia muy larga, llegamos al rio, llenamos los galones y lata rápidamente y empezamos a caminar otra vez. En nuestro regreso ya no soplaba aquella brisa leve, ahora era un poco mas fuerte y fría como cuando va llover, pero no estaba nublado tampoco, yo caminaba y miraba de un lado a otro aquellos montes como esperando ver algo que saliera de ahí, para echarme a correr. De pronto Julio se paro de golpe y al princio no entendí bien lo que pasaba y cuando mire hacia al frente se veía una anciana a lo lejos que venia cojeando y con un vestido blanco que le llegaba hasta los pies, apenas se veía estaba muy lejos aun. Julio rápidamente me dijo vamonos por aquí, otro camino que le daba la vuelta a la propiedad por atrás pero había mucha grama y era un poco mas lejos, yo con tal de que aquella anciana no llegara donde nosotros no me importa que el camino fuera el triple de largo. Nos fuimos por el nuevo camino pero esta vez casi corríamos ya yo casi tenia lágrimas en los ojos y estaba a punto de empezar a gritar, sentía esa sensación que muchos de ustedes han sentido de que los miran, además veía mucha desesperación en Julio. Muchas veces cuando somos jóvenes y estamos con un adulto si este esta sereno eso nos tranquiliza, pero al yo ver la desesperación de aquel señor que en un momento atrás me estaba ayudando a no tener miedo. Me asuste como nunca y mis ojos se llenaron de lagrimas.

Aquello para mi era una persecución aunque no puedo asegurar si en eso momento venia alguien detrás de nosotros, tenia esa sensación y por nada del mundo me atrevía a mirar atrás.

Luego de pocos minutos de casi correr se veía a los lejos las velas encendidas de mi casa pero aun faltaba un buen poco, no se como aguante las ganas de vocear. Cuando en ese momento mire a Julio, vi que estaba con los ojos llenos de asombro, y su rostro uno de desesperación como ningún otro al que he visto. En ese momento iba abrir la boca para dar un grito que se oyera a kilómetros, cuando de repente… vi, la misma anciana que habíamos visto, estaba al frente de nosotros a pocos menos de 10 mts mas o menos, recostada de una mata grande, y con las dos manos en la espalda con la vista fija en nosotros en ese momento todo se detuvo para mi y aunque quizás lo mas normal hubiese sido correr, no corrimos, caminamos, creo que el miedo era tal que nos congelo, cuando por fin estábamos pasando por su lado, vi la imagen mas horrible que creo que una persona puede ver la anciana tenia de rostro, la cara de un chivo, con unos ojos negros y bastante grandes, y su mirada fija en mi como diciendo… “¡¿te doy mucho miedo verdad?!” esos fueron tan solo unos segundos pero para mi pareció una eternidad, fue lo peor que he visto en mi vida, hoy en dia soy adulto y cuando pienso en eso me da un terrible miedo. Nunca pensé que algo así pudiera pasar en la vida real, pero si, y yo estaba ahí, un ser humano como todos ustedes, mirándolo y paralizado por el mas profundo miedo, mirando aquello sin poder creerlo, caminando pero sin apartar la vista de eso, como esperando a que hiciera algún movimiento, pero muertos de miedo, cuando dimos algunos pasos mas, que para mi eran aun mas lentos que en cámara lenta por el miedo que tenia, y ya no podíamos seguir observándola porque ya le comenzábamos a dar la espalda; Nos echamos a correr sin voltear atrás, fue como algo natural, ya que al mismo tiempo lo hicimos, yo empecé a vocear y a llorar como un niño de 1 año. Llegamos por fin a la casa y mis padres salieron rápidamente para ver que pasaba mi mama me abrazo y me pregunto que pasaba, yo no podía hablar eran tantas mis lagrimas y mi miedo que tomaba a mis padres de la mano y hacia fuerza como para que entraran a la casa. Mi padre le pregunto a Julio que había pasado y él con las dos manos en la cabeza respondió “un demonio que nos salio”, mis padres nunca han creído en esas cosas pero en ese momentos al vernos con todo ese miedo y desesperación cerraron la casa, Julio durmió en la sala y yo a los 11 años dormí en la cama de mis padres. Mis padres empezaron a orar y así pasaron las horas. Nadie pudo durmió esa noche.

Al día siguiente cuando salio el sol nos fuimos muy temprano, con la experiencia mas mala de mi vida, les suplique a mis padres que no volviéramos mas nunca al campo y francamente duramos casi un año sin ir, hoy en dia aun continuamos yendo pero nunca, nunca, pasamos la noche en el campo. A julio mi papa le permitió que se fuera del trabajo, ya que así lo deseaba, se negó a seguir trabajando alla, además de ser un señor mayor en ese entonces, francamente creo que nadie seguiría trabajando en un lugar luego de haber tenido una experiencia tan horrible como esa, hoy en dia ya tengo 23 años y esa imagen me sigue siempre y aun me da tanto miedo como aquella vez, no quisiera que nunca, pero nunca tener que repetir algo así en mi vida. Durante mi adolescencia nunca volví a desobedecer a mi madre después de aquel dia, quizás si hubiese buscado el agua cuando ella me lo pidió no tendría que vivir con esto.



Actualmente es aun mas difícil para mi vivir con ese recuerdo porque a veces hablaba con Julio sobre esa noche, y nos poníamos a conversar sobre las cosas sobrenaturales que hay en esta vida y ese tipo de cosas, pero el murió hace 3 años, dejándome solo con ese recuerdo.


Bueno esta fue mi historia y de cómo una noche cambio mi vida por siempre, espero que si algo bueno pueden sacar de mi experiencia, lo hagan, siembren siempre el bien para que cosas malignas como esas no pasen. Cuídense mucho.

La niña de la ventana

El cielo se estaba oscureciendo, las puertas de las casas se cerraban, no había nadie afuera…excepto la niña.

Yo estaba asomada por la ventana. La miraba atentamente, y ella a mi. Estaba pálida, su ropa rota y estaba descalza. Tenía yerba y trozos de árboles en su pelo rubio, tan rubio que casi era blanco. Veía como se acercaba a la casa, sin mover sus pies. Y de repente, mi madre me dijo que era hora de irme a la cama.

Eso era anoche, hoy estoy mirando por esa misma ventana, con la misma niña devolviéndome la mirada. Me acerque a la puerta y salí afuera. Mire adonde ella debería estar…pero ya no estaba. Me di la vuelta y me fui a mi cama. Me acosté y cierre los ojos.

Sobre medianoche, escuché un grito desde afuera de mi ventana. Abrí mis ojos rápidamente, pero ya no escuché nada más. Hasta que cerré mis ojos otra vez. Me salí de la cama y miré por la ventana y ella estaba allí. Pero con una diferencia…había sangre en su vestido. De repente, ella saltó por la ventana y entró a mi habitación. No se como lo hizo, pero sin que me diera cuenta, me clavó el cuchillo que tenía escondido por detrás de su espalda. Y lo único que podía ver, era negro.

Yo ya no estaba allí. Yo ya no existía. O si?

Ahora voy vagando por las calles, buscando a esa niña. La venganza será mía. Pero hasta que la encuentre, me voy a tener que conformar…contigo.

Ghost

Ocurrió en semana santa, hace varios años, mis padres se iban de vacaciones, yo decidí quedarme, total, me fuí a dormir a casa de mi hermano, durante el día todo transcurria con total normalidad, cenamos los tres, su mujer él y yo, vimos una pelicula y nos fuimos a la cama. La habitación según entras tenía... porque ya ha cambiado la situación mi hermano... tenía la cama nada mas entrar a la derecha dejando al fondo un breve pasillo entre la cama y la pared de la derecha en la cual había un enorme armario empotrado de espejos que atravesaba toda la pared, a la izquierda no habia nada.

Al entrar me fui desnudando, apagué las luces y me acosté, a los pocos minutos, no se porque no podía dormirme, abrí los ojos y justo de frente encontré la persiana medio abierta, entraba mucha luz, decidí bajarla dejando una pequeña raja para no estar totalmente a oscuras, me metí de nuevo en la cama y me quede dormido.

A mitad de la noche un susurro en mi cabezera me despertó, era mi hermano, le pregunté que quería, estaba agachado cuando me despertó, me miraba fijamente mientras se levantaba lentamente sin contestarme, fue andando hacia los pies de la cama, yo insistí, le dije que quería y al llegar a los pies de la cama en cuestión de segundos se fue difuminando de tal forma que la silueta de lo que yo creia ser mi hermano desapareció, tan solo veía la pared.

Jamás olvidaré aquello, no dormí mucho aquella noche, cuando por fin logré hacerlo me despertó un ruido en el mismo lado que estaba aquella silueta agachada, yo estaba de espaldas, abrí los ojos y no me atrevía a mirar, me quedé con los ojos entreabiertos esperando a que pasara por el lado que yo estaba mirando, y pasó, pero esta vez si era mi hermano.

La habitación 66

Aquel caso había llenado las portadas de varios diarios nacionales durante días. Fue tal el revuelo, que los responsables del hotel decidieron clausurar aquella habitación para siempre. Ahora, el hotel volvía a ser noticia. Tras el cambio de titularidad de la cadena, la habitación iba a ser reabierta. Raúl quería tener información de primera mano.

- ¿Y dice usted que esta habitación permanece tapiada desde hace casi seis años? Preguntó el periodista.
- Así es. Tras aquellos horribles sucesos, todos los que trabajábamos en el hotel convenimos que era mejor así. Contestó el hasta entonces encargado del Meridien.
- Pero, ¿qué fue exactamente lo que ocurrió aquí?
- Uff... por lo visto la historia se remonta al 1890, aproximadamente.
- ¿Ya existía este hotel por aquel entonces?
- Más o menos. En aquellos años, donde hoy está el Meridien había un hotel pequeño y de mala reputación. Cuentan que allí los hombres pudientes de la época llevaban a las queridas y a las prostitutas.
- ¿Y qué pasó?
- Pues bien,...la leyenda dice que uno de esos hombres llevó al hotel a una niña. Probablemente, su hijastra. Por lo visto, la violó y maltrató hasta que la criatura falleció, sin que nadie hiciese nada por socorrerla. Cuando descubrieron el cuerpo, la gente del pueblo se tomó la justicia por su mano. Aquel hombre fue linchado y sus restos esparcidos por todo el pueblo para que su alma nunca descansara en paz.
- ¿Y qué relación tiene el actual hotel con ese suceso?
- Aparentemente, la única relación es el terreno donde se ubicaba aquel hotel y el número de la habitación, la 66.
- Curioso...¿y qué ocurrió después?
- Parece ser que el hotel fue clausurado. La gente de la zona decía que el edificio estaba embrujado y que por las noches se oían lamentos. Al tiempo, el hotel fue vendido y se tiró abajo para construir el actual.
- Ya veo.
- Los fenómenos empezaron tan sólo inaugurar el Meridien.
- ¿Fenómenos como cuáles?
- Al principio, el tema se limitó a alguna que otra queja por parte de los clientes. Cuando se hospedaban en la 66 muchos pedían que se les cambiara de habitación debido a los ruidos, lamentos y quejidos.
- ¿Y después?
- Bueno, hubo muchos casos. Ahora me viene a la mente el de un directivo de la Samsung. El pobre hombre relataba así la noche que pasó en la 66 cuando la policía le interrogó:

“Aquella noche estaba cansado. Me cambié, me lavé los dientes y me metí en la cama sobre las once. Primero fueron los ruidos. Era como si estuviesen peleándose en la habitación contigua a la mía. Se oían gritos, golpes y lamentos. La verdad es que pensé en llamar a recepción para quejarme pero, dada la violencia de aquella discusión, creí que llamarles la atención podía volverse en mi contra. Al cabo de algo más de un hora aquellos ruidos pararon. Después, cuando ya había conseguido conciliar el sueño, la luz de mi habitación se encendió sola. Me incorporé extrañado pero, al no ver a nadie la apagué y seguí durmiendo. Después, el teléfono. No dejaba de sonar y cuando descolgaba no había nadie. Traté de llamar a la recepción, pero el teléfono no daba señal. Fue entonces cuando algo empezó a agredirme. Aquella habitación cobró vida propia. Los muebles salieron volando contra mi cama, las luces y la televisión se apagaban y se encendían solas,...creí que me volvía loco”

- Al pobre hombre lo encontraron por la mañana en estado de shock acurrucado tras la puerta del baño y lleno de sangre y de heridas. Según explicó, ni la puerta, ni las ventanas se abrían. El teléfono estaba arrancado de la pared y los muebles hechos trizas.
- ¿Y nadie oyó nada?
- Nada que llamase demasiado la atención. Las dos habitaciones contiguas estaban ocupadas pero, en ambos casos, pensaron que sus vecinos de habitación tenían un riña. Teniendo en cuenta el destrozo no comprendo con nadie se quejó.
- ¿Hubo más casos?
- Muchos más. Al menos, unos quince o veinte de distinta consideración. Hasta que ocurrió la tragedia.
- ¿Qué fue lo que ocurrió aquella vez?
- De todo. Aquella noche se dieron un cúmulo de terribles coincidencias.
- Cuénteme.
- Verá, dada la experiencia con aquella habitación, yo tenía por costumbre dejarla vacía y si la ocupaba solía hacer una ronda nocturna. Solía además llamar a última hora del día con alguna excusa y, por la mañana, me ocupaba personalmente de verificar que el huésped bajaba a desayunar.
- ¿Qué fue lo que falló?
- Todo. Aquella noche tuve que irme a casa, estaba indispuesto. Pedro, el recepcionista, se quedó a cargo de todo. Sobre las once de la noche llegó un hombre buscando una habitación. El hotel no estaba del todo lleno, pero Pedro le dio la 66 sin más. La verdad es que no se me ocurrió avisarle de que no la diera, o pedirle que en caso de darla hiciese la ronda, ni que verificará que el huésped bajaba a desayunar.
- Siga.
- Para más casualidades, las habitaciones contiguas estaban libres aquella noche.
- Ya.
- No fue hasta casi la tarde siguiente en que la mujer de la limpieza dio la voz de alerta. El espectáculo era dantesco.
- ¿Por?
- El cuerpo del huésped estaba despedazado y los restos repartidos por toda la habitación. No recuerdo haber visto algo semejante en toda mi vida. La sangre de aquel hombre había sido esparcida por toda la habitación, salpicando paredes y muebles, como si de un lienzo se tratara. Las vísceras habían sido colgadas de la lámpara del techo y la cabeza puesta dentro del inodoro, con los ojos perfectamente abiertos mirando hacia el exterior.
- ¡Jesús!
- Según la autopsia el hombre aún estaba con vida cuando le extrajeron las vísceras. ¿Puede usted imaginarse el dolor?
- Dios mío....
- ¿Y ahora qué?
- No sé lo que puede pasar si reabren esa habitación.
- ¿Y el actual propietario sabe la historia?
- Por supuesto. Yo mismo me encargué de contarle todo, pero no me creyó. Se tomó todo a risa.
- ¡Que insensato!
- El hotel reabre sus puertas la próxima semana y la 66 estará nuevamente en funcionamiento. Increíble pero cierto.

Raúl salió de aquella cafetería pensativo. Por un instante, pensó en hospedarse en aquella habitación. Seguro que a la revista le podría interesar un reportaje de investigación así.

- Buenas tardes, querríamos una habitación para una noche. Dijo Raúl
- Por supuesto. Respondió el recepcionista del Meridien.
- ¿Podría ser la 66? Es que a mi mujer le hace gracia por lo de la leyenda. Afirmó Raúl agarrando a Sara, la fotógrafa de la revista, por la cintura.
- Ningún problema.

Una vez en la habitación, Sara empezó a instalar las cámaras y los dispositivos para la detección de movimiento y calor.

- ¿Sabes que igual no pasa nada no?
- Lo sé, pero tenía que hacerlo. Contestó Raúl.
- Ponte cómodo, la noche va a ser larga.

La noche, al contrario de lo que creían, para ellos fue extremadamente corta.
A la mañana siguiente, el hotel se llenó de policía. Nuevamente, el Meridien volvía a ser noticia nacional.

“Se encuentran los cuerpos descuartizados de una pareja en la habitación 66 del hotel Meridien.

Como ya ocurrió hace seis años, hoy el Hotel Meridien vuelve a ser, por desgracia, titular de todos los periódicos por un trágico y macabro suceso. Hayan los cuerpos descuartizados de una joven pareja de periodistas que pasaba la noche en la famosa habitación 66. La policía está ahora investigando el suceso. Fuentes del hotel apuntan a que la pareja estaba realizando un reportaje y que las grabaciones están en manos de la autoridad competente.”

- ¿Qué hay en la cinta? Preguntó el jefe de policía la inspector encargado del caso.
- Verá señor, casi toda está en blanco. Es decir, parece como si se hubiese grabado a oscuras y sin ningún ruido. Pero al final...
- ¿Al final qué?
- Mejor véalo usted mismo.

El inspector conectó la cámara al televisor y le dio al play. Entonces, tras unos minutos en completa oscuridad y silencio, una cara blanquecina y medio desdibujada apareció súbitamente frente a la pantalla y una voz fuerte, profunda, ronca y entrecortada que parecía provenir de otro mundo dijo:

- ¡Fuera de aquí! ¡Este...es ahora mi hogar! ¡He dicho fueeerrrrraaaaa!

Al tiempo, la habitación 66 volvió a ser clausurada, pero esta vez, por orden judicial..

Fantasma de la pantalla

"Fenomenos extraños están sucediendo"
"Él está aquí, es espantoso"
"Espeluznante"
"me observa"

Muchas frases pronunciadas por las vícitmas de este fénomeno, te voy a relatar cómo y cúando aparece este fantasma:

Cuando te acuestas, el te mira. Si prendes la luz desaparecerá, pero si te quedas mirando fijamente a la pantalla de la tv en tu cuarto, su cara aparecerá. Estará tan inmóvil que te dará miedo. El terror será tanto que quedarás paralizado y no te atreverás a prender la luz. Entonces es ahí cuando el ataca, te sumerge en el sueño haciéndote soñar cosas tan terribles que puedes llegar a morir. Su cara es inolvidable. Es horrorosa, parece un cráneo, con canas y unas esferas luminosas en los ojos, eterna sonrisa con gotas de sangre goteantes de la boca.

Cuando estás en tu pc, el te observa por atrás. Si miras hacia atrás, el entrará a la pantalla de tu pc. Cuando vuelvas la cara para mirar a la pantalla de tu pc, no notarás nada, pero si llega a surgir un corte de luz, ten cuidado, pues cuando tu pc prenda, verás la fecha de tu muerte, y te sorprederás, pues dirá que es en 1 hora más y verás como se cumple, y cuando se cumpla, verás su espantosa cara.

Ten más cuidado, él está ahí siempre...

¿Con quien te ries?

Un padre que tenía dos hijas estaba muy preocupado porque una de ellas estaba en el hospital a punto de dar a luz y la otra también estaba para ser operada.El padre tenía que tomar la dura desición de escoger con que hija pasaría el momento.Al final se decidió a estar con la que iba a dar a luz pero cuando se dirigía a la sala de su hija sufrió un infarto de corazón y murió,no pudo conocer a su nieto.Pasaron 4 años y durante todo este tiempo su hija que vivía sola con su hijo pequeño notaba la presencia de su padre en la casa,notaba su respiración y algo le decía que su padre estaba allí pero ella no le hacía mucho caso a esto porque no creia en esas cosas.
Un día,mientras cocinaba escucho a su hijo de cuatro años riendo solo en su cuarto y extrañada fue a ver de que se reía.
-Marcos,¿de qué te ries?
El niño señaló una esquina del cuarto y dijo:
-De ese hombre de ahí.
-¿Qué hombre?Ahí no hay nadie
-Sí,mira,ese hombre.
La madre miró pero no vio nada y pensó...
-Y si es...no,no puede ser,que tonterías.Bueno no creo que pase nada por probar.
La madre cogió una foto de su padre y se la enseñó a su hijo.
-¿Es este el hombre con el que te reias?
-Sí,ese es
La madre se quedó helada y una lágrima resbaló por su rostro.Durante más días la madre oyó a su hijo riendo,parecía que su padre si había conocido a su nieto.

El fantasma en la curva

Eso no es cierto --dice Sergio al observar un vídeo en el cual el supuesto fantasma de un joven recuerda que ha muerto al final de una curva -- es claramente un efecto, está trucado.

− Te atreverías --le reta Maritza-- a ir a esa esquina.

− Voy, sin dudarlo.

− ¿De noche?
− ¿Quién dijo miedo? -- Sergio habla con convicción, aunque el vello de los brazos se le eriza, por instinto u franca cobardía --, vamos.

− ¿Cuándo? -- prosigue el reto Maritza-- ¿hoy?
− ¿Hoy?
− ¿No tenés miedo?
− Hoy, a media noche.

Sergio espera con algo de ansiedad la noche, no siente temor, apenas algunas reservas, en la noche los hombres hacen de otros hombres sus víctimas, no existe tal cosa como la casualidad, la muerte permanece agazapada a la espera, tras un recodo, carga tu hora, tu número no es aleatorio como la lotería, está marcado, y es que no puede ser de otra manera, abrí los ojos al dolor del mundo.

La vida de los hombres es sucesión continua; la luz y la oscuridad, el día y la noche; padres e hijos en un ciclo continuo que mimetiza la eternidad, apenas un espejo poblado de fantasmas de barro. Con el final la trama es revelada; arena del tiempo mustio, olvidado, hueso y carne macerados, vamos a hacer con los hombres el festín de todos los dioses.

El teléfono anunció la hora señalada, Sergio enciende el auto con desgano, quiere cancelar, pero el hombre está atado a su destino, lo tiene en el corazón, en las entrañas y bajo las uñas, no puede escaparse, ningún hombre tiene el poder de posponer su suerte.

Maritza lleva una cámara de vídeo, está dispuesta a grabar el encuentro con el fantasma que ella espera ver al final de la curva.

− Los muertos no tienen sustancia – explica Sergio – no pueden ser capturados en un vídeo.

Maritza ríe, la tecnología moderna ha superado la capacidad del ojo humano, si hay un fantasma lo capturará la cámara, de eso está convencida.

A lo lejos las campanas de una iglesia marcan la mitad de la noche, no le queda más que esperar, ésa es la lógica, en algún momento el fantasma regresará al lugar en donde entregó el alma a la muerte, eso dicen las adivinas de pueblo, es la tradición. Costumbre que este fantasma parece ignorar, ya que las horas transcurren en esa curva y el espectro no aparece.
− Es una noche perdida – exclama Sergio decepcionado.
− No está perdida, mirá el vídeo – invita Maritza a Sergio.

Sergio observa las dos horas de filmación, escucha a Maritza y de a
poco comprende que no están sus palabras.

-¿Ahora comprendés Sergio? Vos hace años que estás muerto.

Fantasmas caminando frente a mi

Iba a pasar un día en la montaña con 2 amigas cuando sucedió algo que me hizo cambiar y hacerme muchas preguntas.
Al llegar al monte deseado nos sentamos en el pórtico de una iglesia. Hablabamos tranquilamente cuando agaché la mirada y al mirar al frente lo ví todo en blanco y negro. Una mujer y un hombre ancianos caminaban de un lado a otro y se cruzaban en el camino como si no se vieran. Sus vestimentas eran antiguas y caminaban muy despacio sin levantar la vista del suelo. Al mirar a mi izquierda observé a otro anciano que se dirigía a mi pero caminando más rápido. No recuerdo bien su cara y no le ví los ojos en ningún momento, pero se dirigía a mi con paso firme. Volví a girar la cabeza y todo desapareció. Durante ese tiempo no sentía nada, ni miedo, ni nervios, ni cansancio. Era como si estuviera soñando. Mis amigas no vieron nada y no me creyeron, pero cuando volví a mirar al frente ví un cesped con 3 hendiduras con forma rectangular, como de ataúdes. ¿Quería decirme algo aquel anciano? No lo sé, pero no los he vuelto a ver más. Desde entonces sé que hay algo ahí que no conocemos, pero creo que será bueno. Pensando así soy más optimista y no veo la muerte como algo tan terrorífico.

La casa de los sustos

Muy cerca de donde vivo, hace ya algunos años, unos fanáticos del terror compraron una casona abandonada, muy grande y de estilo colonial, para hacer una verdadera casa de sustos.

Esa casa era muy famosa entre los buscadores de leyendas ya que se creía embrujada.

Tenía un verdadero aire espectral, nunca le pegaba el sol, su fachada de piedra gris producía escalofríos, era un ambiente muy propicio para los amantes del terror.

La casa fue la sensación, los comentarios de quienes salían espantados eran muy buenos, lo que hacía que todos quisiéramos entrar, algunos amigos juntamos el dinero para la entrada y nos aventuramos al espeluznante mundo del terror.

Como era de esperarse la casa era impresionante por dentro, con pisos de madera vieja que rechinaba al pisarla, paredes desgastadas con cenefas en lo alto, ventanas llenas de polvo y con cortinas de terciopelo raído, el olor a viejo daba un toque exquisito y la frialdad de aquel producía una sensación natural de miedo.

Para cada cuarto había una temática diferente, una perfecta ambientación, actores que de verdad daban miedo, iluminación muy escasa basada en velas, entrabas en grupo y se supone que cada cuarto tenía un guía que te explicaba la historia y desaparecía para dar paso a los actores que siempre lograban que salieras corriendo al otro cuarto.

Nos tomamos de las manos para no perdernos y en una de las corretizas entramos a un cuarto muy lúgubre, en medio un hombre viejo, con aspecto cansado y voz ronca nos recibió, nos advirtió que viviríamos una experiencia que nunca olvidaríamos, abrió otra puerta y nos invitó a pasar.

La puerta conducía a unas escaleras de caracol, seguramente para el servicio de la casa, y que llevaban directamente al sótano de la casa, al llegar el hombre nos indicó que nos relataría su propia historia, el sótano estaba lleno de muebles y cosas viejas apiladas dejando un pequeño pasillo por el cual caminaríamos, había telarañas por todos lados, sábanas rotas, en verdad era muy escalofriante y solo teníamos dos velas para guiarnos.

Llegamos a un espacio donde se encontraba una niña en el suelo, con palidez mortal, el maquillaje era increíble, esas ojeras y el color azulado de sus labios, se podía notar perfectamente las marcas negras en su pequeño cuello, excelente actriz, proyectaba una seriedad de piedra y sus ojos no desviaban la mirada hacia otro lado que no fueran los nuestros.

El hombre nos contó que era su hija, su princesa, la alegría en su vida, pero esas voces, esos demonios lo obligaron a ir con ella, la calidez corporal y la fragilidad de su cuello era tan tentador, inevitable, y su delicioso gesto de incredulidad y de terror.

Seguimos caminando y en otro espacio encontramos un viejo tocador de madera, y en el taburete una figura delgada, pálida, cepillando su áspero cabello largo, el escote en la espalda dejaba ver heridas profundas, su camisón teñido de sangre seca, su cara desfigurada por los cortes, en verdad era algo impactante.

De nuevo hombre contó que ella era su esposa, la compañera que había jurado estar con él en las buenas y en las malas, la que lo había traicionado al no creer en esos seres que habitaban en él, la que no despertó para detenerlo y evitar que asesinara a su hija, por ello bajo a la cocina, tomó el cuchillo más filoso y dio muerte a la traición.

Y al final del pasillo, de la nada apareció pegándonos el susto mayor, cayó casi encima de nosotros el cuerpo del hombre colgado de una soga atada a la tubería, suspendido, dando medios giros, que excelente maniquí, tan real, tan desesperante.

El hombre salió delante de nosotros y nos indicó una puerta, con su voz escalofriante nos agradeció haber escuchado su historia y nos advirtió que existen fuerzas malignas que rondan en busca de una víctima.

Salimos al costado de la casa, nos dirigimos a la entrada, un joven de staff tomo su radio e informó que nos había localizado, nos preguntaron por qué nos habíamos desviado del tour y dónde habíamos estado, nos extrañó mucho, les comentamos que el sótano nos había parecido sorprendente y se nos quedaron viendo muy raro, en el sótano se guardaba la utilería y controles, ahí no había ninguna atracción, incluso nos metieron a la casa y nos enseñaron que la puerta por donde entramos tenía un candado.

Ante nuestra increíble experiencia insistimos en bajar al sótano, donde no había nada, ellos decían la verdad, lo que habíamos visto ya no estaba, era imposible.

Durante los meses que estuvo abierta se reportó el mismo incidente en varias ocasiones, hasta que fue clausurada tras la muerte por paro cardíaco provocado por estrés en una joven, precisamente en el sótano.

Actualmente la casa se encuentra abandonada, alguien colocó una vieja sección de periódico en la que el titular anuncia un trágico asesinato y suicidio, en el pórtico se alcanza a ver una vela encendida, aunque los vecinos ignoran quien la prende o la cambia cuando se consume.

Yo evito pasar por ahí, y si tengo que hacerlo procuro mirar hacia otro lado, me invade el sentimiento y seguridad de que mi vista se posará en el lugar exacto donde la figura del hombre misterioso espera la llegada de algún visitante al cual contarle su historia. Por Sykanda.

Los fantasmas tambien tienen miedo

Esta es la historia de Laura y Yolanda, dos hermanas que, por la mañana recibieron la noticia de que su abuelita estaba gravemente hospitalizada y, como sus papas iban a pasar la noche con ella les dijeron que podian llamar una amiga para que durmieran juntas, mientras su papa estaba instalando una nueva cama, junto a las otras ellas fueron a llamar a su mejor amiga Elena. Ya por la noche, todas juntas acostadas oian los fuertes truenos de aquella noche de tormenta, cuando de repente se apago la luz, no pudieron evitar un grito, como estaban aterrorizadas, Laura (la mas valiente) les propuso que Elena (la mas miedosa) se pusiera en medio y las hermanas en las camas de al lado y luego a Elena se le ocurrio que estirasen las manos hasta tocarse unas con otras. Asi lo hicieron y cuando notaron el calor y el tacto de las manos a las que estaban cogidas durmieron tranquilamente. Al dia siguiente vinieron los padres a su habitacion y las vieron tumbadas y les preguntaron "¿que tal habeis pasado la noche, chicas?" y ellas contestaron "dormimos tranquilamente cogidas asi" y al estirar las manos pudieron ver que por mucho que estirasen jamas llegarian a tocarse, dieron un grito de sorpresa y Yolanda dijo "¡¡¡¿¿¿a quien o que hemos estado cogidas???!!!

La sombra


Muchas veces lo que nos parece sobrenatural nos asusta, porque no sabemos lo que es, no sabemos como podemos tratar algo que no entendemos, eso lo decía Daniela, que aún no sabe porque ciertas cosas ocurren de cierta manera.

Daniela siempre dormía pegada a la ventana de su cuarto, la luz de la luna le daba en la cara y para ella eso le daba una sensación de protección, pues dormir sola le da miedo.

La noche que sus padres se fueron a su segunda luna de miel, ella se quedo sola en casa, después de cenar y ver un poco la televisión deicidio irse a dormir. En el trayecto de la cocina a su cuarto tiene que pasar un pasillo estrecho y oscuro, a ella siempre de chica le dio miedo pasar por ahí, pero ahora tiene 20 años, apaga la luz de la cocina y mira hacia el pasillo.

-Que tonta Daniela, si no hay nada- se decía ella a si misma.

Al decir esto, camina lentamente por el oscuro pasillo, ya que no se ve nada, lleva su mano hacia al frente para buscar algún obstáculo con el cual pueda golpearse en el camino, de pronto observa como de la oscuridad surge una sombra humana más oscura que la oscuridad del propio pasillo, Daniela, asustada, rápidamente se regresa y prende la luz de la cocina.

Voltea al pasillo y la sombra se había ido, estaba muy asustada, pero aún así, pensó que era obra de su imaginación, apaga la luz y se dirige rápidamente a su cuarto, prende la luz y se acuesta en la cama.

Al cabo de un par de minutos le comienza a dar sueño, apaga la luz y comienza a descansar. La luz de la luna le daba en la cara, pero repentinamente la luz de la luna se desvanece, le comienza a dar miedo; abre un poco la persiana para ver que ocurre, pero lo que vio no era lo que quería ver, vio otra vez a la sombra del pasillo, alzando la mano como queriendo que Daniela fuera con ella, la sombra se comienza a acercar a la ventana, Daniela en un grito de terror prende la luz, la sombra nuevamente se ha ido.

Daniela está muy asustada, tiene prendida la luz de su cuarto y la tele, está decidida a no dormir, prefiere que amanezca para que salga la luz del día y que ilumine la casa entera.

El sueño la comienza a vencer, se le empiezan a cerrarle los ojos, de pronto cae rendida en la cama, olvidándose por completo de la sombra que la acecha.
De pronto, una voz la comienza a despertar.

-Daniela...
-Daniela...

Daniela escucha su nombre como si estuviera en un sueño, pero está demasiado dormida como para levantarse.
De pronto algo la toma de los hombros y la empieza a mover fuertemente, Daniela se despierta súbitamente, lo primero que ve es a la sombra tomándola y agitándola, Daniela no puede gritar, está muy asustada, de pronto la sombra la suelta, Daniela la observa fijamente, la sombra no tenía pies, y sus manos estaban como cubiertas con una túnica larga igual de negra que ella.

De pronto, la sombra alza la mano y le indica la puerta, Daniela se da cuenta de que está entrando humo al cuarto, abre la puerta y todo el humo le cae en la cara, su casa se esta incendiando, no sabe como pasó eso, el fuego esta tomando gran parte de la casa. Daniela observa como las llamas del fuego toman gran parte de su casa, fotos de su niñez, con sus padres, de sus quince años, ahora solo lo que hace es correr a la puerta de la sala.

Ahora está a salvo, en la calle, los vecinos ya estaban afuera, pero ninguno tuvo el valor de entrar y ya habían llamado a los bomberos. El fuego fue detenido minutos después, la casa de Daniela quedó muy dañada, muchas cosas se perdieron, a excepción de lo más importante, su vida.

Daniela avisa a los padres desde la casa de un vecino, al colgar ve a la sombra parada frente a ella, estática, sin hacer nada, de pronto se desvanece, a Daniela le sale la única palabra que pudo decir.

-Gracias.

Muchas veces las cosas que nos pasan, aunque no entendamos porque suceden así es para bien nuestro, pero también muchas veces, lamentablemente, es para mal.

Nueve veces Verónica

Nueve veces Veronica
Esto es justo lo que nunca debes hacer: ponerte frente al espejo y repetir nueve veces seguidas el nombre de Veronica.
No serías el primero que se rie al conocer esta historia, que lleva circulando por el mundo desde hace varias décadas. Muchos antes que tu han pensado que se trataba de un cuento chino y se han burlado, pero otras personas aseguran que quienes no han hecho caso de la advertencia y han aceptado el desafí o, han cargado con una maldición terrible.
¿Quien es Veronica? O mejor dicho: ¿quien era? Se trataba de una chica de 14 años que, estando en el pueblo con sus amigos, hizo espiritismo en una casa abandonada. Todo el mundo sabe que es algo tremendamente peligroso y que jamás debe tomarse como un juego. Ella no siguió las reglas de los fantasmas, se burló durante toda la invocación y una silla que había en la habitación cobró vida y la golpeó mortalmente en la cabeza.
Sin embargo, Verónica aun no descansa en paz. Su espi ritu esta condenado y vaga buscando venganza entre aquellos que no saben respetar el Mas Alla¡, como le sucedía a ella en la vida real.
Ana era una chica de la edad de Verónica que conoció la leyenda en su instituto. Sus amigos la picaron, diciendole que no se atrevía a decir \'Veronica\' nueve veces ante el espejo. A ella le daba miedo, pero venció su terror porque le avergonzaba quedar mal ante todo el mundo. Una compañera fue a los servicios de esa planta del instituto para comprobar, entre risas, si cumplía la prueba.
Lo hizo, no paso nada y el grupo lo olvidó enseguida. Menos Ana. Para ella la auténtica pesadilla comenzó esa misma noche. Estaba en la cama, cuando un sonido la despertó. No se trataba de un estrépito, sino de una especie de susurro indescifrable que oía cerca de la nuca, mientras sentía como si alguien respirara en su cuello. Aterrada, se levantó y encendió la luz. Alli solo estaba ella. A pesar de eso, no pudo dormir en toda la noche. Al diía siguiente, no se atrevió a contarselo a nadie. Estaba muerta de miedo, y en medio de la clase tuvo que salir al servicio para mojarse la cara y despejarse. Pero cuando entró al baño, hací a mucho frí o (como estaban en invierno no le dió importancia) y una capa de vaho cubría el espejo. Ana lo limpió con la mano para comprobar horrorizada que tras ella habí a una chica que no había visto jamás, con una expresión de espanto y sangre en la cabeza. Fue solo un instante. Cuando se volvió a mirar, ya no habí a nadie. Ana rió nerviosamente, pensando que todo era fruto de su imaginación, los nervios y el cansancio. Sin embargo, cuando se volvió hacia el espejo vio algo que la dejo helada. Al borrarse el vaho una frase habi a permanecido escrita: \'Soy Verónica. No debiste invitarme a volver\'.
Ana no pudo soportarlo. Hoy pasa sus dias encerrada en un manicomio, y solo habla para jurar y perjurar que el fantasma de Verónica la sigue atormentando.

El Diablo en El Espejo

Bueno, aquí comienza mi relato, que le ha ocurrido a un amigo mío.

Estabamos todos tomando unas copas en un bar de Oviedo, mi ciudad. Estabamos de risas y bebiendo lo normal, cuando apareció un chaval moreno, de unos 16 años, como nosotros. Pablo, uno de mis amigos que allí se encontraban, le saludó, puesto que eran amigos. Se sentó con nosotros y hablamos durante unas horas.

Al cabo de unas, más o menos, 3 horas, el tema de conversación pasó a ser historias de miedo, puesto que ya había anochecido y nos encontrabamos ahora en un botellón en un descampado. Nos contabamos historias terroríficas y acabamos realmente asustados. Entonces Safías, el chaval gótico amigo de Pablo, dijo que conocía una forma de ver al Diablo. Le escuchamos con, la verdad, una atención de cuando te cuentan un chiste. El procedimiento que hay que seguir es el siguiente:

(Textualmente)"En Nochebuena, justamente a las 12 de la noche, el Diablo hace la inspección en la Tierra, la única en el año, así que si queremos verle tiene que ser ese mismo día a esa misma hora. Vete al baño, puesto que es el lugar más propicio para realizar el evento, y cierra la puerta. Enciende 12 velas, al poder ser negras, y situate enfrente del espejo. Cuando quede poco para que sean las 12, cierra los ojos y situate, como dije antes, enfrente del espejo. Mantenlos cerrados hasta que quede solo una campanada de las doce que debe sonar. En ese segundo verás al Diablo en el espejo"

Todos nos lo tomamos a broma, pero David, otro amigo con el mayor valo que he visto nunca, dijo que lo haría sin problema. Estabamos a 20 de Diciembre, así que en cuatro días lo haría, solo pedía que hubiese un testigo, y que sería en su casa. Ese testigo fui yo.

24 de Diciembre, las 23:55. Todo preparado y nadie que nos moleste. Entró David solo, yo tengo mucho miedo a esas cosas. Se cerró la puerta y esperé sentado afuera. Las campanadas sonaron, y yo estaba al acecho de que algún ser estuviese espiando para darme un susto, pero no pasó nada. Suspiré, aliviado, y llamé a Pablo. No contestó. Atemorizado, abrí la puerta de un golpe, y encontré a David en el suelo, agarrandose el corazón. Y en el aire se olía el inconfundible rastro del azufre. Llamé a la ambulancia a toda prisa y como pude, y se lo llevaron al hospital.

Le diagnosticaron un infarto al corazón a causa de un sobresalto, una crisis nerviosa. Yo no pude dormir durante meses, hasta que fui tratado por un psicólogo. Cuando por fin David se recuperó, me dijo a mí sus primeras palabras:

"Lo he visto . . . Tengo mucho miedo"

Ahora ya he conseguido dormir, pero david no es ya el mismo. Recuperó algo de su vitalidad, pero aún se le nota muy apagado, triste. Dicen que es porque el infarto lo deja a uno mal. No fue eso: fue lo que vió en el espejo. Y estará así hasta que se muera

>FüEL

Quien esta debajo de la cuna???

Era una familia de solo tres integrantes, cuya única hija sufría de ceguera, como único amigo tenia un perro y este perro lo criaron desde cachorro era el entretenimiento de la pequeña la ayudaba a mantenerse ocupada en la casona donde vivía, que por cierto era una de esas casas antiguas en el centro de lima, muy oscuras y tenebrosas.

Siempre ella se quedaba dormida acariciando a su perro que también descansaba debajo de su cuna, cuando ella se despertaba por las noches por un mal sueño o por frío siempre bajaba su mano y acariciaba a su perro para sentirse más tranquila... también su perro cuando sentía lo mismo emitía sonidos muy suaves para que la niña lo acaricie.

Una noche de halloween ella quería salir a pedir caramelos, pero los padres se opusieron por el estado en el que ella sufría por su enfermedad,

Ella subió al cuarto y cerro la puerta muy molesta y maldijo al cielo por haber nacido ciega,

Esa noche sus padres tenían una reunión con algunos amigos y se quedarían acompañándolos hasta una hora prudente para después descansar.

La niña media adormecida por el sueño, escucho que su perro la llamaba debajo de la cuna, ella bajo el brazo para acariciar a su perro, lo sintió y sintió que estaba acomodandose dando quejidos pequeños pero poco comunes y siguió descansando.

A la mañana siguiente los padres entraron al cuarto y en el espejo de su cuarto encontraron pintado con sangre, sabes quien esta debajo de la cuna???

Al volver la mirada encontraron al pobre perro desgarrado y muerto debajo de la cuna.

Nunca hablaron con la niña al respecto, ni se sabe que paso con el animal debajo de la cuna ni quien le hizo eso ???.........

Y tu sabes quien esta debajo de la cuna ????

la puerta del cementerio

"Soy una chica de Cartagena, me llamo Desireé y voy contar esta historia que me paso a mi y a mis amigas una noche de Carnaval.

Antes de ir con la historia quisiera decir que soy una chica a la que le encantan todo lo que tenga que ver con el miedo,los espiritus,las cosas paranormales.A mi ya me ha ocurrido varias cosas, la gente me dice que es un don que tengo porque puedo ver los espiritus y sentir buenas o malas vibraciones.

El caso es que estábamos yo, mi amiga Laura, Vanessa, Yolanda y Patricia. Era Carnaval y en el pueblo donde veraneo hay mucha marcha, además la gente se queda a vivir todo el año.

Pues bien,ya teniamos planeado que esa noche queriamos hacer algo interesante, y pensamos en hacer la tabla de ouija. Al principio todas ibamos muy decididas pero conforme llegaba la hora más temiamos ese momento. El caso es que a las 21:00 horas salimos del pueblo con las bicis y nos fuimos a un cementerio muy, muy lejano del pueblo que está justo detras de una montaña escalofriante. Cuando llegamos aún no era la hora así que comenzamos a explorar el cementerio.

Cogimos las linternas y exploramos las tumbas. En aquel cementerio las tumbas tienen el nombre, la edad y la razon de porque se ha muerto cada persona. Estuvimos leyendo algunas y habian muchas interesantes como casos de asesinatos, suicidios...

El caso es que yo tropece con algo que estaba en el suelo. Empecé a cavar y pude ver que era una tumba enterrada
y comencé a leer enfocando con la linterna. Aquella tumba era la de un hombre que se llamaba Lucifarto, que tenia 35 años
y en la tumba ponia que la causa de la muerte es que era que se suicidó por que los espíritus se lo mandaron. Lo más sorprendente es que abajo del texto estaba el numero 666. Estaba todo oscuro, estabámos muy asustadas pero aún así quisimos seguir con el reto. Nos pusimos al lado de aquella tumba sacamos la tabla...

Invocamos a Lucifarto y nos dijo que nos fueramos y que lo dejaramos en paz. Nosotras no le hicimos caso y seguimos insistiendo, entonces fue cuando nos amenazó de muerte, rompió el vaso, la tabla salio volando... Nosotras bastante asustadas cogimos las bicicletas y nos fuimos, pero vimos que la puerta estaba ¡¡cerrada!!

¿Quién la podria haber cerrado si en ese cementerio los sábados
no hay guardia? El caso es que estabamos aterradas y atrapadas, entonces decidimos saltar. Pero tambien se nos presentaron más obstáculos, pues a mi amiga Yolanda no la dejaba salir. Estábamos ya todas fuera menos ella. No podia salir así que nos fuimos todas a buscar a mi madre y a gente que nos ayudara y a la pobre Yolanda la dejamos sola. Fue un trauma para ella y para todas.

El caso es que cuando abrimos entre todos la puerta tampoco podía salir: Entrábamos y saliamos todos, pero ella no podía. Todos estábamos bastante nerviosos hasta que mi madre cogió a mi amiga en brazos y la consiguió sacar de aquella terrible pesadilla.

Esta historia salió en el periodico del pueblo, junto a nuestra foto. Desde entonces ni se nos ha ocurrido hacer la ouija ni nos hemos atrevido a acercarnos por aquel cementerio.Cada vez que recordamos esta historia nos entra auténtico terror."

La chica que hace autoestop

Se cuenta, por la poca gente que ha logrado sobrevivir, que en una carretera al este de españa, llamada el port de albaida, las noches dnd esta se encuentra pracicamente desierta, se ve una chica con vestido y pelo largo haciendo autoestop. Se la ve indefensa y como causa pena, nadie duda en parar. La chica sube siempre en el asiento trasero, y al llegar a una curva que esta a pocos metros dice: " En esta curva me mate yo" esbozando un aterrador chillido por el cual el conductor gira la cabeza para mirarla y ve, para su sorpresa, que la chica a desaparecido. Entonces, atonito por lo sucedido, pierde el control del automovil y se desprende por el barranco.
Se cuenta que esta chica es un alma en pena que lo unico que pretende es provocar accidentes para que la gente sepa lo que ella sufrio.
No se si tendras la oportunidad de viajar por esta carretera, pero si lo haces, simplemente te dire un consejo: No pares a nadie, por mucha pena que te cause...

Sara y Jennifer

Sara y Jenifer

Esta historia pasó hace muchos años en un lugar alejado de la ciudad, en un pueblo de Nueva Jersey (EEUU). No se sabe si lo que pasó fue verdad o si es sólo una leyenda; pero los inquilinos que ahora viven en la casa donde ocurrió la desgracia dicen que a veces por las noches oyen los gritos de una chica y los llantos de otra chica, de voz parecida a la de la primera, pero más bonita y clara, como si fueran las voces de dos hermanas adolescentes.
Bueno; el caso es que, hace 40 ó 50 años atrás, en una casa grande de un pueblo de Nueva Jersey, vivía un feliz matrimonio con dos hijas de la misma edad, Sarah y Jeniffer, unas adolescentes de 16 y 17 años (Jeniffer era la mayor).
Era una familia que lo tenía todo; amor, bastante dinero... los padres creían que eran la familia perfecta, pero ignoraban algo respecto a sus hijas: el gran odio que Sarah sentía hacia Jeniffer. Le tenía una gran envidia a su hermana; ya que era más guapa, más alta, tenía más suerte con los chicos, era admirada por todos, tenía una voz más bonita, era la más popular, era la mayor de ellas dos... pero había algo que Sarah envidiaba muchísimo a Jeniffer, mucho más que cualquier otra cosa: sus ojos. Jeniffer no era vanidosa ni soberbia, pero no podía evitar decir que sus ojos eran su mayor orgullo, estaba orgullosísima de ellos, no paraba de alucinar con sus ojos, y es que eran perfectos: de un azul claro precioso, brillantes... y todos la admiraban por eso, todo el mundo le comentaba que tenía unos ojos preciosos.
El caso es que una tarde Sarah se quedó pensando en su cuarto sobre cómo podría destruir a su hermana Jeniffer, ya que la odiaba mucho, y se le ocurrió una idea bastante cruel y sanguinaria, aunque no era raro porque Sarah estaba volviéndose loca y enferma mental. Su principal objetivo era hacer que los ojos de Jeniffer dejaran de molestarla con su belleza, y que de paso Jeniffer dejara de ser la mejor en todo. Mientras Sarah se quedó en la casa preparando y materializando su plan, Jeniffer estaba dando una vuelta con las amigas por la ciudad, y los padres se habían ido al cine y al teatro, así que fue la ocasión perfecta para trazar su plan sin que nadie la viera.
Pasaron las horas, pasaron y pasaron, y se hizo de noche. Eran las 10:00. Jeniffer estaba yendo hacia su casa. Venía muy contenta y sonriente. Entró muy rápido en su casa sin mirar a su alrededor. Fue a su cuarto y se encontró con su cuadro de comunión roto y tirado en el suelo. Después empezó a recibir unas llamadas. Era alguien amenazándola con arrancarle los ojos y con destripar a su club de fans. La voz le resultaba conocida. Jeniffer se estaba asustando muchísimo, y también oía gritos fuera de la casa. Era Sarah, que lo hacía para asustarla más.
Diez minutos después, Jeniffer salió de la casa, y, nada más salir, se detuvo. Su boca se secó. Su corazón se paró. Se quedó de piedra con lo que vió. Lo que había visto era tan enormemente horrrible, tan orroroso, que se arrancó los ojos para no ver más. Era su propia hermana ahorcada de un árbol con tres puñaladas en el vientre y mirándola directamente a los ojos. Las ideas de la desquiciada Sarah habían quedado muy claras, y su venganza se había cumplido. Estuvo dispuesta a morir a cambio de que Jeniffer perdiera su felicidad, y, sobre todo, su mayor tesoro: sos ojos.

LA MUÑECA DIABOLICA

Conocia a Don Servando desde mi mas tierna infancia, era el Parroco del pueblo, un hombre afable y dedicado por completo a su labor pastoral, pero a la vez, era de esa clase de curas permisivos que no solo se ocupan de repetir hasta la saciedad el consabido discurso acerca de la religion ortodoxs y oficial, es mas, era un hombre al que le encantaba prestar libros acerca de antiguas culturas ya extintas y yo apreciaba mucho sus extensos conocimientos acerca del tema, asi que solia acudir a su casa cuando salia de clases para pedirle prestados aquellos preciados libros que tanto me gustaba leer...

La biblioteca de Don Servando era enorme y contenia infinidad de libros de filosofia, historia y mitologia (estos ultimos mis favoritos), todos ellos ordenados en lujosas estanterias adornadas por pequeñas figuras de porcelana...

En una de mis ocasionales visitas, me encontre mirando detenidamente a una muñeca de porcelana, vestida a la usanza victoriana...Era una obra singular, a la vez "inocente", pero con un halo inquietante...decidi verla mas de cerca y alarge mi mano para tomarla de su lugar, pero la aguda e imperiosa voz de Don Servando me sobresalto:

- No toques esa muñeca!!!, bajo ningun concepto la toques...- Bramaba fuera de si- Ha quedado claro???.

Sobresaltado asenti con la cabeza y me dispuse a abandonar la biblioteca, pero Don Servando me tomo del brazo y ya con gesto mas amable me relato la historia que paso a contarles...

A mediados del siglo XIX habito en el pueblo una dama de noble familia (o al menos de gente de posicion acomodada) que desde niña resalto por su exquisita educacion, tanto como por su hemosura. Como era de esperar, a tan noble dama, nunca le faltaron pretendientes, y como era costumbre en la epoca, se intento por parte de sus tutores el acordar un matrimoni ventajoso. Se dice que la dama se caso con un adinerado caballero que habia hecho fortuna en las americas,aunque dicen que ella no lo amaba, y que en secreto su corazon ardia por un joven del pueblo que no era de tan alta posicion como para poder siquiera pretenderla. De esta manera, la desdichada dama se consumia a causa de su amor clandestino, y de una poco afortunada vida matrimonial, ya que su esposo viajaba frecuentemente a america y la dejaba sola, incluso de el se dijo que poseia varias amantes... Segun cuentan, la dama nunca concibio hijo alguno de su esposo, ni tampoco del amante que tenia (que fallecio ahogado en la mar), asi que poco a poco, se fue marchitando en soledad, hasta que quedo por fin viuda....

Sola y ya con una avanzada edad, le dio por añorar los hijos que nunca habia tenido, asi que se aficiono a coleccionar muñecas de porcelana de la epoca. Segun el relato del cura, la pobre mujer acabo por perder el juicio en sus anhelos por tener un hijo que ya nadie podia darla, ni ella misma podia concebir. Asi que, en su locura, escogio a la muñeca mas perfecta de las que poseia, y la bautizo segun sus creencias cristianas....

De este modo, un alma inocente descendio de los cielos, y no encontro cuerpo mortal donde alojarse, asi que quedo presa en la muñeca...

Dicen que la anciana dama fallecio presa de unas fiebres y con delirios y su casa pasó a manos de su parentela. Pero nadie pudo acomodarse en ella, al parecer los llantos de una niña no cesaban de oirse todas las noches en todas las estancias de la casa...Estos llantos se convertian en agresiones fantasmales si habia niños en la casa... Nadie habia conseguido pues establecerse en la casa en muchas generaciones, asi que poco a poco, la lujosa mansion quedo en ruinas...

Pero aun entre ellas, habitaba el espiritu de la niña...Hasta que para poder derruir la casa y construir en el solar un nuevo edificio, se hizo llamar a un cura, para que bendijese los terrenos...

Milagrosamente intacta de la demolicion de la casa, se extrajo una muñeca de porcelana, pulcra y limpia como si el derrumbe nunca la hubiese afectado. Una muñeca que portaba desgracia a todo aquel que la poseia, y de la que nadie podia deshacerse sin sufrir toda clase de calamidades...

De este modo, concluyo don Servando su relato...contandome que la muñeca reposa en el unico lugar donde puede descansar de su busqueda de paz y ser mantenida bajo control...en la casa de un siervo de dios.

Me fui a casa con un amargo sentimiento de pena, pensando en cuantos siglos le quedan de penas a un alma inocente que espera el dia del juicio para su reposo...Nunca ha nacido, ni puede morir...Segun la teologia cristiana, esa es su unica forma de reposo eterno...

AMEN (asi sea!!!)

Blind Maiden

Tal vez se trate solo de eso,de una nueva Leyenda Urbana,pero de no ser así, nos encontrariamos ante un suceso escalofriantemente desconcertante que nos llevaría,una vez más, a la terrible conclusión de que no existen límites ni fronteras para el horror.Un horror que se adapta camaleónicamente a los tiempos y se vale de todos sus eventos para manifestarse ante nosotros.
Son muchos los que cuentan haber entrado en una página web llamada www.blindmaiden.com (blind maiden significa doncella ciega).Normalmente,si pretendes acceder a ella,por más que lo intentes,tu explorador no te lo permitirá ya que para hacerlo deberás cumplir tres condiciones.Encontrarte completamente solo,hacerlo exactamente en la medianoche de un dia sin luna y tener apagadas todas las luces de la casa.Entonces,solo entonces se te permitirá el acceso.Una vez dentro,enseguida tras un impactante viaje por las imágenes que ofrece,sin necesidad de que nadie te explique nada, comprenderás,como dice el slogan de presentación de la página,que estarás ante \'una experiencia real de horror absoluto\'.Tendrás que emplear tus cincos sentidos y poner especial cuidado en no clicquear,ni por error,el botón de \'Aceptar\' en participar activamente en la experiencia.Si asi lo hicieses seria tu fin y quedarias transformado en una imagen más del amplio archivo de incautos que,antes que tu,osaron,tal vez incrédulos,tal vez curiosos,a probar esta experiencia.Pero ¿que es lo que se supone que ocurre una vez que haces clic sobre aquel botón? Para tu sorpresa y horror observarás en tu monitor como una siniestra silueta se pasea... por tu propia casa!!! Querrás despertar de lo que desearás que sea una pesadilla cuando veas como ese espectro se acerca y entra en la misma habitación en la que te encuentras... te verás en tu monitor a ti mismo,de espaldas...entonces sentirás su presencia detrás de ti... te girarás no pudiéndolo soportar más y... lo último que verás,antes de morir,será el rostro de la doncella ciega que,despiadadamente te arrancará los ojos... Como he dicho al principio,a mi,no me consta que sea verdad,y sinceramente,no pienso comprobarlo...si,lo reconozco,me da mucho miedo...pero yo les paso el reto a ustedes.¿Te atreves a comprobarlo?¿Se trata de una Leyenda Urbana,un montaje?,o una terrible realidad...

El Origen de la Llorona

Sin duda una de las historias de miedo mas antigua y popular en México es la leyenda de La Llorona, la cual habla de una mujer de blanco que pasea por las calles de la ciudad exclamando ¡Ayyyyy Mis hijos! Tristemente el folclor y la historia en si, se han ido perdiendo con el tiempo a tal grado que llegan a contarla o platicarla de manera lacónica y en menos de 1 minuto como yo lo hice en las primeras letras de este escrito.

Incluso en Internet es difícil encontrar información completa de esta leyenda, una de las páginas con mayor información (www.lallorona.com) esta en ingles (irónico ¿verdad?). Sin embargo existen tantas y tan ricas variaciones de la leyenda que me he propuesto recopilarlas con la intención que no queden en el olvido. Pasemos pues a la Leyenda.

En la época del Ahuizotl (aproximadamente en el año 1502) se avistaba en el lago de Texcoco una figura blanca, casi espectral la cual daba tremendos gritos y lamentos que se extendían en el agua, y se escuchaban en los templos, asi como en el Teocali palacio del emperador Moctezuma o Montezuma:

Los cuatros sacerdotes aguardaban espectrantes.

Sus ojillos vivaces iban del cielo estrellado en donde señoreaba la gran luna blanca, al espejo argentino del lago de Texcoco, en donde las bandadas de patos silenciosos bajaban en busca de los gordos ajolotes.

Después confrontaban el movimiento de las constelaciones estelares para determinar la hora, con sus profundos conocimientos de la astronomía.
De pronto estalló el grito....Era un alarido lastimoso, hiriente, sobrecogedor. Un sonido agudo como escapado de la garganta de una mujer en agonía. El grito se fue extendiendo sobre el agua, rebotando contra los montes y enroscándose en las alfardas y en los taludes de los templos, rebotó en el Gran Teocali dedicado al Dios Huitzilopochtli, que comenzara a construir Tizoc en 1481 para terminarlo Ahuizotl en 1502 si las crónicas antiguas han sido bien interpretadas y parecio quedar flotando en el maravilloso palacio del entonces Emperador Moctezuma Xocoyótzin.

-- Es Cihuacoatl! -- exclamó el más viejo de los cuatro sacerdotes que aguardaban el portento.

-- La Diosa ha salido de las aguas y bajado de la montaña para prevenirnos nuevamente --, agregó el otro interrogador de las estrellas y la noche.

Subieron al lugar más alto del templo y pudieron ver hacia el oriente una figura blanca, con el pelo peinado de tal modo que parecía llevar en la frente dos pequeños cornezuelos, arrastrando o flotando una cauda de tela tan vaporosa que jugueteaba con el fresco de la noche plenilunar.

Cuando se hubo opacado el grito y sus ecos se perdieron a lo lejos, por el rumbo del señorío de Texcocan todo quedó en silencio, sombras ominosas huyeron hacias las aguas hasta que el pavor fue roto por algo que los sacerdotes primero y después Fray Bernandino de Sahagún interpretaron de este modo:

"...Hijos míos... amados hijos del Anáhuac, vuestra destrucción está próxima...."

Venía otra sarta de lamentos igualmente dolorosos y conmovedores, para decir, cuando ya se alejaba hacia la colina que cubría las faldas de los montes:

"...A dónde iréis.... a dónde os podré llevar para que escapéis a tan funesto destino.... hijos míos, estáis a punto de perderos..."

Al oir estas palabras que más tarde comprobaron los augures, los cuatro sacerdotes estuvieron de acuerdo en que aquella fantasmal aparición que llenaba de terror a las gentes de la gran Tenochtitlán, era la misma Diosa Cihuacoatl, la deidad protectora de la raza, aquella buena madre que había heredado a los dioses para finalmentente depositar su poder y sabiduría en Tilpotoncátzin en ese tiempo poseedor de su dignidad sacerdotal.

El emperador Moctezuma Xocoyótzin se atuzó el bigote ralo que parecía escurrirle por la comisura de sus labios, se alisó con una mano la barba de pelos escasos y entrecanos y clavó sus ojillos vivaces aunque tímidos, en el viejo códice dibujado sobre la atezada superficie de amatl y que se guardaba en los archivos del imperio tal vez desde los tiempos de Itzcoatl y Tlacaelel.

El emperador Moctezuma, como todos los que no están iniciados en el conocimiento de la hierática escritura, sólo miraba con asombro los códices multicolores, hasta que los sacerdotes, después de hacer una reverencia, le interpretaron lo allí escrito.

---Señor, -- le dijeron --, estos viejos anuales nos hablan de que la Diosa Cihuacoatl aparecerá según el sexto pronóstico de los agoreros, para anunciarnos la destrucción de vuestro imperio.

Dicen aquí los sabios más sabios y más antiguos que nosotros, que hombres extraños vendrán por el Oriente y sojuzgarán a tu pueblo y a ti mismo y tú y los tuyos serán de muchos lloros y grandes penas y que tu raza desaparecerá devorada y nuestros dioses humillados por otros dioses más poderosos.

--- Dioses más poderosos que nuestro Dios Huitzilopochtli, y que el Gran Destructor Tezcatlipoca y que nuestros formidables dioses de la guerra y de la sangre? -- preguntó Moctezuma bajando la cabeza con temor y humildad.

--- Así lo dicen los sabios y los sacerdotes más sabios y más viejos que nosotros, señor. Por eso la Diosa Cihuacoatl vaga por el anáhuac lanzando lloros y arrastrando penas, gritando para que oigan quienes sepan oír, las desdichas que han de llegar muy pronto a vuestro Imperio.
Moctezuma guardó silencio y se quedó pensativo, hundido en su gran trono de alabastro y esmeraldas; entonces los cuatro sacerdotes volvieron a doblar los pasmosos códices y se retiraron también en silencio, para ir a depositar de nuevo en los archivos imperiales, aquello que dejaron escrito los más sabios y más viejos.

Aquellos hombres de Oriente no eran mas que los españoles dirigidos por Hernan Cortez y despues de la caída de Tenochtitlán tanto aztecas como los pueblos subyugados por ellos sufrirían las mas grandes atrocidades jamas vistas. Las mujeres serían violadas, los hombres asesinados y sus dioses olvidados a excepción de La llorona...

Vanesa

Vanessa, es una joven de Gijón que estudia Terapia ocupacional en la Universidad de Talavera. Junto con otras dos chicas alquiló un piso en la calle de los Templarios para que los gastos fueran menores.
Durante el segundo curso, Vanessa suspendió dos asignaturas y sus padres le enviaron el mes de agosto para estudiar. Una noche de verano en la que estaba sola, cuatro golpes secos sonaron a su puerta. Vanessa creyó que se trataba de algún amigo con el que salir a tomarse una copa, pero se trataba de una niña de alrededor de siete años.
La niña, de hermosos tirabuzones rubios y grandes ojos castaños miró a Vanessa y le dijo que se había perdido. Vanessa le dejó entrar, le preparó un vaso de leche y le dijo que iban a ir a la policía. Verónica le rogó que no lo hiciera esa noche pues tenía mucho sueño y quería dormir. Vanessa accedió y le preparó la cama. Por la mañana temprano cuando Vanessa iba a llevarla a la policía, entró en el cuarto y vio que la niña, llamada Verónica, no estaba.
Un año después en idéntica situación, la niña volvió a aparecer. Parecía que no había crecido nada. De nuevo Vanessa le preparó la cena y le dejó dormir pero al día siguiente Verónica volvió a desaparecer sin dejar rastro. Vanessa fue a la policía y dio todos los datos de la chiquilla pero no se habían producido denuncias ni nadie había reclamado una desaparición. Tras dar muchas vueltas, Vanessa llegó al Hospital de San Prudencio. Un hospicio para niños y niñas huérfanos. Allí la madre Sonsoles, le explicó que no tenían ninguna niña de esas características. Justo cuando se disponía a salir Vanessa del lugar, otra monja llegó con un calendario de dos cursos atrás. Allí estaba la foto de Verónica, tal y como Vanessa le había visto. - Sí ¡es ella! - gritó. Las dos monjas se miraron extrañadas - Verónica murió hace dos años.
Aquella noche, cuatro golpes secos sonaron en la puerta de Vanessa. La muchacha observó por la mirilla de la puerta. Allí estaba de nuevo Verónica, con los brazos cruzados y cara de enfadada. - Has tardado mucho en abrirme, tengo hambre y sueño - Dijo la niña. Vanessa aterrada preparó todo como lo había hecho habitualmente. Cuando acostó a Verónica no pudo soportar el terror y entró despacio a su habitación. La niña estaba totalmente arropada. Vanessa retiró la sábana y bajo ella, como un suspiró pareció desvanecerse un cuerpecito en una nube. Sobre la almohada, con letra infantil y varias faltas había una nota "Gracias por la leche y los dulces, ahora tengo que irme a llevar al infierno a las otras tres chicas que no me dejaron entrar a sus casas."

El septimo piso

Esto es real es más que una leyenda urbana. La locura es muy peligrosa en esta y en la otra vida.

Bien se sabe que en los hospitales hay muchas historias pues es un umbral de la muerte, mientras se esta acostado en una camilla personas con batas blancas a tu alrededor de ellos tienen el control de tu vida y cada decisión que toman puede ser benéficas o fatales para ti.

La historia comienza en un séptimo piso de un hospital en Monterrey (México), todo era normal nada fuera de lo común pero un día una enfermera sufrió la perdida de su esposo e hijos, dejándola sola llegó a pensar que había ocurrido por estar demasiado tiempo atendiendo a los enfermos.

Ella culpaba a los enfermos por su pérdida, buscó venganza en cada habitación y la situación de salud de los pacientes empeoraba y morían uno tras otro. Nadie sabía que es lo que ocasionaba la muerte de los pacientes.

Un día un doctor sorprendió a esta enfermera suministrando un medicamento dañino a un paciente, trató de detenerla pero ella se dio a la fuga, en su intento de escapar no encontró salida y se refugió en el cuarto de limpieza, se ocultó en la esquina de aquel cuarto y se cortó las venas, se suicidó.

Pasó el tiempo y todo paciente que era atendido en el séptimo piso moría por situaciones desconocidas; un paciente grito histéricamente, fue atendido de inmediato al verlo el estaba aterrorizado pues dijo haber visto una enfermera con aspecto pálido, varios pacientes doctores y enfermeras habían visto lo mismo. Así que los dueños del hospital no tuvieron más remedio que clausurar el séptimo piso.

Esto es real, aun el piso esta clausurado y si vas por el elevador al presionar el numero 7 hace caso omiso y no se puede parar en la planta. Por las escaleras las puertas están selladas para que nadie pase...

La chica

Era una noche fría, nosotros temblábamos, cuando de prono, a Joel (mi hermano) se le ocurrió ir a bailar, todos aceptamos.

Eran las 8:30 cuando llegamos al baile. Yo con mi novia bailamos, mientras que Joel estaba sentado mirando el techo. Entró al lugar una bella chica, mi hermano la había invitado a bailar. Bailaron 10 minutos, porque ella estaba casi muerta de frío, y mi hermano ya había entrado en calor, entonces mi hermano le dio su campera y la chica a mi hermano le dio sus documentos porque no tenía bolsillos en su ropa.

Bailamos hasta las 11:53:28, de pronto, mientras que mi hermano estaba comprando bebidas para los 4; hubo un apagón...Todos gritamos, luego volvió la luz, mi hermano trajo las cocas y se fue a buscar a Amelie (la nueva chica de el). Pero ella ya no estaba, y eran las 12:00:00.

Al día siguiente a las 15:00:00, fui con mi hermano a la casa de Amelie, la dirección la supimos gracias a que ella nos había dado el documento.

Llegamos a la casa, y le comentamos lo sucedido a la madre, quien dijo:
- Pero chicos esto es imposible, Amelie murió el otro sábado a las 11:53:28 de la noche-.
Fuimos a su tumba, y allí estaba la campera de mi hermano toda fría y la tumba escavada como si la hubiesen escavado hacia media hora.

El cementerio quedaba a 11 cuadras del lugar de los hechos, y su madre contó que su hija puede ser que este buscando a una víctima...

Misteriosa casa

este hecho ocurrió en un punto de mi país, Chile( no voy a dar datos acerca de donde nos ocurrió ésto, es por un pacto que hicimos), eramos un grupo de amigos en la cual uno de nosotros sobresalía mucho en cuanto a hacernos reír y además él era muy valiente en diferentes dificultades que se nos presentaba, estabamos acampando en un lugar de noche en medio de una fogata, cantando y contando diferentes historias graciosas que nos ha pasado en nuestras vidas, a mi me dio ganas de orinar y me fui a un lugar alejado, acompañado de mi sobresaliente amigo, cuando estabamos orinando, de pronto vimos una imagen que estaba justo al frente de nosotros, no sabíamos que es lo que era, era como una sombra que nos acechaba mirandonos, de primera nos atemorizamos, pero después mi amigo se largó a reir diciendo que era solamente un animal asustando, y fue en busca de él, yo asombrado por ésta determinación me quedé esperandolo, y volvió despues de media hora, siempre con su sonrisa a flor de piel, y me dijo justamente que era una codorniz que estaba asustada, bueno, después al volver al grupo, éstos nos dijeron que habia una imagen que los estaban mirando, y esa imagen era la misma que habiamos visto nosotros, pero ellos dijeron que éste hacía un ruido extraño como diciendo que salieramos de aquí, después de meditar el asunto, a esto eran como las 2:00 de la madrugada, salimos del campamento asustados, y despues de caminar y caminar nos topamos con una casa sin grandes dimensiones, pero nos llamó la atención porque era muy tenebrosa y estaba muy alejada de la ciudad en medio de un bosque, y como siempre mi amigo él que sobresalía más dijo que era no más que una indefensa casa, nosotros no queríamos entrar, pero como siempre mi amigo que era más valiente y aventurero que nosotros se atrevió a entrar, en medio de nuestros consejos de que no entrara, el más se entusiasmo y entró de golpe, incluso cerrando la puerta, nosotros nos quedamos afuera esperandolo, sentimos ruidos de pasos que desconocíamos, rasguños en las paredes y en las puertas, nos asustamos y lo llamamos para que saliera, ni siquiera nos atreviamos a golpear la puerta ya que esta casa era demasiada tenebrosa, esto era como una pesadilla, uno de mis amigos huyó despavorido en dirección desconocida, no puedo describir con palabras nuestra experiencia vivida, seguiamos llamandolo hacia la casa, y de pronto se dejó de escuchar estos ruidos, y a los pocos minutos salió sonriendo...pero con una sonrisa malevola, nos quedamos estupefactos mirandolos sin decir ninguna palabra, y seguimos nuestro camino a casa, él caminaba pensativo y con su cabeza agachada, llegamos a nuestra ciudad al otro día sin dormir nada, pero no teníamos sueño ya que con la experiencia vivida no queriamos dormir, mi amigo desde entonces ya no es el mismo, ya no nos hace reir, está muy pero muy serio, puede pasar toda un día llorando acerca de cualquier cosa, está muy sensible, y sólo nos queda preguntar
¿Qué fue la imagen o sombra que vimos cuando estabamos orinando?
¿Hacia qué dirección se fue corriendo mi otro amigo despavorido?, ya que no lo hemos visto por ningún lado, y otra pregunta más importante...¿Qué habrá visto mi "gracioso amigo" en esa casa?

Miedo al autoestopista

Un automovilista va conduciendo por una carretera, cuando ve a un hombre joven con el pulgar levantado. Al disminuir la velocidad para recogerlo queda consternado al ver que detrás de los arbustos o árboles de la carretera asoman dos o tres compañeros suyos.

Considerando quizá que están abusando de su generosidad, o tal vez alarmado ante la posibilidad de que se trate de una banda de ladrones, el conductor decide en el último momento no recogerlos. Los viajantes se encuentran ya bastante cerca del coche, pero el conductor pisa el acelerador a fondo y se aleja tan rápido como puede. Los viajantes parecen enojados: gritan y chillan mientras el automovilista se aleja. Feliz de haber logrado escapar a tiempo, el conductor sigue su camino unos kilómetros sin detenerse. Después, al comprobar que el indicador de la gasolina se acerca al cero, se para en una estación de servicio.
Acto seguido observa que el operario de la estación de servicio, lívido como la cera, se aparta horrorizado del coche. El conductor baja para ver qué es lo que pasa, y queda paralizado de horror ante lo que ven sus ojos.

Atrapados en una de las manijas de la puerta hay cuatro dedos humanos.

Misteriosa casa... continuación

Después que me pasara este suceso, vivo con mucho temor, realmente fue algo espantoso...

Amanece en la ciudad, con un clima no muy clima agradable, con nubes negras a punto de llover, escucho que me llaman, son mis amigos, esta vez voy a dar nombres, pero ficticios obviamente, mi gracioso amigo se llama alexander, yo me llamo tom, mis otros amigos se llaman, pablo, luis, andy, en el momento en que me llaman yo estaba escribiendo una historia llamada "Mi querida Angelina", estaba terminando mi historia cuando salgo para saber que es lo querian mis amigos, ellos tienen planeado buscar a mi amigo desaparecido llamado Xavier.
yo,

Tom: ustedes están seguros de que quieres hacer eso.

Pablo: la verdad, sí, ya que nos tiene muy preocupados y angustiados
andy: alertemos al pueblo

Luis:...

Tom:empecemos a buscar entonces.

Alertamos al pueblo, quienes se sintieron muy conmovidos con lo ocurrido y empezaron a ayudarnos con la búsqueda.

Mucha gente empezaron a buscar por entre los alrededores, incluso gritando su nombre: "Xavieeeerrr, Xavieeerr", solamente se escuchaban ecos, se repartieron entre grupos para seguir buscando. Pasamos todo el dia recorriendo lugares, cayó la noche, yo entré a mi casa para buscar linternas, un pequeño niño me seguía:
niño: te ayudo

Tom: mmm, bueno ayudame a sacar las linternas que tengo en este cajón, el niño empezó a ayudar, mientras afuera seguian buscando a xavier, quién misteriosamente se habia desaparecido:
"Xavieeerrr, donde estas,..." gritaban los padres de éste, mientras que yo seguia sacando las cosas del cajón y se la pasaba al muchacho que me ayudaba, quién era hijo de unos vecinos muy queridos de este pueblo, cuando de pronto me mira fijamente a los ojos.

Tom: que te pasa, niño.

El muchacho no decia nada solamente me miraba, de pronto me dijo:"cuidense todos ustedes", dejo las cosas tiradas en el suelo, y salió de la casa, yo no tomé mucho en cuenta esas palabras. Salí de la casa con varias linternas en mis manos, le pasé una a pablo, y otra a andy, luis no estaba con ellos

Tom: donde está luis

Andy: me dijo que quería ver a alexander

Tom: ¿y porqué?

Andy: quería preguntarle acerca de los que vió, la verdad es que no creo que le diga lo que pasó

Tom: pablo, porque no vas adonde luis, yo voy con andy a seguir buscando

Pablo: de acuerdo, en cuanto sepa algo los llamó

Seguimos buscando, caminamos kilometros y kilometros, mientras que yo pensaba en la actitud de ese pequeño niño, a lo lejos veo al padre de xavier, quién viene caminando rapido hacia mí y me dice: "tom, nosotros conocemos un lugar en donde podría estar él" "uds sigan buscando aquí, ya que podría pasar cualquier cosa, ¿ok?, yo le dije "esta bién don garcía, ¿y los otros?", don garcía me dijo:la verdad es que los perdí de vista, pero si sé donde están", "entonces nos vemos"le dije."esta bien".Nos separamos con andy, cuando de pronto vimos algo cruzarse entre nosotros, era el pequeño niño corriendo como si algo lo perseguía, nos miramos y lo perseguimos:

Andy: hey, niño, esperanos. el niño seguia corriendo

Niño: mi papá me mandó a buscar a alguien, para que se encuentre con él.
seguiamos persiguiendolo sin parar ya que el camino estaba muy oscuro, no podiamos ver hacia donde ibamos, solamente veíamos la imagen del niño corriendo:

Tom: oye tú, porque me dijiste eso?
el niño no me respondió y siguió corriendo, hasta que...oh no, estamos frente al bosque en donde nos ocurrió ésto.

Tom: no puede ser, el bosque de nuevo

Andy: no lo puedo creer, y el niño va a entrar.

Tom: hey niño no entres. el niño entró y siguio corriendo, andy tropezó con un árbol y cayó herido, y me dijo ensangrentado: "no tom no me ayudes, sigue al muchacho", yo le hice caso, y entre al bosque, el niño no paraba de correr, hasta que de pronto disminuyó la velocidad y paró, yo igual disminuí la velocidad y miro a mi derecha...y veo de nuevo esa misteriosa casa, un hielo me vino al cuerpo, me paralicé por completo y empecé a caminar despacio hacia el niño, el niño estaba de espaldas estático: "hey niño, voltéate despacio por favor, no te quedes ahi cerca de la casa", el muchacho no me hacía caso, estuve muy cerca de él, cuando de pronto me mira repentinamente, se da vuelta y abre la boca dando un grito y su cara era diabolica, atraviesa la puerta de la casa y entra, yo simplemente...me oriné, me di vuelta y empecé a correr con todas mis fuerzas, sentía que algo me perseguía, pero yo seguia corriendo, pareciera que tuviera cuatro piernas, vi de lejos a andy, me vio que venia corriendo y empezó a ponerse de pie:

Andy:que pasó, porque vienes así.

Tom: no querrás ver lo que ví, no era el niño, él puede que esté muerto, corramos y salgamos de esta ciudad. andy me obedeció y corrió conmigo, cuando corriamos, vimos a los lados esa imagen que vimos cuando estabamos acampando, diciendonos algo como salgamos de aquí,esa imagen me pareció conocida, sí era conocida, es, es... Xavier no puede ser, quedamos estupefactos... y así fue al llegar a la ciudad y a nuestra casa, vimos los vecinos irse rapidos de aquí en sus camionetas, nosotros hicimos lo mismo, no sin antes buscar a alexander.

Tom: como estás, alexander

Alexander: no muy bien

Tom: preparate porque nos vamos de aquí

Andy: has visto a luis y pablo?

Alexander: no los he visto.

Tom: pero como si ellos quedaron en venir a hablar contigo.

Alexander: quizás se fueron de aquí también.

Andy: puede ser, ya salgamos.

Salimos directo a nuestras camionetas. Una gran cantidad de automoviles salían de la ciudad, ¿qué habrán visto ellos?, después ante nuestra desesperación no encontrabamos el camino, el único camino que está disponible es por el bosque, no lo podíamos creer, mientras conversabamos veiamos a las camionetas de nuestros vecinos cruzarse entre nosotros entrando al bosque, nosotros tuvimos que hacer lo mismo, y entramos, la mamá de alexander llamaba desesperada por telefono, nosotros no tomabamos en cuenta ninguna cosa que no fuera el camino, hasta que llegó el momento de cruzarse por la casa, pasamos a toda velocidad, yo ví a lo lejos unos jovenes como nosotros acampando en el bosque, yo no me atrevía a abrir ni siquiera la ventana para advertirles. ¿dondé estará luis y pablo? me preguntaba, cuando me volteo a mirar a alexander, él me miraba con una sonrisa malévola, pensativo me quedé sentado en el auto, iba manejando andy, algo me hizo voltear a mirar la casa de nuevo... de pronto veo que la misteriosa casa en unas de sus habitaciones se enciende una luz...

El Diablo en la discoteca

Una noche de viernes santo, se hizo una fiesta en la discoteca mas famosa de Medellín llamada MANGOS, dicen que en un momento determinado de la noche ,entró a la discoteca un joven, que atraía las miradas de todas las jovencitas que se encontraban en el lugar, era alto ,muy bien vestido, con unos ojos algo extraños pero encantadores...

Este apuesto joven se acercó a una muchacha para sacarla a bailar y ella encantada por su apariencia aceptó sin pensarlo dos veces, mientras bailaban él le advirtió que no mirara sus pies ya que se sentía un poco intimidado y no era capaz de seguir el ritmo, ella asintió con la cabeza…

Pero al cabo de un rato no resistió mirar sus pies, ella se quedó sin aliento al ver unas garras horribles y se desmayó enseguida, todo el mundo al ver a esta joven tendida en el suelo corrió a socorrerla, y el joven con el que bailaba ya había desaparecido del lugar.

La muchacha cayó en un terrible estado de coma, y sus padres ordenaron revisar las cámaras del lugar para identificar al hombre que para creencia de todos era el culpable de su estado, pero para sorpresa suya en el video de seguridad se veía claramente que la jovencita bailaba sola por todo el lugar, lo que quiere decir que el hombre no se reflejaba, lo que ya era bastante extraño, y para confirmar esta escalofriante historia en el baño del establecimiento en uno de los espejos decía:

"Viernes Santo, muerte de Cristo, Viernes Santo yo revivo y riego sangre y temor entre los humanos"...

La discoteca estuvo varios días impregnada con un olor a azufre y la joven murió después de un tiempo con unas marcas de quemaduras en la espalda...

¿¿¿Te atreverías a irte de fiesta ahora en Viernes Santo???

Misteriosa Casa...Revelación ( 3era parte )

Ha pasado algún tiempo después de lo acontecido en aquella casa, la verdad es una experiencia que nunca más quiero vivir y tampoco se la doy a nadie. Estoy en casa de una tía abuela, ella me cobijo amablemente en su hogar, en ese tiempo estuve con doctores y sicólogos (al igual que algunos de mis amigos), la imagen de ese niño me atemorizaba cada vez que me iba a acostar, o cuando pasaba por algún lugar oscuro, o simplemente cuando pensaba inevitablemente en él. Alexander y Andy me venían a buscar como lo hacían todos los fines de semana a salir y para despejarme de lo ajetreado y pesado de la semana. Pablo y Luis estaban en una discotheque bailando y haciendo de las suyas, como lo hacían siempre. Yo, en éstas últimas semanas no estaba con mucho ánimo y buen humor, entonces decidí quedarme en casa con mi tía y cuidarla ya que ella estaba muy enferma, con gripe, y la noche estaba muy fría. Ellos me dijeron que se quedarían un rato más conversando conmigo y con mi anciana tía. Luego de estar contándonos anécdotas y distintas situaciones que nos han pasado, Andy y Alexander salieron a divertirse, me dijeron que saldrán con Pablo y Luis a juntarse con algunas muchachas que habían conocido.
Estos últimos días fueron normales, aunque escuchaba algunas veces hablar a mi tía abuela sola, pero cada vez que iba hasta su pieza, ella estaba durmiendo moviendo sus brazos y murmurando. No le tomé mucho en cuenta, pero era casi todas las noches que a mi tía le pasaba eso...
Una noche estaba sólo viendo televisión, mi tía estaba en su habitación, sentí pequeños pasos en el segundo piso de la casa, cerca de mi dormitorio. No tomé cuenta aquello, ya que estaba muy entretenido viendo una película. Hasta que esos pasos después no eran pequeños, sino que hacían mucho más ruido. De primera pensaba que era mi tía, pero no...desconocía esos pasos.
Me preocupe un poco y fui a ver de que se trataba, no sin antes tomar un madero que saqué del patio, por si era un ladrón.
Subí muy despacio los peldaños de la escalera, tenía el madero muy firme en mis manos, mi respiración de a poco aumentaba cada vez que me acercaba a mi habitación. La puerta estaba abierta completamente, con pasos lentos continuaba acercándome al dormitorio. Estaba en el pasillo del segundo piso, estoy justo frente de mi pieza, antes de entrar, miro para ambos lados y entro.
Estaba todo muy oscuro, mi tía me había dejado la habitación más grande para mí, antes esta pieza la ocupaba su hijo, quién ahora se había ido a trabajar al extranjero.
Estaba un tanto nervioso y asustado, trataba de prender la luz, pero por los nervios no la encontraba. Estaba a punto de encontrar el interruptor, y siento que algo pasa por sobre mis orejas y que queda insertado en la muralla. Muy asustado prendí la luz, y descubro que en la muralla había un cuchillo metido en la pared, entre la oscuridad del pasillo, me di media vuelta, y veo unos pequeños pies corriendo hacía la habitación de mi tía.
Curioso salí de mi dormitorio, hasta que siento a mi tía gritar con fuerza, apresuré mis pasos casi corriendo y abrí la puerta con rabia. Al entrar no veía absolutamente nada anormal, pero mi tía estaba en su cama moviendo rápidamente sus brazos, como si alguien la estuviera atacando –“¡tía!, ¡tía! ¿qué le sucede, tía?”- , ella no me decía nada, hasta que se calma y me dice repentinamente –“esos ojos, esos ojos....”. Realmente me dio mucha lástima al ver a mi tía gritando y diciendo cada palabra con mucha tristeza.
Llamé a una ambulancia, los enfermeros no se tardaron en llegar y la atendieron. Estos me dijeron que se la iban a llevar al hospital ya que ella estaba en estado de shock, yo acepté y los acompañé.
En el trayecto, llamé a mis amigos y les conté lo sucedido. Ellos no dudaron en venir a acompañarme. Y así fue, ellos estaban en el hospital conmigo calmándome, ya que estaba muy nervioso por lo que le pasó a mi querida tía. –“es él, es el niño que me está asustando, o simplemente me quiere hacer daño...pobre tía, me dio mucha pena al verla así” – “pero, ¿estas seguro que es el niño, Tom?” – me decía Andy – “sí, yo se que es él a la perfección, pero como les decía, el niño me quiere hacer daño, y lo está haciendo a través de mi tía, porque es más débil o .......” – “ o tal vez te esté tratando de decir algo, ¿no crees?” interrumpía tímidamente Alexander –“sí, puede ser eso” – “y ahora ¿qué piensas hacer” me decía Pablo “me gustaría volver al bosque...y aprovechar a buscar a Xavier” . Todos quedaron en silencio – “pero si los están buscando la policía, no crees que debamos seguir esperando” – “puede ser Luis, pero ya han pasado más de tres meses desaparecido....Ese niño...en estos últimos días es como si yo estuviera viviendo con el niño en su casa”. Seguíamos conversando, hasta que la puerta de la sala donde estaba mi tía se abre, y sale un médico y me dice –“su tía está fuera de peligro, no se preocupe, aunque estuvo a punto de morir por su vejez, pero ahora no hay de que preocuparse” aliviado le pregunté –“¿puedo entrar a verla?” – “no señor, ella ahora está descansando, te mandó saludos, ella antes nos pidió el teléfono y por lo que me dijo, ella estuvo hablando con una sobrina, quién va a venir exclusivamente a atenderla, para que tú puedas hacer tus cosas y no preocuparte mucho por ella, ¿estás tranquilo ahora?” – “sí, ahora estoy mucho más tranquilo, muchas gracias doctor” – “no hay de qué, mañana le daremos de alta”.
Pasaron a todo esto tres días de que pasara esta situación. La sobrina de mi tía, quién ya estaba en casa atendiendo a mi tía, ella también es de avanzada edad, tiene 60 años y con mi tía que tiene 80, se contarían anécdotas y otras cosas de su época, así que mi tía se iba a entretener con ella.
Salí de la casa, me estaban esperando los chiquillos en la camioneta de Andy, uno de ellos me dijo –“¿estás listo?” – “sí, estoy listo vamos”. En el camino hasta el siniestro bosque, le pregunté a Alexander –“¿y donde está Pablo?” – “lo llamaron para que él ayudara también a buscar a Xavier” – “está bien”.
En el camino, no nos dirigimos palabra alguna, sólo pensando si es que lo que estábamos haciendo era una locura, pero yo lo único que quería era terminar ya con esta situación. Luego de un largo trayecto, por primera vez nos concentramos en algo todos al mismo tiempo….claro, el bosque, nos miramos sin hablar nada. Nos desviamos de la ruta principal y entramos a éste. El camino era muy pedregoso, la camioneta de Andy se movía por ese motivo, los árboles que rodeaban el bosque nos impedía por momentos ver el camino con claridad.
La noche estaba muy fría, el silbido del viento nos acompañaba en ésta incierta búsqueda…en la búsqueda de la verdad absoluta…en esa verdad que se reflejaba en un niño…en éste niño fantasma, ¿Qué es lo que querrá?, ¿Por qué Alexander insistía en no decirnos nada?, pareciera que éste momento lo estuviera esperando él con ansias, desde lo que pasó en aquella casa, como decía antes, Alex ya no era el mismo de antes, ya no era el chico bromista que conocíamos, incluso lo encontraba muy débil, como si estuviera a punto de desvanecerse, de desmayarse, de perder la conciencia.
Seguíamos sin ver nada anormal, estábamos muy extrañados –“deberíamos bajarnos acá y seguir el recorrido a pie, ¿Qué les parece?” – “bueno, paremos aquí, justo en éste gran árbol” me decía Andy.
Y así fue, apenas mi amigo estacionó su camioneta después del largo recorrido, nos bajamos y empezamos a caminar. –“no creo que podamos ver nada” me decía Luis – “no sé… en realidad… a lo mejor todo esto es sólo una mera coincidencia y que el pequeño que se aparece en casa de mi tía, es un chico que querrá atención o, que vivió allí por algún tiempo, un día mi tía me decía que en la población que estamos viviendo, ocurrió un accidente, hubo un incendio en la casa que está al frente de nosotros, y que murió un niño, decían que éste era muy inquieto y maldadoso, y que probablemente fue él mismo que por jugar y sin querer prendió fuego a su propia casa” estuvimos callados por largo rato– “mmmm, si, tal vez es solamente eso, volvamos a casa mejor” decía Andy.
Y eso fue todo, estabamos volviendo a casa y pensando que la misteriosa casa, que tanto temíamos, fue sólo algo extraño que nos pasó solamente y esperamos que Alex algún día nos diga realmente lo que pasó….

-“sssssshiiiiiiii….sentiste eso Tom” decía Alex – “¿Qué cosa?” – “ese susurro”. Por vez primera, no sentía ningún susurro, hasta que el viento nuevamente comenzaba a soplar, ésta vez más intensidad, hasta que Andy me dice –“¿viste eso?” – “¿Qué viste, Andy?” – “unos ojos extraños que pasaron al frente mío” – “tal…vez sea…un puma o cualquier otro fe..felino” decía Luis, un poco tembloroso. No éramos nosotros cuatro quienes estábamos entre los arbustos, sentíamos un quinto, no lo podíamos ver –“Pablo, ¿eres tú?”, nadie respondía. De pronto Alexander da media vuelta y se queda estático –“¿Qué te pasa Alex?” – “es…es…ES EL NIÑO…CORRAMOS” gritaba éste. Lo quedé mirando extrañado, me di media vuelta y vi a lo lejos que los arbustos se doblaban y caían, como si alguien estuviera corriendo agachado. No tuve otro remedio que hacerle caso, corrí hasta la camioneta, atemorizado al descubrir unos ojos blancos que nos perseguía entre la oscuridad. Giré para mirar a los chicos y descubro que ellos estaban muy lejos de mí, sorprendido corrí aún más rápido, sentía un leve respiro en mis oídos, no quería mirar, pero mi curiosidad me ganó y miré a mis espaldas, aún esta extraña presencia nos perseguía.
Fue tan sólo por segundos en que ya no vi nada a mi alrededor, al girar tropecé con una roca, y por el impacto, rodé unos buenos centímetros, hasta que al parecer había entrado a una especie de cueva, sentí un golpe detrás. Me levanté enseguida y traté de salir, pero me era imposible mirar por si había alguna salida, estaba todo mucho más oscuro, movía mis brazos tratando de encontrar algo entre la oscuridad, pero nada, ya no nos perseguían. Sentía a los muchachos llamarme, pero apenas los escuchaba, traté de caminar, pero torpemente me lastimo en la cabeza con algo de madera. Al golpearme, se caen unos arbustos, una leve luz iluminaba mi camino, descubro que estoy dentro de una vivienda. Desde la ventana, miré a los chicos quienes me estaban llamando, sonriendo empecé a abrir la puerta, pero ésta no abría. Alzo mi vista y veo a Alexander mirando con terror la casa y también al verme a mi dentro de ella. Un gran escalofrío me dio en el cuerpo al percatarme que estoy dentro de la siniestra casa.
Traté de abrir con fuerza la puerta, daba golpes de puños, pero era imposible, estaba muy atascada. Me calmé un poco, respiré profundo, miré a los muchachos quienes, aterrorizados me indicaban con el dedo índice que mirara a mis espaldas. Hice caso, pero no había nada –“no lo puedo creer, no lo puedo creer, estoy dentro, no puede ser” pensaba, hasta que en una habitación siento unos ruidos, como si dejaron caer algo al suelo. –“por favor, señor, no permitas que muera, quiero saber la verdad…sólo la verdad” dije y comencé a caminar tímidamente dentro de ésta.
A pasos lentos me dirigía hasta una de las habitaciones, veo cuadros antiguos con telarañas a mi alrededor, los pasos que daba hacía levantar polvo, me picaba la nariz, me la rascaba nerviosamente, ya que era alérgico. Descubro escaleras hacia un segundo piso, una puerta que daba a un subterráneo, juguetes, copas de vino, etc. Nuevamente siento un ruido, esta vez a mis espaldas, me quedé quieto para ver que es lo que pasaría, pero nada. De reojo, veo una extraña presencia de pie, cerré los ojos por un momento y los abrí, éste fantasma ya no estaba, seguí caminando y dije un poco en voz alta –“aquí estoy niño, aparécete, ¿Qué es lo que quieres conmigo?, ¿Por qué me buscas?, lo único que quiero que todo esto termine, quiero vivir en paz y en armonía, dame esa oportunidad por favor, y dime de una vez todo lo que quieras decirme”. Mi sangre se heló al sentir unos dedos que me empujaron suavemente hasta un dormitorio, pero que me hicieron mover, miró atrás…pero nada. Abrí lentamente la puerta, ésta daba ruidos ensordecedores…veo una cama, también veo un traje colgado de las fuerzas armadas de Chile, veo un cuadro con una foto que salían dos ancianos…algo o alguien estaba al lado mío nuevamente, no veía al niño por ninguna parte. –“¿quién eres tú?” decía asustado pero ansioso si es que ésta presencia me respondía, no fue así. –“no te tengo miedo, te voy a mirar”, al hacerlo, veo a un anciano con barba y canoso quién me estaba mirando fijamente, su cara era malévola, atemorizado caí al suelo, éste trataba de hacerme daño, pero no podía…me di cuenta que no tenía piernas...me levanté rápidamente, al hacerlo el anciano abrió su boca y dio un grito desgarrador, caminé hasta el segundo piso y me escondí detrás de un escritorio – “quiero salir de ésta, quiero salir, ¿Dónde estas niño? ¿Dónde éstaaaaaaaaass?” grité.
Miro alzando mi vista y veo a una anciana y un niño a lo lejos…éstos sí tenían piernas…caminaban hacia mi, pero caminaban muy torpes de un lado para el otro, sus miradas estaban perdidas. Reconocí al niño, pero nunca había visto a la mujer, mi corazón no paraba de latir aceleradamente, me levanté, tropecé y caí sobre un sillón, me senté, quería salir de aquí, pero con el miedo extrañamente no podía. La luz de la gran luna iluminaba el lugar donde yo estaba, miré hacia la ventana, no estaban los chicos, me giré nuevamente, y sorprendido tenía al niño mirándome a un centímetro de mí, y me tapaba los ojos. Varias imágenes pasaban por mi mente en tan sólo segundos, veía una familia…estaban sonriendo, comían, luego cantaban, veía al niño vestido de escolar…veía a la mujer igualmente de la mano con él, veía al niño con varios juguetes a su alrededor, sonreía…hasta que en la puerta principal, entraba un viejo, estaba enojado, emborrachado…veía que la señora trataba de calmarlo, ya que venía alterado, pero el viejo le pegaba, ella cayó al suelo, y le seguía pegando puntapiés en el suelo…veía al niño llorar, corrió hasta su abuelo y lo abrazó para que se calmara, pero éste estaba muy borracho y empezó a ahorcar al chico, y luego lo apuñalaba con su cuchillo que había sacado entre sus pantalones, él no podía respirar…hasta que yo veía al niño caer al suelo sin signo vital…la señora empezaba a gritar, el viejo la hacía callar…hasta que el viejo rompe un vidrio, saca una escopeta, y asesinaba a su mujer dándole infinidades de disparos sobre su cuerpo…luego éste arrastraba a los cuerpos hasta el subterráneo de la casa, abría la puerta y los tiraba rodándolos escaleras abajo…yo veía después que el viejo se sentaba en un sillón, sacaba una botella de ron y le daba grandes sorbos, luego de un largo rato, tomó su escopeta, y se suicidó disparándose en la cien…el niño sacó su mano, abrí mis ojos y ya estaba viendo normalmente, pero continuaban estas presencias al frente mío…ya no sentía miedo, sentía lástima al ver al niño mirándome con tristeza, no era malvado finalmente, sólo quería que lo ayudase, se parecía mucho al hijo de unos vecinos que vivían cerca de nosotros, su cara diabólica sólo reflejaba el tormento que el viejo le hacía pasar a éste. Hasta que de pronto veo que miran aterrorizados a su alrededor, veían al anciano quién estaba subiendo al segundo piso, el viejo endemoniado nos miraba con rabia, con mi corazón aún latiendo aceleradamente y sacando fuerzas de flaqueza lo encaré –“¿maldito viejo decrepito, como se te ocurre acabar con su niñez, su feliz niñez…no te tengo miedo, ahora que sé todo, te vas a ir derecho al mundo donde perteneces…AL INFIERNO” decía agitado, éste trataba de hacerme daño, pero no podía –“tu nunca podrás hacerme daño, viejo de mierda, NUNCA” le dije con una rabia que yo mismo me preguntaba de donde lo saqué. El viejo se iba rápidamente, atraviesa una pared y se iba a la calle.
Pero cuando pasó eso, al poco rato, se cerró la puerta principal con un fuerte golpe –“¿quién es?” nadie contestó. Miré a un lado y vi al niño con la anciana aún asustados en un rincón –“ya todo pasó, ya no vendrá” – dije , pero seguían asustados. Hasta que los dos gritan repentinamente, no alcanzó a mirar a mis espaldas, cuando siento que me entierran un cuchillo en uno de mis hombros, el niño gritaba más fuerte y sacudía su cabeza, siento que me dicen –“¿quién es el más gracioso ahora?” – esa voz la reconocía, miró y se trataba de Alexander, pero su cara era demoníaca, caí al suelo, me detuve a mirarlo un rato y realmente no era él, de unos ojos café oscuro, ahora los tenía de un color mezclado entre rojo y algo verdes, y su rostro lo tenía arañado –“¿Qué estas haciendo Alex, amigo?, me enterraste un cuchillo” – “espero que te mueras, Tom, ya no me simpatizas” me decía y nuevamente me lo enterraba, pero ahora en una pierna –“AYYY¿Qué le hiciste a Andy, y a Luis? ¿Dónde… están?” – “muy pronto tú estarás con ellos”. El niño y la anciana fantasma miraban a Alexander aterrorizados, mientras éste seguía torturándome – “tu no eres así, estás poseído por el viejo, tú no eres débil, tú puedes con él, SÁCALO DE TU CUERPO…” Alexander sacudía su cabeza reiteradas veces, repentinamente me decía –“no puedo”, pero nuevamente me atacaba mirándome con recelo, me hacía demasiadas heridas en todo mi cuerpo. Mi tía abuela a menudo iba a la iglesia, y un día me dio un rosario, me acordé que lo llevaba puesto, me lo saqué, esquivé el ataque de Alex, le agarré el brazo, lo abracé por la espalda, y le puse la cruz en la frente. Alexander…o sea el viejo empezaba a gritar como loco ensordecedoramente-“NOOOO, DEJAME MÁLDITO…”. La cara de mi amigo era igual a la niña que vi en una película llamada “El Exorcista”, yo justamente estaba exorcizando a mi amigo, quién de a poco estaba volviendo a la normalidad. Al terminar, el fantasma del viejo sale del cuerpo de Alex, y se desvanece mirándome con miedo. Alexander y yo caímos al suelo agotadísimos, éste cae inconsciente, yo estaba haciendo lo mismo, no sin antes ver al niño y su abuela desvanecerse mirándome y yéndose a las alturas, el rostro del niño que tanto nos generó terror, esta vez fue normal y risueña, leí sus labios que me decía –“gracias...”, sonriéndome tirado en el suelo me desmayé.
Desperté en un hospital, abrí mis ojos lentamente y mi sorpresa fue muy grande al ver a Xavier al lado mío –“pero amigo, ¿Dónde estabas?, nos tenías preocupados a todo el mundo” – “sí ya lo sé” – “¿y donde estabas?” – “no sé iba corriendo, tropecé y caí, me golpee la cabeza, desperté en un lugar muy oscuro, en una especie de cueva” lo miré asombrado –“yo también pasé por lo mismo, veía todo oscuro, oye ¿lo que te pasó a ti, tiene algo que ver con la misteriosa casa que vimos?” – “¿de qué misteriosa casa me estás hablando Tom?...lo mío…fue algo ajeno a lo que te ocurrió a ti…cuando iba corriendo, algo me seguía, no quise mirar, hasta que me pegué en la cabeza” - se detuvo un poco y siguió –“ creo que lo que me pasó a mi, podría ser más aterrador que lo tuyo, o posiblemente lo tuyo fue más aterrador de lo que me pasó a mi, no sé, estoy muy confundido…pero por mi propio bienestar, no diré nada, pero absolutamente nada,¿me entiendes?, me lo llevaré a la tumba…¡pero yo vengo a verte a ti!....¿como estas ahora?...” – “bien, ahora estoy bien, se que todo terminó, el niño no era malvado, supe toda la verdad…¿y donde está Luis y Andy?” – “no te preocupes, ellos están bien, están en la sala del tercer piso del hospital”. En ese momento entra el mismo doctor quién atendió a mi tía abuela y dice –“se acabó las visitas” – “bueno Tom me despido, no te has dado cuenta, está Alex al frente tuyo” – “ah, verdad, me parece que está durmiendo” – “así parece, bueno Tom espero que me visites cuando salgas” – “eso haré, adiós Xavier”, No quería pensar mucho lo que me dijo él acerca de su desaparición, sólo quería pensar en descansar y dormir. Me doy cuenta que Alexander estaba despierto mirándome fijamente a los ojos y me dice –“te quiero mucho amigo” – “yo también te quiero compadre”.

Fernando Espinoza C.

Otra Leyenda de Veronica

Esta leyenda de Veronica es una que me contaron ya hace mucho tiempo, de las tantas es la que yo me se.

Carolina y Verónica eran dos jóvenes novicias de un convento, el cual, actualmente, es un colegio de Primaria y Secundaría.

Estas jóvenes habían sido amigas desde la infancia y juntas habían decido convertirse en religiosas. Durante el último año de sus estudios se celebro en el convento una pequeña convivencia religiosa en la que participaron las otras congregaciones de la comarca . De una de ellas procedía un joven que había sido criado por los monjes debido a que su madre lo abandonó, este joven era bastante atractivo y Carolina se enamoro de el a pesar de sus votos .Por otro lado Verónica también se enamoro de el pero lo mantuvo en secreto hasta que una noche Carolina fue a buscarla y la encontró en la habitación del joven acostándose con él. Carolina salió corriendo de la habitación gritando sin darle tiempo a Verónica de explicar que había renunciado a la vida religiosa y había decidido casarse con el joven . Al ver que era imposible que Carolina atendiera a razones decidió acostarse y que ya hablaría con ella por la mañana. Pero esa mañana nunca llegaría para ella.

Por la noche Carolina cogió las tijeras que usaban en los talleres de costura las cuales estaban atadas a un lazo rojo para poderse colgar del cuello y así no perderlas .Esta se dirigió sigilosamente hacía el cuarto donde se hallaba Verónica durmiendo, se acercó a la cama, levanto las tijeras abiertas y se las clavo a Verónica en el pecho al mismo tiempo que esta gritaba su nombre . Asustada por lo que había hecho, Carolina cogió el cuerpo de Verónica y lo enterró en el huerto del convento con las tijeras todavía clavadas en el pecho.

Al año siguiente Carolina seguía estudiando en el convento y todo el mundo creía que Verónica se había fugado con aquel joven del que se había enamorado, pero la noche en la que se celebraba el aniversario de la muerte de Verónica, Carolina comenzó a escuchar un ruido de pasos en el corredor que se dirigían a su habitación, de repente la puerta se abrió y Carolina fue incapaz de abrir los ojos hasta que un escalofrío recorrió su cuerpo estremeciéndola de miedo que le hizo abrirlos y observó el cuerpo putrefacto de su amiga la cual sujetaba en las manos las tijeras con el lazo rojo .En cuestión de segundos Verónica clavó las tijeras en el corazón de su amiga dándole muerte.

Al día siguiente las hermanas de la orden hallaron sobre la cama de Carolina las tijeras con el lazo rojo y una pequeña Biblia en cuyas tapas Carolina relataba lo sucedido una noche hacía ya un año cuando por celos había matado a su mejor amiga.

Se dice que el espíritu de Verónica todavía vaga buscando venganza y se dice que para invocarla es necesario una tabla de ouija, una Biblia abierta por la mitad y unas tijeras abiertas rodeadas por un lazo rojo, pero esto es muy peligroso de hacer ya que si aparece Verónica y encuentra a alguien en la reunión con los mismos sentimientos de celos y odio que su amiga Carolina, esta le clavará las tijeras en el corazón.

El chat prohibido

Un día me dijo que era vidente, y no es que no le creyera, pero me muestro generalmente bastante incrédula respecto a estos temas. Lo que no veo, no existe para mí. No digo que debiera haberle creído sólo porque le estimaba ya que en mi opinión la amistad y la confianza son muy importantes, pero simplemente hice un esfuerzo y le di el beneficio de la duda. ¿Y si era yo la que estaba equivocada?. No volvimos a hablar del tema hasta que un día volvió a aparecer en el chat donde estábamos hablando y me envió un privado. Era una de esas ventanitas que sólo podíamos ver ella y yo. Absolutamente privado.

ELLA - Hola, ¿seguimos el tema?
YO - ¡Vale! Pero no creo que puedas convencerme, ya sabes... me cuesta creer estas
cosas.

ELLA - No pretendo convencerte de nada, pero nací con ciertos dones y tampoco tengo
intención de ocultarlos al mundo.

YO - Eso debe estar bien.

En realidad no sabía qué decirle. ¿Estaba bien? En fin... poco podía decir yo al
respecto.

ELLA - Está bien, pero no siempre. Cuando tengo una visión acabo agotada.
YO - ¿Te supone un esfuerzo?

ELLA - Sí, bastante esfuerzo.

YO -¿Y por qué lo haces?

ELLA - No es algo que se elija, se nace con ello.

Hubo un silencio en el que ninguna de las dos parecía saber qué decir. Miré el canal
donde nos habíamos conocido siete meses atrás. Estaban hablando de las próximas
vacaciones de verano.

ELLA - ¿Sigues ahí?
YO - Sí, ¿no puedes verlo? .-Bromeé.

Entonces dijo algo que me asustó.

ELLA - Sí, puedo verte.

Tragué saliva y pensé, vaya, me está tomando el pelo y yo caigo como una tonta.
Sentí un escalofrío pero decidí presionarla.

YO - ¿Ah, sí? Pues dime... ¿con quién estoy?
ELLA - Sola

Bueno, eso podía haberlo comentado antes en el chat y que ella lo hubiese leído.
Decidí seguir con aquello como si se tratara de un juego.

YO - Dime algo que me sorprenda. Algo que veas en mi habitación.
ELLA - Veo que tienes algunas de las teclas de tu ordenador borradas. Tecleas rápido.

YO - Ya, pero eso puede pasarle a cualquiera. Las letras de los teclados se borran.

ELLA - Tú tienes borrada la A, la S, la L y la M.

Miré mi teclado más curiosa que horrorizada, pero de la curiosidad a la ansiedad
hubo tan sólo un instante. Ya no me hacía tanta gracia el juego. Mi condición de
incrédula, no obstante, me hizo ir más allá.

YO - Amiga... estoy segura de que casi todos tenemos las mismas letras borradas. Dime
algo que sorprenda de verdad.
ELLA - ¿Por qué quieres seguir con esto si no me crees?

Buena pregunta, pensé.

YO - Igual para conocerte un poquito más, o para experimentar algo que no haya
experimentado antes.

En ese momento supe que ella sonreía desde su lado del monitor. Internet es un sitio curioso. Estás en tu casa, en camiseta de tirantes y pantalón corto, descalza y con el ventilador puesto cuando al otro lado de la pantalla alguien te habla abrigado hasta el cuello, con un par de calcetines y la estufa puesta porque tú estás disfrutando del inminente verano y ellos aún están pasando el clima del invierno.

Mi amiga se había mostrado siempre amable, abierta, simpática y con un buen sentido del humor. Se podía decir que coincidíamos en todo menos en este tema. No nos gustaba el fútbol, adorábamos las comedias, nos encantaba Oscar Wilde, ambas habíamos visitado Orlando, a las dos se nos había muerto el padre... ¡eran tantas cosas las que nos acercaron y nos hicieron grandes amigas!.

ELLA - ¿Cómo llevas el libro? –Preguntó de pronto.
YO - ¿Qué libro?

ELLA - El que tienes encima de la mesa... déjame ver... La fuerza bruta, de John
Steinbeck.

Miré a mi derecha con los ojos como platos. ¿Se lo había dicho? ¿Le había dicho que lo había empezado o que iba a leerlo? ¿Le había dicho que solía poner los libros en mi mesa porque me encantaba mirar una y mil veces las portadas de los libros que me estaba leyendo? Evidentemente, la respuesta debía ser sí.

YO - Acabo de empezarlo.

Lo escribí sin dejar notar nada sobre mi –todavía- sorpresa.

ELLA - Yo no lo he leído.
YO - Ya te diré qué me parece.

En el chat general el tema de conversación giraba en torno a las lanchas motoras. No me pareció más interesante que mi conversación en privado y me puse a pensar qué podía preguntarle para descubrirla o rendirme a sus pies definitivamente. Pero habló ella.

ELLA - Alguien va a llamar a la puerta.
YO - Ah, pues ve, te espero.

ELLA - No. Es en tu casa.

Sonreí incrédula. Iba a poner una risa (jajajaja) cuando sonó el timbre. Miré hacia la puerta de la habitación. Mis ojos volvieron a la frase premonitoria de mi amiga.

YO - Ahora vengo.
ELLA - Ok.

Llegué hasta la puerta y miré por la mirilla. Un vendedor de alfombras.
- No me interesa. –Dije para no tener que abrir.
El chico dijo algo que sonó despectivo y se marchó a otro piso.
Volví al chat.

YO - ¿Cómo lo sabías? Era un vendedor de alfombras.
ELLA - Te he dicho que puedo verte.

Sopesé la posibilidad de que tuviera razón pero mi sensatez lo negaba una y otra vez. No había nacido yo para creérmelo todo, y menos aún aquello que escapaba a la lógica. Mi amiga no sólo estaba en su casa, sino que estaba en otro país y teníamos distinta franja horaria.

ELLA - ¿Sabes? Algo me dice que debo seguir mirándote. No te asustes pero...
YO - pero???????

ELLA - Es que no sabría explicártelo. Generalmente tengo visiones premonitorias, otras veces, como hoy, puedo provocar el verte. Aparecen imágenes frente a mí y te veo, veo tu habitación, pero esto supone un gran esfuerzo. Me duele la cabeza.

YO - Ya, pero... ¿y el “pero” que decías?

ELLA - Es que no quiero asustarte pero presiento algo raro.

YO - Ahora sí que me estás asustando.

¡Pero qué poca firmeza tenía, por Dios! ¡Ahora estaba asustándome de verdad! Yo, la
incrédula, la que si no ve, no cree. Me sentía agitada. Quizás se debía a que eran
pasadas las diez de la noche ya, estaba sola en casa y la última persona que había
visto había sido un desconocido poco amable desde una mirilla. Al menos aún podía
escuchar el volumen alto de un televisor. Era mi vecina, una viejecita que estaba
algo sorda.

YO - No sé pero... quizás deberíamos cambiar de tema.
YO - No es que me hayas convencido pero...

ELLA - :) No te preocupes, te entiendo. ¿Tengo tu permiso para seguir observando?

YO - Claro, pero que conste que no tengo tan claro que puedes verme. Mi sesera me
impide creerte. :)

Miré de nuevo el chat para ver si surgía algún tema en el que pudiera involucrarme
pero estaba parado. Había unos siete miembros en el chat y ninguno de ellos hablaba.
Todos estaban en privados. Miré la ventanita del privado de mi amiga.

Iba a escribir algo cuando ví que ella se me había adelantado.

ELLA - Cielo, ahora te asustes pero, no estás sola.

Sentí un escalofrío en mis piernas y mis brazos. Tanto se erizó el vello que me
dolió. ¿Cómo se podía calificar a una de “cielo” para luego decirle que no estabas
sola en la habitación?.

YO - ¿Qué quieres decir? Me estás poniendo nerviosa.
ELLA - No puedo identificarle pero está detrás de ti

YO - Por favor para

ELLA - No se mueve casi, no te asustes, déjame observarle.

YO - Estoy asustada.

Ahora sí que lo estaba. Miraba la ventana. Oscuridad total. No me atrevía a girarme
hacia atrás. ¿Y si veía algo que no quería ver? ¿Y si allí estaba mi amiga? ¡u otra
persona! Eso aún era peor... comencé a notar un nudo en la garganta. Hubiera querido
ser más valiente o más cobarde y llorar, pero estaba estancada en mi propia lucha
para creer o no creer.

ELLA - ¿Notas frío a tu alrededor?

Su pregunta me llegó casi cuando estaba a punto de apagar el ordenador y encender la
luz del techo para meterme rápidamente en la cama y olvidarme del tema.

YO - Estamos a más de 30 grados.- Le informé.
ELLA - Ok. Es que no consigo entrar en él.

YO - ¿¿¿EL??? ¿entrar??

ELLA - Se muestra como una estatua por eso no me deja descubrirle. No sé si es bueno
o tiene malas intenciones. Sólo sé que está ahí, estático.

YO - Yo no veo a nadie... esto no me gusta.

ELLA - Ya te dije que no te asustarás, cielo. Además, yo estoy contigo.

YO - Sí, a miles de kilómetros de distancia.

Entonces lo noté. Una especie de roce helado, como si hubieran puesto una mano sobre
mi brazo. En la zona donde la sentí el pelo de mi brazo se erizó. Completamente en
alto. El resto de mi cuerpo no notó nada.

YO - ¡Está pasando algo!
ELLA - ¿Qué??

YO - He sentido un frío helado en mi brazo.

ELLA - Tranquilízate.

YO - Se me ha erizado el pelo, tengo una extraña sensación.

Comenzaba a ser pánico.

ELLA - Cielo, tranquila, hazme caso.
YO - Esto es muy raro

YO - Estoy asustada

YO - Necesito tranquilizarme, estoy.... joder!

YO - joder joder joder joder joder

ELLA - ¿Quieres dejar de escribir?

YO - joder joder joder joder joder

ELLA - Te va a dar una taquicardia, tranquilízate.

Y entonces noté un soplo frío en un mi cuello, como si me hubieran tirado el aliento.

YO - ¿Qué significa el frío del que me hablabas?
ELLA - El frío lo transmiten los muertos cuando se acercan, generalmente algo
enfadados o...

YO - ¿OOOOOO??????????

ELLA - violentos

YO - ¿VIOLENTOS?????

YO - Joder ayúdame, qué hagooooooooo?????

ELLA - Tranquilízate, yo no lo he visto moverse.

YO - ¡Haz algo!

ELLA - Cielo ¿quieres tranquilizarte?

YO - ¡Hay alguien conmigo joder! Tengo un muerto tirándome su aliento en mi espalda,
estoy acojonada estoy asustada estoy llorando

ELLA - Cielo.... ¿te importaría escucharme? Deja de escribir y lee esto

Hice un esfuerzo. Para mí escribir suponía no mirar atrás y leer palabras, ya fueran
suyas o mías, sentirme menos sola en mi habitación.

ELLA - No hay nadie, cariño.
YO - Lo dices para tranquilizarme.

ELLA - NO HAY NADIE

YO - Está aquí, lo siento, lo presiento lo notooooooo

ELLA - Ok. Escúchame. Era broma.

YO - ¿Broma????

ELLA - Quería demostrarte que no existen los incrédulos, cálmate por favor. Yo no veo
nada, es cierto que a veces tengo visiones premonitorias, como cuando han llamado a
la puerta, pero no puedo obligarme a ver a nadie.

YO - pero yo siento algo

Esto último lo escribí con lágrimas en los ojos y más asustada que nunca.
Sus palabras no me tranquilizaban. Las lágrimas a veces me impedían leer bien pero
me las quitaba restregándome en segundos los ojos o apretando los párpardos para que
salieran disparadas y dejaran de molestarme.

ELLA - Voy a llamarte por teléfono.

Pocos segundos después sonaba el timbre del teléfono. ¿Había hecho ella misma una
conferencia para convencerme de que no existían las videntes ahora que ya me lo
había creído?. Fui a descolgar pero ocurrió algo que congeló mi mano en el aire.

ELLA - Cielo, no puedo llamarte sin desconectar esto. Sólo tengo una línea. ¿Puedo
llamarte o prefieres que sigamos aquí?

Cuando ya tenía puesta la mano en el auricular ví su privado. ¿Cómo podía escribirme
y llamarme a la vez? Miré el identificador de llamadas antes de descolgar. No había
número, era anónimo. No era ella. Eso lo tenía claro después de haber visto el
privado.

Respiré hondo y dudé entre contestar al privado o descolgar el teléfono. Me decidí
por la llamada.
- Dígame.
- Tu amiga va a a morir mientras tú escuchas este mensaje.

Jamás había sentido tanto miedo y jamás en mi vida mi corazón había dado un vuelco
tan grande ni mis piernas –aún sentada- me habían fallado con tal rapidez. Me hice
de mantequilla. Comenzó a darme vueltas la habitación y luché por recuperar el
aliento.

De pronto la línea se cortó y comenzó el molesto pitido de “comunicando”.
Solté el auricular como si me quemara en las manos.
Volví rápidamente al chat, al privado. Tecleé tan rápido que lo escribí todo mal.

YO - ?ESta`s ahí´?
YO - respondeeee!!!!
YO - responde por favvor!!!!
YO - ¿no me lees¿¿¿
YO - DI ALGOOOOOOOO

Histérica, cogí mi agenda y marqué su número de teléfono. Yo sí tenía dos líneas y
podía permitirme permanecer en internet mientras le llamaba. Conseguí comunicación
con el extranjero y esperé... esperé nerviosa, mordiéndome el labio, más agitada que
entera, más asustada que nunca... prácticamente bailaba en mi asiento.

Pero no contestaba.

Colgué furiosa pegándole tal golpe al auricular que pensé que me habría cargado el
teléfono. Volví al privado y traté de que mi amiga respondiera. No lo hacía. Al
final apareció un mensaje en mi privado. En su ventana.

ELLA - Ahora sí te veo. No tengas miedo. Sólo me quedaré un momento.

Sentí un escalofrío que me recorrió la espina dorsal. El chat me indicó que tras
escribir esa última frase, mi amiga había salido del chat. Ya no estaba allí. No se
había despedido de nadie, ni de mí, ni del resto de los miembros del chat. Había
desconectado.

Miré fijamente la pantalla que sólo se movía ahora en el chat general. Ni siquiera
sé de qué estaban hablando. Para mí todas las líneas no tenían significado, sólo
podía mirar su último comentario del privado. “Ahora sí te veo. No tengas miedo.
Sólo me quedaré un momento”.

Entonces lo entendí.
Comencé a llorar desesperada.

Mis manos corrieron a mis ojos y lloré sofocada, entendiendo que mi amiga había
muerto, que era yo la que había tenido el presentimiento y la premonición, y que
ahora ella estaba a mi lado. Esta extraña comprensión me hizo girarme y mirar mi
habitación vacía. No quería creer que no estuviera allí. No podía, no después de
todo....

Una caricia, tan suave que apenas era como un suspiro, acarició mi cabeza.
Transmitió tal cantidad de paz que lejos de asustarme me relajó. Mis lágrimas
continuaron cayendo por las mejillas. Ya no las secaba. Miraba al vacío sabiendo que
ella estaba frente a mí.

- ¿Qué te han hecho? . –Pregunté al aire.
- Pssss.
Respiré hondo al escuchar ese sonido. Era como cuando era pequeña, tenía miedo y mi
madre ponía su dedo en la boca y soplaba para que olvidara el tema y pensara en
cosas bonitas.

Ladeé triste la cabeza. La paz de su caricia no me abandonaba pero sabía que éste
sería nuestro primer y último encuentro sin el ordenador de por medio. Me tembló el
labio.

- Te echaré de menos.

En ese momento en el ordenador hubo un movimiento general. Se minimizó el chat, se
abrió solo un tratamiento de textos, y apareció una corta frase en una página en
blanco:

Y YO A TI.

Una de tús amigas moríra pronto....

Todavía tengo la esperanza de un día despertarme y darme cuenta que todo lo ocurrido fue un sueño....

...pero ese día todavía no ha llegado y no creo que llegé nunca, de todas formas, paso ahora a contarles, la historia que cambio mi vida para siempre...

Yo vivo en un pequeño y tranquilo pueblo en Uruguay. Este pueblo al ser tan tranquilo hace que las adolecentes en busca de aventuras como eramos mis 3 mejores amigas y yo nos aburrieramos un montón, por lo tanto, siempre andabamos al acecho de cualquiér cosa que nos sacara de la rutina, y desgraciadamente una noche encontramos una de esas "cosas". Maria, una de mis amigas, tiene una casa de campo, donde antes nos invitaba a pasar el fin de semana. Era en esta casa de campo, donde nosotras encontrabamos, nuestras tan buscadas, aventuras. Lo que comúnmente haciamos era jugarnos apuestas de quien de las cuatro se animaba a ir al campo de noche y quedarse allí sola cierto tiempo, o cosas por el estílo. Pero aquella vez, queríamos algo mas fuerte. Así que decidimos ir al cementerio, y allí jugar a "juego de la copa" (para los que no lo conocen, se tiene que poner un tablero con todo el abecedario escrito, y la copa en el medio, luego se invoca a algún espiritñu, y se empieza a realizar preguntas, la copa se moverá por el tablero elígiendo las letras correspondientes para contestar a tus preguntas, en caso de que la copa se rompa, se dice que el espiritú persigue a los que se atrevierón a molestarlo), unpoco antes de las doce, nos encontrabamos delante de las puertas del cementerio, (elegimos las doce de la noche, para que fuera más terrorifico), entonces entramos saltando los grandes portones. Esa noche, era una noche cálida, pero el cielo estaba despejado, sin estrellas. Empezamos a recorrer y al llegar justo adonde nos pareció que era el medio del cementerio nos paramos y comenzamos el juego.Confieso que al pricipio, cuando Maria empezó a hacer las preguntas, la copa no se movía sola, sino que yo me encargaba de hacerlo, y cuando las chicas se dieron cuenta se escharon a reir, creo que ellas por un momento habían pensado que este juego sí funcionaba, como pudímos comprobar más tarde. De pronto Carol, hizó una pregunta que a mi personalmente, no me gustó nada, y fue esta,
-¿Moriré pronto?-, entonces la copa empezó a moverse muy despacio al principio y luego más rápido, las chicas y yo conteníamos el aliento, y lo que contesto la copa nos hizo poner los pelos de punta,
-Tú pronto no morirás, pero tu amiga más querida no correra con tu misma suerte-, entonces Analia me miró, y me dijo:
-Eso fue de muy mal gusto-, pero yo le contenste que yo esta vez no havía movido la copa, pero antes de pudieá Ana replicar, la copa agrego, -y no sera de muerte natural-, Analia me miro enfadada, pero no pudo decir nada por que Maria nos dijo
-Vamonos, ¡ahora!-, yo no me lo pense dos veces, Analia recogio la copa apresuradamente, y salimos a toda carrera del cementerio.
Cuando llegamos a la casa, nos acostamos e intentamos dormir, cosa que no nos fue fácil, pero conforme pasaban las horas, ibamos callendo una a una en sueños inquietos.
A la mañana siguiente, cuando me desperte el cuarto estaba a oscuras, así que me levante y prendí la luz, y fue entonces cuando casi me muero. Maria estaba sentada en un rincón de la habitación, con las rodillas entre los brazos, y amacandose para delante y para atrascon los ojos fijos en la cama de Analia , y yo preocupada me le acerque y le pregunté, -¿Qué te sucede?-, la respuesta nunca me llego, ella simplemente se limitaba a mirar la cama de Ana, asi que yo me acerque lentamente a la cama donde dormía Analia. Ese fue ee peror momento de mi vida. La muchacha esta tumbada con los ojos abiertos, ojos sin luz, el rostro pálido como la cera....creo que mis chillidos debieron de oirse a un kilometro de distancia.
Dos horas más tarde, habían sacado el cuerpo de Ana, sin vida de la habitación, y le habian dicho que la muchacha había muerto de un ataque al corazón, una muerte muynatural, ya que las experiencias que había vivido la noche anterioreran muy furtes, además muchos miembros de la familia de Ana habían muerto de esta enfermedad. Pero nosotras sabíamos que eso no podía ser verdad, sobre todo cuando más tarde encontramos una copa debajo de la cama de Ana que reconocimos como la copa con la cuál habiamos estado jygando la noche anterior.
Desde ese día Carol, Maria y yo, somos muy diferentes. Carol intento quitarse la vida 3 veces, yo una, Maria ninguna, pero desde aquella mañana solo ha dicho una frase:
-Y no será de muerte natural-.
Aunque parezca imposible Carol y yo nunca tuvimos excito cuando intentamos quitarnos la vida, es como si algo nos obligara a seguir vivendo, como un gran cástigo, por haber jugado con lo que no se debe.

En este momento, lo único que deseamos, es solo una cosa: estar muertas.

El payaso

Un hombre (padre de familia) decidió construir una casa para poder vivir en ella durante todo el año junto con su familia, su mujer y sus ocho hijos, así hizo una enorme mansión preciosa que era la envidia de todo el pueblo.

La familia se traslado a vivir allí en el momento en que el pintor dio la última pincelada, decoraron la casa a su gusto y colocaron un cuadro que habían comprado de regalo de cumpleaños a una de sus hijas en el salón, el cuadro mostraba un payaso visto de cintura para arriba que tenia los dedos de las manos estiradas, les gustaba mucho y además había sido muy barato



Cuando llevaban unos pocos días viviendo allí Cloe (que así se llamaba la esposa) fue a despertar a una de sus hijas que dormía sola en una habitación cuando vio que estaba muerta, Cloe dio un chillido e histérica fue a llamar a su marido y le exigió que se debían marchar de allí en el acto, que no le gustaba la casa y que estaban ocurriendo cosas muy extrañas, ya que el payaso del cuadro había bajado un dedo con lo cual ahora solo mostraba nueve (de esto ella no se dio cuenta). El hombre la tranquilizó y consiguió que se quedara tranquila en la casa.

Dos días después misteriosamente uno de los hijos adolescentes se estrello con la moto y falleció, la mujer volvió a exigir marcharse de la casa pero se quedaron.

Y así fueron pasando los días y cada poco moría un hijo, Cloe se empezaba a volver loca, de ocho hijos que habían tenido solo les quedaban cinco, sin embargo su marido pensaba que era mala suerte, Cloe decidió que al día siguiente se marcharía de la casa con sus hijos y dejaría allí a su marido.

A la mañana siguiente Cloe estaba muerta. El hombre se dio cuenta de que eso ya era demasiada coincidencia y se fijo entonces de casualidad en el cuadro y vio que ahora solo mostraba para arriba seis dedos y decidió investigar acerca de él.

Al siguiente día los gemelos aparecieron a las orillas del río al parecer ahogados, el payaso mostraba ahora cuatro dedos, ese mismo día murió también otra de las hijas por una sobredosis de droga, según las autopsias determinaron, pero el hombre sabía que eso era obra del payaso y vio que había bajado otro dedo.

Juró por su vida que protegería a los dos niños que le quedaban, uno de 2 años y otro de 6, pero por mucho que jurara y perjurara no conseguiría nunca que esas desgracias parasen pues cinco días después murió al menor de los niños y el payaso ya solo mostraba dos dedos.



Una semana después murieron los dos padre e hijo en un incendio que destrozó la casa, dicen que el cuadro se salvó y lo cierto es que todas las familias que han poseído un cuadro con dichas características han fallecido todos sus miembros.


El manicomio de Merida

En la ciudad de Caracas - Venezuela, vivía hace un tiempo un joven periodista, el cual trabajaba haciendo reportajes para un periódico, el joven llamado Carlos, de 32 años, tenía una familia muy unida, una esposa y su única hija de 7 años de edad.

Carlos estaba cansado porque su jefe siempre le mandaba a que hiciera reportajes aburridos y sin ningún tipo de acción. Un día su jefe lo llamó y le dijo que tenía que hacer un reportaje en la ciudad de Mérida sobre una agencia de turismo cultural; Carlos al darse cuenta de que era otro de los reportajes aburridos que siempre le mandaban le comentó a su jefe que existía un manicomio abandonado allá mismo en Mérida y que según la gente, actualmente se estaba utilizando para almacenar drogas para luego venderlas, así que le dijo que si podía hacer un reportaje sobre eso en vez de hacerlo sobre la agencia de turismo. El jefe se quedo pensándolo un instante y accedió a que Carlos fuera a Mérida e hiciera el reportaje del manicomio.

Esa tarde Carlos llegó a su casa, saludó a su mujer y a su hija y mientras almorzaban les comentó que tenía que ir a Mérida a hacer un reportaje, pero Carlos no les dijo que era sobre un manicomio porque sabía que no estarían de acuerdo, así que les dijo que era sobre una agencia de turismo y que volvería en menos de una semana. Esa misma tarde, Carlos empacó su maleta, agarro sus cosas y se despidió de su hija y de su mujer la cual antes de que él se fuera le regalo una grabadora muy pequeña que cabía en la palma de su mano, Carlos la guardó en su bolsillo y tomó las llaves del carro para partir hacia Mérida.

En el camino hacia la ciudad andina todo parecía normal, Carlos iba a una velocidad media muy tranquilo, se hizo de noche ya eran las 7:00 pm. y Carlos ya iba a llegar a hospedarse para a la mañana siguiente ir a investigar. Lamentablemente antes de que Carlos llegara al hotel tenía que pasar por el manicomio ya que era la única vía para llegar hasta el lugar de hospedaje, así ocurrió, mientras pasaba por el frente del manicomio su auto tuvo una falla y se apagó, el vio que no había nadie a su alrededor porque era de noche, se percató de que no venía ningún carro y se bajo de su auto a ver que sucedía, él abrió la parte de adelante del automóvil donde se encuentra el motor y las otras maquinas del auto para revisar si había alguna falla, al hacer esto de la nada apreció un autobús que se dirigía frente a él a mucha velocidad, Carlos no encontraba que hacer, así que decidió ir adentro del auto a tocar corneta, así lo hizo, entró al auto e intento tocar corneta pero el autobús no se detenía, Carlos hizo cambio de luces pero no había forma de que se detuviera, lo único que Carlos pudo ver es que el autobús al parecer se conducía solo, después de esto Carlos vio una luz blanca y despertó a la mañana siguiente tirado en la acera frente al manicomio, se levantó y decidió tocar a ver si había alguien y de una vez poder investigar algo, al tocar salio una doctora y lo invitó a pasar, el accedió y entró a conversar con ella, le preguntó si ella sabía algo sobre si en ese manicomio guardaban drogas y ella respondió que no, seguido de esto Carlos le comentó que no tenía donde pasar la noche y la doctora le dijo que podía quedarse allí ya que tenían un cuarto vacío, como no tenía otra opción aceptó.

En la noche le tocó dormir en un cuarto junto con otro señor de mayor edad, el cual le decía que se fuera que no se quedara, Carlos no entendía el porqué de esto así que no le prestó atención, al intentar dormir él escucho muchos gritos de torturas pero al final pudo descansar.

A la mañana siguiente Carlos se disponía a irse y cuando quiso hacerlo la doctora le dijo que se podía quedar más tiempo y así conversaban más. Llegó la noche y Carlos aún estaba allí, mientras todos dormían intento salir y no pudo porque la puerta estaba cerrada así que volvió a pasar la noche allí. en la mañana del otro día pudo observar a los locos corriendo y algunos subían al techo y se suicidaban y el notaba de que nadie hacía nada por detenerlos, desde ese momento se dio cuenta de que algo andaba mal.

Carlos pasó varias noches en el manicomio por la misma razón que había pasado la segunda noche (le dijeron que se quedara más tiempo y cerraron la puerta), durante ese tiempo el notó muchas cosas, notó que el viejo con quien el compartía el cuarto todas las noches se lo llevaban a tortura y lo sometían a electricidad, Carlos intentó salir pero no había forma, hasta que una noche lo buscaron a él y lo llevaron a tortura con electricidad (electromagnetos cerebrales) y desde esa vez todas las noches le hacían lo mismo, él no sabía que hacer ni como salir de ese lugar, decidió llamar a su mujer desde el teléfono del manicomio para avisarle mientras todos dormían, logro hacerlo entrando a la cocina y cuando llamó contestó su mujer y el le dijo: Mi amor! cómo estás? soy Carlos, tu esposo, estoy en Mérida pero aquí suceden cosas muy extrañas y yo quiero regresar y no puedo hacerlo necesito ayuda! Estoy en el manicomio abandonado. La mujer le contestó: Señor deje de bromear! mi esposo murió hace dos semanas. Carlos se quedo mudo por un segundo y en ese momento llegó la doctora y él tuvo que trancar. Allí fue cuando la doctora le dijo que nunca podría salir de allí, que el estaba muerto y que ese era un manicomio de torturas para los que ya habían fallecido.

Desde ese momento nadie nunca más volvió a saber mas de Carlos y nadie se atrevió a ir a ese manicomio a investigar nada. Se dice que todo el que pasa por el frente de ese lugar de noche escucha gritos de dolor y lamentos.

Invocación equivocada

28 de enero 23:08

Querido diario:

Hoy me lo ha vuelto a pedir. Sí, de nuevo: parece que Julio realmente quiere hacerlo. Tal como dije ayer, le respondí un rotundo NO. Sé que es mi mejor amigo, pero me está pidiendo algo realmente desagradable...


29 de enero 23:26

Querido diario:

Al final he tenido que hacerlo. Sí, he aceptado. Sé que es una locura, pero yo soy la única persona a la que puede recurrir; voy a ayudar a Julio a contactar con Verónica, su difunta madre. Debe haber sido muy duro para él perder a la única familia que tuvo nunca.


30 de enero 23:13

Querido diario:

Lo hemos hecho. Julio y yo hemos invocado a Verónica con la ouija, en el comedor de su casa. La verdad es que ha sido bastante inquietante, sólo hemos tenido el valor de formular una pregunta al tablero: “¿Estás ahí, Verónica?” dijimos al unísono. Lentamente, movido por alguna fuerza desconocida, el vaso con el que reposábamos nuestros dedos se deslizó por la madera hacia la respuesta afirmativa y volvió al sitio. Los dos coincidimos en que se notó una presencia en el salón, pero de alguna manera no nos sentimos nada cómodos con ella, como si no fuera amigable. Julio, dolido por el fracaso, decidió dejarlo correr y aceptar la pérdida de su querida madre. Me alegro de que sea así, nunca más volveré a tocar una ouija.


30 de enero 1:25

Querido diario:

No debí ayudar a mi amigo... No hace ni una hora, me ha despertado una terrible pesadilla. Ella... la misma chica que se me ha aperecido en el sueño... he visto su cara en el espejo al irme a lavar la cara. No lo podía creer, pero en vez de mi reflejo ahí estaba ella, mirándome... con unas tijeras ensangrentadas en la mano. He vuelto a la habitación preso del pánico, y me he dado cuenta de que Ella va en serio... su bello rostro, con una mirada diabólica y sinestra, me miraba fijamente desde los monitores de mi ordenador y televisón, aún estando ambos apagados. Entonces he cogido este diario y he salido a la calle desesperado, intentando gritar auxilio, pero sin conseguir pronunciar una palabra. El miedo me dominaba; sólo he podido correr sin rumbo con todas mis fuerzas, en vano. Caí al suelo sobre un charco, y al levantarme vi su reflejo en el agua. Pasé frente al escaparate de una tienda, y en el cristal estaba su imagen. La veía, sentía su presencia, oía sus risas maléficas en mi cerebro. ¿Qué podía hacer yo? Nada. Cuando he vuelto a ser consciente de mis actos, inmensamente agotado e incapaz de moverme un solo paso más, ya me encontraba en medio del bosque a las afueras de la ciudad. Y aquí, ilumninado únicamente por la luz de la luna llena, escribo con esfuerzo las que estoy seguro que serán mis últimas palabras. Viene a por mí, estoy seguro de que es ella la que me ha hecho venir a este lugar. Estoy seguro de que es ella la que produce esos desgarradores gritos que provienen de todos sitios a mi alrededor. Estoy seguro de que es ella la figura entre sombras que estoy viendo ahora mismo entre los árboles, acercándose poco a poco. Me matará. No se como, pero siento que va a acabar con mi vida. Je... ahora caigo. Esta no es la madre de Julio, ni mucho menos. Nos equivocamos de Verónica, querido amigo. Hemos invocado a la AMANTE DEL DIABLO, y vamos a pagarlo muy caro...


EDIT: A raíz de los absurdos comentarios recibidos por mi relato, me veo en la obligación de editarlo y incluir la lógica explicación de que este relato es INVENTADO y aunque esté en 1ra persona no quiere decir que sea real, además, que yo sepa no lo he puesto en la sección de "hechos reales". Cualquiera con un mínimo de inteligencia hubiera podido adivinarlo, pero bueno, que triste es recibir comentarios como los que he recibido, realmente triste que haya personas con tan pocas luces.


Las niñas de la curva

Hace ya muchos años, dos niñas de entre 14 y 15 años de edad salieron de sus casas en el area llamada La Pastora, pues existe un parque con ese nombre el cual pues es muy grande,abarca varias hectareas, ellas iban con otras amigas a una excursión, pero se les hizo tarde, y tuvieron que regresarse a sus casas...

En el camino que era muy diferente al actual, pues no estaba tan urbanizado, era más fácil el no ser visto, y pues a ellas les toco la desdicha, de ser asesinadas en lo que hoy conocemos como la curva de la pastora, y no se supo quien había sido él o los asesinos de las niñas, aunque se hizo una exhaustiva búsqueda de él o los perpetuadores...

Encontraron a las niñas, asesinadas, estranguladas en un pequeño paraje de dicho lugar, ademas habían sido atacadas con un cuchillo o arma punzocortante, desgraciadamente ya sus padres no podían hacer nada, las niñas ya estaban muertas...

Tiempo después empezó la leyenda, un chofer de autobus, vivió una experiencia, pues iba de regreso a la ruta, ya eran después de las 8 de la noche, ya había empezado a oscurecer, pues su camión traía algunas fallas, y al pasar por esta curva, vió a dos pequeñas niñas vestidas de uniforme escolar que le hacían la parada en plena curva, él les hizo señas de que no estaba en servicio y paso de largo, pero cual fué su sorpresa que las vió sentadas al final del camión, él se detuvó inmediatamente y bajó asustado, pero al regresar con otras personas no encontraron nada, el camión estaba vacío...

Otra experiencia fue de un hombre que tuvo una avería en su auto iba de regreso a su casa, precisamente su carro falló en la curva, él tuvó las precauciones pues estaba preocupado de que algun otro conductor no lo viera y se estrellara con el, pusó su triangulo contra accidentes a unos 15 metros de distancia, ya eran después de la 1 de la mañana, pues él regresaba de una fiesta, cuando estaba checando la pila de su auto, vió de reojo a un lado del cofre a dos niñas de 14 o 15 años vestidas de uniforme escolar paradas viendolo, él se asustó, pero sin saber la verdad todavía les preguntó que es lo que hacían tan noche en ese lugar, ellas no le respondieron, solo lloraron enfrente de él y se desvanecieron en el aire...

Otra experiencia fue la que vivieron uno jovenes que fueron a dar serenata a sus mamás un 10 de mayo ya en la madrugada, pues así se acostumbra, eran 5 muchachos, 3 viajaban en el frente de la camioneta y dos en la parte trasera, en la caja, después de dar serenata a cuatro de las mamás de cada uno de ellos, iban ya a dar la última serenata y pasaron por el puente que da a la curva, ya eran como las 2 de la mañana, pues habían empezado a las 12 de la medianoche, al pasar por la curva, de repente el conductor dió un frenón a la camioneta, pues estaban dos niñas en medio de la curva, se asustaron mucho y se bajaron para ver que había pasado, una de ellas estaba en cunclillas y la otra acostada en el pavimento, se acercaron a ellas pero se desvanecieron en el aire, ellos no podían creer lo que habían visto, y regresaron inmediatamente a la camioneta, en esta ocasión solo dos se fueron adelante, y al avanzar unos metros, los que iban atras dieron un grito de terror, al frenar una vez la camioneta para ver lo que había sucedido, los que iban adelante vieron a sus compañeros completamente blancos y sin habla, inmediatamente fueron a una de las casas de ellos...

Ahí y ya después de tranquilizarlos y ver que estuvieran bien, ellos empezaron a contarles a sus otros dos compañeros y a sus familas que después de subir a la caja de la camioneta y que los tres estaban viendo al frente a ver si veían a las niñas y de repente escucharon unas risas detrás de ellos, y voltearon y para su sorpresa ahí estaban las dos pequeñas con sus uniformes escolares sentadas y recargadas sobre la portezuela, y estaban burlandose de ellos y así de repente se volvieron a desvanecer en el aire...

Las historias siguen su curso y las personas siguen teniendo experiencias con las niñas de la curva de La Pastora, si pasas por ahí corres el riesgo de verlas...

--------------------------------------------------------------------------------

Esta historia sucede en mi ciudad Guadalupe, N.L. en México, y el lugar ahora ya es mas transitado pero las niñas siguen apareciendose, quizas en busca de él o los asesinos que les quitaron su apenas corta vida...

Se han hecho miles de relatos de ellas, pero estos son solo tres de ellos, pues las personas así lo afirman, después de verlas ellos ya no estan tranquilos...

Su amigo Frank.

En busca de mi taxista

A una chica muy hermosa, de Guadalajara Jalisco, México, que apenas cumplía sus 18 años.... sus compañeros de la prepa le organizaron una fiesta, donde solo estarían estudiantes y amigos, sin ningún padre de los chicos, los papas de la chica quedaron de pasar por ella, justo a las 12:00 de la noche, porque era algo lejos.

Entrados en la fiesta, todos bebían y bailaban, y pasaban las horas y más bebían, la chica no llego al grado de emborracharse, pero los demás, sí estaban ya ebrios, y se acerco uno de sus amigos a bailar con ella, todo estaba bien, bailaban, reían y se divertían, pero empezó una canción romántica, y todos bailaban y besaban, la calentura empezaba a subir, la chica empezó a bailar con el amigo, pero él, quería ir más allá del baile, quería besarla, abrazarla fuerte, y ella, lo empujaba, el sin sentir por los tragos, solo obedecía a su instinto, le metió una mano a la chica por detrás, la chica indignada y llorando lo empujo, y salió del lugar eran apenas las 11:00 de la noche, ella no quería q le encontrará el amigo, ni nadie, se sentía mal, por lo que había ocurrido.

De pronto se acerca un taxi, y ella se sube, le dice el taxista adonde la llevo linda, ella le da la dirección, y continua llorando, no sé da cuenta que el chofer la ve con malos ojos, ella, reacciona de pronto, y ve, que el camino por donde van no es el adecuado, le grita la chica, ¡pare! ¡pare!, este no es el camino, el chofer no hace caso, y se sigue, y aumenta la velocidad, se encuentran ya muy lejos de la ciudad, la muchacha forcejea la puerta tratando de escapar, se abre de pronto, y sale, volando, el chofer frena el taxi y sale de él, la chica se levanta y corre, él detrás de ella, las luces del carro, encendidas y las puestas abiertas, ella tratando de llegar a la carretera para que le auxilien, de pronto cae, y él la alcanza, ella trata de luchar contra sus caricias, y besos, el la golpea fuertemente y se desmaya, el aprovecha la situación, desgarra sus ropas y la besa, y la toca con un deseo incontrolable, cuando siente el duro dolor reacciona, la chica y quiere zafarse, lo logra empujar y corre, pero el le alcanza un pie, y la jala, ella cae, y se golpea la cabeza, sobre una roca, él sin interesarle verla sangrando continua, su insaciable deseo, cuando termina, se sube a su taxi y se va, vuelve a la ciudad y sigue en su rutina, como si nada hubiera pasado.

Sus padres mientras tanto, la buscan en el salón, y preguntan a sus amigos, ¿donde está?, nadie sabe, donde está, algunos están dormidos de tanto beber, comienzan la búsqueda, y no la encuentran por ningún lado, dan parte a la policía, y a los 2 días la encuentran, en la barranca, muerta con las ropas desgarradas, y aún con el semen en sus partes, sus padres inconsolables, gritan ¡porque!,¡porque!

Pasó el tiempo y todos olvidaron el incidente.

Ahora en las calles de Guadalajara, a las 12:00 de la noche, un taxista que circula por ese rumbo de la fiesta, se le aparece una linda y joven chica, que pide la lleven a una dirección.
En cuanto llegan al lugar de su destino, sale del taxi, sin decir nada y abre la puerta de su casa y se mete y la cierra.

El taxista cansado de esperar a que salga la chica a pagarle, sale del taxi y toca a la puerta, para cobrar su parking, sus padres, salen a la puerta: que se le ofrece, le preguntan, el taxista contesta: que la chica que entró uso su taxi, la trae desde lejos, y tienen que pagarle, ellos se miran uno a otro sorprendidos, y dicen: aquí no hay ninguna chica, el chofer, la describe, y se sorprenden más por las señas que da, y contestan: ella es nuestra hija, pero la asesinaron hace tiempo.

El taxista asustado se retira, y así llegan y llegan taxistas a esta casa, con la misma historia.

ELLA VA EN BUSCA DE SU TAXISTA ASESINO.

La viuda

En mi ciudad hay una leyenda que hable sobre una mujer que siempre buscaba a su marido que nunca llegaba a dormir por que se quedaba dormido borracho en algún bar, una noche que salío a buscarlo encontro la muerte en ves de a su marido, el hombre se suicido de pena esa misma noche, pero el espiritu de la mujer siempre sale a buscar al de su marido entre los borrachos para poder descansar con en paz con él a su lado. Siempre se la ve vestida de negro y no se le puede ver el rostro ni ninguna parte del cuerpo, solo un largo vestido negro que la cubre enteramente.

Al pricipio crei que esto eran cuento de viejas, pero una noche en que se nos fue la mano celebrando la victoria del equipo local lo vivi, como ya dije estamos unos 3 amigos y yo celebrando la victoria del equipo local y se nos paso la mano con la celebración, nos estabamos volviendo a pie a la casa más cercana de un amigo para poder dormir, de repente me entro el miedo que ya conocia bien y del susto quede sobrio, entonces la vi caminando derechito hacia nosotros, les pedi a mis amigos que nos alejaramos de esa mujer porque me daba mala espina, entonces a modo de burla uno de ellos se dirigio para coquetearla, nos grito que la mujer solo estaba buscando a su marido y nos pregunto si no lo habiamos visto, todos se acercaron a pedir descripciones del supesto extraviado, cuando Gustavo (el que se atrevio primero) siguio con su coqueteria y le pidio ver su rostro, en un tono mas meloso claro, esta nos enseño su rostro y casi nos infartamos todos, era una calavera, una calavera autentica, se nos paso por completo la borrachera del susto y salimos corriendo sin rumbo ni dirección, logramos paranos en una plaza y lo primero que hicieron fue enojarse entre ellos por no haber echo caso a mi advertencia, luego decidimos tomar un taxi, pagarlo entre todos y dormir cada uno en sus respectivas casas.

Nunca me voy a olvidar de lo que ocurrio esa noche.

La presencia

Estaba durmiendo cuando un pequeño ruido me despertó...al principio no sabía lo que era, pero me di cuenta que eran pasos que se acercaban a mi cama. No quise desvelarme del todo, ni siquiera abrir los ojos pues daba por echo que era mi padre o mi hermana que habían entrado un momento para a lo mejor coger algo de mi habitación.
Lo raro empezó cuando aquellos pasos no terminaban nunca...todo el rato los escuchaba y empezé a tener miedo...cuando tuve esta sensación los pasos empezaron a sentirse cada vez más cerca de mi cama y cada vez más cerca hasta que derrepente ya no se escucharon.
Yo dejé de respirar durante un buen rato, todabía seguía de espaldas a la puerta de mi habitación y ahora si que no me iba a darme la vuelta...no podía, estaba aterrado, no podía girarme, estaba agarrotado en esa postura.
Todabía no había acabado la cosa...empezé a respirar muy hondo y me dí cuenta de que no podía respirar más despacío del pánico que sentía...saber que a mis espaldas había algo y me aterraba. Por un momento no escuché nada, solo mi respiración...que no dejaba de ser profunda y fue entonces cuando escuché una segunda respiración, es decir, yo respiraba y cuando soltaba el aire escuchaba como alguien soltaba también el aire...ya no sabía si me estaba "emparanoiando", pero lo comprobé cuando dejé de respirar por un momento....DIOS MIO...aquella respiración la sentía, había alguien a mis espaldas...esa extraña respiración la empezaba a sentir cada vez más cerca de mí, cada vez más cerca hasta que pude apreciar el aire en mi oído....SUS LABIOS ESTABAN PEGADOS A MI OREJA...y un grito salió de mi boca que hizo girarme.
Estube un instante sentado, incorporado en la cama esperando a que mis padres se levantasen asustados por el grito que había lanzado, pero nadie abrió mi puerta....nadi me había escuchado...ERA IMPOSIBLE, jamás había gritado con tanta fuerza.....toqué mi oreja y estaba casi congelada, me dolía del frío...fué la experiencia más aterradora que he tenido en mi vida...y ahora que la cuento no puedo evitar soltar una lagrima.

Una Mano Peluda

Hola, los que les voy a contar paso, hace mas de 15 años fue real, y aun tengo esa la imagen en mi mente.
Un dia cuando yo apenas tenia entre 7 y 8 años, estaba en la escuela, me dirigia hacia el baño del colegio, cuando un grupo de niñas salio corriendo del mismo baño, gritando que ahi estaba el diablo, yo no crei, y entre, necesitaba orinar, fue entonces cuando comenzo todo.
Me dirigi yo hacia uno de inodoros, cuando me de repente salio del inodoro una mano, grande, larga, y peluda con unas uñas tambien muy largas, era horrible, senti mucho pánico, quise correr, pero mi cuerpo estaba inmovil, cuando reaccione, corri, pero la puerta estaba cerrada, por dentro y no se podia abrir, la mano, salio del inodoro, y venia hacia mi, en el aire, como si pudiera volar, yo perdi el conocimiento,cuando desperte estaba en la sala de maestros de la escuela, nadie se explicaba lo que sucedio, la puerta ni el portero la podia abrir, mis amigas dicen que gritaban que yo estaba dentro, pero no me podian sacar, despues de ese suceso, mis padres decidieron sacarme de ese colegio, y ahora, decido contar lo que me paso, pues siento que ese mano, aun existe, y que deseaba hacerme algo??Pues 3 años despues una mano levanto mis cobijas estando yo dormida, y movia mi cama, como mesedora, es horrible si alguien sabe que puede ser esto, y como pueden ayudarme, escribanme...
Eli

Exorcismo Real

Os escribo este relato que, en verdad es real.
Yo nací en Rumania, soy de Transilvania, aunque ahora vivo en España, tengo 17 años.
De pequeño solía ir cada mes a casa de mis abuelos (Vidolm, Transilvania) el cual era un sitio verdaderamente misterioso y a la vez bello. Mis abuelos me contaron que en Vidolm y en otras comarcas de al lado ocurrieron cosas muy extrañas, como por ejemplo la transformaciones de los hombres lobo "Varcolaci" en rumano, y muchísimos casos de exorcismos y posesiones. La historia de aquel lugar era conocida por muchísimas personas de todo el pais.
Las visitas a casa de mis abuelos eran normales en las que no ocurrian nada, pero aquel dia de 1997 iba a ser el peor dia de mi vida.
Estabamos yo, mi hetrmana, mis primos y mi tio, que por aquel entonces eramos pequeños. Nos dirigíamos a la iglesia como cada domingo por la mañana. Por el camino hablabamos de los misterios que rondan la zona sin tener ni idea de lo que iba a suceder en nuestra iglesia.
Al llegar, como siempre todos nosotros, los que antes he nombrado, nos quedabamos por fuera de la iglesia, es decir, por los alrededores. Por alli solo habian tumbas, nada importante, como cualquier iglesia rumana. Me acuerdo muy bien de aquel momento: "Hey, habeis escuchado eso?", dijo mi tio.
Nosotros, la primera vez no lo oímos pero la segunda vez si. Era una especie de grito, pero muy raro. La iglesia tenia unas ventanillas arriba del todo y por ahi oímos aquellos gritos.
La primera vez pensamos que alguien se hubiera caido, asi que no le hicimos caso. Mi hermana estaba muy asustada porque habiamos hablado antes de misterios y ese tipo de cosas...
Mi tio se fue a ver lo que pasaba, y cuando llegó no tardó ni un segundo en volver asustado y llamandonos rápido. Cuando entramos en la iglesia se escucharon dos voces: mujer y hombre. Al principio no habia visto lo que pasaba pero al rato me asome delante y ví que ¡sólo habia una mujer! que estaba hablando con dos voces. Me entró el pánico, pero por suerte mi madre esaba atras sentada. Corrí rapido a ella, me senté a su lado y la agarré fuertemente del brazo y me quedé mirando a la mujer rara. Mis primos tambien se sentaron por alli atras pero ellos no estaban asustados porque ya habian visto esas cosas antes. Mi hermana estaba atras con mi abuela agarrándola del brazo.
Me acuerdo muy bien de haber mirado atras y ver la cara de mi hermana: estaba pálida y muerta de miedo. Mi hermana se quedó unos cuantos segundos con la boca abierta y luego empezó a llorar diciendo a la abuela que la sacara de alli. Mi abuela se la llevó para casa. Yo me quedé mirando junto a mi madre y a mis primos , pero eso si: aterrorizado, en mi vida habia sudado tanto, y ni siquiera hacia calor.
El caso es que la mujer estaba gritando al cura, insultandole, escupiendole, tirandose del pelo, hablando con dos voces, era espeluznante. Cuando el cura se acercaba con la cruz, parecia salir mas voces de su interior, parecia un coro, pero un coro del infierno. Tambien cuando se acercaba con el agua bendita, le tiraba agua bendita y ¡salía humo!, algo parecido a la pelicula de "El exorcista", pero sin efectos especiales, ademas no era ficcion, era todo verdad.
Despues de todo esto, el cura le gritó una frase de nosequé y la mujer se calló. Despues unos hombres (2 o 3) la cogieron y la pusieron en una silla de ruedas llevándosela fuera.
Os digo que lo que te imaginas ahora en este momento no es nada comparado con lo que yo he visto.
Ese dia no lo olvidaré jamas.
Desde entonces empezé a sentir curiosidad por los misterios y lo paranormal.
Os advierto que ver un ritual de exorcismo en directo y real no es buena cosa, que digamos.
En todo caso os agradezco muchisimo por haber gastado vuestro tiempo en leer mi relato.
Gracias.

para contactar: alex_comadreja_virtual@yahoo.es

que sucedio....

Mi nombre es lo de menos , tengo ahora 47 años y hace unos 20 años atrás trabaje de vigilante jurado en un hospital de Bizkaia, trabajábamos a turnos, esa semana me toco el turno de noche ,de 22:00 hasta las 6:00 horas de la mañana, cubríamos el turno tres vigilantes, 2 de ellos hacían la ronda por el exterior y el interior del hospital y a mí me tocaba en base, que era una habitación donde nos cambiábamos ,comíamos y descansábamos de vez en cuando, desde aquí controlabas los pasos de los otros compañeros a atraves de los transmisores que cada uno llevábamos y de esta forma nos organizábamos.
2:00- 1 a base estoy en el sótano en vestuario de enfermería ,esta la puerta abierta , no hay luz y creo a ver oído algo.
YO- espera 1 mando a 2 y echáis un vistazo juntos.
1- no hace falta llevo linterna solo será un momento.
YO- Mantenme informado.
1- Ok
2:20-YO- 1 aquí base,¿alguna novedad?
-----silencio---
YO-1 aquí base ¿me escuchas?
------silencio-----
YO-Base a 2 , 1 esta en enfermería y lleva 20 minutos sin darme ninguna novedad, date una vuelta por allí.
2-De acuerdo
2:35- Base estoy en vestuarios, pero la puerta esta cerrada y no tengo llave, tal vez allá resuelto el tema.
YO-El tema es que no lo localizo, sube a la planta 10 y haz la ronda hacía abajo yo la haré desde abajo hacía arriba.
2-De acuerdo.
3:05- Nos encontramos en la plata cuatro sin rastro de 1.
-este espabilado se ha pirado a el bar o a casa,(risas).
YO- voy a pedir las llaves de vestuarios y echamos un vistazo.
3:20-Abrimos la puerta la luz funciona y aparentemente todo esta en orden.
3:40-YO-base a 1, ¿donde estas?
-----silencio----
4:00-Yo-Base a 2 ¿sabes algo de 1?
2- sin novedad, no le veo por ningún lado, he preguntado al personal si lo han visto y nadie sabe nada.
Ya me estaba preocupando el tema y no quería encontrarme con el relevo de las 6:00 y este sin aparecer y encima a ponerle la cara.
5:30-Comienzan a llegar los del turno de las 6:00, les comento lo de 1 y todo queda en risas al principio, pero como responsable debía informar a la empresa de lo sucedido y así lo hice hable con mí jefe y le comunique lo sucedido, me comento que tomaría cartas en el asunto y que ya se encargaría él.
15:30-estaba en lo más profundo del sueño cuando mí madre me despierta para pasarme una llamada de la empresa.
Empresa-Hemos intentado localizar a 1 y no le encontramos por ningún lado, por su casa dice su mujer que no a aparecido hoy, vamos a llamar a la policía por lo que intenta estar localizado.
YO-De acuerdo.
La comida ya no me sentó también como otros días, estaba nervioso por si algo le había sucedido a 1 y desaparecer en esas condiciones no es que seria muy normal.
20:30-Me llaman desde el hospital es mi jefe, me comenta que entre mas pronto al servicio, esta la policía y quiere hacerme unas preguntas.
21:15-llego al hospital y veo un par de coches de la policía, noto un cosquilleo en el estomago, tal vez le hayan encontrado de cualquier forma, no quiero pensar en nada solo quiero que esto acabe.
Allí se encuentra 2 al cual le están interrogando.
YO-Buenas noches ¿alguna novedad?
Jefe-seguimos sin saber nada es como si la tierra se lo habría tragado, ahora te van hacer unas preguntas la policía.
Después de un interrogatorio mas bien corto ya que tampoco había que contar gran cosa los agentes me facilitaron un numero de telefono para ponernos en contacto si sabíamos de alguna novedad.
Jefe- viene un nuevo compañero para cubrir a 1 esta noche.
YO-de acuerdo.
23.30-todo parece volver a su cauce y de nuevo nos encontramos realizando nuestras rondas.Eso si parece que yo y 2 somos reacios a ir a los sótanos.
2:00,nos encontramos en base los tres tomando un café y comentando todavía lo sucedido, cuando de pronto suena mi transmisor como si alguien intentaría comunicarse.
De nuevo un chasquido y esta vez con una voz clara y reconocible.

-1 a base todo en orden.
En un principio todo era confuso, era la voz de 1 contestando como si no hubiera sucedido nada.
YO-Base a 1 ¿dónde coño estas?
1-ya te he dicho que en vestuarios, sin novedad.
Me levante e invite a mis compañeros a que me siguieran.
Llegamos a vestuarios y nos encontramos con la puerta cerrada.
Yo-Base a 1 ¿donde estas ahora?
1-En vestuarios joder.
YO-ya vale de bromas tienes a todo dios desconcertado y buscándote y tu con bromitas, abre la puerta.
----silencio----
Yo- 1 ya vale de brom.. de repente un gran golpe sonó detrás de la puerta es como si la hubieran golpeado con una maza.
La verdad es que los nervios estaban empezando a hacer mella y las piernas casi no las podía mantener en pie.
YO-quedaros aquí voy a pedir las llaves.
Una faena no tener las llaves de todo el centro hospitalario pero hay zonas como vestuarios de médicos y enfermería a la cual no tenemos acceso.
YO-¿nada?
2- no se ha vuelto a oír nada.
Abro con mas miedo que ganas y total oscuridad.¿dónde esta el interruptor?
Me giro hacía mis compañeros y me encuentro con los dos mirando perplejos hacia en fondo de la habitación.
YO-¿que coño pasa?
Vuelvo a mirar hacia la habitación y nada, espera, una silueta en el fondo sentada en un banco ,el cuerpo se me paraliza las piernas se me quedan clavadas en el suelo y soy incapaz de reaccionar por momentos, no se como pero encuentro el interruptor doy la luz y la silueta desaparece, mi mente esta confusa no se si he visto algo realmente o ha sido tan solo mala jugada de la cabeza por los nervios.
YO-que demonios era eso..
Miro hacia atrás pero me encuentro solo, ninguno de mis compañeros se encuentran allí, corro como puedo y salgo de allí tan pronto como pueden mis piernas.Llego a base y me encuentro a mis compañeros sentados desconcertados.
YO-que demonios os pasa, me dejáis allí solo con toda la movida, ¿qué habéis visto?
2- no se , mas que ver, era una sensación de angustia un olor repugnante un frió que me recorría toda la columna vertebral, yo lo siento pero me voy de aquí.
YO-no me jodais, esperar al turno
1y2- ni hablar lo siento pero no puedo estar un minuto mas aquí.
Hasta las 5:30 que comenzaron a llegar el nuevo turno no salí de base, di parte de la marcha de mis compañeros, pero no supe que poner para explicar lo sucedido.
A partir de aquel día deje la empresa, de mis compañeros no volví a saber mas y de 1 solo se que sigue en paradero desconocido y no se ha vuelto a saber nada más.

La cinta de vídeo

Ante todo, saludos a todos los que vayan a leer este relato. La verdad es que tenia ganas de contarselo a alguien, pero no sabia a quien, hasta que encontré esta página. No espero que os entretenga, si no que aprendais...

Todo ocurrió un fin de semana en mi casa de campo -por llamarlo de algún modo-, habia ido con mis padres y un amigo. Se presentaba un fin de semana genial, lo íbamos a pasar en grande, fiestas, piscina, chicas... lo de costumbre. la primera noche que estubimos en mi casa nos dió por contar historias de miedo, y cuando me tocó a mi - y ya que me conocía el pueblo- le conté la historia de una fábrica abandonada que había a unas tres manzanas, la leyenda contaba que cuando la fábrica fue abandonada la utilizaron de punto de encuentro para traficantes y que en una ocasión hubo un tiroteo y un hombre murió, dicen que su alma estaba atrapada en la fábrica, quien sabe... yo no me lo creía. Así que esa misma noche mi amigo me dijo que sería divertido ir a hechar un vistazo, puesto que yo no creía en fantasmas me pareció una idea entretenida y cojimos el coche y mi cámara de vídeo. llevábamos muy poco rato en el coche y mi amigo pusó un CD de psicofonias que le vinó en una revista de lo paranormal. Yo no creía en todo eso, pero joder, esas voces daban miedo... Pasó poco rato cuando ocurrió... yo estaba filmando el paisaje y escuchando el CD, cuando pasé la vista de la cámara por el cristal del coche y... allí estaba reflejada la cara de una persona!!! lo prometo!!! antes de reaccionar me quedé unos instantes mirando para intentar buscar una explicación, pero no había otra explicación, y lentamente me giré hacia mi amigo y se lo dije, cuando miró se asustó tanto que lo único que se le ocurrió fue sacar el CD de la radio y tirarlo por la ventanilla, y cuando volvimos a mirar ya no estaba la cara... y justamente habíamos llegado a la fábrica. Y ya que estábamos no nos hibamos a volver, y además, de alguna forma una experiencia así te incita a hacer cosas... raras ¿vale?. Bajamos del coche y entramos en el terreno, un terreno lleno de malas hierbas y muchos árboles. La fábrica estaba vieja y oscura, no voy a mentir, daba miedo. Descubrimos que la puerta delantera estaba sellada con tablones de madera, aunque las ventanas que había arriba estaban abiertas y mostraban la oscuridad del interior, y no... no vi ninguna silueta típica de las pelis. Fuimos a la parte de atrás y... bingo! la puerta estaba abierta, nos lo pensamos un poco antes de entrar, (debo decir que aqui ya no llevaba mi cámara) pero al final, entramos, mi amigo alumbraba con la linterna. había una especie de recepción minúscula y muy sucia, me pareció ver alguna rata. Entonces reparé en una puerta que había a mi derecha con un candado enorme y oxidado, le pedí la linterna a mi amigo y me dispuse a golpear el candado, y así lo hice. Entonces pasaron dos cosas que no me gustaron mucho, una fue que la linterna se apagó -como es de esperar- y la otra, que justo después del golpe se escuchó un portazo justo detrás de la puerta... la verdad... no recuerdo haber corrido tanto en toda mi vida, corrimos tanto que se nos olvidó el coche, pero de ahí no se iba a mover... fin

Me ha gustado compartirlo, y si alguien no se lo cree y necesita pruebas, recordad que tengo una cámara de video con una cinta aún por terminar... adiós.

Noche en el cementerio

Hace pocos años, hubo un cura en mi pueblo al que le gustaba bajar todas las noches de los sabados al cementerio a invocar a los espiritus.

Yo entonces tenía 13 años. A mis amigos y a mi nos gustaba contemplarle desde un mirador que había a 500 metros escasos.

Una noche fría de últimos de Noviembre, estabamos allí solo 6 chicos, entre ellos yo, a esperar a que el cura, que por cierto se llama Jose Antonio, bajara. Y, el reloj de la iglesia dio las once de la noche.

Apareció entonces Jose Antonio, abrigado con su sotana negra y una bufanda. Llevaba consigo, como era de costumbre, un farol de los antiguos de los que iban con gasolina.

-¡Buenas noches, Jose Antonio!-le gritamos.
-Buenas noches chavales

Él bajó y abrió la siniestra verja y entró. Se adentró en lo más oscuro del cementerio. Cuando ya estaba casi en el final, se le apagó el farol y se quedo a oscuras.

Nosotros discutiamos que si debiamos bajar a ayudarle a salir, porque ese cementerio de noche a oscuras es un laberinto. Mientras discutiamos, el cura salio del cementerio con el farol otra vez encendido.

-¡Que tio!-exlamó uno de mis amigos

Cuando de nuevo paso por nuestro lado, le volvimos a desear buenas noches, pero esta vez no nos contesto. Llevaba la cara tapada con una capucha. Al día siguiente, bajamos para ver lo que había dejado por allí, porque siempre dejaba alguna sorpresilla.

Pero esta vez nos encontramos un SORPRESON.

Al lado de una tumba que estaba partida en dos, estaba el cura tirado con su farol al lado y roto. Estaba helado de frío, pero vivo. Llamamos una ambulancia que le llevó al hospital de inmediato.

Una semana después, aquellos seis fuimos a visitarle al hospital. Él me agarró de la mano y, con pánico reflejado en su pálida cara, nos dijo:

-¡Le vi salir de la tumba y tirarme el farol al suelo! ¡Me dijo que era un enviado de Satanas y me desmalle!

Nos recorrió un escalofrío por el cuerpo. ¿Quien sería aquello que vimos subir con capucha?

El armario...

Lo siguiente que voy a relatar me ocurrió cuando tenía 8 o 9 años. Y la verdad es que lo recuerdo como si fuera ayer...

Era verano. Y es un dato a tener muy en cuanto por lo que a continuación relataré...

Estaba en la torre que mi familia tenía en una urbanización. En Massanet de la selva (Girona). La torre estaba un tanto apartada del resto de las que había por allí. Rodeada de bastante terreno y abundante bosque. Quien haya estado por aquella zona sabrá que tipo de vegetación hay. La verdad es que por la noche imponía bastante el asomarte por la ventana y ver que a tu alrededor solo veías árboles e infinidad de sombras...

No me desviaré del tema porque lo que me sucedió no fue en el exterior...

Era ya bastante tarde. Sino recuerdo mal eran mas de medianoche. Recuerdo que estaba con mis primos, todos mas pequeños que yo, en la habitación que se encontraba al final del pasillo. Allí nos solían meter (teóricamente, a aquellas horas, debíamos estar dormidos) a los niños mientras los mayores se quedaban a charlar o jugar a las cartas. Pues bien, aquella noche, mis primos y un servidor, montamos bastante alboroto en la habitación y, como yo era el mayor, me tocó cargar con las culpas. Y, como era de esperar, mi tío me castigó.
El castigo consistió en trasladarme de la habitación de los niños, a la habitación de mis tíos. Los dueños de la torre. La habitación se hallaba justo al lado. Si la de los niños estaba al final del pasillo, la de mis tíos se encontraba a mano derecha de éste. En un lateral. No sé si me he explicado. En fin, sigamos...

Yo no estaba muy de acuerdo con el castigo pero, con la edad que tenía, no tenía otra opción que cumplirlo. Mi tío me sacó con muy malas formas, todo sea dicho, y me metió en su cuarto. Me dijo que me tumbara encima de la cama de matrimonio y que me durmiera que ya vendrían a buscarme. Ni siquiera se molestó en cubrirme con la sabana. Ni en dejarme la luz encendida. Me dejo allí tumbado en medio de la oscuridad. Sin nada con lo que poder cubrirme. Cerró la puerta y se fue. Nada mas ver como se cerraba la puerta y me quedaba completamente solo en aquel lugar, empecé a pasar miedo. Muchísimo miedo. Cuando mis ojos se acostumbraron a la oscuridad, y con la única ayuda de un tenue halo de luz que iluminaba tímidamente el lugar, el terror se hizo mas agobiante ya que, lo único que veía eran extrañas sombras por todas partes. Y esto no era debido a ningún fenómeno sobrenatural, sino a la aclimatación que experimenta el ojo humano después de unos segundos en contacto con la oscuridad...

Rígido como nunca lo he estado a causa del temor que sentía. Tumbado sobre la cama. En posición casi mortuoria. Sin nada con lo que cubrirme ya que no me atrevía a mover un músculo. Moviendo nerviosamente los ojos para todas partes. Intentando controlar las sombras. Empezó mi calvario...

No recuerda bien el tiempo que estuve así pero se me hizo eterno. Y os puedo asegurar que no estaba dormido ni tenía intención de hacerlo. El miedo no me lo permitía. Era completamente imposible poder relajarme en el estado que me encontraba. Seguro que muchos de vosotros sabéis a lo que me refiero...

Habrían pasado unos veinte minutos. Aproximadamente... El terror te hace perder la percepción de las cosas. Cuando, de pronto, se abre lentamente la puerta de la habitación. La alegría que me inundó en ese instante fue de la misma intensidad, que el terrible terror que se apoderó de mi en cuanto presencié lo siguiente...

Una vez la puerta se abrió totalmente, y cuando mi alegría todavía estaba latente a causa del inminente levantamiento del castigo (creía que mi tío se había apiadado de mi y venia a buscarme), apareció "aquello"...

Recordad que estaba a oscuras. Mis ojos se había acostumbrado a la oscuridad pero todavía les costaba distinguir lo que presenciaban entre las sombras... Solamente tenía como guía en la oscuridad, los leves destellos que se colaban por entre las persianas...

Os aseguro que, ahora que lo estoy recordando, no puedo evitar que se me ponga la piel de gallina...

"Aquello" que se encontraba en el umbral de la puerta, apunto de adentrarse en la habitación de mis tíos, era una mezcla entre una niña de mi edad, y una anciana...

Me explico...

Imaginaos el cuerpo de una niña de unos 7 u 8 años, con los achaques propios de una persona de unos 80...

Diferenciar algo entre las sombras es muy complicado. Puedes equivocarte fácilmente y ver cosas donde no las hay. El caso es que la descripción era mas o menos así...

Al principio, y pese a que aquella silueta no se correspondía con nadie que yo hubiera visto antes (tíos, primos etc...), pensé que podía tratarse de alguien conocido... Pero... antes de que pudiera articular palabra, "aquello" que hasta ese instante había permanecido estático bajo el umbral de la puerta, comenzó a moverse muy lentamente...

Os aseguro que en cuanto presencié el tipo de movimientos con los que se trasladaba hacía el interior de la habitación, deseché inmediatamente la teoría de que pudiera tratarse de alguien de mi familia.

La silueta era del todo fantasmagórica. Y que conste que no estoy utilizando el recurso fantasmal por el tema en cuestión, sino por lo escalofriante de sus movimientos y de lo acongojante de su apariencia.

Aquella cosa fue avanzando muy lenta y trabajosamente. Cuando ya hubo traspasado el umbral de la puerta en su totalidad, se dio la vuelta a base de costosos movimientos. Y cuando digo costosos, me refiero a un tipo de movimiento propio de una persona de muy avanzada edad.

Otro detalle que le otorgaba un aspecto mas aterrador que el que ostentaba ya de por sí, era su blanquecino (o eso es lo que la tímida luz me mostraba) color y lo desmadejado de su cabellera. Una despeinada melena que cubría su desconocido rostro (menos mal que no pude verlo) y una especie de camisón que le llegaba hasta los tobillos.

Antes de continuar con el relato...

No, no era la niña de "The Ring". En aquella época todavía no se había estrenado la película... Mi imaginación no podía basarse en un personaje del celuloide que, probablemente, todavía no había sido creado...

Prosigamos...

Una vez cerró la puerta, un tiránico frío apareció de la nada. Apoderándose del lugar. Fue como si entrara en una cámara frigorífica. No recuerdo haber pasado tanto frío en mi vida. Contando que era verano, no era nada normal...

Teniendo en cuenta como me encontraba a causa de lo que estaba padeciendo (no os lo podéis imaginar), castigado por aquel intenso frío, totalmente agarrotado por el miedo... aquella cosa, una vez había cerrado la puerta, volvió a darse la vuelta... Insisto... mediante lastimosos movimientos, se encaminó hacia el armario que se hallaba situado justo enfrente de la cama en la cual estaba tumbado. Imaginaos, yo tumbado en la cama (ni que decir como estaba de aterrorizado), la entrada de la habitación justo enfrente de la mesita de noche que había al lado de la cama (obviamente de matrimonio), y el susodicho armario algo escorado a la derecha. No sé si me he explicado... Yo, desde donde estaba situado, veía la entrada de la habitación ligeramente hacia la izquierda. A unos metros mas o menos de donde acababa la cama. Y el armario estaba a mano derecha de la entrada. Justo enfrente de la cama...

Resumiendo...

Aquella silueta fue desplazándose muy lentamente hacia el armario y, una vez llegó a la altura de las puertas, las abrió (con el consiguiente e irritante chirriar resonando y acompañando el movimiento de apertura) y se introdujo dentro...

Cerró la puerta y allí permaneció escondida... En ese mismo instante, solo recuerdo que no podía moverme de lo aterrorizado que estaba, y que mi único fin era el vigilar que aquel armario no volviera a abrirse de nuevo... Después de un rato, no sabría precisar cuanto, volvió a abrirse la puerta de la habitación...

Esta vez si que se trataba de mi tía. Se acercó a la cama encendió la luz de la mesita de noche y me preguntó porqué no estaba durmiendo...
Al parecer, habían pasado cuatro horas desde que me encerraron allí... Yo no le contesté. No podía articular palabra. Supongo que mi tía pensó que le estaba tomando el pelo. Me sacó de la cama y me llevó a la habitación de los niños...

El tiempo que transcurrió entre que me metieron en la habitación hasta que me “rescataron” de allí, fue considerablemente extenso. Imaginad la de cosas que pasaron por mi mente durante aquellas cuatro eternas y terroríficas horas de vigilia... Anhelando con todas mis fuerzas que aquella cosa no saliera del armario...

Y no, no fue un sueño... Nunca en los sueños se puede llegar a recordar tan inequívocamente algo como lo que me aconteció...

Y esto, algo resumido en su última parte, ha sido todo..

Os puedo asegurar que es completamente cierto...

Presencia

Cuando tenía unos 8-9 años mis padres y
yo nos mudamos a un piso de la calle Benavent (BCN). El proceso de compra del piso fue muy acelerado y la mujer que vivía allí no puso ningún inconveniente (parecía querer venderlo cuanto antes e irse de allí).
El día que llegamos a ese piso, mi madre me contó que estaba completamente vacío, sin muebles, sofas, camas, nada...excepto un armario situado en el recibidor; la parte inferior estaba totalmente empapelada (cubierta) y en la parte superior al abrir los portones podias dar la luz del piso por lo que mis padres no tenían ningún interés en saber que había en la parte inferior.

Durante 2años estuvimos viviendo allí con una vida normal, pero un día mi padre decidió dar uso a la parte inferior del armario para guardar las guías de páginas amarillas y otras cosas.Grande fue su sorpresa al desempapelar aquello y encontrar una "Ouija" en el fondo y en una esquina. Por que aquella mujer se lo llebó todo y nos dejó el maldito armario con una Ouija dentro????

Mi padre le enseñó la ouija a mi madre y
ésta, algo asustada le dijo que la tirara a la basura cuanto antes que no le gustaban estas cosas. Pues bien, eso hizo mi padre. Dicen que la oujas una vez utilizadas hay que quemarlas o esconderlas pero nunca tirarlas!!!!

A partir de aquí empezaron a sucederle cosas a mi madre. El dormitorio de mis padres estaba en la parte opuesta al recibidor de la casa, dicen que la energias se perciben más en las partes más separadas de la casa.Unos días después y ya pasada la medianoche, mi madre estaba inquieta en la cama, no podia dormir. La puerta estaba entreabierta y dejaba entrar algo de luz de la calle. Con las luces de la habitación cerradas mi madre llegó a distinguir como una presencia, una sombra escondida detrás de la puerta. Se quedó atónita durante unos segundos pero logró reaccionar para despertar a mi padre. Éste abrió la luz y calmó a mi madre. Los dos vinieron a mi cama para asegurarse de que yo estaba bien aquella noche.

A la mañana siguiente mi madre no dejaba de pensar en aquello. Me llebó a la escuela y luego se fue a trabajar. Al mediodía mientras mi madre estaba haciendo la comida oyó una voz débil que la llamaba por su nombre y se giró perpleja, pero no havia nada, ni nadie que la llamara. De pronto, la vecina llamó al timbre y mientras charlaban en el recibidor se volvió a oir esa voz que decia: -Teresa. Mi madre preguntó a su vecina si había escuchado igual que ella
que alguien la llamaba y esta respondió que sí. Las dos se giraron para ver si había alguien en el piso pero no había nadie!!! A partir de este momento mi madre ya estaba acojonada. Se despidió de la vecina y siguió cocinando sin dejar de pensar en lo sucedido y esperando la llegada a casa de mi padre.

Mi padre creía que estaba delirando y que lo que decía haber oído no podia ser cierto. Entrada la medianoche mis padres
fueron a la cama pero mi madre no podía dormir. De nuevo le pareció ver aquella sombra detrás de la puerta que la llamaba. Mi padre se despertó y vió a mi madre totalmente paralizada, pálida absolutamente y con la dentadura desencajada de tal forma que parecía haber visto algo infrahumano(mi madre me dijo que nunca habia pasado tanto miedo en su vida).
Intentó hacer reaccionar a mi madre pero no lo conseguía, ni siquiera dándole dos bofetadas lo consiguió, ella seguía mirando hacia la puerta perpleja y con una mandíbula cada vez más desencajada. También muy asustado mi padre decidío rápidamente cogerla en brazos y sacarla de la casa. Encendió la luces del comedor y del pasillo pero de repente se apagaron solas. Cruzó el pasillo a oscuras y atravesó el recibidor para finalmente abrir la puerta y salir del piso. Ya fuera del piso abrió la luz de la escalera y llamó al ascensor, pero este no funcionaba. Corrió mientras bajaba las escaleras con mi madre en brazos aún medio paralizada y también se apagaron la luces de la escalera. Era como si algo o alguien no quisiera que mis padres abandonaran esa casa.

Finalmente salieron de la casa y se fueron a dormir a casa de mis abuelos. Aquel día yo dormía con mis abuelos porque mi madre pensó que yo estaría más seguro.

A partir de ese momento mis padres y yo no pisamos aquel piso en 2 semanas, hasta que un dia mis padres contrataron a un hombre que decía ahuyentar espíritus y con sus métodos. Mediante unos rituales muy extraños en los puntos con más energias negativas de la casa ese hombre consiguió que aquella presencia desapareciera y al cabo de 1 semana volvimos a vivir allí. Todo fue normal pero la sensación de terror e inseguridad que tenía sobretoto mi madre
hizo que dos años después vendiesemos ese piso para ir a donde vivimos actualmente.

Algunos podemos verlos

Mi madre me contó una historia que no he podido olvidar jamás...

Era verano del 67´ y dormía con mi hermana en la misma habitación pero en camas separadas. Mi hermana siempre ha tenido mucho miedo y yo me reía de ella. Una noche cualquiera me pedió que durmiéramos juntas porque tenía miedo, y yo la dije que no sin más y bajé a la planta de abajo a por un vaso de agua, cuando volví a la habitación y vi la cara de mi hermana se me cayó el vaso rompiéndose en mil pedazos...mi hermana estaba blanca, tiritando y salía vaho de su boca, no podía creer lo que estaba pasando y mi reacción fue ir corriendo a abrazarla porque pensaba que se desmayaba; cuando estaba entre mis brazos yo la dije: -"No pasa nada, tranquila" y ella me contestó en un susurro, -" no te muevas... nos está mirando, está ahí de pie". Me giré de inmediato y no vi nada, ella me dijo que era el tío Manuel y yo me quedé helada, y solo pude decir...pero si está muerto (le mataron en un coto de caza y tiraron su cadáver a un zarzal).

Al ver que mi hermana no reaccionaba me metí en su cama, la abracé y la dije: - "no le mires, deja que se vaya".

A la mañana siguiente nada más llegar mis padres y sentir que entraban en casa les gritamos para que subieran. Les contamos todo lo que pasó entre lágrimas y sobresaltadas, y mi madre dijo: - Vale, vale...tranquilas, calmaos un poquito; bajó las escaleras y habló con un hombre que se decía que hablaba con los muertos, ese hombre llegó por la tarde y nada más entrar dijo unas palabras que se me marcaron de por vida...- "en esta casa una niña de 9 años necesita ayuda"...se trataba de mi hermana, era increíble, difícil de creer, pero acertó y escuchamos con atención sus palabras contándonos todo lo que teníamos que hacer.

A la mañana siguiente seguimos las instrucciones al pie de la letra: Salimos de madrugada a la calle a recitar unas palabras que no recuerdo bien, sé que comentaban algo de Nuestro señor Jesucristo pero no lo recuerdo exactamente. La cosa iba de tal forma que cuando salías de la casas recitabas la oración dando pequeños pasos y cuando volvías a entrar en la casa terminabas la oración entrando con el mismo pié que habías salido, y de esta manera durante nueve días completabas la novena...y así fue como mi hermana dejó de ver esas cosas.

Desde ese día no me he vuelto a reír de todo este pequeño mundillo, porque sé que están ahí, y algunos podemos verlos.

(Historia verídica: Julio de 1967)

La Muñeca Diabólica

Empezaré diciendo que al momento de ocurrirme esto tenia 28 años, soy profesionista y vengo de una familia muy católica y esto que le relataré aun después de haber transcurrido varios años, el recordarlo aun me atemoriza, pues no he encontrado ninguna explicación.

Una amiga y yo nos fuimos a vivir a la capital, ya que ambas éramos de provincia y nuestros respectivos empleos estaban allá. Al llegar a la capital rentamos un departamento en un edificio de construcción algo antigua. Aquí empieza lo extraño.

Al poco tiempo de estar viviendo allí, empezamos a ver a un niño de cuatro años aproximadamente que nos observaba desde el pasillo y cuando lo mirábamos nosotras corría hacia una de las habitaciones que teníamos desocupadas, en la cual solo habían trastes.

Al principio sentíamos temor, pero poco a poco nos acostumbramos a verlo. En las mañanas siempre poníamos el calentador para podernos bañar, pero al ser tan viejo tardaba unos 30 minutos en calentarse, así que nos dormíamos otra vez (cabe destacar que un calentador cuando se sobrecalienta es muy peligroso) así que el niño nos despertaba justo a tiempo y así sabíamos que estaba listo, por eso nos dimos cuenta de que él nos cuidaba.

Como es de imaginar, al ser pequeño nos hacia travesuras y escondía alguna de nuestras cosas en lugares que no acostumbrábamos a utilizar. En algunas ocasiones asustaba a algunas de personas que iban de visita. En una ocasión unas amigas nuestras se quedaron a dormir en el departamento y le pedimos cariñosamente al niño que no se presentara para que no las asustara, así que en esos días no lo vimos.

El día 11 de Marzo de 1999, era mi cumpleaños, hicimos una fiesta y había muchas personas la reunión duró hasta el día siguiente. Cuando mi amiga y yo nos quedamos solas nos acostamos serían como las 4 de la tarde.

Aproximadamente a las 8 de la noche el teléfono sonó y era el novio de mi amiga. Recuerdo que tenía los ojos cerrados pero no estaba dormida, de repente sentí que la cama se hundía un poco, así que abrí los ojos y alcancé a ver su pijama, yo le daba la espalda, entonces me voltee para hacerle una pregunta y me encuentro con una muñeca de trapo como de mi estatura (1.68) de las que tienen la cabeza grande y las piernas flacas y me ve con unos ojos diabólicos y me sonríe malévolamente; comienzo a sentir enorme miedo y trato de gritar pero no puedo, quiero levantarme de la cama y siento que dos manos me agarran los hombros y me presionan para no dejarme levantar.

Empiezo a escuchar a la muñeca diciéndome "...no grites, ella no te escucha, esta hablando con su novio y sabes que tardará mucho..." (Generalmente las conversaciones duraban 1 hora), y empieza a reírse a carcajadas.

Empiezo a rezar el padre nuestro y se me olvida, ella dice "...ya ves se te olvida como rezar, porque Dios no te escucha..." Mis intentos por rezar y por escapar son nulos, tengo abiertos los ojos y escucho a lo lejos la voz de mi amiga aun en el teléfono.

Pasó mucho tiempo y no lograba levantarme y seguía escuchando su risa burlona, alcancé a voltear para el otro lado y había un duende junto a mi cama sonriendo también. Estaba aterrorizada, entonces si saber como, logré soltarme y salí corriendo de la habitación, llego a donde esta mi amiga, pero no me sale el hablar y solo lágrimas salían de mis ojos. Ella colgó el teléfono y me pregunta: ¿que te paso? ¡estas pálida!, yo solo señalaba a la habitación; entonces ella trato de tranquilizarme, cuando por fin logro decirle llorando lo que paso, ella se dirige hacia la habitación y me dice que al entrar sintió un escalofrío y mucho miedo, algo había en ese lugar, pero al encender la luz no había nada. Cuando ella regresa conmigo y le repito la historia siento que me duelen mucho los hombros y ella los revisa y atónita me mira, en mis hombros tenia marcas de dedos justamente de donde me tenían agarrada.

Ella me dice que cuando yo llegue corriendo apenas estaba saludando a su novio, eso significa que solo habían pasado uno o dos minutos. Mi amiga dice que ella también vio a la misma muñeca en dos ocasiones y que salió corriendo. El niño de quien les hable al principio regreso unos días después del incidente, lo más curioso es que, mientras el niño esta el otro ente nunca más apareció.

Yo ya no me atrevía a quedarme sola en el departamento así que en Septiembre de ese mismo año nos mudamos y ya nunca más volvimos a ver al niño y tampoco a la muñeca.....

Una amiga

El sueño

Todo comienza un día en el que yo venia llegando del colegio muy cansada por todo lo que tuvimos que hacer ese día justamente lunes. Me sentí extraña todo el día pero a la vez tranquila y relajada. bueno para hacer el relato mas corto llego la noche, esa sensación continuaba y en un profundo sueño placentero (por ese momento) soñé lo peor que una persona a mi juicio puede soñar..."mi mejor amigo y ex pololo se moría en un accidente no recuerdo en que pero el es biker (practica piruetas en bicicleta)y yo estaba ahí mismo y no podía hacer nada por el ya que todo era demasiado rápido como accidente agonizacion y muerte inmediata" desperté de súbito con lagrimas en mis ojos y muy exaltada...mi cuerpo sudaba helado y mi habitación se encontraba mas fría de lo común, sentí miedo angustia y muchas cosas mas pero era tan real que ese era mi miedo...lo real del sueño.
Al otro día me encontré a mi amigo en el colegio y me dio miedo contarle el sueño ya que me marco el resto de la noche y del día. Esta de mas decir que no me concentre en nada ese día y pensé solo en el sueño y en Felipe...mi amigo.
Llego la noche, sentí miedo de volver a soñar lo mismo ¡¡¡que creen!!! volví a soñar lo mismo pero esta vez yo incluida también nuevamente en el sueño pero esta vez fue todo aclarándose poco a poco (soñé con él el resto de la semana) y cada vez el sueño se hacia mas claro y preciso y todo se explicaba detalladamente un día moría, al otro día se mostraba cómo, luego porque moría y así el resto de la semana...no quise decirle nada en toda la semana por miedo al sueño que pudo con migo por completo, toda una semana asustada sugestionada y cosas así...creo que ahí estuvo el error al no decirle lo que soñé pues con hablar hubiese evitado una de las peores cosas que me han pasado en mi vida...la muerte de mi mejor amigo y el pololo que mas quise...fue en el fin de semana en el primer campeonato nacional que el tenia y se dio un fuerte golpe en la cabeza y murió inmediatamente...según sus amigos lo que pedía era que me entregaran una carta que estaba en su closet que iba dirigida a mi...al leerla me decía algo así: nunca deje de quererte como hombre y que se arrepentía de haberme fallado como pololo, que hubiese querido casarse con migo y haber estado juntos hasta viejitos. Eso me partió el alma. Nunca e dejado de ir a verlo a su nicho puesto que aunque suene increíble tengo un hijo de el no lo supe hasta dos semanas de su muerte...este es el regalo mas bello que pudo haberme dejado Felipe...un hijo que llame igual que el...ya han pasado mas de tres años mi hijo sabe como paso todo sabe que es lo que le pasó a su padre y yo con solo 21 años aun siento el no haberle dicho todo lo que sentía por el...no e dejado de amarlo...ni jamás lo haré es por eso que les aconsejo que jamás dejen de decirle a la gente que quieren cuanto es que los aman...porque de un día para otro pueden perderlos y habrán perdido a su vez la oportunidad de sentir decir un te quiero un te amo.
Eso seria todo.

Extraño ser en la casa

El siguiente hecho que voy a relatar es completamente verdadero, si alguno de los lectores poné en duda esto les pido que se abstenga de leerlo.
Bueno, mi nombre es Gastón y lo acontecido no me ha sucedido amí sino que a una de mis mejores amigas. Su nombre prefiero dejarlo en el anonimato.
Mi amiga vive en una casa, en donde la parte delantera es morada de sus abuelos y atrás, en el fondo del patio, está su casa donde convive con su madre, hermana y hermano. Recuerda ella ahora, despues de diez años, algunos sucesos que luego logró atar con lo que paso en estos dias. Resulta ser que en la sala de estar de la casa de sus abuelos, hay una pared que da exactamente al frente de una perciana que a su vez da a la calle En la vereda de en frente hay varios terrenos valdios y alguna que otra consruccion sin terminar, es un barrio que no esta completamente poblado, con calles de tierra. En esta pared, se podía ver el reflejo de las luces de la calle cuando la perciana es dejada entreabierta, como es de esperar. Lo raro fue, que cierta vez, en esa pared comenzo a aparecer la sombra de una persona, al parecer un hombre, como si alguien estubiese parado del lado de afuera de la calle. Lo extraño fue que al fijarse afuera, no estaba dicha persona. Esto ocurio una y otra vez, hasta que de aquella pared colgaron un crusifijo y la extraña sombra dejo de aparecer.
También por aquellas épocas, su madre habia ido una tarde de compras al supermercado y trajo, entre otras cosas, varios paquetes de masitas que venían envueltos en una bolsa entre si. Ese día su madre les dijo que no comieran las masitas hasta el proximo día. Por la noche, luego de que todos se acostaron, mi amiga comenzo a sentir ruidos por la cocina, unos pasos, y seguidamente escucho como la bolsa de las masitas era abierta. Penso para sus interiores que sus hermanos menores estaban desobedeciendo a su madre y comiendo las masitas. Como este ruido continuaba, al rato se escucho la voz de su madre que decia: ¿que andan haciendo? a lo que ella respondio (mi amiga), "son los chicos, que se estan comiendo las masitas". En un tono un tanto acusador. La sorpresa fue que al decir ella esto, se escucho desde el cuarto de los chicos, ¡nosotros no somos!, con voz de susto...y al instante las frasadas de los niños les fueron quitadas y quedaron completamente destapados, sin que alla nadie allí.
De estos hechos pasaron ya diez años exactos. En la casa del fondo, donde vive mi amiga con sus hermanos y madre por las noches comenzó a escucharse muchos ruidos, como si afuera se estubiese desatndo una gran tormenta. Las puertas se golpeaban, las cosas se caian, se oian pasos que dejaban descansar a la familia en paz. Por estos días, mi amiga no estaba durmiendo en esa casa, ya que por lo general acostumbra a dormir en la casa de sus abuelos. Su madre y hermanos le contaban lo que por las noches ocurría, pero ella no le dio mayor atención. Ocurrió una vez, otra vez, hasta que la situacion llegó a un punto crítico. Una noche estando su hermano acostado en la cama, el comenzo a sentir pasos que se dirigian hacia el pasillo, pasos como de botas y de un momento para el otro sintio que unas manos comenzaban a aplastarle su cara contra la almohada. Por suerte fue solo unos instantes, al segundo que se sintio libre, vio como las cuerdas de su guitarra eran tocadas por una mano invisible y de un portazo se cerro la puerta de su cuarto. El se levanto corriedo como tratando de perseguir aquellos pasos que escucho. En un momento se metieron al baño. Intentó abrir la puerta y sintio como si alguien del lado de adentro se lo impidiera.
Todo esto se lo contaron a mi amiga al día siguiente, y estando hablando ella con una amiga, le aconsejo que tratara de hablar con el ser ese que se encontraba habitando su casa, que le preguntara quien era, que quería. Así que aquella noche mi amiga decidió ir a dormir con su madre y hermanos, que se reunieron todos juntos en la pieza de la madre, esperando que este ser hiciera su aparición.
En detrminado momento, su madre comenzo a sentir un extraño miedo, cosa que sentia siempre antes de que se comenzaran a escuchar los ruidos. A lo que a mi amiga respondió intentando comunicarse con este ser. Ellos tienen un pequeño perrito, que en ese momento estaba en brazos de su madre. Mi amiga le pregunto quien era, y se empezaron a escuchar los ruidos, ella sintió mucha curiosidad, porque al ver al perrito, notó que este se habia puesto muy inquieto y estaba mirando un lugar fijo y les dijo, "miren como esta mirando el perro", que miraba para su lado, "esta mirando para aca, pero no me mira ami, mira a mi lado". Y cuando ella se dio vuelta para mirar hacia su costado, recivio un intenso soplido en su cara, como si alguien se lo propiciara, una persona.
Despues de esto, mi amiga creyó completamente la historia de su familia, que en algun momento lo tomo como una tonteria, y exactamente al otro día llamaron a un cura para que visitara su hogar. El cura entro a la casa y sintió una extraña precencia, noto que algo malo exisitia allí. Bendijo toda la casa y tiro agua bendita, en ese momento comenzaron los ruidos por lo que al cura respondió bendiciendo más aún la casa.
Desde esa vez no han vuelto a sentir molestias por las noches, pero de vez en cuando... siempre algín extraño sonido sin procedencia aparente les roba el sueño. Como si alguien continuara aún, desde algún lugar de la casa vigilandolos todas las noches.
Esto es todo lo que tenia para contarles, se que existen muchos casos más como este y sus motivos pueden ser muchisimos, solo les aconsejo que no intenten comunicarse con seres del "otro lado" ya que nuestro Dios nos lo prohibe, y nunca sabes con que te puedes encontrar en aquellos oscuros reinados. Saludos y muchas gracias.

El patio

Veníamos de la feria y siempre dormimos en la terraza que hay en la planta de arriba porque está al aire libre, se pueden ver las estrellas y corre bastante airecito.

Mis abuelos estaban dormidos en su habitación que da abajo al lado del salón, y mis padres en una de las 4 habitaciones que hay arriba.

Eran las 2:00 de la mañana y acababamos de hacer las camas, cuando al meternos dentro de las mantas se escucharon los pájaros que tiene mi abuelo al lado del pozo; yo me asomé a verlos porque me parecía extraño, podía haberse colado algún gato y romper algo, pero mi vista no alcanzaba a verlo desde la barandilla, pues hay una especie de tajadillo y oculta parte del patio.

Yo no iba a bajar ni de coña, el patio está totalmente a oscuras y es muy grande, además hay demasiadas macetas para andar a oscuras y no iba a encender la luz porque despertaría a mis abuelos, asique lo dejé pasar.
La sorpresa fue cuando los pájaros volvieron a revolotear en su jaula con mayor fuerza...yo pensaba que se iban a caer las jaulas de la fuerza con la que se movian y de repente una serie de macetas en efecto dominó se empezarón a caer y a romperse con una fuerza que hicieron que me sobresaltase y que mi novia pegase un pequeño grito.

Inquietos esperamos a que mis abuelos encendieran la luz para haber lo que había pasado, o que mis padres se lavantaran para ver lo ocurrido, pero no le dieron importancia y nadie se levantó.

A la mañana siguiente les contamos que si había sido un gato quien había roto las macetas, y eso explicaría el comportamiento de los pájaros, pero nadie había escuchado nada y lo mejor de todo es que no había ninguna maceta rota, ni nada volcado...solo había alpiste tirado en el suelo por el revoloteo de los pájaros.

Cada vez que lo recordamos no podemos evitar darle vueltas...fue tan impactante.

La Casa de Campo

Lo que os voy a contar es una cosa que no se lo desearía ni a mi mayor enemigo.
Todo sucedió en un día de primavera, ese día lo tendré grabado en la mente mientras viva, bueno sin dilatarme os lo cuento.
Llego el fin de semana mis padres alquilaron una casa de campo es decir un fin de semana en el campo, todos estábamos deseando de ir, el viernes nos pusimos en camino un camino largo además total que llegamos, nada mas ver la casa me entraron escalofríos eso no era una casa si no algo muy raro no se entramos mi madre nos repartió las habitaciones a mi y a mi hermana pequeña.
A mi me toco la mas lejana de todas porque claro mi hermana tenia que estar cerca de ellos como es lógico, una vez situados en cada habitación nos hizo una cena ligerita comimos y nos fuimos a dormir porque estábamos agotados(bueno quien pudo dormir). Nada mas escuchar el sonido de la puerta cerrarse fue sobrecogedor no se que hora seria pero era ya bastante tarde, el sueño se iba apoderando de mi pero al borde de dormirme escuche algo raro como si se tratase de pasos pero no me podía imaginar lo que oía porque el suelo era de baldosas y aquello sonaba como si andase alguien sobre madera, mis ojos se desorbitaron del miedo que tenia me tape hasta arriba y el sonido se oía aun mas cerca de la puerta de mi habitación hasta que de pronto dejo de sonar pues mas terror tenia, no quería mirar ni a la puerta estaba asado de calor decidí sacar la cabeza mire hacia la puerta y no se veía nada.
Paso un rato y no se volvió a escuchar absolutamente nada pensé que seria mi imaginación por el temor a ese lugar, cuando mas me estaba tranquilizando sentí girar el pomo de la puerta yo me decía”esto no puede ser no puede estar pasando”, por milésimas de segundos pensé en mi madre que podría ser ella, la puerta comenzó a abrirse tan lentamente que parecía una eternidad, solo por ver a mi madre pero no era ella apareció la silueta de una niña pensé que era mi hermana. En la oscuridad solo podía distinguir la silueta la llamè y no me contestaba entonces mis labios se sellaron mi cuerpo se quedo rígido, la silueta se acerco muy lentamente a los pies de mi cama se quedo mirándome un rato no se cuanto exactamente pero fue una eternidad se giró muy lentamente hacia la ventana y se dirigió a ella, al llegar a su altura se paro y levanto el brazo señalando algo, y como un relámpago salio y cerro la puerta de la habitación no podía mas empecé a gritar como un desesperado, llego mis padres para ver que me pasaba se lo dije, no se lo creían pero mi cara les convenció era tal el terror que tenia que nos fuimos esa misma noche, al día siguiente me tuvo que llevar a un psicólogo y aun a día de hoy sigo teniendo que ir alguna que otra vez.

Un Terrorífico Don

Nada mas entrar por la puerta del rellano (era una planta baja), noté que evitaba mirar hacía las escaleras. Yo, como todavia no la conocia demasiado, no le pregunté que le pasaba...

Una vez traspasamos el rellano y llegamos a la puerta de mi casa, me dí cuenta que hacia gestos extraños con la cabeza. Como si alguien le estuviera hablando y ella no quisiera saber nada. Abrí la puerta, entramos en mi casa, y me pidió que por favor le diera un vaso de agua. Yo, como ya notaba que algo no iba bien (aunque desconocia los motivos reales de su comportamiento), fui a la cocina y le llevé el vaso. La chica se sentó en el sofá del comedor y se tomó el vaso de agua. Tenía la cara bastante pálida y el cuerpo le temblaba levemente. Una vez se lo tomó, y tras esperar unos incómodos segundos de silencio, le pregunté si se encontraba bien. Entonces fue cuando ella me advirtió. Me dijo que tenía un don. Un don (aunque era evidente que mas bien era una pútada) que le permitia ver ciertas cosas. Yo estaba flipando la verdad. No entendia nada. Le dije que fuera un poco mas explícita porque no acababa de entenderla. Entonces fue cuando me comentó lo siguiente...

¿Te suena un tal Ramón? Me preguntó...

Yo me quede un poco extrañado y sin pensar demasiado le dije que no, que no me sonaba...

Ella continuó preguntándome...

El si te conoce a ti. ¿Donde vive tu hermano?

Imaginaos la situación. Yo le había hablado muy poco sobre mi familia. Mas bien lo justo y lo típico. Ella sabia que yo tenía un hermano, pero desconocia ni como se llamaba ni donde vivia ni nada de nada. Entonces, y tras estar pensando unos segundos sobre lo que esa chica me estaba diciendo, le pregunté...

¿Quien me conoce y porqué quieres saber donde vive mi hermano?

Ella me contestó...

Yo no quiero saber donde vive tu hermano. Es él el que lo quiere saber...

Yo empecé a perder los nervios...

¿Pero de que coño me estas hablando tia?

Tu hermano se llama Jose, ¿verdad?

No sé como podía saberlo pero, efectivamente, mi hermano se llama así... En ese mismo instante, me puse algo mas nervioso... Me senté a su lado y le contesté...

Si, si se llama Jose. ¿Como lo sabes?

A lo que ella contestó...

Me lo ha dicho Ramón. El chico que hay en las escaleras...

Ahí yo si que empecé a ponerme de los nervios...

¿Pero quien coño es Ramón? ¿De que me hablas? Me estás empezando a asustar... Le pregunté.

Dice que está esperando a tu hermano. Que hace tiempo vivia aquí. Y que tu hermano le debe dinero.

Imaginad mi cara cuando escuché todo eso...

¿Me puedes explicar que coño está pasando? ¿Quien es ese tal Ramón? ¿Porqué busca a mi hermano? Como sigas así te vas a tener que ir... no me gusta nada toda esta movida que te estás montando...

Como es lógico, todo aquello me sonaba tan raro y retorcido, que no queria saber nada mas...

Está bien, te lo diré... me comentó mientras dejaba el vaso de agua encima de la mesa...

Como te he dicho antes, tengo un don. Un don para ver cosas que la gente normal no puede ver.

Antes de que continuara, la interrumpí...

Por favor, si esto es una broma, no me hace ni púta gracia...

¿Y sabeis porqué le dije aquello? Porque, mientras ella me estaba contando esa serie de cosas, yo empecé a recordar...

No, no es una broma... Es cierto. Puedo ver gente que no ha alcanzado la luz. Bueno... para que me entiendas. Tengo el don de ver a gente que está muerta...

Despues de escuchar aquellas palabras, un escalofrio recorrió todo mi cuerpo...

El tal Ramón era un amigo de mi hermano. Que se ahorcó cuando yo tenía 9 o 10 años. Era de la misma edad de mi hermano. Vivia en el cuarto 1ª. Al parecer, él y mi hermano estuvieron metidos en ciertas historias que yo, al ser un crio, desconocia totalmente.

Entonces, y como el miedo que me invadió era muchísimo mas poderoso que la curiosidad que sentia por saber que es lo que estaba pasando, decidí marcharme de allí enseguida. Me levanté, la cogí de la mano, agarré las llaves de encima de la mesa, y salí de mi casa sin mirar hacía las escaleras. Con muchísima rápidez. Ella, tal y como me estaba comportando, creo que captó que no queria saber nada mas de aquella macabra (pero cierta) historia...

Fuimos a la estación de tren de mi pueblo, un lugar bastante transitado... El sitio idóneo para continuar con una conversación de esa índole...

Resumiré lo que queda de la historia al máximo...

Una vez en la estación, me dio algún que otro detalle mas. La descripción del tal Ramón y poco mas. También me comentó que, mientras salíamos del rellano a toda prisa, le estuvo diciendo cosas. Pero que no lo entendió muy bien. Yo no le insistí mucho sobre el tema. Ya que, una vez ella se largara a su casa (vivía bastante lejos de mi) el que debía volver (a mi casa) era yo. Imaginad la situación. Porque, aunque no fuera cierto lo que me comentaba, el miedo no había ni dios que me lo quitara de encima. Resumiendo, estuvimos en la estación hasta que se hizo de noche y, una vez dejamos el tema en cuestión y pasamos a otros menesteres (la chica estaba de muy buen ver), cogió el tren y se marchó.

Estuve sin verla un par de semanas. Me daba mal rollo volver a quedar con ella. Algo bastante lógico después de todo lo que pasó. Durante todo ese tiempo, el entrar y salir de mi casa se tornó en algo sobrecogedor. Evitaba mirar la escalera a toda costa. La sensación de sentirme observado era constante. Os aseguro que no se lo recomiendo a nadie. Eso si, no tuve ningún episodio extraño en aquellas dos semanas...

Volví a quedar con ella. Esta vez fui yo quien se trasladó. Nos fuimos a un hotel. Y esta vez, si que llegué a pasar bastante miedo...

Cogimos la llave y subimos a la habitación. Entramos, dejamos las cosas por allí y ella se va directamente al baño. Yo me quedo sentado en la cama intentando conectar el televisor. Imaginaos la típica habitación. Todo concentrado. Cama, cuarto de baño, etc... Una vez sale del lavabo, sonriendo y tal (cuando no le pasaban estas cosas era una chica muy dicharachera), la veo que mira hacía donde se encontraba una butaca (estaba en una esquina de la habitación) y se queda totalmente pálida. Le cambió la expresión de golpe. Yo, que ya estaba advertido (por lo de las escaleras y tal) me quedo completamente quieto y sin saber que decir. De repente, comienza a recular hacia atrás y a decir “por favor, por favor, déjeme, yo no, yo no”. El orden no se si es el correcto pero mas o menos fue así. Yo, mientras tanto, presenciando la escena petrificado. En esos momentos pensé; o es una actriz de púta madre o realmente le ocurre algo aterrador. Una deducción muy simple. Como veía que así no me iba a enterar de nada, me levanté y me acerqué para ver que le coño le pasaba. Mientras tanto, ella, seguía reculando hacía atrás. Una vez que se apoyó en la pared que tenía detrás, se tapó la cara y empezó a llorar desesperadamente. Solo hacía que sollozar y decir “por favor no, no, déjeme”. Yo miraba hacía la butaca. Como es lógico, no veía nada pero... notaba algo extraño. Como si hubiese algo. No sé... Un ligero escalofrío. Dejé de mirar y me acerqué a ella. Antes de continuar, todo esto lo relato así, en plan novela, porque es mas fácil de explicar y porque me acuerdo perfectamente de todo. Sigamos...

Ella continuaba llorando y diciendo por favor , no, etc... Una vez me acerqué y la toqué, me di cuenta de que estaba temblando de una manera increíble. Aparte de los temblores, sus manos estaban frías. Eran últimos de Mayo, por lo tanto, no era muy normal. Intenté tranquilizarla. Incluso pensé que de un momento a otro se iba a desmayar. O que alguien del hotel iba a picar a la puerta alarmado por sus llantos. Resumiendo...

Actué de la misma forma que cuando el incidente de la escalera. Cogí la llave de la habitación, la agarré fuertemente del brazo y la saqué de allí. Cerré la puerta, miré que no hubiese nadie del hotel por el pasillo, la cogí, esta vez de la mano y con mas suavidad, salimos del hotel y nos dirigimos a un parque que había por allí cerca. Imaginaos. Pasearse por un hotel con una tía con la cara pálida y llena de lágrimas. Menos mal que solamente nos vio el de la entrada. Que, por cierto, se me quedó mirando muy raramente. Quizá se pensó algo raro... lógico. Una vez nos sentamos en el parque y mientras yo trataba de tranquilizarla a la vez que miraba por todas partes muerto de vergüenza, se tranquilizó un poco. Estuvo unos cinco o diez minutos totalmente ida. Secándose las lágrimas. Con la mirada perdida. Ahí empecé a sospechar que quizá no esta psicológicamente bien. Resumiendo...

Una vez se tranquilizó del todo, me contó que había visto a un hombre mayor. Delgado y con el pelo blanco. Con un traje de color marrón. Con una expresión bastante agria en el rostro y un trozo de algo metálico que le salía de la cabeza. Como si lo tuviese atravesado. Según me comentó, aquel hombre le pedía que lo ayudara. Que no encontraba la salida de no se qué. Que porqué podía verlo. Que si había sido ella quien le había hecho eso. Cada vez con mas insistencia y agresividad. Incluso me dijo que la intentó agredir. ¿Sabéis como? Mediante un mordisco! Hacía gestos como de intentar morderla en la cara! Cuando me dijo eso, yo estaba alucinando. No sabéis el mal rollo que me dio. El solo hecho de imaginarme una situación así, me desbordaba completamente. Estaba realmente acojonado. Resumiendo...

Después de estar un buen rato en el parque y en una terraza que había por allí cerca, decidimos volver al hotel. Y pensareis; ¿otra vez a la misma habitación? Y yo os contestaré; no... Mientras ella esperaba en la terraza, yo hablé con el del hotel. Le comenté que un familiar suyo (de ella) había tenido un accidente y que no podíamos quedarnos. Así maté dos pájaros de un tiro. Salir de allí, y justificar los llantos de ella. Gracias a mi mentira, y por lo grave que parecía el asunto que le había contado, nos devolvió el dinero. Imaginaos como tendría yo la cara para que en un hotel te devuelvan la pasta. Y... eso ha sido todo. Buscamos otro hotel y decidimos no hablar mas del tema...

La niña y el payaso

Es, un hecho real, paso en una casa, ubicada, a espaldas de la puerta de un panteón ...

Una niña, de apenas 2 años de edad, en un cuarto de la casa, se le aparece a diario un payaso que juega con ella, ella no le tiene miedo, lo empieza a familiarizar, y a nadie le cuenta, comienzan a ver y escuchar a la niña, que esta sola en el cuarto, habla y juega sola.

Su abuela, empieza a ver, si la niña esta enferma, o se ha creado un amigo imaginario, a pesar de que tiene más hermanitos en casa con quien jugar, la abuela, se sienta a platicar con ella, y le pregunta, ¿con quien hablas diario mi niña?, ella le contesta con muy pocas y cortas palabras, payaso, la abuela, le dice: donde viste el payaso, en la calle, o paso por aquí, la niña, le señala en el cuarto.

La abuela intrigada, le comenta a sus padres, y siguen notando que la niña habla con alguien, no temen, pero van más allá, de con quien platica, ellos, quieren saber, si hay dinero enterrado en esa casa, le exigen a la niña, que le pregunte, que sí hay dinero enterrado, la niña no sabe decírselo, no habla bien, y queda olvidado el caso, aparentemente.

La niña crece, y habla mejor, los padres le vuelven a insistir a la niña, que hable con ese payaso que ve, y le diga ¿donde esta el dinero?, la niña, se mete al cuarto, y le dice esto al payaso, la niña tarda mucho en el cuarto que esta deshabitado, sólo es un cuarto donde guardan medicamentos, la niña, por fin sale, y todos con el ascua, y en espera de saber ¿donde esta el tesoro?, la niña los mira, y no dice nada, la abuela le dice, ¿que paso, te dijo donde esta?, la niña dijo: no, me ha dicho que no busquen, porque correrá sangre.

La familia, sin miedo alguno, comienza la búsqueda por su cuenta, excavan, piden aparatos para detectar tesoros, y siguen excavando aquí y allá, la niña, les insiste, no busquen, correrá sangre, ella sin saber, lo que significa, se los dice una y otra vez, ellos no hacen caso alguno.

Cansados de buscar por días y días, y no encontrar nada, dejan eso por la paz, por un tiempo.

Llega un hermano de su abuelita, a casa, de visita larga y no tienen donde alojarlo, más que en ese cuarto, lo acondicionan para que él, se quede ahí, y la niña entra al cuarto y sigue charlando con el payaso, el hermano no sabe nada, no se atreven a contarle, pero la niña lo hace, el hermano de la abuela, cae repentinamente enfermo, no le encuentran nada, y él esta muriendo, la abuela es doctora, y nada de lo que le da resulta.

Su hermano, fallece, en el cuarto, como una muerte natural (aparente) le hacen la autopsia, y ven que el murió de un infarto, porque algo lo espanto, sufrió un fuerte shock, y eso lo mató, fue un extraño fallecimiento, pero la familia, inmediatamente del suceso, sin miedo, siguen buscando, el dichoso tesoro, no les importa la muerte de él, la niña, sigue hablando con él, diariamente, y el payaso ya no juega con ella, le dice estar enojado que se vayan, que no busquen más, pero ellos no hacen caso, no les interesa escucharla, no le temen.

Un día, la abuela, terminando sus consultas, decidió buscan en un rincón donde no habían excavado, estaba ella sola, cavó y cavó, y encontró piezas de artesanía, como de los mayas, u olmecas, las sacó, las limpió y cuado se volteo, para acomodar las piezas ella, vio al payaso, pero no le dio miedo, solo le dijo: esto es lo que no querías que encontrara, y el payaso desapareció.

No conformes con lo que encontró la abuela, siguieron buscando pero no encontraron nada más.

La niña, ahora tienes 7 años ya no juega, ya no habla, con nadie, ya ha crecido y recuerda cada detalle del rostro del payaso, que cobró la vida de un ser inocente, que por no hacer caso a sus amenazas, se llevó a quien no debía.

Ahora, tienen las piezas, en su casa, y no les da miedo, que el gobierno de aquí se las quite, porque son piezas arqueológicas.

Si no le tuvieron miedo al payaso mucho menos al gobierno..

No abras la puerta

Muchas personas piensan que esto que os voy a relatar es una simple leyenda, un cuento o incluso una falsa historia, pero yo lo único que puedo hacer es contárosla, a partir de ahí, sacad vuestras conclusiones.
Hace 2 años, estaban en su casa, tan tranquilos, María, una señora de 40 años que se había divorciado recientemente, con su hijo pequeño de tan solo 8 años.

Como era de costumbre María se tenía que ir todas las noches a trabajar, debido a que era una mujer con muchas responsabilidades( tanto en su trabajo como en su casa). Pero aquel día sería muy diferente al resto de los demás; ya que, cuando se encontraban cenando vieron en las noticias que un asesino en serie, muy peligroso y agresivo había escapado del centro penitenciario de la ciudad.

Lo más grave de la noticia no era que este interno hubiese escapado, lo peor era que había sido visto pocas manzanas cercanas del hogar de la familia.

Esto provocó la incertidumbre de María que al irse al trabajo tenia que dejar a su hijo solo en casa.

Maria para prevenir desgracias cerró las ventanas, puertas, y le explicó lo siguiente a su hijo:
- No habrás ninguna ventana ni las puertas. Aunque llevo las llaves, por si ocurre algo, yo llamaré 3 veces seguidas al timbre o simplemente me reconocerás por la voz y entonces sabrás que soy yo.

Llegado el momento, María se fue a trabajar y dejó a su hijo solo. Éste, lleno de miedo, cerró la puerta a cal y canto y se puso a ver la tele para relajar la mente.

Al cabo de rato, el chico ya estaba dormido cuando de pronto llaman a la puerta. PON...PON....el chico se despertó y aterrado se dirigió muy despacio hacia la puerta y dijo:
- ¿Eres tú mamá?
La respuesta vino con otra serie de golpes acompañados de un susurro escalofriante que decía: JABREME DA PUETA. El niño atemorizado huyó hacia su habitación donde se pasó la noche llorando y esperando a que llegase su madre, hasta tal punto que se quedó dormido.

Al día siguiente cuando se levantó se dio cuenta de que su madre no había vuelto. Y aún con miedo se dirigió a la puerta que conducía a la salida de la casa y se encontró a su madre con las piernas cortadas( por lo que no pudo llegar al timbre), la lengua cortada( por lo que no le pudo reconocer la voz) y totalmente ensangrentada.

Desde ese día este chico tuvo que estar hospitalizado en un psiquiátrico y no pudo dormir sin sufrir constantes pesadillas........ y si os preguntáis por que lo sé, es por que, simplemente, soy ese niño.

La sombra

Todo sucedió hace unos dos años. Yo tendría unos dieciseis. Mi novio y yo habíamos salido de marcha, y a pesar de que mis padres son muy poco permisivos, ese día llegué tarde, y asombrada descubrí que no me habían esperado despiertos. Entré con sigilo en casa, me desnudé y me metí en la cama. A pesar de tener sueño, no podía dormir. Me giré en la cama, y me quedé petrificada. Contra las cortinas, que yo tenía corridas, tapando con su tela translúcida la puerta de mi terraza, se perfilaba una sombra. Al principio, tras tranquilizarme, pensé que sería un árbol, pero en mi interior sabía que no lo era. Despacio me giré hasta quedar bocarriba, y cerré los ojos. entonces escuché un tenue jadeo que parecía venir de todas partes y de ninguna. En la cabecera de mi cama hay un interruptor, y lo accioné. La luz iluminó mi habitación, borrando la horrible sombra que yo había estado observando por el rabillo del ojo. Cogí mi móvil y llamé a mi novio.
-Juanma, hay alguien en mi terraza.
-Cari, qué dices, son las cinco y media de la mañana.
-Te juro que hay alguien.
-Esta bien, voy para allá.
-Llámame cuando estés bajo mi balcóny veas qué pasa.
-De acuerdo.
Aunque vivimos cerca, a diez minutos uno del otro, se me hizo eterna la espera hasta que sonó mi móvil.
-Gordo, ¿qué pasa?
Un susurro ahogado fue toda la respuesta. Horrorizada y con culpabilidad, me asomé a la ventana ignorando la sombra, y abrí de sopetón la puerta. Abajo estaba Juanma, riendo.
-Imbécil-murmuré aliviada.
Entonces al mirarlo detenidamente vi que lentamente se acercaba a el una niña pequeña. Cuando la luz de la farola la iluminó, vi que de sus ojos manaba sangre, y con una sonrisa macabra, introdujo su mano en el pecho de Juanma, quien cayó al suelo. Grite, y mis padres se despertaron. Ni rastro de la niña, sólo Juanma. Mi madre, que es enfermera bajó, y entendí que estaba muerto.
No podía sentirme peor aquella mañana, mientras lloraba por él, que era toda mi vida. Yo me quería morir, pero no sin antes haberle hecho todo el daño posible a aquella cosa. La autopsia reveló algo extraño. Juanma no tenía corazon,pero tampoco tenía señales de habérselo arrancado. Era como si hubiese nacido así. Aquella noche la pasé en el tanatorio, mirando a través del cristal el ataud que contenía a la persona que más había querido. Juanma fue enterrado, y yo no rehice mi vida...pasaban los dias y esa sombra seguía allí. Una noche decidí que me daba igual todo, y descorrí las cortinas. Allí estaba aquella pequeña. Me miró con tristeza, y no se porqué, me compadecí de ella. Entonces su cara se fie transformando en una sádica sonrisa y sacó la mano que había tenido escondida tras su espalda. ¡Tenía la cabeza de Juanma sin ojos en ella! Mientras yo la miraba, ella acercó su cara al cristal, de forma que apareció vaho y me escribió para que yo lo viese: "ASESINO".
A la mañana siguiente hablé con la madre de Juanma, que siempre había sido muy amiga mía y nos llevábamos muy bien. Le conté todo, y ella asintió tristemente.
-Cuando me casé,con mi marido,tuve mellizos, Juanma y Sara.ella sufría una enfermedad que le provocaba espasmos y delirios, además, en una de sus crisis, se golpeó con una mesa, produciéndose un derrame interno que daba la sensación de que era capaz de llorar sangre. A los siete años murió de uno de esos ataques. Recuerdo que el ataque se lo provocó Juanma, al pelearse ambos por un jueguete. Ella antes de morir dijo,"me las pagarás"
Esta es la historia tal y como me sucedió. Ella no ha vuelto a visitarme, sin embargo, yo sigo yendo al cementerio todos los días a visitar a ambos hermanos, los cuales descansan en paz. Aún echo de menos a Juanma, a pesar del tiempo trancurrido, y sólo deseo que llegué mi muerte, para acompañarle. No la veo muy lejos, no os creáis, mas bien esta noche, a las once y treinta y cinco, pasa el AVE por la estación...

las cartas traicionan

Yo les voy a relatar una historia 100% real ya que le paso a mis amigos

sucedió hace aproximadamente 2 años.
Llegaba de una fiesta acompañada de mis amigos ya pasaba de la media noche y nadie aun quería ir a su casa así que decidieron quedarse un tiempo mas en la mía, subimos a la azotea a platicar y seguir con la fiesta, entonces las mujeres nos dividimos para hablar sobre chicos y los chicos para jugar cartas.

Nosotras estábamos asustándolos y les decíamos que no deberían jugar por que según, el diablo aparecía cuando jugabas cartas pasada la media noche, ellos no creyeron y pues la verdad nosotras tampoco y cada quien siguió con lo suyo. De repente se dio un apagón en la cuadra donde vivo y “Raúl” uno de los chicos, pego un fuerte grito de dolor todas nos asustamos mucho pero fue mas el espanto cuando regreso la electricidad, Todos preguntaron que sucedió y al mirar la espalda de Raúl tenia un enorme rasguño como si unas garras hubieran atravesado su chaqueta y su piel. Nunca supimos que fue y jamás volvieron a jugar; no se, bueno nadie supo si fue lo que habíamos dicho o solo simple coincidencia pero aun existen en la espalda de Raúl la marca de aquel día …

la casa de la muerte

Josh y Amanda, dos hermanos de 12 y 11 años se mudan a un viejo barrio misterioso. Todo el barrio esta en penumbras, lleno de sombras misteriosas, pero la calle no. En la calle tanto sea de noche o día siempre hay un calor pesado y bochornoso o llueve mucho y si sales de tu casa te empapas de agua.

Un día Josh y Amanda salieron de su casa para hacer amigos y conocer a los vecinos. Mientras iban caminando con su perro, Petey, se encontraron con un niño de su misma edad. Lo saludaron. El niño se llamaba Ray Thurston. A Josh y Amanda, Ray les pareció un niño simpático y decidieron seguir paseando con él por el barrio y así él les presentaría a sus amigos :

Karen Somserest

Georgie Carpenter

Jerry Franklin

Bill Gregory

(Recordad estos nombres hasta el final de la historia, por favor)

Los niños decidieron ir a jugar al béisbol al patio de la escuela. Al salir Josh y Amanda vieron que Petey ya no estaba donde lo habían dejado, Petey se había escapado. Josh y Amanda fueron a su casa a almorzar y después fueron a buscar a Petey por el barrio y por las manzanas más próximas. No lo encontraron.

Llegaron a su casa y el reloj marcaba la diez y madia de la noche ,Sus padres estaban muy preocupados por ellos. Se ducharon, se pusieron el pijama y después cenaron con sus padres en la cocina. Sus padres tenían una fiesta en su viejo barrio, se fueron

y dejaron a los niños al cargo de la casa .Los niños estaban muy cansados y se fueron para la cama. Ninguno de los dos podía conciliar el sueño entonces recordaron que no habían buscado a su pero en el CEMENTERIO…, decidieron vestirse e ir a buscarlo allí. De nuevo por el camino se encontraron a Ray y le preguntaron que hacía el allí. Ray les respondió que no podía conciliar el sueño y que había salido a pasear. Ray decidió acompañar a Josh y Amanda al cementerio aunque insistió en que no fueran.

Al llegar al cementerio encontraron a Petey encima de una tumba. Josh y Amanda se asustaron al ver a Petey con ojos rojos, parecía muerto .Decidieron volver a sus respectivas casas, pero al bajar , la luz de la linterna de Josh iluminó una de las tumbas.

Amanda leyó el nombre que había en la tumba.

Karen Somserest “1960-1972”

Amanda llamó a Josh para que lo leyera, era una de las niñas con las que habían jugado estos días en la escuela con Ray y los demás. Más adelante Amanda y Josh encontraron otra tumba con el nombre de:

Gerogie Carpenter “1975-1988” y dos pasos más adelante encontraron también los nombres de “Jerry Franklin y Bill Gregory "con sus fechas correspondientes.

Josh y Amanda estaban realmente aterrorizados. Caminaron un poco más y encontraron una tumba con el nombre de:

Ray Thurston “1977-1988"

Amanda le pidió una explicación a Ray. Ray le respondió que su perro ya estaba muerto, que el era el vigilante de la noche y no tenía que haber dejado que pasara eso .Había cometido un error. Le explicó que todo el barrio estaba muerto y sus habitantes eran muertos vivientes .Entonces a Amanda de repente se le fue la voz no podía respirar, Amanda pensó que ella ya estaba muerta y también se había convertido en una muerta viviente como Ray había dicho. Lo mismo pasó con Josh minutos después.

Y YO A TI

Un día estaba platicando con una amiga que conocí hace tiempo por chat
un día me dijo que era vidente, y no es que no le creyera, pero me muestro generalmente bastante incrédula respecto a estos temas. Lo que no veo, no existe para mí. No digo que debiera haberle creído sólo porque le estimaba ya que en mi opinión la amistad y la confianza son muy importantes, pero simplemente hice un esfuerzo y le dí el beneficio de la duda. ¿Y si era yo la que estaba equivocada?.
No volvimos a hablar del tema hasta que un día volvió a aparecer en el MSN donde estábamos hablando.
ELLA Hola, ¿seguimos el tema?
YO ¡bueno! Pero no creo que puedas convencerme, ya sabes... me cuesta creer estas cosas.
ELLA No pretendo convencerte de nada, pero nací con ciertos dones y tampoco tengo intención de ocultarlos al mundo.
YO Eso debe estar bien.

En realidad no sabía qué decirle. ¿Estaba bien? En fin... poco podía decir yo al respecto.
ELLA Está bien, pero no siempre. Cuando tengo una visión acabo agotada.
YO ¿Te supone un esfuerzo?
ELLA Sí, bastante esfuerzo.
YO ¿Y por qué lo haces?
ELLA No es algo que se elija, se nace con ello.

Hubo un silencio en el que ninguna de las dos parecía saber qué decir. Miré el historial de conversación donde nos habíamos conocido siete meses atrás. Estaban hablando de las próximas vacaciones de verano.

ELLA ¿Sigues ahí?
YO Sí, ¿no puedes verlo? .-Bromeé.
Entonces dijo algo que me asustó.
ELLA Sí, puedo verte.
Pensé me está tomando el pelo y yo caigo como una tonta. Sentí un escalofrío pero decidí presionarla.

YO ¿Ah, sí? Pues dime... ¿con quién estoy?
ELLA Sola

Bueno, eso podía haberlo comentado antes en el chat y que ella lo hubiese leído. Decidí seguir con aquello como si se tratara de un juego.

YO Dime algo que me sorprenda. Algo que veas en mi habitación.
ELLA Veo que tienes algunas de las teclas de tu ordenador borradas. Tecleas rápido.
YO pero eso puede pasarle a cualquiera. Las letras de los teclados se borran.
ELLA Tú tienes borrada la A, la S, la L y la M.
Mir
é mi teclado más curiosa que horrorizada, pero de la curiosidad a la ansiedad hubo tan sólo un instante. Ya no me hacía tanta gracia el juego. Mi condición de incrédula, me hizo ir más allá.


YO Amiga... estoy segura de que casi todos tenemos las mismas letras borradas. Dime algo que sorprenda de verdad.
ELLA ¿Por qué quieres seguir con esto si no me crees?
YO Igual para conocerte un poquito más, o para experimentar algo que no haya experimentado antes.
Mi amiga se había mostrado siempre amable, abierta, simpática y con un buen sentido del humor.
ELLA ¿Cómo llevas el libro? –Preguntó de pronto.
YO ¿Qué libro?
ELLA El que tienes encima de la mesa... déjame ver... La fuerza bruta, de John Steinbeck.

Miré a mi derecha sorprendida ¿Se lo había dicho? ¿Le había dicho que lo había empezado o que iba a leerlo? ¿Le había dicho que solía poner los libros en mi mesa porque me encantaba mirar una y mil veces las portadas de los libros que me estaba leyendo? Evidentemente, la respuesta debía ser sí.

YO Acabo de empezarlo.
ELLA Yo no lo he leído.
YO Ya te diré qué me parece.
Me puse a pensar qué podía preguntarle para descubrirla o rendirme a sus pies definitivamente. Pero habló ella.

ELLA Alguien va a llamar a la puerta.
YO pues ve te espero.
ELLA No. Es en tu casa.

Sonreí incrédula. Iba a poner una risa (jajajaja) cuando sonó el timbre. Miré hacia la puerta de la habitación. Mis ojos volvieron a la frase premonitoria de mi amiga.

YO Ahora vengo.
ELLA Ok.

Llegué hasta la puerta y miré por la mirilla. Un vendedor de alfombras.
- No me interesa. –Dije para no tener que abrir.
El chico dijo algo que sonó despectivo y se marchó a otro piso.
Volví al chat.

YO: ¿Cómo lo sabías? Era un vendedor de alfombras.
ELLA: Te he dicho que puedo verte.
ELLA: ¿Sabes? Algo me dice que debo seguir mirándote. No te asustes pero...
YO: pero???????
ELLA: Es que no sabría explicártelo. Generalmente tengo visiones premonitorias, otras veces, como hoy, puedo provocar el verte. Aparecen imágenes frente a mí y te veo, veo tu habitación, pero esto supone un gran esfuerzo. Me duele la cabeza.
YO: ok , pero que me ibas a decir?
ELLA: Es que no quiero asustarte pero presiento algo raro.
YO: Ahora sí que me estás asustando.
YO: No sé pero deberíamos cambiar de tema.
YO: No es que me hayas convencido
ELLA: :) No te preocupes, te entiendo. ¿Tengo tu permiso para seguir observando?
YO: Claro, pero que conste que no tengo tan claro que puedes verme.
Iba a escribir algo cuando ví que ella se me había adelantado.

ELLA:Cielo, ahora no te asustes pero, no estás sola.
YO:¿Qué quieres decir? Me estás poniendo nerviosa.
ELLA: No puedo identificarle pero está detrás de ti
YO: Por favor para
ELLA: No se mueve casi, no te asustes, déjame observar.
YO: Estoy asustada

Ahora sí que lo estaba muy asustada Oscuridad total. No me atrevía a girarme hacia atrás. ¿Y si veía algo que no quería ver? ¿Y si allí estaba mi amiga? ¡u otra persona! Eso aún era peor... comencé a notar un nudo en la garganta. Hubiera querido ser más valiente o más cobarde y llorar, pero estaba estancada en mi propia lucha para creer o no creer.

ELLA: ¿Notas frío a tu alrededor?

Su pregunta me llegó casi cuando estaba a punto de apagar el ordenador y encender la luz del techo para meterme rápidamente en la cama y olvidarme del tema.

YO: Estamos a más de 30 grados.- Le informé.
ELLA: Ok. Es que no consigo entrar en él.
YO: ¿¿¿EL??? ¿entrar??
ELLA: Se muestra como una estatua por eso no me deja descubrirle. No sé si es bueno o tiene malas intenciones. Sólo sé que está ahí, estático.
YO: Yo no veo a nadie... esto no me gusta.
ELLA: Ya te dije que no te asustaras, cielo. Además, yo estoy contigo.
YO: Sí, a miles de kilómetros de distancia.

Entonces lo noté. Una especie de roce helado, como si hubieran puesto una mano sobre mi brazo. En la zona donde la sentí el pelo de mi brazo se erizó. Completamente en alto. El resto de mi cuerpo no notó nada.

YO: ¡Está pasando algo!
ELLA: ¿Qué??
YO: He sentido un frío helado en mi brazo.
ELLA: Tranquilízate.
YO: tengo una extraña sensación.
ELLA: Cielo, tranquila, hazme caso.
YO: Esto es muy raro
YO: Estoy asustada
YO: Necesito tranquilizarme
YO: estoy asustada, asustada, asustada, asustada, asustada
ELLA: ¿Quieres dejar de escribir?
YO: tengo miedo
ELLA: Te va a dar una taquicardia, tranquilízate.
YO: ¿Qué significa el frío del que me hablabas?
ELLA: El frío lo transmiten los muertos cuando se acercan, generalmente algo enfadados o...
YO: ¿O q ???????
ELLA: violentos
YO: ¿VIOLENTOS?????
YO: ayúdame, qué hagooooooooo?????
ELLA: Tranquilízate, yo no lo he visto moverse.
YO: ¡Haz algo!
ELLA: Cielo ¿quieres tranquilizarte?
YO: ¡Hay alguien conmigo! Tengo un muerto tirándome su aliento en mi espalda, estoy asustada estoy llorando
ELLA: Cielo. ¿te importaría escucharme? Deja de escribir y lee esto

casi no podía leer lo que mi amiga me escribía estaba muy asustada y llorando

ELLA: No hay nadie, cariño.
YO: Lo dices para tranquilizarme.
ELLA: NO HAY NADIE
YO: Está aquí, lo siento, lo presiento lo notooooooo
ELLA: Ok. Escúchame. Era broma.
YO: ¿Broma????
ELLA: Quería demostrarte que no existen los incrédulos, cálmate por favor. Yo no veo nada, es cierto que a veces tengo visiones premonitorias, como cuando han llamado a la puerta, pero no puedo obligarme a ver a nadie.
YO: pero yo siento algo

Esto último lo escribí con lágrimas en los ojos y más asustada que nunca.
Sus palabras no me tranquilizaban. Las lágrimas a veces me impedían leer bien

ELLA: Voy a llamarte por teléfono.

Pocos segundos después sonaba el timbre del teléfono. ¿Había hecho ella misma una conferencia para convencerme de que no existían las videntes ahora que ya me lo había creído?. Fui a descolgar pero ocurrió algo que congeló mi mano en el aire.

ELLA: Cielo, no puedo llamarte sin desconectar esto. Sólo tengo una línea. ¿Puedo llamarte o prefieres que sigamos aquí?

Cuando ya tenía puesta la mano en el teléfono ví la ventana de conversación en la que estábamos platicando ¿Cómo podía escribirme y llamarme a la vez? Miré el identificador de llamadas antes de descolgar. No había número, era anónimo. No era ella.
No sabia que hacer si contestarle a mi amiga en el Chat o descolgar el teléfono. Me decidí por la llamada.
- Dígame.
- Tu amiga va a a morir mientras tú escuchas este mensaje.
De pronto la línea se cortó y comenzó el molesto sonido de “comunicando”.
Solté el teléfono como si me quemara en las manos.
Volví rápidamente al chat. Tecleé tan rápido que lo escribí todo mal.

YO> ?ESta`s ahí´?
YO> respondeeee!!!!
YO> responde por favvor!!!!
YO> ¿no me lees¿¿¿
YO> DI ALGOOOOOOOO

Histérica, tome mi agenda y marqué su número de teléfono. Yo sí tenía dos líneas y podía permitirme permanecer en internet mientras le llamaba. Conseguí comunicación con el extranjero y esperé... esperé nerviosa
Pero no contestaba.
Colgué furiosa Volví al Chat y traté de que mi amiga respondiera. No lo hacía. Al final apareció un mensaje en la ventana de conversación
ELLA: Ahora sí te veo. No tengas miedo. Sólo me quedaré un momento.
El chat me indicó que tras escribir esa última frase, mi amiga había salido del chat. Ya no estaba allí. No se había despedido de nadie, ni de mí. Se había desconectado.
Entonces lo entendí.
Comencé a llorar desesperada
Lloré sofocada, entendiendo que mi amiga había muerto, que era yo la que había tenido el presentimiento y la premonición, y que ahora ella estaba a mi lado. Esta extraña comprensión me hizo girarme y mirar mi habitación vacía. No quería creer que no estuviera allí. No podía, no después de todo....
Una caricia, tan suave que apenas era como un suspiro, acarició mi cabeza. Transmitió tal cantidad de paz que me relajó.
- ¿Qué te han hecho? . –Pregunté al aire.
- Pssss.
Respiré hondo al escuchar ese sonido.
La paz de su caricia no me abandonaba pero sabía que éste sería nuestro primer y último encuentro sin el ordenador.
- Te echaré de menos.
En ese momento en el ordenador hubo un movimiento general. Se minimizó el chat, se abrió solo un tratamiento de textos, y apareció una corta frase en una página en blanco:
Y YO A TI

¿Fue real?

Creo que fue un sueño, una pesadilla mejor dicho, aunque no estoy segura. Pasó un miércoles día 14 de Noviembre del año 2007. Fui a mi habitación tras cenar, serían las 23:00 h más o menos. Entré y estaba todo oscuro, porque ya que iba a acostarme no encendí la luz porque sabía guiarme bien hacia la cama. Cuando fui a cerrar la ventana que estaba abierta vi...¡un fantasma! ¡Se que lo vi! Pero desapareció enseguida y fui corriendo y gritando a llamar a mis padres. Ellos, alterados por mis voces, empezaron también a gritar, hasta que al final quedamos todos callados. Yo les conté lo ocurrido y ellos, más enfadados todavía, no me creyeron, y encima me castigaron encerrada en mi cuarto una semana. No tuve más remedio que irme a la cama, pero estaba muy aterrorizada porque sabía que lo que había visto era real. No lo había imaginado, lo se. Entonces entré en la habitación y cerré la puerta. De repente escuché unas voces lejanas que creo que me llamaban,(no se oía bien). Pensé que era el fantasma de antes. Le pregunté que quién era. Él o lo que fuera no se apareció, pero si que respondió:
-Soy la Ouijâ.-Contestó suavemente.
-¿Qué quieres de mí?-Pregunté.
Dijo algo pero no le oí bien, porque es como si estuviera lejísimos. Entonces se lo pregunté otra vez, y fue ahí cuando mi madre abrió la puerta y entró:
-¿Qué haces hablando sola?-Preguntó ella. ¿Ya estás otra vez con tus amigos imaginarios?
-¡Mamá, mamá, mamá! Mira, ¿no le oyes?
-¿El qué debería de oír?
-Pues al fantasma, estoy hablando con él... ¿No escuchas su voz lejana?
-¡Déjate de tonterías y duérmete de una buena vez!-Exclamó mi madre más enfadada que antes.
Entonces cerró la puerta dando un gran portazo y se fue. El fantasma siguió hablándome pero yo casi que no lo entendía. No comprendía lo que decía.
-Soy la Ouijâ.-Repitió. ¿Crees que morirás esta misma noche? Más bien, ¿quieres morir esta noche?
-¿Tengo motivos para hacerlo?-Dije yo muy asustada.
-Yo creo que sí. Pensabas suicidarte, ¿verdad? Qué mejor momento que hacerlo ahora con mi ayuda.
-Tienes razón...ya no hay esperanzas para que ese milagro vuelva a revivir...Pero dime, ¿cómo es eso de que existes de verdad? Precisamente a mí me habían dicho que pasaban cosas cuando se hacía la Ouijâ, pero no sabía si creerlas.-Pensé y dije yo.
-Pues esas cosas han ocurrido de verdad por invocarme para preguntarme cosas sobre la muerte. Entonces a veces yo se las concedo...Pero además eso que dices de que no hay esperanzas para el milagro tú no sabes si las hay o no. Aún puedes conseguir que pase eso otra vez...o no...Invócame como espíritu que soy, y pregúntame todo lo que quieras saber, que yo te responderé sinceramente.-Sugirió la Ouijâ.
-¿Y no estás ya aquí?-Pregunté confusa.

-Sí, pero este soy el "yo" verdadero, no el imaginario como en la tabla. Es muy difícil de explicar y de comprender...La tabla Ouijâ es sólo un ser imaginario...Bueno tú lo ves y la haces pero cuando ese vaso se mueve es que yo lo estoy dominando desde otro mundo que está después de la vida y antes de la muerte...No creo que lo llegues a entender nunca.
-Más o menos me hago una idea. Pues venga, haré la tabla Ouijâ Real.
Cogí un vaso de cristal, y un cartón, y en él dibujé el Sol y la Luna; las letras de la A a la Z, los números del 0 al 9, y el "Sí" y el "No". Lo puse todo correctamente en su sitio e hice esas preguntas tan ansiosas y tristes que tenía que hacer. De repente sonó la música del móvil que yo pongo siempre como despertador para no llegar tarde al instituto... ¡Y entonces era como si hubiera estado muerta! ¡Cómo si me hubiera despertado con esa música que me volvió a despertar sin estar sonando...!

la silueta del horror

Una tarde jugamos tranquilamente en una casa sola al escondite cuando el que contaba salio a buscarnos algo paso, oímos como un grito que venia del sótano rápidamente mis amigos y yo bajamos rápidamente no vimos nada pero de repente yo vi como una silueta rondaba por el sótano así que yo baje revise y mi amigo no estaba estábamos asustados todos nos separamos para buscarlo a él. Al cabo de un rato uno de nosotros grito creía que era una broma de mal gusto que un amigo de nosotros nos la quería echar, pero atrás mío sentía unos pasos y una sombra que se acercaba, rápidamente voltee para ver y no había nadie salí corriendo pero cuando subí alguien estaba en el sótano gritando mi nombre me apresure a buscar a uno de mis amigos pero no encontré a nadie solo encontré sangre en la alfombra y el reloj de Claudia amiga desde primer grado fui al baño y de nuevo vi la silueta que se acercaba a mi y cargaba un cuchillo en la mano gritando que me iba a matar.
a sus pies vi el cadáver de mi amiga me apresure a la puerta pero estaba trancada mientras que veía como la silueta se acercaba cada vez mas trate de empujar la puerta pero al verme mis manos cubiertas de sangre me desmaye y lo único que recuerdo es ver visto el rostro de la silueta cubierta de sangre y en las manos los cuchillos mientras que en su interior podía escuchar los gritos de mis amigos por sus vidas
Les cuento esta historia 5 años después de haber salido del psiquiátrico donde estaba internada no se porque pero de ser por .loca no es pero les digo la silueta era horrible nunca entren en una casa donde no haya nadie no vaya a ser que corran con la misma suerte

Analay

El Demonio nunca da la espalda

Esta historia tiene un inicio bastante complejo… que si ustedes lo quieren será motivo de muchas otras.

Cuentan que era un hombre bastante alto, de fino rostro y tez blanca, de andares muy moderados y una mirada penetrante, lo que más llamaba la atención era su vestir, completamente de blanco. Nunca se había visto a nadie tan pulcro y elegante en ese barrio lleno de oscuridad, pobreza y muerte. Atravesó rápidamente las mugres calles sin ensuciar sus finos ropajes, eso ya era extraño, por donde pasaba dejaba un penetrante olor, tan intenso que las personas sentían desfallecer por el instante.

Llegó a la casa de Ulises, un hombre anciano muy conocido en el barrio por sus conocimientos de ocultismo y santería. Nadie vio que hubiese tocado la puerta , pero si que la mujer de Ulises la abrió de manera repentina y con los ojos fuera de su órbita normal, el extraño hombre pasó la sala y siguió sin mediar palabras hacia el patio donde lo esperaba Ulises envuelto en un mar de lágrimas. Ulises se arrodilló y pedía como perdón, parecía implorarle algo a aquel extraño ser, que sólo parecía estar cada vez más enfadado. Algunos vecinos que pudieron ver aquella aterradora escena, por los patios de las otras casas, dicen que aquel hombre sólo hizo un gesto de desaprobación como quien regaña a un hijo que le ha fallado, Ulises lloraba lágrimas de sangre, su rostro estaba completamente escarlata y sus ojos no eran más que dos agujeros llenos de infinita oscuridad.

Aquel extraño ser salió de nuevo de la casa de Ulises, pero caminaba de espaldas, es decir hacia atrás, atravesó de esa manera todo el barrio hasta doblar una esquina. Nunca más lo volvieron a ver.

Ulises murió al tiempo y de su esposa no se volvió a saber nunca.

VISIONES

soy alguien bastante conocido en mi barrio, pero no por lo que os voy a contar ahora,que solo lo sabreis vosotros. Hasta hace poco tiempo cualquiera diria que yo era un tipo normal, sin preocupaciones, pero eso no es así. Mi pesadilla empezó una tarde al volver del colegio, estaba agotado y fui derecho a mi habitación con el fin de tumbarme y descansar. A los pocos minutos de echarme oí la voz de mi madre, supuestamente para ir a comer, me limité a lavarme las manos y dirigirme a la cocina. Mi madre se asustó porque llegué repentinamente y dijo que no me esperaba, ¿como no me esperaba si acababa de llamarme? Me extrañé pero no le dí importancia. Empecé a asustarme de verdad cuando todos los dias siguientes a ese seguia escuchando voces que no venian de ningún sitio, las oia en mi cabeza, y siempre era lo mismo, susurraba mi nombre. La voz era femenina y siempre creia que mi madre me llamaba, pero no era así, nadie me llamaba, pero yo lo oia en mi cabeza. Acabé acostumbrandome a eso y cuando parecia que había acabado...una mañana al levantarme y dirigirme a la cocina para desayunar, mientras atravesaba el oscuro salón ví como la puerta de la cocina se abria, pero no se abria ella sola puesto que una mano asomomaba y deslizaba la puerta lentamente. Era blanca y con repugnantes granos rojos. Me asusté y corrí a la habitación de mis padres que todavia dormian, me dijeron que no me preocupara. Seguro que creyeron que se trataba de una pesadilla, pero esa pesadilla me sucedió despierto. Pocos dias despues de esta experiencia tuve que enfrentarme a otra desagradable visión. Mientras revisaba mi correo electrónico me di la vuelta girando en la silla, y cuando la vista alcanzó la puerta del baño por debajo de la puerta asomaba un pie horripilante, como la asquerosa mano, lleno de verrugas rojas. Corrí al baño abrí la puerta y...allí no habia mas que un retrete y la bañera. Permanecí asustado durante mucho tiempo, pero ahí no acababa todo. Una mañana al bajar por el ascensor a la altura del primer piso la luz se apagó y ví como la sombra de un hombre robusto se abalanzaba sobre mí, permanecí ciego hasta llegar al bajo, allí habia una chica que me saludó y mi vecina barriendo la escalera. Desde entonces no ha vuelto a pasarme nada raro, pero ahora que tu lo sabes y que te lo estoy contando no puedo evitar mirar atrás y esperar no encontrar nada EXTRAÑO.Mira hacia atrás.

El sotano de la casa

Recientemente compre una casa, a un tipo muy raro que parecía

estar deseando deshacerse de ella. Lo único que me dijo fue, que

tuviera cuidado con el sótano, que en el ocurrían cosas extrañas. En

ese momento, no le di importancia, por que el hombre parecía que

estaba loco y además apestaba a alcohol. Tuve que arreglar la casa

por que estaba muy deteriorada por el tiempo, mientras lo hacia me

di cuenta de que las puertas y las paredes tenían marcas como de

aruñazos, como si alguien hubiera rajado las paredes con sus uñas.

tape las marcas de las paredes y luego me fui a dormir.

En mitad de la noche unos gritos espantosos me despertaron, los

gritos parecían venir de sótano, me levante de la cama y me dirigí al

sótano, justo en el momento que habría la puerta del sótano los

gritos cesaron, baje muy despacio las escaleras y encendi la luz

y me adentre en el sótano, tuve una extraña sensación, era como si

algo me observase entre las sombras, un escalofrió recorrió todo mi

cuerpo, mi corazón latía muy rápidamente y por mi nuca caía un

sudor frió, mire hacia las paredes del sótano y vi que las marcas de

los arañazos habían vuelto a aparecer, después de que yo las hubiese

quitado. Fui hacia la chimenea y encontré unos periódicos que no se

habían quemado del todo, mire la fecha de los periódicos y me di

cuenta de que tenian unos 30 años. En ellos, salía una noticia, que

decia que se habian producido unos asesinatos en una casa a las

afueras de Texas, al parecer un hombre normal y toda su familia

habían sido asesinados, sin dejar rastro de sus cuerpos, nunca

encontraron los cuerpos era como si la tierra se los hubiese

tragado. En el periódico salían unas fotos de los sucesos y en ellas se

veían en las paredes arallazos como los de mi casa, me di cuenta de

que esos crímenes se habían producido en mi casa, por eso el

vendedor estaba tan eufórico al venderla.

Dejo los periódicos donde estaban y me fui a dormir……….

A la mañana siguiente siguiente, encontre todas las paredes escritas

en ellas decían: “Ayudanos” “huye o el te matara” “El te observa”,

era como si me estuvieran avisando, mire hacia el suelo y vi una

especie de cuz que marcaba el suelo, empuñe un martillo y empecé a

romper el suelo, cuando ya llevaba unos cuantos metros toque algo

dura como una madera, seguí rompiendo hasta llegar a aquel objeto,

era un ataúd, poco a poco abrí la tapa, mis manos temblaban y mi

corazón parecía que me iba a explotar, termine de abrirlo y vi que

dentro habían dos cuerpos, el una mujer y el de su hija, sus caras

coincidían con las de el periódico. Pero en el periódico decía que

también había muerto un hombre, pero en el ataúd no había ningún

hombre. Los cuerpos tenían unas marcas y unas ropas como las que

se utilizan en rituales satánicos. Me puse muy nervioso y intente salir

de hay lo mas rápido posible, de repente algo me golpeo la cabeza y

caí inconsciente al suelo.

Mientras estaba inconsciente tuve un sueño, en el sueño salían la
niña y su madre, eran las mismas del ataúd y me decian una y otra

vez: “Te habíamos avisado” “Te aviamos avisado” “”””””””””””””””””””

no paraban de repetir eso una y otra vez.

A rato me desperté, estaba todo oscuro no podía ver nada, era como

si estuviera en otro sitio, estire la mano y toque una pared, yo estaba

acostado boca arriba, ¡era un ataúd estaba dentro de un ataúd!

Estaba encerrado en un ataúd, grite con todas mis fuerzas pidiendo

Ayuda pero era inútil nadie me oía, arañe el ataúd con las uñas me

estaba destrozando las uñas con la madera las astillas de la madera

penetraban en mi piel como si nada, yo no sentía nada de lo nervioso

que estaba. Me puse a pensar quien o que me había hecho esto.

Solo alguien realmente malvado podía hacer algo hasi.

Poco a poco, el ataúd iba perdiendo oxigeno, mis parpados se

desvanecían y yo empezaba a caer en un sueño eterno.

La hija del diablo

Hola, mi nombre es Camila y tengo 16 años, la verdad es que viví con gente de carne y hueso hasta los trece años, pero durante estos tres y los que me quedan de vida voy a vivir en la oscuridad, en espera de que algun día llegue alguien o algo que me saque de aquí.

Comenzaré por contarles como llegué donde me encuentro, resulta que mi madre fue soltera y yo nunca conocí a mi padre y ella tampoco quiso hablarme algo de él, solo esquivaba mis preguntas diciéndome “no te gustaría saberlo” y reía, solo logré obtener su nombre, antes que me dijera que había fallecido.

El día 17 de mayo, un día antes de mi cumpleaños, se me ocurrió salir a dar una vuelta con mis amigas a la higuera del cementerio, a ellas les pareció genial y me acompañaron, llegamos a la higuera pero esta ya había sido ocupada, por otros chicos que estaban haciendo una sesión espiritista, a nosotras nos pareció atractivo quedarnos a mirar, ellos nos invitaron a formar parte y aceptamos de buena gana.

La sesión al principio fue un chiste, todo el tiempo eran risas y mas risas, una de las chicas del otro grupo preguntó si conocíamos a algún muerto para convocar su espíritu, después de darle varias vueltas a mi cabeza decidí dar el nombre de mi padre, al grupo le pareció bien y empezamos a llamarlo.

Paso un buen rato y no sucedía nada, cuando de repente... la aguja comenzó a moverse de un lado al otro, estaba como loca, luego empezó a girar en círculos, todos los que estábamos ahí no sabíamos que hacer, luego uno de los presentes me dijo que le dijera algo porque era mi padre, la verdad a mi no se me ocurría nada y le dije “ Muéstrate”... nunca debería haber dicho eso...

La higuera en donde estábamos empezó a agitarse y desde la copa del árbol, se podía divisar una sombra muy rara esta comenzó a bajar y ya luego se podía divisar mucho mejor, era una especie de dragón con forma de hombre, todos los que estábamos ahí entramos en pánico, no sabíamos que hacer, si correr, si gritar o solamente quedarnos quietos como estatuas; algunos entraron en trance, otros simplemente comenzaron a arrojarle piedras, lástima que ninguna le hacía daño. La bestia seguía caminando en dirección hacia a mi, yo estaba paralizada, todo mi cuerpo temblaba, mis manos estaban sudorosas, creo que eso era el verdadero miedo, la bestia cada vez se acercaba más y más, cuando ya estaba frente a mi cara, soltó una carcajada horrenda, que dejo en mis oídos un pequeño pito, mi cuerpo aun no recobraba el movimiento, estaba estático, yo solo quería gritar, quería por fin librarme del terror que me embargaba, pero no podía.

Todo el grupo miraba a la bestia, una de mis amigas comenzó a rezar, y el resto la siguió, la bestia se volvió hacia ellos y los arrojó lejos, al ver esto ya sabía con quién me enfrentaba, era ni más ni menos que lucifer...

El demonio nuevamente se acercó donde mi y me dijo...”¿¿Querías conocer a tú padre??, pues aquí está”, al escuchar esto, me desvanecí y desperté en este lugar horrible donde solo reina la oscuridad, y la única luz que veo es la de mi alma, que sigue viva en las tinieblas.

Solo me queda pedir...AYUDA!!!

Laura

Ustedes que están tranquilamente leyendo esta historia, quiero hacerles una pregunta:

"¿Creen en los fantasmas, en los aparecidos, o quizás mejor, creen en la vida después de la muerte?

Hay creencias populares que cuentan historias de aparecidos, como en los medanos, que se cree que todas las noches sale la Santa Compaña, los cuerpos de los muertos que deambulan noche tras noche sin descanso, y ay de aquel que se cruce en su camino; su muerte estará proxima. Pero solo son creencias populares que se han ido transmitiendo de generación en generación; o quizás hay algo mas.

Piensen y recapaciten mientras leen el relato de esta noche que lleva por titulo:

LAURA



Hola, me llamo Jose y hace tres meses que perdí a mi esposa Laura en un accidente de automóvil.

Desde ese día no la he podido olvidar. "Todavia recuerdo su precioso pelo largo, su aroma fresco y natural, sus preciosos ojos azules, pero sobre todo lo que no he podido olvidar es su preciosa sonrisa".

Todo este tiempo no he dejado de llevarle un ramo de rosas rojas a su tumba, sus flores favoritas. Y no he dejado de pedirle que regrese a mi lado...

En el reloj de pared sonaron las doce de la medianoche y Jose se dispuso a acostarse. En ese instante sonaron unos golpes en la puerta.¿Quien podía ser a esas horas?.Y además Jose no esperaba ninguna visita.

Abrió la puerta y en su cara se dibujó un gesto de estupor. Al otro lado, en el frio de la noche estaba su esposa Laura; no podía ser, pero era ella, mucho más demacrada, pero era Laura. Jose se dispuso a abrazarla y en ese momento, de la boca de Laura salieron estas palabras:



"No me toques, no se te ocurra tocarme. Si he venido ha sido solamente porque tú me lo has pedido".

Laura entró en la casa y se sentó en su sillón favorito, y pidió a Jose:



"Tráeme un ovillo de lana y las agujas de hacer punto".

Jose entró en la habitación y volvió con las cosas que le había pedido su esposa.

Cuando Laura las cogió en sus manos, comenzó a hacer punto freneticamente; parecía un automata. Jose se quedó absorto mirandola, y no se dio cuenta de algo que se movía en uno de los ojos de Laura; ¡Era un gusano!.

Además tampoco se apercibió de que un trozo de piel de la mejilla de Laura había caído al suelo, y se podía ver el hueso.

Jose estaba cansado .Preguntó a Laura si quería acostarse, ésta negó con la cabeza. Jose se acostó. Despertó a las cinco de la madrugada. Se acercó al sillón y allí estaba Laura, haciendo punto. Parecía algo demoníaco y Jose se abalanzó para quitarle las agujas, y entonces....

A las nueve de la mañana entró en la casa la señora de la limpieza. Y la escena que vio en el comedor no la olvidaría nunca.

En el suelo, en medio de un gran charco de sangre estaba el cuerpo inerte de Jose con el cuello atravesado por dos agujas de punto.

Y en el sillón estaba su esposa Laura....

Esperamos que les haya gustado el relato, que pasen una feliz noche, y cuidado con las agujas de hacer punto....

El orfanato de Clara

Desde que Clara llegó al viejo orfanato, sus cuidadoras sabían que no sería una niña normal, sus profundos ojos oscuros y la mirada penetrante no era normal en un bebé.

Clara fue creciendo, demostrando ser tímida, muy reservada, nunca jugaba o cantaba, cuando los demás niños se burlaban de ella se podía ver el odio prominente en sus ojos.

Siempre traía con ella una vieja muñeca de trapo.

Lo que más preocupaba a las cuidadoras es que su pasatiempo favorito era encerrarse en el granero, colectar animales pequeños y escarabajos para matarlos.

No lo hacía de inmediato, les arrancaba las extremidades, con sus pequeñas uñas les sacaba los ojos, los retorcía entre sus diminutas manos.

Pero no lo hacía con la curiosidad de un niño, siempre se le veía seria, inmutable.

Lo peor ocurrió cuando tenía ocho años, unos niños entraron al granero para molestarla, le jalaban el cabello, la atosigaban con insultos, se burlaban de su raro comportamiento.

Un chico tomó una piedra y se la aventó, Clara lo miró muy fijo, el chico empezó a tener un ataque de pánico.

Ella tomó un trinche y con fuerza descomunal se lo clavo, casi atraviesa por completo el cuerpo del chico.

Todos salieron corriendo, cuando las cuidadoras llegaron, Clara estaba sentada sobre un montón de paja, con sus brazos rodeando sus piernas.

Se balanceaba adelante y hacia atrás sin quitar la vista del chico muerto.

No podían condenarla por ser una niña pequeña pero las cuidadoras pidieron cambio de orfanato o que la internaran en un psiquiátrico ya que ella no era una niña normal.

Antes de su traslado al hospital, los niños decidieron tomar venganza por la muerte de su amigo.

Esperaron a que oscureciera, entraron al cuarto de Clara y entre todos la arrastraron al granero.

La amarraron, la pusieron en medio, dibujaron un círculo alrededor de ella, un chico tomó un bote de combustible y se lo roció encima.

Otro sacó un fósforo de una caja que se había robado de la cocina y entre la insistencia de los demás, le prendió fuego a Clara.

Ella se retorcía, gritaba, gemía, el dolor se reflejaba en su cara, y aunque su voz se distorsionaba se podía entender que decía que todos estaban condenados.

Las cuidadoras no llegaron a tiempo para salvar a Clara, la encontraron completamente calcinada.

A los pocos días comenzaron los sucesos, cada mañana, uno a uno, fueron apareciendo los chicos muertos en el granero, todos de forma brutal.

Les sacaban los ojos de las cuencas, arrancaban sus lenguas, les fracturaban los brazos y piernas, les abrían el abdomen y con los intestinos formaban un círculo alrededor de cuerpo.

Todo en un mar de sangre, el rostro siempre reflejaba una expresión de terror y sufrimiento impactante.

Aunque las cuidadoras hacían rondas nocturnas, los chicos seguían apareciendo muertos hasta que el estado decidió cambiar el orfanato de residencia.

Prepararon la mudanza y contrataron un camión para partir al día siguiente.

Esa noche, misteriosamente comenzó un incendio en el granero que se extendió hasta la casa del orfanato quemándola por completo.

Cuando por fin llegaron los bomberos no se explicaban por que nadie había salido del orfanato, las cerraduras no tenían llave.

Pero en los marcos y puertas se alcazaba a ver marcas de rasguños desesperados, no hubo ningún sobreviviente, todos murieron quemados a orillas de las puertas.

En el centro del destruido granero, encontraron una vieja muñeca de trapo intacta.

Lo que quedaba del orfanato no fue demolido pero si abandonado.

La gente que pasa por ahí, afirma que en las noches aparece la figura espectral de una niña con su muñeca afuera del granero que se desvanece al cruzar la puerta.

Por Sykanda.

AGONÍA DE UN CADÁVER

Era una mañana calurosa del mes de Mayo. Jhon Hendrix y su esposa se disponían a salir hacia el campo, con sus dos hijos Marie y Jones de 5 y 7 años respectivamente. El matrimonio Hendrix era uno de los pocos que se llevaba relativamente bien. Se habían casado jóvenes, habían tenido dos hijos maravillosos para ellos, y a pesar de haber tenido algunas discusiones, en su matrimonio, habían sido más sus alegrías y por eso seguían amándose.

Aquel día parecía amanecer muy bien para los Hendrix, pero no acabaría tan bien, ni muchísimo menos como hubieran querido ellos.

La mujer estaba preparando unos pequeños sandwiches, mientras el marido hacia el pequeño equipaje.

Cuando de pronto Jhon gritó a su mujer, mientras se agarraba con ambas manos el pecho:

-Elisa, el corazón, Elisa....

Si, efectivamente, Jhon Hendrix padecía del corazón y ya le habían dado algunos ataques, pero éste parecía ser mucho más fuerte. La mujer corrió frenéticamente junto a él:

-Jhon ,aguanta, Jhon...Cariño..

Pero ya nada se podía hacer por su vida. A pesar de que a los pocos instantes una ambulancia lo llevaba hacia el hospital, Jhon dejaba de existir por el camino. El enfermero dijo con tristeza:





-Lo siento señora, no hemos podido hacer más.





Pero ¿Jhon estaba en realidad muerto?.NO.



Su cerebro seguía vivo. Puesto que lo único que le había ocurrido era un ataque de catalepsia. El podía oír, ver, pero no se podía mover, no podía comunicarse. Pero si oyó las palabras del enfermero. Y por eso gritó con fuerza en su interior:

-Claro que podéis hacer más, mirarme, yo estoy vivo, estoy vivo!!!

Nadie le podía escuchar, puesto que sólo podía pensar y no hablar.

Estaba lleno de terror. Ojala el ataque de catalepsia que no le había afectado a su cerebro pasara pronto. No fue así. Y al día siguiente se preparaba su funeral. ¡Que ironía!. Su funeral.

Vio a su mujer llorando, y a sus dos hijos, también a sus amigos y conocidos. Todos estaban tristes. Por él. Por su muerte. Pero él estaba vivo...Y por eso gritó:

-Estoy vivo, no estéis tristes, maldita sea, Yo estoy vivo!...

Estaba en su cama amortajado, con las dos manos sobre el pecho. De pronto vio como dos hombres se acercaban a la cama, y lo agarraban uno por las piernas, y otro por la espalda.

El se preguntaba donde lo llevarían. Pronto lo iba a saber.

-No, no al féretro no, esto nooooooooooo, nooooooooo!!!!

Si, efectivamente,lo metieron en el féretro y después escuchó que le preguntaban a su mujer si quería darle un último beso de despedida. Ella accedió y así lo hizo. Cuando lo besó Jhon gritó hacia sus adentros:

-Elisa, cariño, tú no puedes creer que he muerto, tú no lo puedes creer!

Después todo fue oscuridad. Cerraron la tapa y luego sintió como transportaban el ataúd hacia lo que él creyó que era un coche fúnebre. Más tarde lo volvieron a sacar y notó como si fuera bajado a una fosa. Si, era bajado a su propia fosa. El siguió gritando a pesar de que no lo escuchaban:

-¡No, yo estoy vivo, esto es una pesadilla, Dios mío....

-------------------------------------------------------------



Pero pronto se dio cuenta de que no era ningún sueño. Escuchó un ruido procedente de arriba. Y pronto supo lo que era. Eran paletadas de tierra que echaba el sepulturero. También escuchó unas palabras y pudo saber de quien provenían:

-Polvo eres,y en polvo te convertirás.

Un escalofrio recorrió el inerte cuerpo de Jhon. ¡Era el sacerdote!

Después siguió escuchando las horribles paletadas y ya no escuchó nada más. Un silencio de muerte y nunca mejor dicho se había hecho en la tumba. Supo que hacia ya rato que todos se habían marchado.

Entonces empezó a darse cuenta de que al fin podía moverse. Si, sus músculos empezaban a desentumecerse. Intentó hablar y lo consiguió. Ya había pasado el horrible ataque de catalepsia. Ahora lo importante era salir de allí.

Y lo empezó a intentar. Golpeó el féretro con los puños, arañó el terciopelo de la caja con las uñas. Pero nada. Notó como le salía sangre de las manos. Como se le rompían las uñas. Descansó.

Debía recuperar fuerzas. Luego empezó a patalear con los pies. Pero nada. Oía su respiración fuerte; jadeante. Su corazón que latía fuertemente. Gotas de sudor le caían por la frente. Estaba agotado. Pero debía seguir. Pronto no le quedaría aire. Hacia ya bastante rato que estaba golpeando la caja intentando romperla por arriba, pero pronto se dio cuenta que sería imposible. Entonces empezó a golpear por un lado. Y notó como la madera se empezaba a resquebrajar. Quizás pudiera salvarse. Entonces fue cuando escuchó como unos leves rasguños al otro lado de la caja. Se le pasó por la cabeza que quizá hubieran enterrado a otro pobre hombre vivo igual que él. Pero pronto la desechó. Entonces. ¿Que eran aquellos rasguños?. ¿A quien pertenecían?.

Pronto supo de que se trataba. Y un ramalazo de terror sacudió todo su cuerpo. Un grito lleno de horror brotó de su seca garganta:

-¡¡¡No, eso no, Dios.......nooooooo, las RATAS nooooooo!!!

Ven a jugar

Eric estaba solo, no habia nadie en casa. Tumbado en la cama, con los ojos abiertos, casi sin pestañear y un cigarrillo en la mano, observaba el humo que se iba difuminando en el aire mientras unas voces sonaban en su cabeza:
-No me hagas daño..por favor,soy solo una niña...
Algo distrajo su atención; una muñeca tirada en el suelo sucio, despeinada y bañada por la luz amarillenta que provenía de los mugrientos cristales de la ventana.
Se levantó a recogerla, andó entre revistas pornográficas y latas de conserva putrefactas y la cogió con mucho cuidado. Su expresión serena y alegre contrastaba con la suciedad de su cuerpo y su aspecto desaliñado.
Eric se sintió atraído por ese contraste, por lo que estrechó fuertemente la muñeca contra su pecho:
-Shhh...no llores...
Colocó la muñeca sobre las sábanas que olían a humedad y se quedó sentado durante horas observándola fíjamente.
Él no sabía el porqué de su interés por ella, pero le resultaba extremadamente atractiva. Quizá porque pensaba que en cualquier momento, hasta la mujer más feliz podía ser la mas desgraciada y esconder su suciedad interior detrás de una falsa sonrisa.
Las voces seguían sonando:
-Por favor...sólo soy una niña...
Alguien subía las escaleras; era Sarah, la hermana pequeña de Eric.
Seguramente iba a meterse en su habitación para hacer una sesión de pintarse las uñas de color rosa y hablar por teléfono de chicos mientras abrazaba sus peluches. Eric odiaba eso, sobretodo porque tenía que aguantar sus risas al otro lado del pasillo sonando como disparos en su cabeza.
Mientras eso ocurría, en la cabeza de Eric pasaba algo extraño;se estaba volviendo loco. Empezó a respirar aceleradamente hasta que su ira estalló en un grito de agonía.
Chocó contra los muebles, las paredes y toda la basura acumulada. Rompió un espejo que le ocasionó numerosos cortes en el cuerpo puesto que se revolcó sobre los pedazos rotos. Estaba fuera de control.
Sarah abrió la puerta asustada:
-Eric, ¿estás bien? he oido un ruido...
Le buscó con la mirada, estaba oscuro, pero pudo verle agachado en un rincón como si fuera un animal asustado.
Él levantó la vista y fijó su mirada en ella; su aspecto era inhumano, sus ojos estaban casi desorbitados y su pelo grasiento le caía sobre las heridas de la cara y del pecho que chorreaban sangre.
Sin siquiera abrir la boca, Eric se levantó bruscamente y corrió hacia la puerta, entró a Sarah de un tirón y cerró de un portazo.
Ella empezó a ponerse nerviosa al ver que su hermano estaba actuando de forma extraña; ya sabía que era raro, pero nunca le había visto con esa expresión. Estaba paralizada, no sabía que hacer, pero eso no fué un problema, ya que Eric se ocupó de ella.
Empezó a tirarle del sedoso pelo rubio y ondulado y la arrastraba por toda la habitación, haciendo que pasara por encima de los cristales rotos y cortándose el cuerpo de arriba a abajo:
-¡¡Aaah!! ¡¡basta!! ¡no me hagas daño!
Pero Eric ignoró los gritos de desesperación, continuó golpeándola y tirándole de pelo.
La niña estaba ya débil,tirada en el suelo sin poder moverse y muerta de miedo. Las lágrimas se le mezclaban con la sangre de la cara y no dejaba de suplicar que parara:
-Basta..¿porque me haces esto?...soy sólo una niñ...
Sarah no acabó su frase, Eric remató su faena clavándole un cristal en la garganta y la vida de la niña desapareció entre ruidos de tubería.
Ahora yacía en el suelo medio desnuda, sus ropas estaban raídas y bañadas en un charco de espesa sangre. Sus ojos, al igual que su cuerpo, carecían ahora de movimiento.
Eric la abrazó; fué un abrazo largo y cariñoso. Sostuvo el rígido y ensangrentado cuerpo entre sus delgados brazos y la besó:
-Shh...no llores..eres mi muñeca...mi dulce muñeca triste.

Breves historias de Terror (Parte I)

Vanessa, es una joven de Gijón que estudia Terapia ocupacional en la Universidad de Talavera. Junto con otras dos chicas alquiló un piso en la calle de los Templarios para que los gastos fueran menores.
Durante el segundo curso, Vanessa suspendió dos asignaturas y sus padres le enviaron el mes de agosto para estudiar. Una noche de verano en la que estaba sola, cuatro golpes secos sonaron a su puerta. Vanessa creyó que se trataba de algún amigo con el que podría salir a tomarse una copa, pero se trataba de una niña de alrededor de siete años.

La niña, de hermosos tirabuzones rubios y grandes ojos castaños miró a Vanessa y le dijo que se había perdido. Vanessa le dejó entrar, le preparó un vaso de leche y le dijo que irian a la policía. Verónica le rogó que no lo hiciera esa noche pues tenía mucho sueño y quería dormir. Vanessa accedió y le preparó la cama. Por la mañana temprano cuando Vanessa iba a llevarla a la policía, entró en el cuarto y vió que la niña, llamada Verónica, no estaba.

Un año después en idéntica situación, la niña volvió a aparecer. Parecía que no había crecido nada. De nuevo Vanessa le preparó la cena y le dejó dormir pero al día siguiente Verónica volvió a desaparecer sin dejar rastro. Vanessa fue a la policía y dió todos los datos de la chiquilla pero no se habían producido denuncias ni nadie había reclamado una desaparición. Tras dar muchas vueltas, Vanessa llegó al Hospital de San Prudencio. Un hospicio para niños y niñas huérfanos. Allí la madre Sonsoles, le explicó que no tenían ninguna niña de esas características. Justo cuando se disponía a salir Vanessa del lugar, otra monja llegó con un calendario de dos cursos atrás. Allí estaba la foto de Verónica, tal y como Vanessa le había visto. - Sí ¡es ella! - gritó. Las dos monjas se miraron extrañadas - Verónica murió hace dos años.
Aquella noche, cuatro golpes secos sonaron en la puerta de Vanessa. La muchacha observó por la mirilla de la puerta. Allí estaba de nuevo Verónica, con los brazos cruzados y cara de enfadada. - Has tardado mucho en abrirme, tengo hambre y sueño - Dijo la niña. Vanessa aterrada preparó todo como lo había hecho habitualmente. Cuando acostó a Verónica no pudo soportar el terror y entró despacio a su habitación. La niña estaba totalmente arropada. Vanessa retiró la sábana y bajo ella, como un suspiro pareció desvanecerse un cuerpecito en una nube. Sobre la almohada, con letra infantil y varias faltas había una nota "Gracias por la leche y los dulces, ahora tengo que llevarme al infierno a las otras tres chicas que no me dejaron entrar a sus casas."...fin


La leyenda de la Mano Huesuda

Una niña, que tenía 8 años. Se había quedado con su abuela en su pequeño piso porque sus padres se habían ido al cine; todo fue normal, cenaron y se rieron un rato charlando juntas. A las diez de la noche, la abuela se puso hacer sus costuras, y la niña se puso a ver la tele, pero de repente a la abuela le entró una sed increible, y le dijo a su nieta si le podía traer un vaso con agua.
-Está oscuro -dijo la niña
-No temas, sigue el pasillo que justo al lado de la puerta del baño hay un interruptor.
La niña se decidió, y al entrar al pasillo no veía nada porque estaba muy oscuro, por lo que se arrimó a una pared y fue palpando y tanteando a ciegas en busca de un interruptor, al seguir andando y llegar al marco de la puerta del baño, se paró y siguió tanteando, y de repente notó como una mano huesuda intentaba arrastrarla a la oscuridad del baño. La niña logró apartarse y fue llorando a su abuela.Ya lleva dos años en tratamiento psicológico. ¿que pasó si solo estaban ellas dos en la casa y la abuela estaba en el salon cosiendo?

fin

continuará...

Eres tú

Rondaban las 6 de la tarde, estás sentado al pie del manzano que desde niño siempre te gustó, aquel árbol en donde jugabas con tus hermanos y amigos, aquel árbol que estaba tan cerca de tu casa el cual lo visitabas frecuentemente, estabas a punto de quedarte dormido pero algo distrajo tu atención, alguien abrió una ventana de casa que estaba en frente de ti, entonces, la ves, a Ángela, la amiga que tienes desde tu tierna infancia, y sigue siendo tu amiga, ahora tú de 16 años, pero era ella mucho más que una amiga para ti ¿verdad?, la que despertó en ti un sentimiento que nunca antes habías experimentado, un sentimiento que temías reconocer y que siempre intentaste ocultar, a pesar de que tú ni siquiera sabias el motivo de ese miedo; la ves en esa ventana, pero, hay algo extraño en ella ¿lo notas?, su rostro que antes reflejaba una felicidad tranquila ahora la ves angustiada y triste, de inmediato te preguntas ¿por qué?¿cuál es el motivo?, entonces
Ángela deja salir de sus labios tu nombre: “Alex”; ¿te vio acaso?, no, notas que lo dijo en un tono tenue, y además miró hacia abajo, agachada, como culpándose de algo, y sientes algo dentro de ti, pero no puedes entenderlo, es una sensación extraña ¿cierto?, sabes que sientes algo pero no puedes explicarlo, sientes una extraña tristeza sin ningún motivo, tienes la sensación de que sabes la razón pero no logras comprender, mientras esta duda asedian tu cabeza Ángela, tu amiga, cierra la ventana, haciendo de cuenta que nunca te vio, ¿acaso no te vio?¿o es algún tipo de broma?
Ya son las 7, empieza a oscurecer, tú finalmente te levantas del pie de aquel árbol y caminas hacia tu casa, que está a pocas casas de ese lugar, entras a tu casa por la puerta trasera, aprovechando que la puerta ya estaba abierta e intentas pasar desapercibido, algo fácil, demasiado fácil, como ya te haz dado cuenta no hay nadie ahí, a excepción de tu fiel perro Rómulo, el cual mueve la cola al verte, parece que la casa estuviera vacía pero, de repente, escuchas pasos, alguien se acerca, volteas la mirada hacia el lugar en donde se dan los sonidos, entonces lo vez, a Jonathan, tu hermano, el hermano quebradizo al quien siempre protegías de los bribones, tiene 2 años menos que tú, pero siempre lo viste como alguien menor; no pronuncias palabras al verlo, ni tampoco él, pero, vez algo extraño en su vestir, lleva puesto un traje formal de color oscuro, ¿va a una reunión acaso? ¿O algún lugar en donde yo no haz recibido invitación?, sabes que algo va mal en él, tiene un tono de tristeza en su rostro, sigues sin entender y dejas que pase justo a lado de ti, sin palabra alguna, sin siquiera verse al rostro.
Avanzas tu camino, subes las escaleras hacia tu cuarto, entonces la encuentras a ella, Helena, tu hermana, la que es un año menor que tú, entonces, recuerdas algo, más bien a alguien, recuerdas que el día que ella nació, nació alguien más, el hermano que jamás conociste, el hermano gemelo de Helena, el hermano que nació ciego y murió pocos días después de nacer, pero sin embargo, lo sientes, a ese hermano, lo sientes cerca, muy cerca; Helena baja las escaleras, tú te quedas inmóvil en la mitad de esa escalera, ella pasa cerca de ti, pero te ignora, notas además que al igual que todos que haz visto hasta ahora, tienen ese aire de tristeza que empieza a incomodarte, para calmar las dudas que te asedian, optas por preguntar a Helena, y la llamas por su nombre cuando esta avanzando dándote la espalda, ella se sobresalta, y voltea hacia donde estás tú parado, ¿lo notaste? pero no te mira, parece que te ignora, ella queda así por unos segundos, mientras tú te quedas inmóvil sin pronunciar palabra alguna, entonces, ella se voltea y sigue su camino, ¿te sientes perturbado?¿sientes que te ocultan algo?
Sigues tu camino, pero, cuando estás a punto de entrar a tu habitación, notas que la puerta está cerrada bajo llave ¿por qué?, entonces bajas por las escaleras y te diriges hacia la sala, y esperas encontrar las llaves de esa cerradura, entonces, los ves, cuando llegas a la sala y observas que hay un grupo de personas, personas conocidas, personas que tú conoces, a tus familiares y amigos, todos de negro; tu cabeza esta punto de estallar, no entiendes nada de lo que ves, hasta que, por fin, lo ves, ves a un ataúd, pero eso no es lo que te sorprende, lo realmente extraño es que te ves tú ahí, el cadáver eres tú, Alex, ¿ahora te das cuenta?¿ahora lo recuerdas?¿recuerdas lo que paso ayer, en la oscura noche?, ahora bien, lo recuerdas, recuerdas que ayer llegando a tu casa en altas horas de la noche, estabas tú solo, pero tenían la sensación de que alguien te seguía, entonces, de repente, unos tipos salieron a tu encuentro en un auto, sabias que algo andaba mal, e intentaste huir, corriendo por tu vida, entonces viste que unos de esos tipos sacó una pistola por la ventana, y antes de que te dieras cuentas, sentiste un gran dolor en tu espalda, que avanzaba por tu pecho, que recorría todo tu cuerpo, el dolor era insoportable, pero te mantenías en pie, pero quieto, entonces, notaste que aquel auto iba por ti, no podías hacer nada, no podías huir, no podías correr, no podías hablar, solo esperar a que las cosas pasaran, entonces pasó, sentiste una gran embestida por la espalda, y te viste a ti mismo sobre el aire, esperando la dolorosa caída hacia el pavimento; no entendías por qué en ese momento, y tampoco lo entiendes ahora, ¿por qué te atacaron?
Pero, ahí no acabó tu agonía, estuviste solo por un momento, tus huesos estaban rotos, y sentías tu sangre por todo tu cuerpo, no podías mover absolutamente nada, ni siquiera sacar el más mínimo sonido de tu garganta, incluso el respirar empezaba a ser algo doloroso, hasta que poco a poco tus fuerzas te fueron dejando, ya nada te importaba, y ya no querías hacer esfuerzos por respirar, y dejaste que las cosas pasaran, sabias que ya no podías hacer nada, solo esperar, y a medida que pasaba el tiempo, más tranquilo te sentías, sentías una paz que nunca antes habías experimentado, tus respiraciones se hacían cada vez más lentas, y cada vez sentías más esa extraña paz, hasta que, miraste hacia arriba y me viste por primera vez ¿lo recuerdas?, vistes a un ángel con una túnica negra con una capucha que tapaba su rostro, con alas blancas y ojos que brillaban un color dorado, y no sentiste miedo, más bien una gran serenidad, ¿me puedes ver ahora?¿ahora sabes por qué siempre estaba al lado tuyo? Alex, tú ya no eres el mismo, eres un fantasma, un alma sin su cuerpo, un espectro, ¿ahora lo entiendes?, ¿ahora entiendes por qué solo tienes vagos recuerdos de tu anterior existencia?, pero, aún puedes pensar, sentir, actuar, e incluso los haces de la misma manera que lo hacías antes de abandonar tu cuerpo, ¿es frustrante verdad?, la impotencia que estas sintiendo, ver a tus seres queridos tan cerca de ti pero a la vez tan lejos, saber que lloran por causa tuya y no poder enmendarlo.
Y… ¿quién soy yo?, en estos momentos debes saber quien soy ahora, yo soy el ángel de la muerte, el ser que llevó a tu hermano, el que llevó a varios de tus seres queridos pero, sin embargo, no me temes, ni me odias, más bien te da una sensación de alegría, ¿me esperabas acaso? , o, ¿ya lo sabias? ¿Me habías presentido antes? ¿Sabías que esto iba a suceder?, tú existencia mortal era pacífica, pero, a la vez, tu cabeza siempre estaba plagada con asuntos que corresponden a inmortales, siempre, desde que el ángel de la vida te dio tu forma mortal, siempre lo supiste, lo sabías e incluso, a veces, nos veías, me veías a mí, incluso me viste a mí cuando me llevé a tu hermano ¿lo recuerdas?, ese pequeño ser, pero, aún eras muy pequeño para entenderlo, y no entiendes aún el porqué de ese extraño don que se te fue concedido, pero, no solo me veías a mí y a los míos, los ángeles, sino también a otros mortales que se negaron venir conmigo, ¿por eso eras extraño cierto?, tus amigos eran pocos, y no querías sentir el sentimiento más puro, el del amor, ¿verdad?, siempre supiste que eras diferente, veías lo que los demás no podían y entendías lo que los demás no comprendían.
Pero…lo de tu agonía previa antes de venir, ¿te parece muy extraña la forma de cómo moriste cierto?, sabes que no fue un simple incidente, ¿sabes que todo fue planeado, pero no lo comprendes verdad?, ¿no sabes quienes eran esos tipos?, ¿estás seguro de que moriste como lo recuerdas?, mira bien tu cuerpo ¿es extraño verdad?, tu cuerpo está intacto, no hay herida alguna, ¿ahora lo recuerdas más nítidamente? Esos tipos eran algo extraños ¿lo recuerdas?, sobretodo el tipo que sacó la pistola ¿observaste sus ojos? eran rojos, y su cara, era la cosa más desagradable que haz visto, y, ¿crees que lo que te atravesó fue una bala y lo que te embistió era un auto?, debes entender algo Alex, tu frágil mente mortal no puede asimilar cosas que corresponden a inmortales, tu frágil mente te hizo verlo de esa forma para poder entenderlo, pero ¿por qué? ¿Qué quieren de un frágil mortal como tú?, es aquí en donde yo formo parte de tu historia, yo he sido el ángel de la muerte durante tres siglos, al igual que tú era diferente y también morí joven, también los veía Alex, tenía el mismo don que tú posees, y es por eso la razón, la razón por la cual sigues en este mundo, yo ya cumplí con mis servicios como un inmortal en la tierra, ahora, por fin, puedo ir a descansar en el paraíso, y, ahora, te corresponde a ti el trabajo que se me fue encomendado hace tres siglos.
Mírate ahora, ahora eres un inmortal sobre la tierra y yo, un simple espectro, sabes lo que tienes que hacer ahora, cumple con este trabajo durante tres siglos, y luego asigna a otro como yo lo acabo de hacer, todo estaba predestinado…

¿vienes a jugar con migo?

Hace un tiempo, una amiga mía y yo decidimos hacer espiritismo por primera vez, ya que nunca antes no habíamos atrevido a hacerlo. Llamamos a otras dos amigas para que nos acompañaran ya que a mí me habían dicho que probablemente con sólo dos personas sería más difícil que saliera algo. Nos costó trabajo convencerlas pero al final cedieron. Lo preparamos todo y, un poco asustadas, comenzamos.

Pasó mucho tiempo y una de las compañeras a las que habíamos llamado, dijo

-\"Yo me voy de aquí,menuda tontería esta de la ouija\". Nosotras nos asustamos un poco y decidimos dejarlo para otro día.

Al cabo de unos días, la compañera que se había ido, me llamó, aterrorizada, diciendome que, de camino a casa después de haber ido a estudiar a la biblioteca, al pasar por delante de una casa en ruinas que hay cerca de su casa, una niña vestida de blanco le había pedido que jugara con ella. Mi amiga le dijo que no podía ya que tenía prisa por llegar a su casa, y acto seguido, ala niña comenzó a llorar con lágrimas de sangre. Mi amiga salió de allí corriendo y al llegar a casa, me había llamado. Hasta ahí fue lo que me contó mi amiga. Yo en un principio me lo tomé a broma, pero algo me hacía pensar que mi amiga hablaba muy en serio.

En mi habitación comencé a darle vueltas al asunto y me acordé del dia en que habíamos hecho espiritismo y de las malas maneras con las que mi amiga se había retirado. Pensé que no tendría nada que ver y me dormí. Al día siguiente esa misma amiga me llamó porque iba a quedarse sola en casa estudiando y tenía miedo, así que decidí acompañarla ya que yo tenía también que estudiar.

Cogí un autobús y, ya en su casa, nos pusimos a estudiar. De repente, oímos a nuesra espalda un ruido como de arañazos.Las dos miramos y comprobamos horrorizadas que la niña que ella me había descrito estaba sentada sobre la cama de mi amiga arañando la pared. Salimos corriendo de la habitación y al llegar a la puerta observé qe mi amiga no estaba, pero yo estaba demasiado asustada para esperarla.

Un rato después, la policia llamó a mi casa informándome de que mi amiga había muerto de un ataque de asma, ya que mi amiga era asmática. La habían encontrado en las escaleras de su casa, con una expresión de terror en su cara.

Yo estuve en tratamiento psiquiárico unos meses y ya me estaba recuperando pero el otro día en mi buzón apareció una nota escrita con letra de niña pequeñaque decía: \"tu amiga murió por no jugar conmigo. tengo una muñeca nueva...\" Yo creo que es una broma de algún chico del pueblo, ya que nuestra historia se ha hecho bastante popular en el pueblo, pero por otra parte tengo miedo... ¿vendrá a por mí?

La misterisoa Muerte de la Sra. Guil

MARTES 13

La Sra. Guil no creía que los fantasmas ni nada paranormal existían ¿tu crees en ellos?

Ahora verás lo que le paso a la Sra. Guil.

La Sra. Guil era una mujer de negocios que no estaba para tonterías, centrada totalmente en sus negocios, no tenía apenas tiempo libre ni para su marido.

Un día, inesperadamente llego un telegrama, lo tomó con desesperación pensando que era el pago del mes anterior que le llegaba con retraso, sin embargo se encontró con algo que no esperaba, su esposo había muerto y el telegrama era la forma más fría posible de comunicarselo. El Sr. Guil había muerto misteriosamente mientras vagaba por un manicomio abandonado, recordó que su marido la comentó en cierta ocasión una leyenda urbana, estaba demasiado ocupada siempre para atenderle y ahora nunca podría recompensarle, acabao ahogando su pena en lágrimas hasta que cayo dormida.

Lo que había pasado fue que el marido era muy curioso, quiso comprobar si la historia que había llegado a sus oídos:

Un manicomio de un pueblo cercano se había incendiado años atras, quemando a la mayoría de los internados, solo dos de ellos habían sobrevivido. Esos dos locos iban a vigilar la casa que desde entonces quedo abandonada para que nadie entrara a molestar a sus amigos.

El Sr.Guil sabía que su mujer no tenía tiempo para él y ni siquiera le echaría en falta, movido por su curiosidad y armado de valor se dirigió al pueblo cercano, eso era todo lo que sabía la Sra. Guil.Ella no creía en nada, se consideraba agnóstica incluso en temas de religion, fue a ver la tragedia y encontrar el cuerpo de su marido, decidió quedarse en un hotel que quedaba a pocos metros del manicomio, quería investigar el lugar al día siguiente para descubrir cuales fueron las causas de la muerte de su marido.

Por la noche mientras dormía sintió un grito de desesperación, y una luz atravesó el cerrojo de la puerta de su habitación, pero el miedo no le afectó, al ir al baño pensando que se trataba de una pesadilla se encontró con una escritura en el espejo que decia " VETEEEEE YAAA", la letra, idéntica a la de su marido, aun así la Sra Guil creía que se trataba de una broma de muy mal gusto, en ese momento sintió un escalofrío que la obligó a mirar por la ventana y vio que un cable atravesaba desde el techo hasta el primer piso, un hombre colgado muerto en la cuerda. El cadaver colgado de espaldas a la ventana empezó a girarse bajo el efecto del fuerte viento y entoncés pudo observar algo que la aterrorizo, ese hombre era su ESPOSO la Sra. Guil salió corriendo atemorizada de ese lugar, quería abandonar ese maldito hotel y en su huída se refugió en el lugar equivocado EL MANICOMIO, su miedo la había dirigido al lugar equivocado.

Empezó a oir unas carcajadas a lo lejos que cada vez se acercaban mas y mas, hasta que un hombre vestido con una bata se dirigió a ella:

-"¿Que hace aquí?
-Ella contestó: " ehhh estoy refugiandome de los peces asesinos"- la Sra Guil se había vuelto loca, su temor la paralizaba y no sabía ni lo que decía.

El hombre la miró y le dijo:
-"Esta en el lugar equivocado, no moleste a mis amigos me entiende, su esposo es uno de los nuestros"- tras decir eso desaparecio de golpe

La Sra. Guil corrió hacía la entrada rápidamente pero la puerta se cerro sola, era demasiado tarde.

Dos días despues un compañero de trabajo de la Sra. Guil, extrañado por lo sucedido y el telegrama qe había recibido avisando de la muerte de esta, entró al manicomio buscando a su amiga. Pero se encontró lo más desagradable que puede ver, la Sra. Guil estaba ahorcada de un viejo ventilador dentro del hall del viejo caserón. Aterrado observó que la horca que la sostenía parecía gotear un líquido viscoso, se acercó un poco y cayó de rodilla muerto de miedo, ¡¡No era una cuerda lo que la había asfixiado si no sus propios intestinos que le había sido arrancados!!.

De repente una risa diabólica empezó a resonar y cada vez se acercaba más y más, Sabìa que por el destino la muerte se le acercaba, las carcajadas eran mas fuertes, empezo a suar frio, y de un segundo a otro estaba colgado junto a la señora Guil, de apoco se asfixiaba, hurgo su bolsillo y encontro la navaja de su padre, y corto la cuerda en la que estaba suspendido, una patada inesperada habìa inpedido que lo colgaran con sus propias tripas, bajo de un
salto y fue corriendo hacia la salida,pero!!! la salida estaba bloqueada con un monton de sillas y maderas, Mike ( asì se llamaba el ) empezo a quitar las sillas , tenia miedo que la muerte lo encontrace ,que fuera elultimo dìa de su vida, y lo peor que diria su esposa si sabia que habia ido al lugar que tanto le habìa prohibio,al final del pasillo una silueta se acercaba, de la mano tenia colgando una larga soga,mike se puso nervioso cuando pudo visualizar lo que era casi leda un infarto,era la Sra Guil con los intestinos dela mano,su cara estaba deformada,uno de sus ojos le faltaba,y lo tenia agarrado de la otra mano,ayudame gritaba la sra guil ,mike habìa logrado hacer un hueco en las sillas, trato de pasar pero quedo atorado, la sra guil arranco bruscamente el zapato de mike y se dispuso a tirar de la pierna,luego de un rato logro arrancarlo mike sintio un dolor inmenso ,a la larga oyo que un centenar de bichos se acercaban , todos los bichos se introducieron por la pierna y le empezaron a carcomer el cuerpo,lo unico que quedo de mike es su piel,(ya en estado de descomposicion)

Venganza de una Profesora

Era un día normal en la ciudad, un día de estudios, en medio del tumulto de personas aparece un chico quién no era de aquella ciudad, era de un lugar muy alejado, el chico se llama Kevin, todos los de la universidad se conocían muy bien, es por eso es que éste chico se sentía muy observado por sus compañeros en la cual había uno quién era dueño de un carácter muy fuerte y además de matón y siempre lo hacía notar, se llama Miguel , y Kevin no se salvó de sus amenazas:

Miguel: se nota que eres nuevo aquí, ¿Cómo te llamas?
Kevin: me llamo Kevin, y tú
Miguel: yo soy el que hago las preguntas, ¿de adonde eres?
Kevin: de un lugar muy alejado de acá, la verdad es que me costó mucho llegar a estudiar aquí porque no hay mucha locomoción de donde soy, así que camino varios kilómetros para poder tomar un bus.
Miguel: aparte de ti, tu acento también es extraño, si quieres estudiar aquí más vale que te respetes. Dicho esto Miguel le da un pequeño empujón en la cual Kevin sintió que el cuerpo de Miguel estaba demasiado desarrollado debido al gimnasio, también sintió que no era muy bienvenido por gran parte de sus nuevos compañeros. Así fue su primera jornada en clases, siempre con las miradas puestas en él cada vez que éste hacia sus preguntas a la profesora. Terminada la jornada Kevin no se sabe cómo pero siente que se acerca algo a él, y justamente se da vuelta y era una cáscara de una fruta que le había tirado Miguel, le llega justo en el rostro con tanta fuerza que se tocó la nariz llena de sangre, Kevin solamente lo miró fijamente.
Comienza la segunda jornada de clases en la universidad, Kevin yendo con mucha timidez en dirección a la sala de clases, atento a que si alguien le dijera o hiciera algo, se notaba que Kevin no había sido nunca popular, por su físico y por su personalidad, miraba para todos lados pero nada, incluso llegaba atrasado, de pronto escucha que alguien se acerca corriendo, se da vuelta asustado con las manos en la cara, no le hacen nada, era un compañero que era de muy baja estatura, se llamaba Raimundo:

Raimundo: hola, no te preocupes por mi, yo no soy así, solamente el grupo de Miguel. Kevin se sintió un poco aliviado, y le dijo: “uf que suerte que no todo el curso es así, ¿tu también sufriste de aquellas amenazas?. De pronto Raimundo bajo su cabeza: “sí, yo también sufrí burlas muy pesadas por mi pequeña estatura, pero no pude hacer nada”, entre conversaciones llegaron a la sala de clases, ya no sintieron miradas amenazantes por parte de Miguel y su grupo, sino que ellos ahora estaban concentrados en una profesora nueva que había llegado a la ciudad, también venía de un lugar muy alejado de acá, ella se llama Judith, y de físico no sobresalía mucho, y nuevamente el condenado de Miguel la miraba con firmeza, mientras ella se presentaba, él la contradecía: “por favor Miguel déjanos hacer la clase”, “dudo mucho que ud pueda hacer una clase tranquila, conmigo por lo menos”, decía Miguel, “voy a llamar a dirección para que te saquen de la clase”, de pronto Miguel se balancea hacia la profesora, y dice:”dudo también que me pueda sacar ud de cualquier clase, porque el director de ésta universidad es mi padre”, decía Miguel ante la mirada de Kevin y su nuevo amigo, “tú me estas desafiando a mí, no me hagas reír”, decía una nerviosa profesora ante tal situación, de pronto aparece otra profesora defendiendo a Judith, se llama Macarena:”hey Miguel ¿Qué es lo que pasa contigo, no puedes estar siempre torturando a los demás”. Miguel de a poco se iba directo a su asiento, le tenía un extraño respeto. Terminada la jornada de clases, estas dos profesoras se fueron del establecimiento conversando muy amablemente, dentro poco tiempo se hicieron grandes amigas.
Comienza una jornada, una jornada donde el odio y lo oscuro comenzó a surgir, Kevin y Raimundo se dirigían hacia el establecimiento, cuando escucharon que detrás de ellos venía Miguel y sus secuaces siguiéndolos dispuestos a hacerles daño, Kevin empezó a correr con Rai, faltó poco a que llegaran a la universidad cuando los alcanzaron y empezaron a darles una golpiza sin razón alguna, mientras que Miguel iba directo a la clase, éstos dos amigos se quedaron acostados en el suelo con el dolor causados por la golpiza, Kevin y Rai entraron a la universidad no sin antes lavarse sus heridas, al llegar a la clase se quedaron sorprendido con lo que vieron, realmente Miguel se había sobrepasado, había herido a Judith con una cortapluma, Judith solamente le había llamado la atención y éste se enfureció, ella estaba tendida en el suelo siendo atendida por Macarena , Kevin miró a lo lejos a Miguel, y sintió que toda su sangre le hervía por todo su cuerpo de pura rabia y resentimiento, cuando éste estaba dispuesto a correr en busca de Miguel, Judith le toma del brazo y le dice: “no te preocupes, lo único que queda es seguir con nuestros estudios, Miguel es un chico con mucho sufrimiento en su vida”, Kevin se sorprendió con tal acotación, pero notó que en sus ojos había mucha rabia. “este chico ya fue acusado en la dirección”, escuchado esto Kevin presintió que algo mucho más horrible va a pasar, Judith fue llevada a su casa por requerimientos del doctor que lo atendía, se dudaba mucho que la profesora volviera hacer clases en esa universidad.
Kevin: “no creo nuestra profesora pueda venir más a clase, lo siento mucho por ella, era muy buena y muy humilde”.
Raimundo:”lo único que no quiero ver más en mi vida es a ese patán de Miguel y sus amigos, lo odio”, dicho esto Rai con la corroboración de Kevin se fueron rumbo a sus respectivas viviendas.
Comienza otra jornada de clases con Kevin y Raimundo cabizbajos yendo a estudiar, de pronto ven a lo lejos la figura de Miguel y sus amigos caminando en dirección hacia ellos dispuestos hacer lo mismo que el dia anterior, no los alcanzaron ésta vez pero Miguel entró nuevamente a clase sin importar que lo habian suspendido y se sentó en su silla ante la miradas atónitas de los compañeros presentes, estaban esperando a alguna profesora para que les hiciera clase, entró Macarena quién era la única disponible para hacerles la clase. Justamente aparece ella diciendo:”estimados alumnos desde hoy yo les haré la clase y obviamente no les pongan atención a Miguel, ya que es un delincuente”, dicho esto Miguel ya no la miró con respeto y se abalanzó hacia Macarena, no alcanzó a cruzarse Kevin, ya que Miguel con una mano lo tiró a dos metros hasta el suelo, “miré ud...”, “¿miré ud qué?, esa voz le parecía conocida a Kevin, se dan vueltas todos hacia la entrada y estaba Judith mirando desafiante a Miguel, “puedes devolverte a tu asiento por favor”, dijo Judith, Macarena salió de la sala. Judith entró a la sala con una extraña mirada su cuerpo tenía una contextura muy amplia, de eso no se había dado cuenta Kevin. Judith seguía sonriendo sin importarle lo que le habia pasado con Miguel. “espero que ahora en adelante me respetes, y podamos seguir adelante con nuestra materia”, decia ella, “mire ud no me venga a dar ordenes, mi padre y yo solamente lo damos, y ud no me gusta, aparte que primera vez me hace clases una profesora tan fea como tú”, decia él, “ esta bien que tu padre sea el director de esta universidad, pero con el sonar de mis dedos puedo sacarte de aquí”, “a sí, ¿y como?”, de pronto las pupilas de Judith se iluminan diabólicamente y agarra el cuello a Miguel, éste con fuerza trataba de alejarla de él, los otros compañeros trataron de escapar de la sala, pero Judith los alcanzo y los abalanzó a dos metros en el aire al igual que Miguel, tenía una fuerza inimaginable, Judith iba directo a Raimundo cuando se atraviesa Kevin, éste agarra a Raimundo ya que es enano y lo tira de la ventana hacia fuera, pero la profesora alcanza a Kevin y no tuvo piedad con él y le manda un derechazo tan fuerte que lo saca de la sala, de pronto Miguel se levanta y trata de herirla por la espalda, ella en un dos por tres se da vuelta le agarra el brazo, empezaron a medir fuerzas por largo rato, a Miguel se le veía casi todas sus venas por aquello, hasta que Judith le pega con mucha fuerza en su estomago, Miguel llegó a vomitar sangre y lo tira nuevamente por los aires, por la caída Miguel logró salir de la sala, Salazar, quién es otro compañero, fue tomado del cuello y lanzado contra una pared, él no tuvo el mismo destino, falleció instantáneamente por el golpe muy fuerte en su cabeza, los amigos de él, al ver esto la atacaron con sillas, y con todo lo que veían a su paso, las sillas y mesas quedaron partidas en dos por el golpe pero todo en vano, porque Judith no sentía casi nada, estos chicos tuvieron la misma suerte, eran cuatro, murieron todos. El inspector tenía una pistola y estaba dispuesto a dispararle al engendro, cuando dispara Judith se da cuenta y voltea un poco la cabeza esquivando las balas, Judith corre hacia él y con certeros golpes lo asesina, lo mismo ocurrió con los encargados del aseo, quienes entre todos la golpeaban con palos y fierros, todo esto también fue en vano, uno a uno ellos empezaron a volar por los aires con la fuerza del engendro, el engendro al ver que seguían con vida, los asesinó uno por uno. Kevin apenas se podia levantar y vio por primera vez a Miguel tirado en el suelo con sus ojos llenos de terror y gravemente herido, Kevin se da vuelta a mirar a Judith, quién salía de la sala en dirección a Miguel, al percatarse esto, Miguel se levanta y empieza a correr hacia la única salida que tenía que era la cocina. Al enterarse de lo terrible que estaba pasando con esa profesora, la mayoría de los alumnos de esa universidad empezaron a correr atemorizados hasta la calle creando un gran tumulto de gente en la salida, Judith iba corriendo por el pasillo en dirección a Miguel, hasta que se cruza Macarena enfrentando a aquel monstruo diciendo: “Judith, Judith, que te pasa amiga mía, que te pasó”,”porque tienes esa cara, has matado a la mayoría de tus alumnos, por favor vuelve, vuelve”, al escuchar esto el engendro dijo: “y tú no te vas a salvar, maldita”, Judith la toma y la lanza con tanta fuerza hacia fuera de la universidad, Macarena en el aire empieza a golpearse con cualquier cosa hasta llegar a la calle, Judith se da vuelta y volvió a perseguir a Miguel, quién apenas corría, hasta que lo alcanza, y lo empuja hacia la cocina, con el empujón Miguel con su cuerpo rompe una cañería de gas, en la cual el gas se esparció en todo el establecimiento, de pronto el engendro coge un cigarrillo de los bolsillos de Miguel y estaba dispuesto a prenderlo, cuando Miguel se percata de esto, corre apenas puede hacia la salida, el engendro de Judith prende el cigarro con una llama que salió en unos de sus dedos y la universidad repentinamente se vuelve un infierno, arrasando con todo menos con el engendro, en esto Miguel por poco se salva, y apenas seguía corriendo, los demás alumnos ya habían salido, Judith salía con fuego en su cuerpo diciendo:”ven Miguel, te vine a buscar, ven en donde perteneces”, cuando de pronto el engendro mira hacia su derecha y ve el cuerpo de macarena muerta en el suelo, de a poco Judith vuelve a su estado normal, cambiando sus ojos luminosos y su cuerpo endemoniado atemorizantes a unos ojos tristes apagándose de a poco el fuego que tenía en su cuerpo tras ver la perdida de la única amiga en la cual ella misma había asesinado:”nooooo, noooo, macarenaaaaaaa....no”, con sollozos y gritos sufría la perdida ante las miradas atónitas del publico presente, el padre de Miguel llamaba y llamaba a demasiados números telefónicos, mientras que Miguel ya se había ido del lugar sin que supiera el engendro de Judith, mientras ella seguía gritando y llorando abrazando el cuerpo de macarena: “disculpame por favor macarena, noooo, noooo,....”. Kevin y su amigo Rai también estaban viendo todo lo que pasaba y agachando la cabeza también al ver la universidad envuelta en llamas, Kevin vio que se acercaba muchos vehículos en dirección a ellos, bomberos, policias, etc, todos se bajaron del auto incluyendo a unos extraños hombres de blanco caminando en dirección a Judith, Kevin supo quienes eran y se interpuso:”no, no uds váyanse de aquí, ella no es ninguna loca, no tienen nada que ver aquí”, uno de los hombres dijo:”jaja, con lo que decia el director de esta universidad, no señor, no la dejamos suelta”, al escuchar esto Judith, empezó a mirarlos fijamente, Kevin dijo:”no, Judith no hay nada de que hacer, por favor no se interponga, ellos fueron llamados por mucha gente, no solamente del director de esta universidad, a lo mejor ellos les puede dar a ud un tratamiento que la pueda ayudar”, Judith no tenía a nadie con quién hablar por telefono, se iba resignada a la pérdida de su mejor amiga, la subieron al camión y se la llevaron, el engendro de Judith había matado a mucha gente dentro de éste establecimiento. Kevin veía a lo lejos el camión alejarse, hasta que ve que en una de las ventanas del camión, se asoma Judith mirando a Kevin y Raimundo, ella pareciera que tenía que decirle algo a Kevin, y él supo de esto y pensó visitarla al otro dia en la noche, ya que a ella la iban a internar, Kevin y Raimundo se iban a sus casas tristes y todavía no podian creer lo que había pasado, la universidad seguía en llamas y los bomberos seguían tratando de apagar el fuego. Sin duda un dia que nunca se podrá olvidar en la vida de Kevin y su amigo enanito de Raimundo, estuvieron los dos a punto de morir, y que Miguel pagó muy caro todas sus fechorías, mientras que Judith es como si ella hubiera hecho algún pacto con algún demonio, fue todo muy confuso, repentino y aterrador.
Al otro día Kevin y su amigo iban en dirección al manicomio en donde se encontraba Judith, Raimundo iba muy asustadizo, Kevin lo calmaba:”si quieres yo entró allí no más a hablar con ella, tu quedate acá afuera”, sin dudarlo Rai lo esperó afuera, él entró y preguntó donde estaba ella, le dijeron que Judith estaba en un cuarto especial, Kevin sintió mucha rabia al escuchar esto y fue hasta aquel cuarto acompañado de un guardia muy arrogante como Miguel, el lo sintió así por la forma de expresarse que él tenía, hasta que llegaron, y el guardia le dijo:”dos minutos solamente y apago la luz y cierro todas las puertas, me entiendes”, Kevin asintió con su cabeza, al alejarse un poco el guardia, el se asombró mucho más al ver a Judith, porque estaba amarrada de brazos y piernas recostada en un cuarto oscuro y muy frío:
Kevin:”hola Judith, como estas..., Judith abrió los ojos lentamente y le contestó:”como quieres que esté, no sabes como me siento, perdí a mi única amiga y me duele más al saber que fui yo misma la que la maté, no lo puedo creer”, lloraba con mucha angustia, “srta Judith usted fue muy buena con nosotros, mis amigos y yo la queríamos mucho, usted no sabe cuanto, fue una gran profesora y una gran persona, pero quisiéramos saber que fue lo que empezó todo esto, ud o ese monstruo que salió dentro de ud mató a mucha gente en esa universidad”, dijo Kevin “lo unico que te puedo decir es que fue todo inexplicable para mí también, más no te puedo decir por mi propio bienestar”, “si es que maté a tanta personas como tú dices...qué pasó con Miguel, ¿lo asesiné también?” preguntó ella, “la verdad, el padre de él se lo llevó muy lejos de aquí, no sabemos adonde fue”dijo Kevin. Al escuchar esto Judith se levantó repentinamente atemorizando a Kevin:”¿CÓMO QUE NO MURIO ESE INFELIZ?” justo en ese momento apagan la luz y al apagarla, en la oscuridad Kevin ve que los ojos de Judith se volvieron a encender diabólicamente:”se acabó las visitas, afuera joven, afuera, dejemos que se pudra esta loca acá”dijo el guardia, y cierra la puerta, “¿desde cuando trabaja ud aquí?, preguntó Kevin, “hace tres años, ¿porqué?”, “es mejor que se retire y se vaya de aquí ahora mismo” dijo un aterrorizado Kevin, éste se dio media vuelta y salió de ese manicomio, en ese momento el guardia quedó muy pensativo y no se dio cuenta de que a sus espaldas la mano del engendro estaba a punto de ahorcarlo porque no cerró muy bien esa puerta donde estaba Judith...En el momento en que se dirigía a su auto acompañado por Rai, éste lo notó que iba muy preocupado:”Kevin que te pasa”, “no digas nada y sube”, Raimundo al escucharlo subió inmediatamente al vehículo, en el trayecto Raimundo seguía hablándole:”Kevin no te he dado las gracias por salvarme la vida, si tú no me hubieras tirado hacia fuera de la ventana, no estaría aquí”, dijo Rai, “gracias pero no estemos tan tranquilos”; “¿porqué?”; “porque algo horrible va a pasar en ese manicomio, y lo peor de todo es que ella viene en busca de nosotros, lo presiento, porque sabemos donde se encuentra Miguel, ya sabe que no está muerto”, de pronto Raimundo mira el espejo retrovisor del auto y empieza a gritar:”Rai que te pasa”; “TIENES RAZÓN ELLA NOS VIENE SIGUIENDO, ACELERA...

DE MIEDO TAMBIÉN SE MUERE


Ese TERROR a lo desconocido, a lo oculto,a lo misterioso, porque aunque ustedes no lo crean, lo desconocido, lo oculto y lo misterioso existen, están a nuestro lado. Viven con nosotros. No, no se rían, no se lo tomen a broma, y piensen, recapaciten, lo que les estoy diciendo. No son vagas palabras. Las fuerzas del mal nos acechan. Tengan mucho cuidado y no se descuiden nunca. Pero algunas veces somos nosotros solos, los que creamos el mal e inventamos fantasmas que no existen, y nos aterrorizamos de ellos. Asi,agarrense a su butaca y empiecen a temblar con la historia titulada:



DE MIEDO TAMBIÉN SE MUERE

--------------------------------------------------------------------------------------------------------------



Soy una persona normal y corriente, tengo 47 años y estoy soltero. Vivo sólo en una pequeña casa alquilada de planta baja, me llamo Luis y trabajo en una oficina ocho horas diarias.

En fin, les digo esto para que me conozcan, para que no crean que soy un loco; pues tengo un problema. Ustedes dirán, y quien no los tiene. Pero este es de lo más extraño. Y se lo voy a revelar.

Tengo miedo, mejor dicho verdadero terror a las cosas ocultas, misteriosas. Cuando escucho hablar a alguna persona de posesiones diabólicas, brujería o algo así, me voy, no quiero oírlas. Cada noche, cuando salgo de la oficina paso un autentico calvario para llegar a mi casa, pues voy andando y mi imaginación empieza a trabajar. En cada esquina veo a un monstruo, y empiezo a correr como un poseso. Ustedes se preguntaran porque no he ido a un psiquiatra. Lo he hecho, pero no me sirvió de nada. Me dijo que todas esas alucinaciones eran debidas a mi excesivo trabajo, me recetó unos comprimidos, que fueron peores pues no me podía dormir cuando los tomaba. Y así estoy, medio loco. Cada noche lo mismo.

Ahora salgo de la oficina. Siento como si alguien me siguiera. Ya empieza. debo serenarme, controlar mis nervios. Oigo pasos, quizás sea verdad que me siguen, a lo mejor un monstruo quiere atacarme. Lo he leído en alguna revista, que desaparece gente y no se sabe más de ella. Dios mío, y si fuera verdad, y si una noche algo me ataca y no vuelven a saber nada de mi. Ya me queda poco camino para llegar a mi casa. ¡He visto una sombra!...Mi corazón ha dado un vuelco. Debo estar tranquilo, lo tomare con filosofía. ¿Porqué me van a matar a mi?. Concretamente a mi. Con la de gente que hay en el mundo, en esta ciudad, tiene que ser justamente a mi. He sido un estúpido al asustarme así; ya casi estoy en mi casa. ¡Ah, que alivio, allí no me ocurrirá nada; cenaré, veré la televisión y luego me acostaré. Y mañana será otro día.

Ya veo mi portal, que alegría, y no me ha ocurrido nada, que me iba a ocurrir. ¡Maldición, he visto otra vez la sombra!. Ah, menos mal, ya estoy en mi casa; ahora cerraré con llave y ya no podrá entrar nadie. Pero, que digo, si es algo maligno lo que me acecha puede entrar cuando quiera y como quiera en mi casa. Ahora es cuando más necesito compañia. Que rabia, porqué no me casaría con aquella muchacha de la oficina. Al final se casó con Antonio, pero ella se fijó antes en mi, y yo como un idiota no le hice ni caso, que estúpido fui. En fin, para que lamentarse. ¿Como se llamaba ella?. Ah, si; Isabel...bonito nombre; ella también era bonita, sus ojos azules como el cielo, su cabello rubio plateado y sus labios tan sensuales. Pero, porque me he acordado en estos momentos de ella. ¡Bah, ya he cenado, me voy a acostar. Espero que mañana me levante con más ánimo; Buf, que frio hace, y empieza a llover. Bueno, me voy a desnudar y a meterme en la cama.-

-Hum, esta percha está a punto de partirse, tendré que comprar otra, si me acuerdo.

Pensando en todo esto se puso el pijama, se acostó y apagó la luz.

Intentaba dormirse, pero no lo conseguía, sus ojos se negaban a cerrarse. Se quedó mirando a un punto concreto de la habitación. Y de pronto un grito salió de su garganta. ¡Dios mío..., parece la sombra que vi anteriormente. Su cuerpo se convulsionó totalmente y empezó a temblar. ¡Maldita sombra, no me cogerás. Está acechando a que me duerma para saltar sobre mí; seas lo que seas no lo conseguirás. No me dormiré. Pasaban las horas y los párpados de Luis empezaban a cerrarse. No lograba mantenerse despierto. ¡Dios mío... debo lograrlo, debo estar despierto. Escuchó las campanadas del reloj de pared. eran las tres de la madrugada, tenía tensos los músculos y todo su cuerpo le dolía horriblemente. Seguía mirando hacia aquel punto. Allí estaba la sombra que tanto horror le estaba haciendo pasar; quieta, inmovil. ¿Qué podía ser? ¿Algún monstruo? ¿Un ser de otro mundo?. Luis pensaba y cada vez se aterrorizaba más y más. De pronto, sacando fuerzas de flaqueza intentó levantarse y entonces vio como aquella cosa se movía hacia él. Iba a echarse sobre su cuerpo, hacia sus pies, se los cogería.-

-No, no, no, Dios mío......Socorroooooo....

A la mañana siguiente los vecinos entraron en la casa. De noche habían escuchado horribles gritos. Querían saber lo que ocurría allí y lo consiguieron. Lo que vieron, fue el cadáver de Luis en su cama con los ojos desorbitados, las manos crispadas como queriendo escapar de algo y una expresión en el rostro de TERROR infinito.

A sus pies encontraron una gran percha tirada encima de la cama. Esa era la sombra que Luis había visto, su propia percha, que había caído por el peso de la ropa......

Breves de Historias de Terror ( Parte II )

¿Vienes a jugar conmigo?

Hace algún tiempo, una muchacha y su amiga decidieron hacer espiritismo por primera vez, ya que nunca antes se habían atrevido a hacerlo. Llamaron a otras dos amigas para que les acompañaran ya que a ella le habían dicho que probablemente con sólo dos personas sería más difícil que saliera algo. Les costó trabajo convencerlas pero al final cedieron. Les prepararon todo y, un poco asustadas, comenzaron.

Pasó mucho tiempo y una de las compañeras a las que habían llamado, dijo

-\"Yo me voy de aquí,menuda tontería esta de la ouija\". Ellas se asustaron un poco y decidieron dejarlo para otro día.

Al cabo de unos días, la compañera que se había ido, la llamó, aterrorizada, diciendole que, de camino a casa después de haber ido a estudiar a la biblioteca, al pasar por delante de una casa en ruinas que hay cerca de su casa, una niña vestida de blanco le había pedido que jugara con ella. Su amiga le dijo que no podía ya que tenía prisa por llegar a su casa, y acto seguido, la niña comenzó a llorar con lágrimas de sangre. Su amiga salió de allí corriendo y al llegar a casa, la había llamado. Hasta ahí fue lo que le contó su amiga. Ella en un principio se lo tomó en broma, pero algo la hacía pensar que su amiga hablaba muy en serio.

En su habitación comenzó a darle vueltas al asunto y se acordó del dia en que habían hecho espiritismo y de las malas maneras con las que su amiga se había retirado. Pensó que no tendría nada que ver y se durmió. Al día siguiente esa misma amiga la llamó porque iba a quedarse sola en casa estudiando y tenía miedo, así que decidió acompañarla ya que ella tenía también que estudiar.

Cogió un autobús y, ya en su casa, se pusieron a estudiar. De repente, oyeron a sus espaldas un ruido como de arañazos.Las dos se miraron y comprobaron horrorizadas que la niña que ella le había descrito estaba sentada sobre la cama de su amiga arañando la pared. Salieron corriendo de la habitación y al llegar a la puerta observó que su amiga no estaba, pero ella estaba demasiado asustada para esperarla.

Un rato después, la policia llamó a su casa informándole de que su amiga había muerto de un ataque de asma, ya que su amiga era asmática. La habían encontrado en las escaleras de su casa, con una expresión de terror en su cara.

Ella estuvo en tratamiento psiquiárico unos meses y ya se estaba recuperando pero el otro día en su buzón apareció una nota escrita con letra de niña pequeña que decía: "tu amiga murió por no jugar conmigo. tengo una muñeca nueva...

María y su abuela

Hace mucho tiempo la madre de María le dijo que vaya a la bodega a comprar carne para la cena. En el camino María decidió entrar a una tienda de dulces y se gasto toda la plata de su mamá en los dulces.

Ya no había dinero para la carne que la mamá le había encargado entonces fue al cementerio donde estaba su abuela, la abrío y le saco el higado para darselo a su mamá.

Cuando ya era hora de la cena la mamá de María le pregunto si queria cenar pero como María sabia que era el higado de su abuela no lo comio, y como el papá no estaba en la casa la mamá tuvo que cenar sola.

Más tarde ese día la mamá y el papá de María fueron al cine, en el camino la mamá de Mará se desmayo y pronto murio, el papá estaba asustado asi que la tiro y la boto en un basurero.

María estaba sola y en eso sono el teléfono cuando contesto escucho una voz conocida que le decia:

María estoy a 3 cuadras de tu casa, soy tu abuela

María colgo y después de 5 minutos volvieron a llamar:

María estoy a 2 cuadras de tu casa, soy tu abuela. María volvio a colgar, después de 5 minutos volvieron a llamar:

María estoy a 1 cuadra de tu casa, soy tu abuela, María volvio a colgar.

María estoy dentro de tu casa y te estoy observando.

Cuando el papá de María llego a su casa encontro a María tirada en el piso con el cuerpo ensangrentado y con los organos en el lavadero.

Continuara……..

Silencio

¿Has pensado alguna vez en la muerte?

Hay algunas personas que solo con pronunciar esa palabra, entran en estado de shock, porque han tenido alguna mala experiencia con respecto a ese tema. Puede que sea verdad o no, puede que sea creíble o no. Pero yo que tú, no lo pondría nunca en duda...
Sólo es un consejo.

Era de día. Los chicos de mi calle jugaban alegremente, los árboles del campo de enfrente se movían con fuerza por el fresco viento y el sol iluminaba sus hojas.
Como todos los días mis padres iban a trabajar y yo me quedaba en casa limpiando.
Me acerqué a la cocina, los platos estaban sin recoger y me puse a ello.
De repente me encontré cansada y me dio un pequeño mareo así que decidí tumbarme en el sofá a ver si se me pasaba.

Perdí la noción del tiempo.

Cuando desperté todo estaba oscuro, la casa totalmente vacía. Mire el reloj; Las 23:35 no podía creerlo, tenía que ser un sueño…pero no despertaba.
Caminé por el resto de la casa buscando a alguien. No había nadie. “¡se supone que mi familia tendría que estar aquí a esas horas!” grité indignada mientras me empezaba a asustar.

La puertas ventanas y demás estaban cerradas, en los muebles no había nada, ni mi móvil, ni los mandos de la TV... ¡Nada! todo había desaparecido.
Me dio por mirar la fecha pero no había nada extraño. empecé a sentir frío.
Aquello no era normal, ese frío, esa oscuridad, esa… soledad… Empecé a recordar el sueño que tuve la noche anterior:

>>Soñé que estaba en la cama durmiendo y que una sombra venia a por mi. Yo corría, intentado huir, pero ella me alcanzaba. Y cuando logró cogerme solo pude ver una punta de un cuchillo, afilada y brillante a la luz de la luna... después, me desperté.

Esa madrugada la pase fatal y no hice mas que pensar en la muerte.
Hay muchas leyendas que dicen que si sueñas con la muerte o algo relacionado con esa palabra (cementerios, espíritus…) al día siguiente, mueres.

Supongo que por eso, esta mañana me dio un mareo, pero “Todo esto son tonterías, esto es una estupida broma de mi estupido hermano” pensé.
Al acercarme a la puerta del sótano, observe que un líquido espeso y rojo recorría la rendija de la parte de abajo. Me cabree, abrí la puerta y grité; “¡¡Ya basta Elio!!”
Fueron las últimas palabras que pronuncié sobre mi hermano. Mi hermano yacía tumbado en aquel rincón al acabar las escaleras, y tras él… un gran e inacabable camino de su sangre.

Cerré la puerta.

“Esto no es verdad”, “esto no está pasando” intentaba convencerme a mi misma, pero solo venía a mi mente la imagen de mi hermano Elio muerto. Cogí un cuchillo de la cocina por propia defensa y para mi protección me disponía a salir de casa cuando escuche un grito de alguien muy familiar; “¡¡mama!!” quise gritar, pero el miedo me pudo y cuando intente abrir la puerta para salir de esa maltita casa… …

SILENCIO

Ahora estaba todo blanco, cortinas, mesas, muebles, paredes… blanco. Nunca me había producido tanto terror un simple color. ¿Estaba muerta? ¿Aquello era el cielo? ¿Puedo morir si ya estoy muerta? No lo se, el caso es que estaba aterrorizada y ya no se si aquello fue real o no, ni si quiera, si realmente sucedió.
Aun con el cuchillo en la mano, avance lentamente por el pasillo para adentrarme en la habitación de mis padres. De nuevo el terror inundó mis ojos, al ver el suelo teñido de rojo, pero esta vez, no me paré a ver de quien se trataba. No podría soportar la idea de que todos estuvieran muertos menos yo…
Corrí hacia mi habitación. Parecía lo más normal del mundo, todas mis cosas estaban allí y no era todo blanco. Me acurruqué en las sabanas llorando y deseando desesperadamente que eso no estuviese pasando, que solo fuese un maldito sueño y que todo volviese a la normalidad, hasta que escuché la voz de mi madre.
¡¡Mama!! Sí, estaba viva, todo había vuelto a la normalidad, abracé a mi madre, mi padre y mi hermano y no pude evitar contarles lo sucedido. Cuando llegó de nuevo la noche, me fui a la cama a dormir plácidamente.

Aunque me gustaría que este fuese el final de esta historia… no lo es.

Me levanté de la cama y esta vez volvía a estar todo oscuro pero sin nada. Nada excepto mi cama. Ni muebles, ni cuadros,… nada. Corrí hacia la habitación de mis padres para buscar amor maternal esperando que todo fuese un sueño y yo despertase en los brazos de mi madre.
Tres… Tres cuerpos colgaban de tres sogas. Una estaba libre… tres cuerpos blancos, fríos, llenos de sangre que se vertía y acababa en el suelo… Pero lo peor estaba por llegar.
Una mano blanca se apoyó en mi hombro y un cuchillo de punta afilada y brillante a la luz de la luna se acercaba a mi estómago, y poco a poco lo atravesaba. Una voz muy muy familiar dictó la sentencia; “Estás muerta, ya no existes” y seguidamente se colgó de la soga que quedaba libre. La cuarta soga, que pasó de estar vacía a… … colgar el cuarto cuerpo, blanco, frío, lleno de sangre… .. a colgar el cuerpo de una chica rubia de 17 años… … Yo.

SILENCIO

Y todavía esto vaga en los violentos mares de mis recuerdos, y en el papel quedará escrito hasta que alguien… … lo encuentre… porque ESA… no era yo.

BAJO LA CAMA

BAJO LA CAMA
El
joven Toby McAndrews era un niño terriblemente miedoso y asustadizo a sus nueve años.
A pesar de los incesantes esfuerzos de sus padres por convertirlo en un hombrecito valiente y seguro de sí mismo, les era imposible lograr que su querido hijo, su único hijo, fuese capaz de ir al baño sin encender todas las luces de la casa, o de quedarse dormido, sin que su padre tuviese que quedarse en la habitación esperando.
-¿Qué te asusta tanto, Toby? -Le preguntó su padre, como cada noche, mientras el niño se desvestía, y se ponía su pijama con dibujos de “Daffy Duck”.
Y, como siempre, obtuvo la misma respuesta de boca del pequeño.
-Bajo mi cama hay un monstruo, un monstruo horrible, con dientes enormes -acompañó sus palabras con gestos vehementes, que hicieron sonreír a su padre.
-Vamos, vamos -su padre, con gesto protector, lo sentó sobre sus rodillas-, ya hemos hablado de esto otras veces, bajo tu cama no hay ningún monstruo.
-Pero papi... -Toby lloriqueó apoyando su rubia cabeza en el hombro de su progenitor.
-¡Pero nada! -Llegados a este punto, Mr. McAndrews se vio incapaz de seguir soportando los gimoteos del niño-. Quiero que te metas en tu cama y te duermas, o te llevarás una buena azotaina.
-Si, papá -con lagrimas en los ojos, Toby se metió en su cálida cama, y cerró los párpados.
Su padre se inclinó, y le besó la frente con paternal ternura.
Después, salió del dormitorio, y se reunió con su mujer en la sala de estar.
-¿Ya se ha dormido?
-Sí -Jake tomó asiento en el sofá junto a su esposa, y comenzó a acariciarle el largo cabello negro.
Mientras sus padres jugueteaban en el sofá, Toby abrió los ojos, encendió la luz de su dormitorio y, tras saltar de su cama, se arrodilló en el frío suelo para mirar bajo su lecho.
Una vez comprobado que el monstruo no había entrado en la casa, el niño volvió a meterse en la cama, quedando profundamente dormido en poco tiempo.
-Me preocupa Toby -Jake, medio desnudo, se alzó del sofá y caminó hasta la ventana-. Me preocupa que sea tan miedoso.
-¿A quién habrá salido? -Nora, su esposa, también se acercó a la ventana, rodeando la cintura de su marido con sus brazos delgados y bronceados.
-Me gustaría saberlo -Jake giró sobre sus pies, quedando cara a cara con su mujer-. Pero seguro que a nadie de mi familia.
El Sol penetró por la ventana del dormitorio de Toby, despertando al niño con su calor.
-Buenos días, campeón -su madre entró en el cuarto, llevando una bandeja con un vaso de leche caliente y varias galletas.
El niño se incorporó lentamente, desperezándose, mientras su madre le preparaba la ropa.
-¿Y tus zapatillas? -Nora se arrodilló en el suelo, y metió una mano bajo la cama.
-No sé -Toby peleaba con las mangas de su camisa.
-¿Cómo qué no sabes? -La mujer se incorporó y dirigió al pequeño una mirada desconfiada-. Anoche las dejé bajo tu cama.
-¡Mira, mamá! -La cara de Toby se iluminó con una sonrisa, mientras alzaba las dos zapatillas de deporte.
Su madre, sin embargo, no lo pudo soportar, y lanzó un gemido de angustia al ver el destrozado calzado, que su hijo le mostraba orgulloso.
-¿Qué significa esto? -Bruscamente, su madre le quitó de las manos el calzado-. ¿Tú crees que papá y mamá pueden permitirse el lujo de gastarse setenta dólares en unas zapatillas cada vez que a ti te dé la gana? No somos ricos.
-Pero... -el niño terminó de ponerse el pantalón, y dejó que su madre le pusiera sus viejas zapatillas “Nike”-, yo no he sido.
-¿No? -Nora, con una irónica sonrisa en los labios, le ayudó a ponerse la chaqueta y la cartera del colegio a la espalda.
-Seguro que ha sido él.
-¿Él, quién?
-El monstruo que viene a mi cama por las noches.
-Bueno, jovencito, será mejor que corras, o perderás el bus del cole.
-Vale, mami -se besaron-, hasta la tarde.
-Hablaremos con tu padre, cuando vuelvas del colegio.
El día transcurrió sin demasiados sobresaltos en el hogar de la familia McAndrews.
Nora ocupó el día limpiando y aseando la casa.
Se encontraba en la cocina, preparando la comida, cuando una extraña idea cruzó su mente.
Tomó las destrozadas zapatillas, y se sentó a examinarlas.
A primera vista se apreciaban unos profundos cortes, que parecían producidos por algún objeto terriblemente cortante e irregular; además estaban extrañamente húmedas, como si Toby las hubiese mojado antes de cortarlas.
-¿Por qué habrá hecho algo así? -La mujer dejó caer las zapatillas en el cubo de la basura.
Aquella noche, Toby tuvo una buena reprimenda, y se fue a la cama mucho más temprano de lo habitual.
-Y ya sabes, jovencito -su padre, con el ceño fruncido, lo vigilaba atentamente mientras el niño se ponía su pijama-, castigado toda la semana a no salir con los amigos. En cuanto salgas de la escuela, derecho a casa.
-Pero el monstruo... -lloriqueaba Toby.
-¡No hay monstruos! -Harto de las protestas del pequeño, Jake McAndrews lo apartó de la cama-. ¡Mira, Toby! -Bruscamente, empujó el lecho hacia un lado y, tomando a su hijo por los hombros, le espetó señalando al suelo-. ¡Mira, no hay ningún monstruo! Así que, déjalo ya, ¿vale?
Salió de la habitación dando un portazo, quedando el niño hecho un mar de lágrimas.
Pero antes de dormirse, miró bajo la cama, y dejó un “presente” para su terrible visitante nocturno, pues creía que así lo dejaría en paz.
Pasó la semana del castigo.
Toby siguió mirando bajo la cama, y dejando cosas bajo la misma.
Y llegó el fin de semana.
Y la familia McAndrews decidió pasara el Domingo fuera de casa divirtiéndose.
Llegaron tarde, muertos de cansancio.
Se acostaron temprano.
Toby tenía tanto sueño que, cuando sus padres lo mandaron a la cama, se olvidó de su ritual...
01:30 de la madrugada. Jake y Nora jugaban a juegos de adultos.
-Eres un cochino -susurraba Nora, acariciando el velludo torso de su esposo-. ¡Y estás muy duro!
-¡Calla! -Le ordenó de repente Jake, incorporándose bruscamente.
-¿Qué pasa? -Nora se estiró desnuda sobre la cama-. ¿Me vas a dejar ahora?
-Toby está llorando.
-Tendrá una pesadilla.
-Será un momento -le mandó un beso desde la puerta del dormitorio.
Llegó a la habitación de su hijo.
-¿Toby, estás bien?
Silencio absoluto.
¿El niño dormía?
No se oía su respiración.
Sólo un ruido extraño.
El sonido inconfundible de la carne al ser desgarrada y cortada a dentelladas. De carne al ser masticada de forma salvaje...
-¿¡Toby!? -Jake abrió la puerta.
Pasó Jake el resto de su vida lamentándose de muchas cosas.
Tuvo tiempo de pensar en ellas durante su estancia en una de las celdas acolchadas del hospital psiquiátrico.
Su mente recordaba.
Aquella cosa sujetando el frágil cuerpo de su hijo.
Sus dientes y garras cortando la blanda carne, triturando los huesos...
Su esposa lo encontró acunando el cadáver masacrado.
Ella cayó en un profundo estado catatónico, del que no se recuperó jamás.
¿Quién vive ahora en la casa de los McAndrews?
No importa.
Seguro que bajo alguna de las camas les espera una sorpresa.
FIN

Mi amigo es un demonio?

Lunes 6 de Agosto del 2007:

Estábamos jugando a la Quija con Daniela y Rigoberto, eran las 12:48 y ya habiamos terminado la sesión. Fueron largos 48 minutos de escalofrío y curiosidad, nada interesante, nada. En absoluto, no pasó nada. Ahora me doy cuenta que la Quija siempre fue una farsa.

Martes 7 de Agosto del 2007:

Rigoberto es un terco, me ha insistido a que juguemos a la Quija otra vez. Le pregunté a Daniela y me dijo que le daba lo mismo, asique en la noche nos juntariamos otra vez.

12:00 Pm en la noche:

Mis padres habían salido, mi casa estaba oscura, sólo unas cuantas velas nos daban luz. La noche era perfecta para la sesión de Quija. Empezamos a hacer los rituales habituales cuando empezó a pasar el tiempo. Abrimos la puerta del más allá y Rigoberto se puso raro. Que le pasa?, le pregunté a Daniela. Rigoberto se paró y dijo que iba a vomitar al baño, pues estaba mareado. Empezamos a sentir una voz del baño, parece que estaba hablando solo. Tuve que ir a verlo y cuando entré, lo ví hablando con el espejo.
-Que te pasa?, pareces un loco.
-Nada, estaba viéndome al espejo, parece que estoy pálido.
-Y porque hablabas?
-Yo no he hablado.
No habia caso, me porfiaba que según él, no estaba hablando. Tuve que callar.

Miércoles 8 de Agosto del 2007:

Hoy fue un dia muy malo, Primero cuando estábamos en clase, Rigoberto empezó a portarse mal y la profesora le llamó la atención. Rigoberto la insultó y lo suspendieron. No sé que le pasa, está muy raro ultimamente.

Jueves 9 de Agosto de 2007:

He traido el diario al colegio, estoy espiando a Rigoberto, está portándose muy raro. Es recreo. Lo estoy siguiendo, por ahora solo va caminando por el pasillo. Hey, ha chocado con alguien, estan discutiendo, parece que va a haber mocha. Después sigo escribiendo, diario, han tocado la campana.

Segundo recreo:

Se ha armado la mocha, los alumnos han formado un círculo y Rigoberto y el otro tipo van a pelear, esto esta bueno. Oh!, el tipo le ha dado un puñetazo a Rigoberto... Que mierda!, Rigoberto ha sacado una cuchilla, que?...

El 24 de Agosto, este diario fue encontrado botado por los alrrededores del colegio que fue cerrado, estas páginas no alcanzan a contar el descelance de esta historia, pero yo soy uno de los sobrevivientes de la tragedia. Me llamo Reymundo, y ví todo lo que pasó, asique, He querido escribirlo aquí, pues quiero que el que esté leyendo esto, lo sepa, sepa lo que pasó ese dia...
Rigoberto sostenía el cuchillo, y se lo clavó en el cuello al "tipo", después fue matando a todos los del círculo y a los que corrían, los perseguía cuchillo en mano. Yo estaba debajo de la escalera, me habia alcanzado a refugiar. Rigoberto también mató a su amigo, el dueño del diario, clavandole el cuchillo en la frente. Después llegaron las autoridades del colegio y ásesinó a todos los profesores. El colegio estaba lleno de sangre y cadáveres. Era un verdadero infierno, y ese demonio, ese chico, con el cuchillo en la mano y la polera del colegio llena de sangre. El director logró sostener del brazo al niño y le arrebató el cuchillo, pero este, corrió hacia los baños, se encerró en una cabina y se suicidó. Nadie sabe que le pasó a Rigoberto, porqué, ese cambio tan repentino. Pero después de yo haber leído tantas veces este diario, he llegado a la conclusión que la Quija le hizo mal o se le metió un demonio...

La niñera

Elena se había quedado dormida en el sofá de su casa, eran las diez de la noche y el agotamiento después de un duro día había hecho mella en su cuerpo, pero entonces alguien la despertó…
- Elena, despierta, tienes una llamada – era su madre dándole el móvil mientras le daba unos pequeños achuchones para que reaccionara.
- ¿Quién es a estas horas? – preguntó Elena
- No lo sé cariño, toma, cógelo.
Elena cogió el teléfono y observó el número, era un número desconocido para ella.
- ¿Dígame?
- ¿Eres Elena?
- Sí, soy yo.
- Hola, soy Lucas, perdona que te llamemos a estas horas pero es que nos hace falta una niñera para ya. Tenemos unos amigos a los que cuidaste a sus hijos y nos han dado tu teléfono. ¿Podrías venir?
- Sí, por supuesto.
Elena era una joven de veinte años que además de trabajar de cajera en un supermercado se dedicaba a cuidar de niños esporádicamente. Así que después de anotar la dirección de la casa, se presentó allí en pocos minutos.
Cuando llegó al lugar, Elena se quedó fascinada, la casa se encontraba en un lujoso complejo residencial, sin duda se trataba de gente acomodada.
Tras bajar del coche y dirigirse a la entrada, llamó a la puerta, entonces se percató de un detalle que le llamó la atención, una cámara de seguridad se encontraba en el porche de la entrada a la casa.
- Hola Elena, has venido rápido. Entra por favor – dijo el hombre al abrir la puerta - ¡vamos cariño, baja, que ya está aquí la canguro!
Mientras bajaba la mujer, Lucas le explicó rápidamente todo lo que debería saber.
- En la habitación de arriba está nuestro hijo Rubén, se ha quedado dormido hace unos minutos y seguramente no despertará en toda la noche – Elena asentía con la cabeza todo lo que le iba diciendo – y lo más importante, sígueme – Lucas se acercó a un ordenador portátil que se encontraba en la mesa del salón – desde aquí podrás controlar a nuestro hijo sin necesidad de subir a la habitación.
La casa tenia instalado un sistema de seguridad con cámaras por toda la casa. Elena sólo debería vigilar al niño desde el sofá del salón.
- ¡ya estoy Lucas, ya nos podemos ir! – dijo la mujer mientras bajaba por las escaleras.
- Escucha Elena, nos vamos que nos están esperando, en dos o tres horas estaremos de vuelta y si hay algún percance nos llamas a este teléfono – Lucas le dio un número de teléfono escrito en una hoja – nos vamos, hasta de aquí a un rato.
Una vez se habían marchado los padres del pequeño, Elena se acomodó en en el sofá con el ordenador en sus rodillas. En la pantalla del ordenador podía observar varias estancias de la casa. En una de ellas veía al pequeño Rubén durmiendo en su cuna plácidamente. Sería una noche tranquila pensó.
Pasados varios minutos la monotonía hizo que decidiera conectarse a internet, sin descuidar de vez en cuando la cámara del cuarto de Rubén.
Elena acababa de abrir su Messenger cuando un mensaje se le apareció en la pantalla.
- ¡Observador! Que Nick más extraño ¿Quién será?
- “observador” ¿Qué es lo que observas? – le contestó Elena.
- A ti.
- Eso no tiene gracia, creo que voy cerrar el Messenger.
- ¿No vas a abrir la puerta? – le volvió a escribir.
- Qué extraño, ¿A qué puerta se referirá?
De pronto sonó el timbre de la puerta. El sobresalto encogió el corazón de Elena por unos instantes.
- ¡Dios que susto! Casi me da un infarto.
Antes de levantarse a abrir la puerta, prefirió ver quien era a través del ordenador. La cámara del porche le mostraría quien habría al otro lado de la puerta.
- Una pareja de ancianos, ¿Qué querrán? – en el ordenador pudo ver a dos extraños ancianos en el porche de la entrada.
Elena, antes de abrir la puerta decidió echar un vistazo por la mirilla de la puerta.
- No hay nadie, que extraño – los ancianos habían desaparecido misteriosamente.
La joven niñera regresaba hacia el salón cuando volvió a sonar el timbre.
- ¿otra vez?, ¿Pero qué pasa aquí? - Elena prefirió mirar la cámara exterior antes de hacer nada.
¡Otra vez están ahí!, ¡Pero si no había nadie! – esta vez fue decidida y abrió la puerta, pero sólo encontró silencio, un silencio inquietante.
Elena sacó el número de teléfono que le había dado Lucas de su bolsillo y pensó durante unos segundos en llamarle, pero entonces escuchó un aviso de mensaje, un aviso que no paraba de sonar una y otra vez desde el ordenador.
- ¡vaya! Y seguramente será ese tipo otra vez.
Tras sentarse en el sofá del salón y leer lo que aparecía en pantalla, un profundo escalofrío sacudió su cuerpo de pies a cabeza. Leyó un mensaje que “observador” repetía una y otra vez…
- Observa el cuarto de Rubén.
Elena no vaciló un instante, y al ver el cuarto de Rubén vio algo espeluznante. Los dos ancianos que había visto fuera de la casa se encontraban en la habitación del niño.
Apoyados sobre los barrotes, los dos extraños seres observaban con una aterradora tranquilidad al pequeño Rubén.
Elena totalmente aterrada por lo que estaba sucediendo, cogió su teléfono para llamar a Lucas, pero el teléfono se quedó bloqueado como por arte del demonio. Mientras intentaba ponerlo en marcha las luces de la casa comenzaron a apagarse una por una, desde la planta superior hasta la última luz, la del salón. Se había ido la luz de toda la casa, el ordenador continuaba encendido, y el aviso de mensaje no paraba de sonar.
- Mira hacia las escaleras.
Elena miraba hacia las escaleras, pero la oscuridad le impedía ver, en ese momento se le ocurrió mirar las escaleras a través del ordenador, en sus retinas se le quedó grabada una imagen terrorífica, los ancianos bajaban por las escaleras en dirección a ella. La canguro corrió hacia la puerta, buscando escapar de aquellos seres, pero cuando llegó a la puerta algo la agarró por la cintura.
- ¡Noooooo! ¡soltadmeeeee!
- ¡Elena! ¡Elena! ¡Despierta! – la madre de Elena intentaba despertar a ésta dándole unos pequeños achuchones.
- ¡Eres tú mamá! He tenido una pesadilla.
- Ya me he dado cuenta cariño. Ten tienes una llamada.
Elena cogió el teléfono algo aturdida todavía por la pesadilla sufrida.
- ¿Dígame?
- ¿Eres Elena?
- Sí, soy yo.
- Hola, soy Lucas, perdona que te llamemos a estas horas pero es que nos hace falta una niñera para ya. Tenemos unos amigos a los que cuidaste a sus hijos y …
A Elena le cambió el rostro por unos instantes, volvía a estar dentro de la misma pesadilla.

las cosas no son lo q crees

Siempre me han encantado las muñecas, tenía de todos los colores, tamaños y marcas pasaba horas jugando con ellas, pero por alguna extraña y desconocida razon desde los 10 años las empecé a odiar y actualmente tengo 14, sentía q me observaban, que querían saber todo lo que estaba pensando y haciendo.

- Me llamo Sidney..........Un día común y corriente pues no tan corriente era dia de navidad y a mis sobrinas Sara y Madison, "Santa claus" les había traído sus regalos de navidad....................

- Sara!!! Sara!! llamaba Madison desde abajo para ver sus regalos....entre los regalos se encontraban muchos peluches, patines y una gran casa de muñecas donde Sara y Madison podían entrar a "tomar una taza de té". Todas las tardes Sara y Madison entraban a su casa de muñecas y jugaban hasta cansarse, por alguna razón esa casa no me gustaba.....................

- Una tarde estaba buscando a sara y madison para bañarlas pero no las encontraba en ninguna parte pensé q podían estar en la casa de muñecas, pero no me atrevía a entrar....."vamos Sid tu puedes! es solo un tonta casa de muñecas q podría pasar?". Me encontaba a pocos metros de la casa de muñecas me iba acercando lentamente aunque pareciera estúpido para muchos, pero para mí no lo era..............

- Abrí la puerta con lentitud, y visualicé una niña de no más de 6 años, me quedé petrificada, ella llevaba una bata blanca, tenia la piel muy rasgada y adolorida como si la hubieran golpeado 100 hombres, cabello negro y largo, estaba agarrando una taza de té para "tomarsela" me miró, y dijo: "hola" alzando la cabeza pero lo mas curioso es que, no tenia ojos!, salí corriendo despavorida y aterrada. Entré a mi casa sudando y fría, les expliqué a mis padres lo sucedido pero como era de esperar....no me creyeron debido a mi "trauma" con las muñecas, pero yo sé lo que ví!!, no estoy loca! mis sobrinas por fin aparecieron estaban en la casa de al lado, pero me dijeron algo q no me lo podía creer.......................

- Madison me explicó que en la casa de muñecas estaba "luisa" la niña q jugaba con sara y con ella, me quedé petrificada al saber eso, como es q una "niña q no tiene ojos, juega con ellas? y q es posible q sea un fantasma o algo parecido...................

- Mamá donde conseguiste esa casa muñecas!!?- le pregunté a mi mamá muy estresada y casi gritandole

- Señorita! me baja un poco el tonito!

- Lo siento mamá, pero necesito saberlo!

- Está bien, no sé para que lo quieres saber, pero está bien. Una mujer la estaba vendiendo en la calle, no le digas a sara y a madison creen q es nueva- dijo muy calmada y guiñandome un ojo.

- Cuál calle?

- En la número 4 a la derecha

- Agarré mi chaqueta lo mas rápido posible y salí corriendo hacía la calle # 4 ya que estaba cerca de mi casa, mi madre se me quedó mirando extraño, pero después le explicaré......................

- Por fin llegué a la tan esperada casa, pensé....... mi madre dijo calle número 4 a la derecha? sí creo q eso fué lo que dijo, pero que raro, solo estaba una casa muy grande de un color blanco pálido y muy deteriorada de verdad necesitaba un retoque de todo, pintura, decoración etc, etc.............visualicé una mujer no mayor de los 45 años sentada en una vieja silla de madera, que rechinaba tanto q mis dientes no lo soportaban.

- Buenas tardes! como está? - le pregunté

- Hola linda........no muy bien y usted?

- Estoy bien, muchas gracias

- Quería hacerle unas preguntas- dije muy respetuosamente

- Claro linda......dime qué necesitas

- Tengo entendido que usted vendió una casa de muñecas........así que........esa casa.....tiene algo extraño....usted sabe que es?

- Lo unico que te puedo decir es que esa casa le perteneció a mi hija Luisa.......

- Cuando escuché ese nombre, se me retorció el estómago..........ah ok....pues lo que pasa es que mis sobrinas sara y madison dijeron que en esa casa está una chica llamada luisa y juega con ellas...............

- Cuando dije eso, la señora me miró con ojos como platos y su respiración se agitó más. Me puse más nerviosa de lo que estaba........se siente bien? - pregunté

- Si querida...........estoy......bien.........te voy a contar la terrible historia que me desgració la vida........me decía la señora mientras salían lagrimas de sus ojos......

- Un día de navidad, mi esposo eduardo y yo le regalamos a nuestra hija luisa la casa de muñecas con la que tanto había soñado y querido.......estaba muy feliz y nunca salía de su casa de muñecas jugando al té con sus amigas y a veces sola, bueno la mayoria de las veces sola, no le gustaba que se les acercaran muchas personas a su casa de muñecas...........poco a poco fué cambiando mucho......no queria estar mucho tiempo con nosotros, ni con sus amigas, todo era entre su casa y ella, como si la casa pudiera hablarle.........Una tarde la busqué por todos lados para bañarla ya que ese día no había escuela, todavía tenía su bata de dormir........me asomé en la casa de muñecas ya que no podía entrar debido a mi estatura y vi a luisa llorando.......en ese momento tambíen vi una taza de té tirada en el suelo partida en mil pedazos..luisa me dijo que cuando se cayó la taza sintió un dolor terrible en su cuerpo....como si le estuvieran arrancando el corazón.

- Me asusté mucho- continuó..........entonces la saqué lo mas pront posible de esa casa.....eso que me dijo luisa no era normal y ella nunca me mentía, mientras la sacaba lloraba mas y mas fuerte, no quería alejarse de la casa de muñecas......enseguida llamé a unos vecinos para que me ayudaran a sacar la casa del patio y se la llevaran para que la demolieran.......como era de esperar a luisa no le gustó y empezó a gritar.....la casa era dificíl de mover como si pesara 1000 toneladas o estuviera pegada, de repente luisa se soltó de mis manos y empezó a sacudirse hacia todos lados, los ojos se le pusieron blancos y empezo a arrastrarse por todos lados haciendose varias heridas..........

- Yo estaba a punto de llorar y de pedirle que no me siguiera contando....pero necesitaba saber q pasó despues........

- Luisa estaba diferente, no era ella............no se atrevan malditos! o los condenaré a la tortura y sufrimiento eterno.....esas fueron las palabras de luisa lo dijo con 100 voces a la vez, yo estaba aterrada- continuó la mamá de luisa.......de repente la vimos sobre un árbol estaba parada sobre el árbol como si fuera una araña, le dió una vuelta completa girando la cabeza.......después se sacó los ojos...........y se los tragó.........en ese momento la señora no pudo evitar llorar a mares.....

- Estuvo perdida 1 semana, y en esa semana encontraron varios cuerpos de animales, desgarrados y sin cabeza y casi sin sangre, como si se las hubiera chupado hasta llenarse..............los policias la encontraron tirada en el bosque sin vida........en este momento la señora empezo a llorar con mas fuerza......

- Tuve que vender su casa favorita de muñecas para pagar la funeraria.....a pesar del daño q hizo y q tuvo merecia un entierro digno........mi esposo falleció un año despues y yo solo he sobrevivido con la comida que dan los vecinos....

- Lo siento mucho de verdad, solo lo quería saber...........

- Una cosa más!- me dijo la mujer secandose las lagrimas.......si tratas de sacar la casa de muñecas de tú casa eso le pasará a tus sobrinas.........mi gran error fué ese..............

- Me quedé impactada, no puedo creerlo, eso le pasaría a sara y madison? q bien que me lo dijo, eso era lo primero que iba a hacer cuando llegara a casa.....

- Bueno muchas gracias señora.....emmm.......

- Clara- me respondió sonriendome

- Muchas gracias señora clara- dije sonriente y respetuosamente

- La vendré a visitar otro día, y asi la ayudaré a sacar esta casa adelante podemos limpiar un poco y quizás pintar o decorar, traeré cosas de mi casa....ah por cierto mi nombre es sidney.

- Muchas gracias te lo agradezco mucho linda......digo.....Sidney.....adiós te veré pronto

- Adiós

-Mientras caminaba a mi casa pensaba: ¿que pasará cuando mis sobrinas crezcan y no quieran jugar mas? ¿que pasara con luisa?....ese pensamiento estará en mi cabeza por años....

- Llegué a casa y y me encontré una mamá sorprendida en vez de preocupada.

- Que te pasa mamá? te vez muy pálida.

- Hija, investigué un poco cuando no estabas...........

- Que pasó? de que investigaste?

- De la señora Clara

- Que le sucedió? acabé de hablar con ella,esta bien.......

- No hija! no esta bien!.......los documentos me dicen que ella y su esposo murieron un año despues q su hija fué enterrada..........

- QUE! eso no es posible acabé de hablar con ella!!! mamá me estas tomando el pelo cierto?

- No Sidney como crees que jugaré con algo así!!

- Estaba estupefacta, igual que mi madre........

- Las cosas que crees que son así, pues algunas veces no lo son..............

Breves Historias de Terror ( Parte III )

La Casita del Pueblo

Un chico quién tenía 19 años y vivía en Francia, en una casa bastante grande q estaba a las afueras, rodeada de campo.
Él tenía dos hermanas más pequeñas, la menor de los tres tenía 6 años y solía subir a jugar a la buhardilla con las muñecas.

Un día ella empezó a decirle a él que cuando subía a jugar siempre oía ruidos como si tirasen algo redondo y rodase por el suelo, pero que luego nunca veía nada. El muchacho le quitaba importancia puesto que pensaba q eran las típicas imaginaciones de una niña, pero su tia insistía en que se oían ruidos sin verse nada.

El muchacho se lo contó a su abuelo y viendo q su tia dejó de subir allí a jugar decidieron comprobar un día si era cierto q se oían esos ruidos extraños

Subieron hasta allí, se colocaron uno a cada lado de la buhardilla con una linterna cada uno y todo apagado y si oían algo encender las linternas para ver si verdaderamente había algo alli q provocase los ruidos.

Permanecieron un buen rato alli parados esperando, y de repente, verdaderamente se empezaron a oir ruidos como los q había mencionado su tia. Un sonido como si tirasen una nuez desde arriba y cayese rodando por el suelo, y en ese momento encendieron las linternas pero no consiguieron ver nada, de manera q las apagaron y esperaron otra vez pensando q habían llegado tarde a encenderlas y que sería alguna rata o algún animal que se habría colado.

Estuvieron asi un buen rato sin conseguir ver nada, pero oyendo los ruidos que cada vez eran más frecuentes, y al final desistieron y bajaron.
La historia quedó ahí y pasaron varios días, le dijeron a su abuelo que tenía que bajar al pozo por agua porque no había, entonces su abuelo mandó al muchacho que bajará hasta el pozo, le agarró mi abuelo con cuerda (ya que no podía coger el agua de otra manera) y le bajó hasta ese lugar.

Estaba bastante oscuro y el chico estaba un poco asustado, pero tenía que bajar. Así que bajó, se desató y empezó a subirle cubos de agua a su abuelo, hasta que sintió cómo una presencia detrás de él que le respiraba cerca. El chico se giró rapidamente para ver si veía algo y oyó cómo unas voces suplicantes que desapareciesen de allí, y que no pretendían hacerles daño, pero que ésa era su casa y habían muerto allí y no se iban a ir. El muchacho se quedó blanco gritandole a su abuelo que por favor le subiese mientras comenzó a ver dos personas que se aparecían mientran le suplicaban q se alejaran de allí.

su abuelo lo subió , éste estaba pálido y temblando y con la voz entrecortada le explicó que los famosos ruidos de la buhardilla eran de estas almas que se le habían aparecido y que tenían que desaparecer de allí cuanto antes.

En cuanto pudieron se marcharon y la dejaron vacía como ellos pidieron. No sé si está historia es cierta o no, o más bien es otra leyenda urbana de aquel hermoso país...

22-08-1954

Hay dudas sobre si esta historia está basada en hechos reales o solo són leyendas...

Todo ocurrió en el año 1954, en un pueblecito llamado Canet, era una noche tormentosa de agosto, ese día el cielo era algo paranormal, no se sabe como ocurrió exactamente, el pueblo se quedó sin luz, la tormenta desapareció en unos segundos, todo era muy extraño, de repente las calles humedecidas por la tormenta empezaron a secarse en questión de segundos, Demian, un chico de 11 años, extrañado per el suceso, le dió por seguir el rastro del agua que quedaban en las calles que como si estuviera con vida, iba retrocediendo lentamente hasta llegar al cementerio.
Una vez allí Demian vió las últimas gotas desaparecer por debajo de las tumbas, el cielo aquella noche también cobró vida, un extraño círculo imperfecto de un color azul liloso cubría el cementerio de Canet, Demian asustado empezo a correr hacia la puerta del cementerio cuando las puertas se cerraron... era el 22 de agosto y todavía no se sabe que pasó exactamente ese día! Demian desapareció y el cementerio se fue con él!
Desde ese día, cada año por la misma fecha, llueve y dicen que se oye por las calles un chico gritar!
Hace algunos años en Canet, nació un chico y sus padres le pusieron de nombre Demian, nació un 22 de agosto, desde entonces todo el pueblo teme al niño que con cinco años padece una enfermedad desconocida, unos dicen que és el demonio, otros dicen que són los espíritus que le rodean, el caso és que el niño habla solo y tiene extraños poderes paranormales, desde que nació no ha vuelto a llover en esta fecha y todavía la gente se pregunta dónde está el chico que desapareció!

Mientras dormías

Hay un restaurante en el centro de Madrid, que está pegado a un Hotel lujoso que se encuentra en reformas. Lo que separa el restaurante del Hotel es una pared con puerta acristalada que da a un pasillo oscuro y dos ventanas bien grandes, por lo que se puede ver el interior del Hotel desde el restaurante.
El restaurante es pequeño y típico español para clientela turística al que se accede subiendo a un primer piso en el que trabajan allí 5 personas. Es un edificio de 150 años y remodelado y por lo visto, bastante pesado, fantasmagóricamente hablando.

Los trabajadores muchas veces ven, oyen y sienten cosas de difícil explicación como las típicas puertas que se abren solas o grifos que se abren de repente, pero muy de vez en cuando.
Más de un sobresalto se han dado los camareros al ver por las ventanas que dan al Hotel a un hombre de negro con corbata roja, pero nunca se le ve el rostro. Algo imposible, ya que al Hotel solo entran obreros hasta las ocho de la tarde que acaba la jornada, y el hombre éste siempre aparece de noche.

Un día, como muchos otros, el encargado se quedó después de cerrar para hacer las gestiones económicas del local. Ya estaba terminando, cuando empezó a sentir mucho sueño, le pesaba todo el cuerpo, se levantó, se hizo una cama con las sillas y se durmió.
Sobre las cuatro empezó a sentir frío y pensó que se habría dejado alguna ventana exterior abierta, fue a levantarse, pero no pudo, no pudo mover un músculo, ni si quiera abrir los ojos. De repente, al lado suya, una voz de niño, se echó a reír y a partir de ahí se empezaron a escuchar multitud de carcajadas de toda clase de personas, y no solo carcajadas, también hablaban entre ellos, en idiomas que él no entendía. Intentó hablar, pero no podía mover la boca, no podía moverse de ninguna manera, solo escuchar asustado como voces de a saber donde le rodeaban.

Desesperado y aterrorizado, así estuvo hasta la mañana, en cuanto llegaron sus compañeros callaron todas las voces, pero seguía sin poder moverse. Oía como sus compañeros se reían de él creyendo que estaba dormido, hasta que uno de ellos le toco.
En cuanto le tocó se levantó de golpe y soltó un grito de desesperación, por lo que sobresaltó a sus compañeros.

El encargado contó su experiencia a los demás y abandonó el trabajo inmediatamente.
Otro día, un cocinero intentó clavarle un cuchillo a un camarero mientras éste atendía a unos clientes. El cocinero le dijo a la policía que en esos momentos no era él, que estaba como poseído.

Un amigo olvidado

Era de día y yo estaba tan solo en mi casa, que hasta el mínimo ruido podía retumbar por todo el hogar.
Yo deambulaba por mi casa en busca de diversión, pero lo único que encontraba era una casa vacía sin nadie o nada para interactuar.

Me decidí por hacerme un café para relajarme un rato. Mientras esperaba que el microondas terminara de calentar la leche, yo miraba la ventana aburrido. En ese momento escuche un ruido que provenía del living, el cual no me importo mucho ya que seguro se trataba de uno de los tantos ruidos que se oyen en la casa. Pero a medida que pasaba el tiempo los ruidos se hacían mas escalofriantes, no porque eran fuertes sino porque no se acababan, y mas aun porque no sabia de donde venían.

Lo más raro era que yo no me había percatado de que no podía hacer nada en mi hogar. Luego de divagar por los pasillos, me senté en mi sillón a gusto para tomar el café. Mirando unas fotos, en el álbum escolar, me acorde de un viejo amigo al cual lo molestábamos mucho, nunca lo dejábamos en paz. Sentí lastima por él, pero luego recordé que yo le había pedido perdón a causa de mis bromas y el las aceptó la disculpa con gusto. Nunca más lo volví a ver y mucho menos a mis otros amigos.

Todo estaba muy tranquilo, pero mi pensamiento se ahogaba con el silencio, así que decidí usar mi imaginación como último recurso de diversión. Pero en ese mismo instante percibí la sensación de alguien dentro de la casa. Deje de pensar en eso, y seguí con mis pensamientos, pero el ruido persistió y esta vez lo que había escuchado fue lo suficientemente real como para sorprenderme y hacerme levantar. Fui hasta el living pero no encontré nada, solo unos cuadros viejos que guardaban mis padres cuando yo era chico. De pronto el sonido volvió a estremecer mis oídos, pero esta vez provenían de la cocina, o sea de donde yo venía. Me derijí hacia allá para ver que era lo que me tenía tan impaciente, pero lo único que vi fue un rayo de sol que atravesaba mi ventana.

Los minutos se me hicieron cada vez más cortos y el día se convirtió en un tormento para mí. Los ruidos no me dejaban en paz. Sonaban como si alguien estuviera moviendo un mueble de la habitación, era un ruido seco, de pocos segundos, que me dejaban atónitos. Lo único en que podía pensar en el esos ruidos que no sabia si eran de mi cabeza o mi vivienda.
Luego de tanto pensar me acosté en mi cama para descansar un poco. Al cabo de una hora me desperté para ir al baño. Ya habiéndome olvidado del tema del ruido, me fui hacia mi cama en la oscuridad pero me tope con algo o alguien.
No pude reconocer que era o quien era, por un momento pensé que era algún mueble de mi habitación, pero no.
Escuche su paso hacia adelante, alguien que se movía hacia mi. No dude en prender la luz para poder ver, pero lo ultimo que presencie fue un golpe seco en mi cabeza que me dejo inconciente.

El doctor me dijo que me había golpeado muy fuerte y que todavía no entendía como yo llegue a esa situación estando solo en mi casa. Por su puesto que yo le explique al doctor que yo estaba seguro de no haber estado solo en mi casa. A esta explicación el doctor me pregunto:-“Entonces, ¿Quién estaba con usted, si se puede saber?”
No supe que responder. Yo sabía que alguien estuvo en mi casa, pero no sabia quien fue y mucho menos como llego a entrar a mi casa a esas horas de la noche.
Esa noche el doctor me dio de alta para irme y me dijo:-“Tienes suerte de haber sobrevivido, un golpe así en tu cabeza pudo haber quebrado tu cráneo en dos. Espero que no te vuelvas a encontrar con alguien que te quiera matar jaja”.
Cuando dijo esto, pensé que era raro que me haya dicho eso. Yo nunca le conté que se trataba de alguien que me quiso matar.

Me fui a mi casa y le pregunte a mi vecina si no había visto nada fuera de lo usual cuando me encontró en el suelo.
Mi vecina me habló sobre una foto que había hallado. Se trataba de una imagen con mi rostro y una X la cual la tachaba. Supe en seguida que era de alguien que buscaba venganza en mi contra, pero no pude enterarme de quien fue hasta que compre el diario al día siguiente.
En la portada del periódico leí una noticia que me abrumó de por vida. Se trataba de unos asesinatos que les habían ocurrido a mis compañeros del colegio. Todos ellos asesinados brutalmente por un anónimo en la misma noche que yo sufrí el golpe.

Desde ese entonces los doctores son gente de no fiar para mi

Juego de niños en la estación de tren

Sofía confiaba de su valentía coma para poder llegar a su casa sola, ya eran mas de las 12:00am y acababa de salir de un local nocturno fue su segunda ocasión en un lugar de estos, al principio fue acompañada por sus tres mejores amigas pero a medida que corría la noche cada una tomo su camino y sin darse cuenta se encontró sola en aquel lugar tan peculiar, tenia dos opciones irse sola o llamar a sus padres para que le buscaran. En su mente paso la idea de todo el conglomerado riéndose a carcajadas de ella al verla montarse en el auto de sus padres aupado por la estridente voz de su madre castigándola de por vida por faltar a su palabra no visitar locales nocturnos. Ella por supuesto prefirió irse sola, paso entre tres cuartos de hora esperando pasar un taxi asta que uno de los vigilantes del local casi en tono de burla le dijo:
__ ya los taxistas no pasan por este lugar, los tontos se han inventado excusas con esto de los fantasmas y este tipo de sandeces para no pasar mas __
Sofía no vio otra opción mas que ir a pie a su casa a un imaginándose terribles escenas de hombres fuertes metiéndola en autos de lujo o acosadores sexuales persiguiéndola por los callejones, en ese momento prefería cualquier cosa antes que el castigo y peor a un el regaño de sus padres.
Caminando, ya alejada del club el cual apenas se le podía observar de lejos, un carro de aspecto descuidado redujo el paso asta moverse al mismo ritmo de ella, un vidrio delantero empezó a bajarse rechinando en señal de desuso, de el se asomo un hombre a medio afeitar que con aspecto de haber ya pasado de tragos le dijo a Sofía:
__ oye, eiiii, nena porque estas sola a estas horas __ Sofía trato de apresurar el paso pero en lo que ella aumentaba el auto la seguía.
__ no quieres acompañarme jeje será divertido ven entra __
__ no gracias mí "novio" me espera __
dijo con una sonrisa fingida que apenas pudo emular, ya estaba llegando a la esquinas donde pensó le dejaría pues estaba en contraria, así que adelanto el paso sin mirar a tras hasta sobrepasar aquel cruce, sintió un gran alivio al percatarse que el sonido del viejo motor ya no le seguía. No faltaba mucho para llegar a la estación de trenes pensó, de pronto una mano se poso sobre su hombro mientras decía:
__ ¿estas segura que no quieres acompañarme?__
Para su sorpresa era el hombre que hacia unos momentos la seguía en su auto, ella despavorida hecho a correr. Después de estar segura de haber perdido de vista al hombre se detuvo a descansar sentía el corazón en la garganta y se preguntaba que seria de ella si mas nunca regresara a casa, acaso alguien encontraría su cuerpo, o lo arrojarían al mar con piedras pesadas luego de haberla torturado, de cualquier forma sus pensamientos se tornaban menos alentadores, respiro profundo y decidió seguir caminando hacia la estación de trenes, pero algo peor ocurrió ante sus ojos y sin darse cuenta tras la huida de su perseguidor se había adentrado en un área que nunca antes había visto, miro hacia todos los lados en busca de un punto de retorno pero no reconocía ninguna de las casas ni calles de aquel lugar, desesperada decidió llamar a sus padres esta ves no le importaba si fuese castigada de por vida sostuvo temblorosa su cartera mientras buscaba su teléfono celular, al encontrarlo marco rápida mente el teléfono de su padre pero la llamada no entraba en el sistema, llamo entonces al teléfono de su madre, no respondía la llamada y callo la contestadota.
__ mamá es Sofía cesecito que me llames es urgente estoy en lac…__ el mensaje se vio interrumpido había excedido su tiempo.
Miro su reloj de mano, marcaban las 1:53 AM, siguió aun sin saber a donde se dirigía y se detuvo al observar una luz tenue entre un callejón, se acerco y miro escondida a un par de mendigos de edad avanzada a la luz del fuego, tenia miedo pero tenia que encontrar la forma de llegar a la estación de trenes se armo de valor y se acerco hacia aquellos hombres, ellos le miraban desconcertados uno le dijo al otro:
__ acaso estoy alucinando o es esta una hermosa chica la que se acerca__
__ así parece__ dijo el otro.
Sofía al estar lo suficientemente cerca les pregunto en que dirección se encontraba la estación, los dos hombres apuntaron a a la misma dirección, Sofía dio media vuelta y tomo rumbo a la estación pero se detuvo al escuchar a uno de los mendigos proponerle acompañarla a la estación, ella titubeo pero prefería ser acompañada por dos mendigos a ser secuestrada por el acosador. Asintió con la cabeza y juntos tomaron marcha a la estación, ella les relato el extraño acontecimiento que le había ocurrido, ellos sorprendidos se detuvieron.
__ ¿que pasa porque se detienen?__
Uno sonrió mirando al otro, y ella se percato que ambos respondían con la misma sonrisa espectral.
__ ¿que sucede?__ dice Sofía
__ nada, nada sigamos caminando__
Luego de tanto caminar al fin allí estaba, en la estación de trenes, tendría que esperar a la llegada del tren de madrugada pero no le importaba se sentía segura en ese lugar, los dos mendigos se despidieron de ella alegremente y siguieron su camino ella espero sentada, hasta que pudo escuchar la llegada del tren se puso de pie y miro su reloj marcaban las 3:00 en punto ella se pregunto:
__¿por que el tren llega a las 3:00 cuando el letrero marca su llegada a las 5:00 AM?, tal vez hubo un cambio de horario y no cambiaron el anuncio __
Al detenerse el tren y abrirse los vagones salieron del tren gran cantidad de niños todos corrían hacía afuera cantando y brincado cual viniesen de un parque de diversiones, ella se extraño sobre manera
__tal vez mi reloj este averiado__ pensó.
al entrar al vagón las puerta se serraron, al mirar por los vidrios observo una serie de criaturas bailando y cantando eufóricamente mientras movían y retorcían sus pequeños y deformes cuerpos en son de alegría, Sofía empezó a gritar de terror pero sus gritos produjeron que estos seres de afuera se excitaran mas en sus festejos. Se empezaba a oír el sonido de el tren en arranque desesperado, en la ventana se veía al vagón alejarse de la estación, Sofía aunque seguía asustada se sentía mas segura, en un abrir y cerrar de ojos el interior del vagón se torno de un color negrusco, sucio y en completo desastre, los asientos incrustados con púas, cadenas colgando de las paredes los barrotes retorcidos cual gimieran de dolor y un olor fétido que inundaba el lugar. Sofía golpeaba la puerta desesperada por salir, se detuvo al escuchar los quejidos de alguien en el vagón de al lado, se asomo con la esperanza de obtener ayuda pero para su sorpresa del otro lado de la puerta que comunicaba con el otro vagón se encontraba el hombre que la acosaba, este estaba siendo atacado por criaturas pequeñas y repugnantes. Ella estaba horrorizada pero no lograba despegarse de la puerta mientras veía como lo encadenaban y luego atacaban sin compasión devorando su enorme cuerpo en un festín siniestro y de dolor, sus gritos parecían música para ellos pues en incremento de estos daban brincos de alegría y mostraban una sonrisa que abarcaba todo su rostro, adornada con sus dientes oscuros y putrefactos.
Sofía no podía soportarlo mas estaba segura de que luego vendrían por ella, corrió hacia el otro extremo del vagón y golpeo sin parar la puerta que comunicaba con el otro vagón, dio con todas sus fuerzas sin siquiera lograr aboyarla pero si gano moretones en sus manos, se recostó de la puerta y con lagrimas en los ojos se dejo deslizar hasta llegar al piso, de lejos pudo observar como estas criaturas una por una pasaban al vagón había llegado su turno.

¿ hay alguien al otro lado ?

La Noche de Terror Era aproximadamente mitad del verano, cuando ocurrió... Marta había venido a visitar a sus primos; Alexis y Saúl. Ellos vivían en una pequeña isla enfrente de la costa marroquí, en medio del Océano Atlántico. Como casi diariamente nos levantábamos temprano e íbamos a sacar a los perros y andábamos por la playa. Muchas veces solíamos hacer excursiones por los extensos parajes de la isla, y por las noches nos reuníamos en la playa, los tres para contar historias de miedo con nuestros amigos; Carla y Arturo. Nos encantaba pasar terror sobre todo ver la cara de Arturo (el menor del grupo) . Acurrucados todos en círculo en la inmensa oscuridad de la playa, empezábamos nuestra función nocturna: "Era una noche muy oscura -relataba Alexis- cuando Jorge se levantó de la cama, con una fuerte sed. Se dirigió a la cocina a por un vaso de agua. Después de haberse refrescado dirigió su mirada al reloj de cocina detrás de él. Observo que marcaba la una de la madrugada, cosa que le extraño por que pensaba que sería más tarde. Dejó el vaso en la mesa con intención de salir de la cocina y dirigirse hacia su habitación en la segunda planta. Entonces oyó un ruido en la cocina, enseguida pensó en el vaso de agua. Se acerco muy lentamente hacia la cocina, tanto que creyó que nunca llegaría. Al encontrarse junto a la puerta, buscó con su mano el interruptor de la luz lo pulsó y vio que no se encendía. Entonces sintió que algo le tocaba su mano. Su tacto era frío y duro, Jorge ante esto corrió hacía las escaleras, con el presentimiento de que alguien lo perseguía. Jorge se tropezó y cayó al suelo. Y el tacto que había sentido en la cocina le cogió el tobillo... " -¡Aaahh! - gritó Arturo - -¿Qué pasó? - dijo Carla asustada al oír a su hermano gritar.- -Hay un hombre ahí de pie. Todos asustados miramos lentamente hacia el lado que señaló Arturo y nos quedamos petrificados al ver una sombra inmóvil que nos observaba. - ¡Es un cubo de basura!- dijo Saúl. - ¿Eres imbécil?- chilló Carla. - ¡No!, era un hombre!, un hombre! se ha convertido en un cubo de basura cuando vosotros mirasteis. - ¡Anda ya! -dijo Marta- un hombre convertido en basura. ¡Que bobería! A partir de ahí nos cansamos de contar historias. Colocados en círculo como nos encontrábamos, Saúl dijo: -¿Sabéis lo que me gustaría hacer? La ouija. -¡Sí! -mencionó Marta- sería genial. Saúl comenzó a alisar la arena y en ella escribió con el dedo. Todos nos cogimos de las manos, menos Saúl que se inclino hacia la arena y escribió "¿Hay alguien al otro lado?" y riéndonos de lo que hacíamos, como si fuera una bobería. La arena tapó las palabras de Saúl y empezó a dibujarse "¿De qué os reís?". Todos nos quedamos con la boca abierta y con la duda de si gritar o de salir corriendo. - ¡Guau!- exclamó Saúl. - ¿Quién eres? -preguntó Alexis. Y en la arena volvió a dibujarse esta vez con "¿De verdad quieres saberlo?" - ¡Sí! -dijimos todos al unísono-. - ¿Siiii? -preguntó Arturo. Y por esta vez apareció en la arena: "Soy / \". - ¿Ehh? ¿Qué es eso? -preguntó Alexis.. - Ese es el símbolo del diablo -dijo Saúl. Y en cuanto Saúl dijo eso desapareció el símbolo. Salimos todos corriendo hacia la avenida buscando la luz de una farola. Hablamos un rato sobre lo ocurrido y luego nos marchamos a casa, Carla y Arturo se quedaban esta noche con nosotros. Ya en casa y después de haber cenado, Marta fue al baño a ducharse, se metió en la bañera y detrás de ella había un espejo de cuerpo entero. Mientras se duchaba, se dio la vuelta hacia el espejo y contemplo en el una imagen reflejada, que no era la suya. Era la de un hombre con un cuchillo que al instante desapareció. -¡Aaahh! – gritó Marta. Salió de la bañera lo más rápido que pudo, cogió su bata y se la colocó por encima y a toda prisa, casi tropezando se agarro al pomo de la puerta, lo giró y no consiguió abrirlo. Después de varios intentos la abrió y gritó de pánico al ver varias figuras humanas tras la puerta, eran sus amigos que al oír los gritos acudieron: -¿Qué pasó? -preguntaron todos. -He visto a alguien en el baño con un cuchillo. Asustados nos asomamos al baño pero no había nadie, miramos detrás de toallas, cortinas, etc. y nada... ha partir de ese momento no pudimos conciliar el sueño. Así que decidimos bajar al salón. Se sentaron en los sillones para ver la televisión. Intentamos todo lo posible por no dormirnos, pero el sueño nos ganó la partida. -¿Alexis? -preguntó Carla, nadie contestó. Al rato: -¿Dónde estáis? -preguntó Saúl. Había una espesa niebla que lo invadía todo, de repente en un claro surgieron todos: Carla, Arturo, Saúl, Alexis y Marta. -¿Dónde estamos? -No sé, no lo reconozco -dijo Carla. -La sombra -dijo Arturo- la de la playa. Todos miramos al mismo hombre que sostenía en sus manos un cuchillo completamente manchado de sangre. -Es el hombre que vi en la bañera -gritó Marta. Todos echamos a correr gritando y sin mirar atrás. De repente todos chocamos a la ves contra una pared. - ¿Qué hacemos ahora? - Viene el hombre, ¡ahhh!. Nos despertamos todos en el suelo del salón. -¡Oh! -exclamó Carla- que pesadilla. Ese hombre. -Sí, con el cuchillo -siguió Marta. -Atrapados -dijo Saúl. -Encerrados -dijo Arturo. -Pero, ¿todos habéis tenido la misma pesadilla que yo? -preguntó Alexis. -Nos están ocurriendo cosas muy extrañas desde que estuvimos en la playa.-dijo Marta -Sí, me he dado cuenta, es muy extraño -dijo Saúl. -Voy a al cocina tengo sed -dijo Carla. Carla salió del salón, cruzó el corto pasillo y aún con miedo, aunque sin querer demostrarlo ante los demás partió a por su vaso de agua. Una vez en la cocina, bebiendo su vaso de agua la puerta se cerró. Y ella se quedó sola y separada de sus amigos que acudieron a oír el portazo, y que daban golpes intentando abrir la puerta. Carla entre este estruendo de golpes y gritos se volvió entonces vio una persona de espaldas llevaba una túnica negra con capucha. Carla se convenció a sí misma y se dirigió hacía ella poniendo su mano en su hombro y dándole la vuelta. -¡Aaahh! -gritó Carla. Sus amigos abrieron la puerta y la sacaron. Carla dijo que al darle la vuelta vio su propio rostro deformado con su nombre en la frente. -¡Salgamos de aquí! -exclamo Arturo. -De acuerdo, salgamos. La casa empezó a temblar las paredes a resquebrajarse. Salimos como pudimos y cuando llegamos a fuera vimos nuestra casa destrozada. Sólo la puerta y el marco se encontraban de pie y en el centro de esta y en color rojo, lo que tomábamos por sangre, era una cruz invertida. Nos miramos unos a otros y todos supimos que debíamos volver a la playa y hablar con el Diablo. Corrimos hacía la playa y todo estaba muy oscuro, debía de ser más tarde de las doce Alexis cogió a Arturo en la espalda por que estaba cansado. No había ni un alma en la playa, o al menos eso parecía. Una vez tocamos la arena empezamos a andar hacia el punto exacto donde hicimos ese ritual, estilo ouija, cerca de la papelera. Ya nos estábamos mosqueando porque llevábamos una media hora caminando y no aparecía la papelera. Alexis, Marta y Carla oyeron gritar a Saúl y Arturo, se volvieron y vieron como la arena se levantaba tras ellos. Esta adquirió la forma de una gran figura con un manto encima que de un abrazo los zabulló en la arena. Nos dirigimos corriendo al lugar y empezamos a cavar en la arena. No había manera, cada vez era más dura. Lo dejamos, supimos que la manera de solucionarlo era volver al lugar donde todo empezó. Caminábamos hacia delante, hasta que apareció una gran muralla de unos 20 metros de altura y que se extendía infinitamente como el horizonte. Nos dimos la vuelta y tras nosotros había un gran desierto de arena. -¿Qué hacemos? -preguntó Carla. -No lo sé -dijo Alexis Fany no dijo nada, miraba perpleja lo que parecía imposible. Se sentaron en el suelo y por intentarlo Alexis alisó la arena, se dieron las manos. Marta comprendió y dijo: -¿Estás ahí? Se dibujo el símbolo "/ \" en la arena. -¿Por qué nos haces esto? -preguntó Carla. -Porque vosotros lo queríais. -¿Cómo que lo queríamos? -Sí, todas las noches os reuníais a contar historias de terror y Yo os he dado una historia de terror y ya no podréis salir de ella. -Queremos que todo sea como antes -dijo Marta. Empezó a soplar el viento. -Nada volverá a ser como antes -se dibujo en la arena. Se levantó una gran tormenta de arena. Marta se levantó de la cama, miró hacia su derecha, Carla no estaba en su cama. Por la puerta apareció Saúl. -¡Buenos días Marta!. Carla y Arturo ya se han ido a su casa, a venido su madre a buscarles. -¿Y Alexis? -Desayunando. Una vez abajo en el salón: -He tenido una pesadilla muy extraña- dijo Marta -estábamos en la playa y... Saúl y Alexis la miraron y se miraron. Algo les impulso a mirar hacia fuera. Eran las nueve y media de la mañana pero afuera era de noche. Tal asombro hizo que Marta, Saúl y Alexis volvieran a mirarse dándose cuenta de que Carla y Arturo estaban entre ellos, pero no estaban solos , estaban rodeados de cadáveres y esqueletos y observaron a su alrededor y vieron lápidas, estaban en un cementerio y un hombre con un cuchillo y a la vez una pala les echaba tierra encima...

Esto es real...

Era el 19 de Abril a las 11 de la noche estaba viendo TV y me empieza a dar sueño.

Estoy a punto de quedarme dormido cuando escucho la voz de una pequeña niña que me dice "en el baño", "en el baño" pero el sueño era tal que no hice caso y me quede dormido.

Pero aqui viene lo peor. Me despierta la voz de varias niñas que me dicen: "en el cajon", "en el cajon","ahí está el cuchillo".

Ahí si que me asuste pero me volvi a dormir. En el sueño que tuve vi a una niña vestida de blanco, con una cara pálida pero era aproximadamente de 8 ó 9 años de edad. Me dice: "aqui en el baño", "en el cajon". En eso veo que vienen más niñas y en coro dicen:"ahí está el cuchillo" en eso la cara de la pálida niña queda desfigurada y desaparece inmediatamente.

Este sueño es real solamente se los cuento por que quiero compartir esta experiencia con ustedes.

Pienso que esa niña fue asesinada tal como lo describe con un cuchillo, en el baño.

Hasta el momento no he vuelto a escuchar su voz ni sueños parecidos.

Debajo de la cama (segunda versión)

Esto sucedió un 21 de octubre.

Unas niñas, simplemente querían festejar Halloween en la casa de una de ellas. Pero lo que ellas creían como un festejo, era realmente una pesadilla.

Cuando Julia, Romina, Florencia y Natalia llegaron a la casa de Mónica, lo primero que hicieron, fue ponerse a jugar a un juego de mesa. Luego, llego la madre de Mónica, a servir la comida. Cuando ya estaban satisfechas, subieron al pequeño cuarto de Mónica, y miraron películas de muertos vivientes, etc. Estas películas, a las niñas no las asustaron. Ellas no se asustaban fácilmente. Y por eso, habían decidido hacer esa "celebración", aunque ellas no sabían lo que significaba.

Al terminar las películas, apagaron las luces, y Mónica, quería oír historias fantasmagóricas que cuente alguna de sus amigas. Cuando Julia estaba a punto de contar una historia, Natalia se opuso. Ella tenia miedo.
Entonces, prendieron la luz.

Julia, muy enfurecida con Natalia, porque impidió que contara su relato, apago la luz nuevamente, y Natalia y Julia se pusieron a discutir. Mientras Mónica trataba de calmarlas, Florencia y Romina, solo observaban.

Al final de todo, se pusieron de acuerdo, y apagaron la luz.
Todas estaban calladas.

Romina, Julia y Florencia, estaban acostadas en la cama de Mónica, mientras Natalia y Mónica estaban acostadas en una frazada que habían tirado en el suelo. Estaban tranquilas. Cuando de repente, escuchan un fuerte grito que provenía debajo de la cama de Mónica!
Florencia, procedió a encender la luz.

Se dieron cuenta, de que Julia, no estaba mas sobre la cama. Era ella la que estaba abajo de la cama.

Romina procede a mirar hacia abajo. La ven a Julia. Con cara de susto. Y sin hablar, y con el pulso rápido, sale de ahí abajo.

Las chicas no entendían nada.

Muy preocupadas por la situación, deciden ir al baño, a tranquilizar a Julia mojándole la cara con un poco de agua fría. Cuando están por abrir la puerta, Julia grita ! No ! No ! Por favor, no habrán la puerta ! Mónica pregunta -¿Porqué?! Me esta buscando !-dice Julia. Pero, quien te esta buscando? le dicen sus amigas ! El,...el.!

Todas las chicas, entraron en calor. Empezaron a sudar. Su corazón latía cada vez mas rápido. Hasta que Romina se cansó y abrió la puerta. No había nada.-Ves que no pasa nada? Interroga Romina a Julia.

Julia quedo callada.

Y avanza hacia el baño con sus compañeras.

Cuando llegan alla, le mojan la cara, y la tranquilizan. Cuando iban a salir del baño, de nuevo, No ! No ! No habrán la puerta.! La abrieron nuevamente sin hacerle caso. Y tampoco había nada.

Pasaron nuevamente hacia el cuarto.

Y cerrar la puerta, para que Julia deje de alucinar con cosas, que nunca sucederían.
Cuando Mónica mira hacia la ventana, ve a una criatura extraña...Fuera de lo común.
Se queda sorprendida. Y lo primero que hace al ver a esa criatura, es gritar. La única que escucho ese grito, fue Julia. Pues las demás estaban en el piso de abajo, en la cocina yendo a buscar algo para comer.

Cuando Julia escucha el grito, le dice que pasa ! Le contesta, esa cosa...que hay ahí ! Y con los ojos bien abiertos y con la cara pálida, mira hacia la ventana. Ella lo ve. Grita junto a su compañera.

Las chicas escucharon el grito. Subieron rápidamente, y las encontraron bajo la cama, pálidas y con los ojos rojos.

Romina, Natalia y Florencia, empezaron a creer que las chicas estaban locas.
Las sacaron de abajo de la cama, y les empezaron a hablar.

-Que les pasa ?!-Porque están así?!-Porque se van abajo de la cama?!
-El nos impulsa hacia abajo de la cama-dijeron Julia y Mónica.
-Quien es el ?!!
- Él.

Las chicas ya se imaginaban de quien hablaban sus amigas.
Y muy asustadas, se dirigieron hacia el dormitorio de los padres de Mónica, y les contaron la historia.

Mientras estaban yendo hacia el dormitorio de los padres, Florencia, se pregunta, -No se despertaron los padres de Mónica al escuchar todos estos gritos? A las chicas les pareció extraño. Y se dirigieron mas rápidamente hacia el dormitorio.

Al llegar, se dieron cuenta, de que los padres no estaban durmiendo en la cama.
Y automáticamente, Julia y Mónica, se miraron a los ojos, y se fueron corriendo hacia la puerta, tratando de abrirla, y poderse ir.

Pero sus amigas las alcanzaron. Y las chicas, no podían hablar...Ellas estaban paralizadas.
Y poco a poco, les pudieron decir solo 3 palabras ... "ABAJO DE LA CAMA".
Las chicas se dirigieron rápidamente hacia la cama de los padres, y se agacharon para mirar.

Los padres estaban muertos, y desfigurados, bajo la cama.
Estaban las sábanas manchadas de sangre. Cuando vieron eso, vieron también, ver salir de abajo de la cama, una especie de criatura extraña, que se dirigía hacia el cuarto de Mónica.

Romina la quería seguir. Pero Florencia la paró. Y le dijo que no lo haga.
Las tres chicas (Romina, Florencia y Natalia) se fueron a hablar con Julia y Mónica, y cuando fueron hacia donde estaban hace un instante, se dan cuenta de que ya no están ahí.
Romina fue corriendo hacia el dormitorio de Mónica.

Y las ve a las dos, caminando lentamente hacia la cama.

Ella ve, que se agachan, y se meten ahí abajo.

Ve a esa criatura, que se esta por meter abajo de la cama junto a ella. Y Romina pegó un grito.-Chicas! Chicas ! Vengan rápido! y al oir eso, el ser extraño, la mira a Romina, y se aproxima hacia ella.Romina sale corriendo.

A la mitad del camino, Romina para de correr. Se da la media vuelta, y se aproxima hacia el dormitorio de Mónica. Hacia la cama.

Ella se mete abajo de la cama junto a sus dos compañeras. No sabia lo que hacia. Habí algo que la impulsaba a meterse ahí. No lo hacia voluntariamente.

Cuando Julia, Mónica y Romina, estaban bajo la cama, la criatura se aproxima hacia ellas. Las desfigura. Igual que a los padres de una de ellas. Les saca los ojos.

Natalia y Florencia, subieron rápidamente hacia el cuarto.

Cuando vieron eso, solo gritaron, y no pararon de hacerlo, hasta que un vecino las escuchó, forjo la cerradura, y logro entrar a la casa.

Natalia y Florencia, están en un psiquiátrico internadas...Mirando noticias en la televisión, y leyendo el periódico.

Un mes después de lo ocurrido, muere el hombre que les salvo la vida a las dos niñas. No se sabe como, lo único que se sabe, es que murió debajo de la cama.

El peor sueño de mi vida...

Hola, lo que voy a contar ahora me pasó cuando tenía 10 años,en una noche de invierno.

Recuerdo que hacía mucho frío en la habitación donde yo duermo y me disponía a ver la tele, una hora después de estar viendo la tele me entraron ganas de dormir, así que apagué la tele.

Tan solo cerrar los ojos y sentí un grito. Tal salto pegué de mi cama que me hice daño en la nuca jajaja. Bueno, a lo que iba...

Volví a dormir otra vez y por lo que yo deduzco creo que pasó una hora después de oír ese grito. Empecé a soñar, soñé que me encontraba en una calle muy oscura, casi solamente se veían luces de la calle. Y comencé a caminar por mi sueño, caminé y caminé hasta que encontré mi casa, vi que estaba tal y como yo la conocía.

Entre allí y estaba todo oscuro, no había nada de muebles, objetos... nada, ni siquiera luz ni agua. Empecé a mirar por todas partes para ver si veía a mi familia, pero no, lo que vi fue algo que para mi fue aterrador.

Había un payaso sentado en el suelo del salón, de espaldas y en cuanto me acerqué a tan solo un metro de él(calculo) se levantó rápidamente y se rio de manera muy \'\'diabólica\'\'. Empecé a correr y a correr, él no se cansaba y mientras corría me decia:

¡¡¡TE VOY A MATAR!!!

Ahí es cuando empecé a correr más y más hasta que ya no pude más, y así, sin mas, el payaso desapareció.

A partir de ahí no se lo que ocurrió por que lo olvidé todo, no tenía saber del tiempo ni de el día, mes y ni siquiera del año, pero desde luego pasé aunténtico terror, tan solo pensar que yo corría y corría y un payaso diabólico me perseguía mientras reía y me decía:

¡¡¡TE VOY A MATAR!!!

Yo solamente tengo sueños raros, algunas premonitorios, ya que uno predijo la muerte de mi padre, que murio el año pasado(2004).

Bueno, espero que os haya gustado la historia, espero vuestros comentarios...

sueños.... o realidad

Me gustaba quedarme solo en mi casa y este fin de semana mis padres se irían de viaje con unos amigos a Bariloche. El típico viaje que realizan todos los años, en la misma época y al mismo lugar. Cosas rutinarias, como hacen la mayoría de los padres de familia. Y, como todos los años, no podía falta el típico planteo de mi mamá.
-Pero dale, ¿qué vas a hacer durante estos días acá solo?
-No mamá, sabés que prefiero quedarme acá. No discutamos como todos los años. Que la pasen bien y nos vemos a la vuelta.
-Cuidate, por favor. No le abras la puerta a nadie.

Desde que tengo uso de razón me repetían una y otra vez el famoso “No le abras a nadie” como si fuera un nene, y ya habían pasado varios años. Con veintiún a cuestas sentía que mi vida recién comenzaba, veía las cosas con otra visión, con otra madurez pero no sólo porque los años transcurrían, sino porque me daba cuenta de que todo lo que estaba siendo testigo era único y difícilmente lo podría repetir dentro de un tiempo. Y tenía pensado aprovechar los días libres para escribir un poco, ya que sin gente alrededor me concentraba mucho más, como si fuera todo un escritor de novelas.
La tormenta se estaba formando de a poco a lo lejos, con unos colores bastante raros: un violeta oscuro, junto con azul y demás. Ya habían anunciado por la radio una alerta meteorológica para la tarde, y recién eran las 11 de la mañana. Parece que se adelantaría un poco...
Ni bien empecé a escribir el cielo comenzó a llorar de una manera bastante trágica. No me molestaba porque de una forma me ayudaba a adentrarme en la historia y la inspiración me fluía.
Sentía que las letras se escribían solas. Nunca me había pasado esto: las ideas estaban en el aire y yo podía agarrarlas todas juntas e introducirlas en mi relato.
Los truenos me daban algunos sustos, y de vez en cuando tenía que detenerme porque me agitaba bastante. Los problemas de asmatismo erradicaban en mi desde hacía diez años y en diferentes situaciones me sobrepasaba y tenía que tranquilizarme, sentir que todo estaba controlado para no alterarme.
Habían pasado las 15 y el sueño comenzó a acariciarme por la espalda, queriendo llevarme a algún lado. Yo me negaba y seguía escribiendo, aunque con menos facilidad que antes.
Comencé a oír ruidos en la puerta de abajo, como si alguien estuviera tocando, pero de una manera muy brusca, con fuerza y violencia. A diferencia de lo que ocurre en las películas de terror o suspenso, yo no decidí bajar. Todo podría ser un producto de mi imaginación, o no.
La puerta de mi habitación se abrió y lo primero que me vino a la cabeza fue colgarme de la ventana. Si entraba al armario era muy evidente, lo mismo si me metía debajo de la cama. Las voces en mi cabeza se hacían presentes una vez más (como en toda situación en la que me agitaba de más) y me obligaban a soltarme de la ventana.
Los pasos eran lentos, y una risa macabra y muy chillona concurría y se disipaba en toda la habitación. No podía siquiera asomarme porque suponía que me vería. De repente escucho algo.
-Se dónde estas.
Los escalofríos me estaban carcomiendo y las manos comenzaron a temblarme. Su respiración conmocionada se acercaba y la sentía al lado mío. Pude ver su cara asomándose a la ventana y en ese momento me solté.
Consciente me desperté y tuve esa extraña sensación de que todo lo que supuestamente había soñado estaba ocurriendo cinco minutos atrás. Cuando levanté la mirada hacia la computadora había escritas dos palabras: Toc Toc. La puerta comenzó a sonar....

El Cuadro

¡¡NO!!

Pegó un salto, su respiración era rápida y entrecortada. Miró alrededor y sintió un enorme alivio… sólo había sido una pesadilla. La misma que había tenido durante tres noches seguidas. Pero que, por alguna extraña razón, le resultaba vagamente familiar. Volvió a recostarse en la cama con la mirada perdida en el vacío, mientras, su mente empezaba a asimilar lo que había soñado.
De repente se dio cuenta, había tenido ese sueño antes, hace mucho tiempo, cuando era sólo una niña. Cerró los ojos para intentar recordar, pero su mente daba vagos rodeos que terminaban por hacer desaparecer los pocos resquicios que quedaban del horrible sueño. Sólo conseguía recordar una cosa, lo que le había hecho despertar, lo que la atemorizaba de aquel modo en sus noches de infancia, lo que la había arrancado aquel grito de terror: el cuadro.

Todos tenemos sueños recurrentes que se repiten a lo largo de nuestras noches, pero aquella pesadilla había desaparecido de su memoria con el paso de los años hasta ese momento.
¿Qué la había echo volver después de tanto tiempo? ¿Por qué soñaba con aquel cuadro? ¿Y qué era lo que le había en el que la causaba semejante terror? Estas preguntas se repetían una y otra vez en su cabeza pero no hallaba respuesta.

“Bueno, es sólo una pesadilla, nada más. “No le des más importancia, los sueños nunca tienen sentido” se dijo. Dio media vuelta e intentó pensar en otra cosa para olvidar el asunto (como hacía con todo lo que no le gustaba recordar). Por fin consiguió dormirse, esta vez no hubo pesadilla, tampoco hubo sueño alguno.

El día pasó rápido y agitado, apenas había tenido un respiro, pero por fin llegó a la soledad de su casa, se tumbo en el sofá y cerró los ojos para descansar un poco. En aquel momento el recuerdo de la pesadilla volvió a aparecer. La había olvidado por completo, pero ahora estaba otra vez asustada, no quería dormir, sabía que si lo hacía volvería a soñar lo que las noches pasadas, así que, pese a l cansancio, encendió el ordenador. Deambuló sin rumbo por la Red evitando pensar en ello. Pero en el fondo sentía una enorme curiosidad por descubrir el significado de la pesadilla. En un momento se vio a si misma buscando respuestas:

¿Por qué se sufren pesadillas?

-un estado emocional débil,
-un recuerdo - consciente o subconsciente - de un acontecimiento traumático.
-un factor externo (por ejemplo, el ruido que hace la calefacción o aire acondicionado al apagarse todas las noches) del que las personas no son conscientes pero que detecta su cerebro, produciendo un cambio brusco en su sueño.
-una personalidad caracterizada por ansiedad, inseguridad o nerviosismo.

¿Cuándo se suelen tener pesadillas?

Normalmente, durante la noche, entramos en dos estados distintos de sueño. El primer estado es conocido como "SWS" (sueño con ondas lentas) y, después de unos 90 minutos, normalmente entramos en la segunda fase llamada REM (sueño con movimientos rápidos de los ojos). Durante el resto de la noche, alternamos entre estos dos estados. La mayoría de pesadillas ocurren durante la fase REM. Solo un 4% de pesadillas ocurren durante la fase SWS y son conocidas como "terrores nocturnos".
Las personas no suelen recordar el contenido de estas pesadillas. Tal vez se despiertan sudando o gritando, y sin embargo son incapaces de saber qué es lo que han soñado.

Vaya había dado en el clavo. O casi, ella había tenido esa pesadilla también de niña, así que su significado debería ser otro… ¿Cómo podría controlarla? siguió buscando.

Como controlar las pesadillas recurrentes:
-Evitar el consumo de alcohol antes de dormir.
No bebo. Descarado.
-Evitar el consumo de estimulantes antes de dormir. El café, té, un refresco energético... pueden actuar sobre su metabolismo e incrementar su nerviosismo y ansiedad, haciéndole más vulnerable ante la posibilidad de sufrir una pesadilla.
El zumo de naranja no entra en la descripción. Descartado.
-Si duerme en una casa donde se escuchan ruidos, bien por el sistema eléctrico de la casa, bien por ruidos del exterior, póngase unos tapones en los oídos para comprobar si estos ruidos provocan un cambio brusco en el estado de sueño que le lleva a sufrir pesadillas.
Siempre usaba tapones si no ni siquiera dormiría. Descartado.
-Intentar escribir toda su pesadilla sobre papel, luego leerlo en voz alta a otra persona y luego romper el papel en pedacitos y tíralo. Tal vez tenga un efecto terapéutico que llegue a su subconsciente.
No recordaba casi nada del sueño y tampoco tenia a quien contárselo. Descartado.
-Probar la técnica "Lucid Dreaming" (sueños lucidos), promovido sobre todo por el experto en sueños Dr. Keath Hearne.
Este experto dice que hay que enseñar a las víctimas de pesadillas cómo lograr convertir a su pesadilla en un sueño lucido, es decir un sueño en el que la persona se da cuenta de que su sueño es precisamente esto, algo irreal y por tanto no debe asustarse. El siguiente paso es controlar los acontecimientos desde el propio sueño, como si fuese el director de una película.

Vaya esto suena bien, siguió leyendo…

"comprobación de la realidad"
Hay varios métodos de inducir los sueños lúcidos. El primer pasó…
Haciendo la siesta es una manera con la que puedes aumentar gradualmente tus oportunidades de tener sueños lúcidos. Tienes que dormir bastante en la siesta para entrar en REM.
Si tu siesta es de 90 minutos a 2 horas tendrás suficientes sueños y una probabilidad más alta de tener un sueño lúcido que en los sueños que tienes durante el sueño de una noche normal. Enfoca tu intención en reconocer que tú sueñas cuando te duermes durante la siesta…

Se empapó de cada frase, cada truco, ya tenia la solución solo quedaba ponerla en practica a ver si surtía efecto…

Había pasado toda la noche en vela, ya era la hora de ir a trabajar, estaba agotada pero no importaba, esa misma tarde descubriría la verdad sobre su pesadilla. Simplemente tenía que dormir la siesta.
Las horas pasaron largas y pesadas, más aún que en días normales. Pidió la tarde libre y se marchó a casa. Estaba nerviosa y asustada, ¿lo conseguiría? Nunca lo había hecho antes pero estaba dispuesta a intentarlo. Quería saber que había en aquel maldito cuadro.
Por fin llegó a casa, comió, se tumbó en el sofá; encendió el televisor y sintonizó el canal de documentales que tan bien la ayudaba a conciliar el sueño. Cerró los ojos y concentrándose empezó ha seguir los pasos que había estudiado la noche anterior, esperó… una vuelta, otra vuelta... nada.
Se levantó del sofá angustiada y se dirigió a la cocina de manera impulsiva, abrió la puerta…

¡¡DIOS MIO!!

Un enorme pasillo se extendía ante sus ojos ¿estaba soñando? ¡¡lo había conseguido!! Pero algo no iba bien, aunque era consciente de su estado no controlaba sus movimientos. Sin poder evitarlo se adentró por el pasillo.
Estaba oscuro salvo por una tenue luz de procedencia desconocida. Las pareces recubiertas de papel estampado a rayas gruesas en tonos ocres parecían no tener fin. Sus pasos eran firmes y seguros y el suelo crujía bajo sus pies descalzos.
Seguía caminando en la penumbra, estaba aterrada pero su cuerpo no atendía a razones parecía como si alguien o algo estuviese tirando de él. Vislumbró una puerta a lo lejos ¿era allí hacia donde se dirigía? Se paró frente a ella, la madera era vieja y estaba carcomida, daba la sensación de que si la tocaba se rompería en mil pedazos. Una de sus manos agarro el picaporte y lo giró. El corazón le latía violentamente, parecía que le iba a estallar. La puerta se abrió con un chasquido y ante ella apareció una sala tan oscura como el pasillo. Atravesó el umbral y siguió caminando sin remedio, mientras sus ojos se adaptaban a la oscuridad recorría palmo a palmo la habitación, estaba completamente vacía, sólo se escuchaba el eco de sus pisadas.

Allí en el centro de aquella horrible estancia su cuerpo se detuvo, levantó la mirada y frente a sus ojos apareció el cuadro.
Era grande, con el marco dorado desgastado por el tiempo, daba la impresión de llevar ahí colgado más de 100 años. Una silueta rodeada de oscuridad se adivinaba en su inferior, no podía distinguirla a esa distancia, seguía estando demasiado lejos. El corazón se le salía del pecho, el miedo se apoderaba de ella, la respiración se le aceleraba por momentos, no quería seguir allí, quería salir pero su cuerpo era inerte, no podía moverse. Sus ojos no se apartaban del cuadro.

Repentinamente la habitación comenzó a girar de manera frenética, las paredes se movían, parecían encoger por momentos. Quería correr pero sus piernas no obedecían, como si las hubieran clavado al piso. Estaba mareada y sentía nauseas. Lágrimas de angustia brotaban de sus ojos y le nublaban la visión. Perdió las pocas fuerzas que tenía y cayó al suelo. Allí tirada siguió llorando y gritando en su interior, “¡Que pare por favor! ¡Quiero salir de aquí!... ¡Que pare!”

De repente la habitación dejó de moverse y para su sorpresa sentía su cuerpo de nuevo, podía controlar sus movimientos ¡podía escapar! Se levantó a duras penas en medio de la oscuridad que la envolvía, estaba desorientada y no le quedaban fuerzas. Entonces se dio cuenta de que el cuadro estaba a solo unos pocos centímetros de distancia. Se le cortó la respiración, no quería mirar sólo quería escapar de aquel horrible lugar. Dio media vuelta para salir de allí, pero algo se lo impedía de nuevo, esta vez no era una fuerza extraña... era ella misma.
La curiosidad había sembrado una semilla en su interior que había crecido hasta llegar a cada rincón de su cuerpo. Ahora lo tenía tan cerca, sólo tenía que girar el cuello levemente. Un pequeño gesto y todo acabaría, sus obsesiones, sus dudas, su pesadilla…

Secó sus lágrimas y cerró fuertemente los puños. Giró lentamente la cabeza mientras el tiempo parecían detenerse. Levantó su mirada…
Un escalofrío recorrió su cuerpo, la sangre se heló en sus venas. El cuadro le devolvía su reflejo como si de un espejo se tratase. Su mirada chocó consigo misma y su cordura se perdía en el último de sus latidos...
Alli vio su único miedo, alli vio su propia muerte.

Turno de noche

Odio el turno de noche. De verdad que lo odio. Sobre todo desde que me trasladaron allí, aunque algunos digan que tuve suerte.

Los pacientes que tengo a mi cargo no se quejan demasiado, o sea, nada.
Son muy tranquilos. ¿Será porque están muertos?

Aquí en el depósito casi nunca pasa nada interesante, solo tengo que recibir al fiambre, lo siento, cadáver, apuntar la hora de entrada y meterlo en el frigorífico. La verdad es que esa tarea puede ser perfectamente realizada por una persona, pero claro, a alguno de los de arriba se le ocurrió que todavía había algunos parientes sin trabajo, no se si me entendéis, así que decidieron ponerme un compañero. Para el caso, compañera.

No miento si digo que tuve suerte, porque la chica era muy guapa, y estaba de muy buen ver. ¿Para que describirla si ya os la estaréis imaginando? Además era eficiente y simpática. Si señor, todo un portento. Laura se llamaba.

Los primeros días fueron difíciles sobre todo para ella, que era una recién salida de la facultad, y la verdad no es que estuviese muy acostumbrada a ver muertos de tanta variedad. ¿Sabéis que en las facultades de medicina solo tienen un cuerpo? Lo que pasa es que como sufre tantas operaciones al cabo del día, al siguiente parece otra persona. Pretendo ser gracioso.

La cuestión es que ella no lo llevaba bien y poco a poco empezó a cambiar. Me decía que no podía dormir, y que apenas descansaba durante el día. Decía que cada vez que cerraba los ojos veía sus ojos. ¿Los de quien? Los de los muertos. Si, así como suena, los de los muertos. Ojos vidriosos carentes de vida que la vigilaban a todas las horas, pero sobre todo cuando cerraba los ojos.

Yo intente ayudarla, mas no lo conseguí, porque un día me vino con que un cadáver le había hablado. Era de noche y yo intentaba leer un libraco intragable que un amigo mío me había aconsejado. Para que te fíes de ellos.

La jornada había sido tranquila, y solo habían ingresado dos cuerpos, eso si, uno de ellos no queráis saber su estado. Un accidente de coche debido al alcohol y a la juerga nocturna.

Creo incluso que le faltaban algunos trozos. Su cabeza se había estampado contra el volante y le había volado la tapa de los sesos. De la misma presión su ojo izquierdo había saltado y sabe dios por donde andaría. Y esa fue la causa. A punto estaba de dar una cabezada leyendo uno de esos capítulos, cuando escuché un grito sobrenatural.

Bueno, eso lo pensé yo porque en medio de ese silencio, un grito enorme, ya me diréis. Casi me lo hago encima, porque acto seguido un portazo en la sala donde yo me encontraba y Laura entrando con cara de poseída. Cuando conseguí recobrarme, intente tranquilizarla, cosa difícil, pues a mi me había puesto de los nervios, e intente que me dijera lo que le había sucedido.

Ella solo respondió,"Me ha preguntado que donde estaba su ojo." ¿Como? "Se ha levantado y me ha preguntado que donde estaba su ojo" Un escalofrió me recorrió la espina dorsal. Por un momento me imagine esa masa de carne deforme levantándose de la mesa de autopsias, preguntando por su ojo. Absurdo. Llame al jefe de personal, y le conté que a Laura le dio una crisis de ansiedad y bla bla... para que se fuese a casa a lo que accedió.

Pero parecía que el destino quería gastarle una broma muy macabra a Laura, porque a la noche siguiente, debido a un fallo en no se qué papeleo el cuerpo del desfigurado tuvo que quedarse una noche mas en el depósito. Laura parecía mas tranquila, aunque yo intente que no estuviera sola y sobre todo, que no viese el cuerpo.

De vez en cuando pienso que hay alguien o algo que mueve unos invisibles hilos, para que ocurran ciertos acontecimientos. A la mitad de la madrugada me sobresaltó un ruido. Sin darme cuenta me había quedado traspuesto por culpa del maldito libro y ese sonido me sacó del trance. Sonaba como un chirrido. Llamé a mi compañera. No contestó. Insistí. Ruido de cristales rotos. Gritos de mujer. Corrí como alma que lleva el diablo hacia la Zona frigorífica, mas el camino se me hizo eterno, como en un mal sueño en el que te persiguen criaturas espantosas y tus pies pesan una tonelada.

La puerta metálica del almacén estaba cerrada, y al abrirla algo la atrancó. Empujé con fuerza una, dos y...tres. Al abrirse violentamente, entré cegado por la adrenalina, resbalando cayendo al suelo golpeándome fuertemente la cabeza. Cuando recobré el conocimiento, lo primero que vi fue una estantería volcada en el suelo con todo el material esparcido y destrozado por el suelo. Bien ya sabemos la causa de que estuviese la puerta atrancada, pero el calor y la viscosidad que me envolvía me hizo sentir como si careciera de gravedad. Dios mío, que no sea rojo. Lo es. Aterrorizado, caí en la cuenta de que estaba tumbado sobre abundante liquido rojo. Sangre. Pero al girar la cabeza fue lo que provocó en mí que el mundo se me hundiera bajo mi cuerpo, dejándome en un estado de shock, que lamentablemente no me dejo inconsciente, y pude distinguir perfectamente lo que tenía ante mí.

Unos ojos desorbitados que se habían vuelto tanto hacia arriba que, que solo quedaba visible lo blanco. La mandíbula estaba tan abierta por el terror que se había desencajado. Su piel estaba tan blanca que se podían ver a través de ella los violáceos capilares sanguíneos. Salté intentando ponerme de pie, pero me caí sentado al fondo de la habitación donde vislumbre todo el cuadro. Laura estaba tendida de costado, si bajo esa máscara de horrible terror, se encontraba la que en su día fue Laura.

La habitación tenía el suelo lleno de sangre. Sangre que había manado de su cuello. Dios su cuello. Si se podía llamar así. Con toda su musculatura, sus arterias y la faringe a la vista. Una enorme brecha le había cercenado de una oreja, a la otra, pero no un corte limpio, sino espantosamente dibujado. Todas las sábanas de los cuerpos de su alrededor estaban teñidas de ocre dándole al espectáculo un toque del mismísimo infierno. En su mano, vi la causa de toda la tragedia. El cuello roto de una botella de suero. Dios, Laura por fin había perdido el juicio y este fue su final.

Estuve, un par de días sin poder ir a trabajar, pero tuve que reincorporarme de nuevo. Mi compañero al que relevaba me puso al día, y al ver la lista del almacén mi corazón dio un vuelco y casi salta por mi garganta. Allí estaba. El accidentado. El deforme. Por lo visto no habían solucionado el papeleo.

Las horas pasaron lentamente, y una curiosidad mórbida se apoderó de mí. Tenía que verlo. Por su culpa Laura se suicidó. ¿O no? Así que fui al almacén. Allí entre el silencio de ultratumba se encontraba la cámara donde se encontraba. Hacía frío. Los otros cuerpos fueron testigos mudos de mi desfile hasta la pequeña puerta metálica. Con templanza la abrí poco a poco, y un chirrido de bisagras oxidadas se escuchó. No se porque, pero tiré demasiado fuerte de la camilla donde se encontraba el cadáver, y por el golpe el brazo derecho se descubrió un poco, dejando ver una muy pálida mano. Entonces fue cuando lo vi. Mi capacidad de razonar luchaba con lo que mis ojos estaban contemplando. En sus fríos dedos, firmemente clavados en ellos. Cristales. No. Aquello no podía ser cierto. Ella sola se lo hizo y no otra persona. Ese lugar carece de ventanas y la puerta estaba cerrada.

Ella se quitó la vida. Pero ¿esa expresión aterradora? ¿Que vio? No, no podía ser. Pero algo crujió y esos fríos dedos se clavaron en la carne de mi brazo, helandome toda la sangre de mi cuerpo, y paralizandome el corazon.

Y ya no recuerdo mas, les juro que es cierto. Por eso odio los turnos de noche. ¿Verdad que usted también los odia, enfermera? ¿Que hace? ¿Por qué me afeita la cabeza? ¿Me va a doler...?

Una extraña chica...

Bueno yo un día me puse a ver una serie japonesa, y pues era super buena.. Pero hay aparecia un chica que era pues... Muy extraña..

Un día que me quede sola con mi mejor amiga... Ella fue al baño y yo me quede en mi habitacion... Entonces se me da la gana de ir a buscar algo para comer, y voy a la cocina; que estaba muy oscura.. entonces prendi la luz y se escucho un extraño ruido de llanto.. No era mi amiga porque ella se estaba bañando muy lejos de donde yo estaba... asi que fui a ver y dije:
- ¡Oye! ¡Deja de asustarme!...
Pero mi amiga estaba bañandose... y cuando voy para la pieza de mis padres; estaban todos sus zapatos tirdos en el piso... Pero, cuando se fueron ellos, no habian dejado asi.
Mi amiga salio del baño y me dijo que no tenia que llorar falsamente para asustarla y yo le dije:
- ¿Que Dices?
Entonces fuimos las dos a dormir... Ninguna pudo, asi que nos pusimos a conversar... Ella me dijo:
- ¿Como hiciste eso de llorar como la de la serie japonesa que vimos?
entonces yo le dije de que hablaba y ella me dijo:
- Si, lloraste como ella... Cuando.. bueno tu sabes.
Entonces escuchamos unos pasos en la habitacion que era de visitas y vimos a la pequeña chica de la serie y dijimos:
- ¿¡QUE ES ESO!?
Pero ninguna le pudo responder a la otra... Despues dijimos que era solo de nuestra imaginacion; pero al rato despues sono el telefono de la casa... Ninguna contesto pero...
¿Como sabriamos si eran mis padres?
Entonces fuimos a la habitacion de mis padres a ver TV... y hay estaba la chica pero.. nos miraba fijamente.. Entonces dediidimos ir a la casa de mi amiga... Y por suerte.. No aparecio mas... Pero...
¿Volvera a visitarme?

Las sombras y el perro

Era prácticamente la medianoche cuando me encontraba dormido, recuerdo que de pronto me sentí entre dormido y despierto y quise despertar, pero no podía…

Algo me jalaba hacia dentro de la cama y poco a poco sentía que me iba hundiendo, mientras más trataba de levantarme más me hundía y de pronto sentí unas manos que me tomaban de los hombros jalándome hacia dentro de la cama.

No podía abrir los ojos ni podía hablar, entonces de pronto ya pude abrir los ojos y vi el techo de mi cuarto, sentía las manos que me jalaban y trataba de gritarle a mi mamá o a alguno de mi familia para que me ayudara. Pero sucedió lo más horrible de toda la noche.

Así sin poderme mover pude voltear y vi que una sombra pasó rápidamente por la ventana, de pronto sentí mucho frío y una ráfaga de aire entró.Eso era imposible porque no tenía abierta la ventana, sin embargo la sentí.

Me encontraba desesperado y con mucho miedo, sentía esas horribles garras jalándome hacia la cama, no podía hablar ni moverme solo mirar como pasaban las cosas esa noche.
La sombra se proyecto por el techo y yo empecé a rezar, sentía que algo no estaba bien y sólo rogaba porque fuera lo que fuera no se apoderara de mi, la cama empezó a sacudirse como si alguien la estuviera empujando y yo rezaba aun con más fuerza, de pronto se escuchó un grito hueco, sonoro, muy grave... como si se fuera alejando, era como un quejido y lo acompañaron otros quejidos como los que se ven en las películas de muertos.

Se alejaron y por fin pude moverme, mi cuerpo me dolía y estaba empapado en sudor y pronto descubrí que todo lo había soñado. Me levanté y fui a la cocina a tomar un vaso de leche caliente, tratando de quitar de mi cabeza la terrible sensación y la experiencia tan amarga que había vivido.

Ya más tarde regrese a la cama, sólo para escuchar una voz horrible que decía mi nombre, me levanté rápidamente y entonces descubrí algo que me dejó aterrado. Alrededor de mi cama había tierra o ceniza, no lo sé, era un polvo oscuro que no sé de donde había salido.
Salté a la cama y comencé a rezar de nuevo, recuerdo que tenía lágrimas en los ojos y mucho miedo, las voces se escucharon de nuevo quejándose y yo deseaba que de nuevo fuera una pesadilla.

Me arrojé sobre la Biblia que tenía guardada en un cajón y empecé a pedir porque no me pasara nada, luego escuché ruidos afuera y vi que la sombra se acercó a mi ventana.
Abracé la Biblia con todas mis fuerzas y oré como nunca. Sonó un golpe seco y un grito y de pronto ya no se escuchó nada más. A lo lejos el perro de la casa vecina aullaba y todo volvió a la normalidad.

Al otro día me enteré que el perro había muerto en la noche y nunca supieron porque.

¿Mi hermanita?

Hace como un año que soñé con algo espantoso que me erizó la piel.

Eran como las 11:00 de la noche cuando me estaba empezando a dormir, en fin, me dormí… Mi familia estaba comiendo en la mesa cuando dijeron que tenían que ir a hacer la compra y que ya tenía edad para saberlo. A mi se me hizo extraño pero acepté ir de todos modos, no tiene nada de malo ir a hacer la compra con mi mamá. Al día siguiente cuando mi mamá me llevó a hacer las compras entramos a una carnicería y había muchos bebes colgados de los ganchos, como cuelgan a las vacas o algo así, pero estaban vivas y eran hermosas yo como era una niña ingenua pregunté que si íbamos a adoptar una, mi mamá dijo que si, que la eligiera. Entonces elegí a una niña peloncita con las mejillas rositas bien hermosa la niña, pero sin mano, mi mamá la adoptó.

Cuando llegamos a casa me puse a jugar con ella, mi mamá me dijo que iba a ser hora de la cena que le diera a la niña. Se la di y me fui a jugar con mi prima, ya de noche mi mamá nos llamó para ir a cenar, yo le dije que no tenía hambre que no quería comer, me dijo que si quería no cenara, le pregunté por mi nueva hermanita y no me respondió…

Terminamos de jugar yo y mi prima, teníamos sed así que abrimos el refrigerador, era de noche y no se veía nada, porque el foco no funcionaba. Cuando abrimos el refrigerador salió agua, pensamos que era mucho agua, cuando lo abrimos por completo nos dimos cuenta de que no era agua, era sangre, mucha sangre.

En un plato estaba la cabecita de mi nueva hermanita yo y mi prima salimos llorando de ahí y le preguntamos a mi mamá que si por que a mi hermanita le había pasado eso. Nos contestó que por que ella no era mi hermanita ¡¡¡Era la cena!!!...

Me desperté y no supe nada mas, hace poco lo volví a soñar igual, no ha cambiado nada y la verdad no lo he tomado mucho en cuenta ya que tengo 3 hermanas mas y no les ha pasado nada...

Cuidado con lo que sale de tu mente

Eran mas o menos las tres de la tarde, yo estaba en mi casa como un día normal de verano, en ese tiempo yo tenia mucho la costumbre de ponerme a dibujar demonios y ese tipo de cosas , como una especie de dibujante satánico o de ese tipo, en ese momento parecía estar bastante inspirado seria por coraje o frustración, o tal vez cansancio; de pronto las ideas se cerraron y parecía que no podía sostener ni la vista(cosa rara porque no acostumbro dormir por la tarde), al nivel de que mi propia mente divagaba sin sentido, en ese momento estaba terminando un demonio; por lo menos a mi me parecía una especie de duende con las fases de la cara rojas y sombrías al verlo pensé que era algo único y decidí pegarlo en el refrigerador cuando lo terminara, tal vez asustaría a alguien en plan de broma, cuando de pronto comencé a sentir un escalofrío recorrerme toda la espalda y un extraño suspiro en mi oreja, frío como el que mas halla sentido antes.

En eso oí un tintineo de campanas, en ese momento pensé seria algún familiar, puesto que vendemos ese tipo de material por cuestión de negocios familiares, pero de pronto el tintineo se hizo cada vez mas cortante, un sonido tan extraño que no parecía mas un tintineo sino una voz que decía palabras extrañas que no entendía seguidas de un suspiro ronco y si voz, pero a la vez tan profundo que resonaba en toda la habitación.

De pronto comenzó a escucharse mas cerca, mas cerca, mas cerca....
llego un momento en el que la voz se hacia mas clara, pero cada vez mas ronca y las palabras que emitía tenían cada vez mas sentido, de pronto como en el primer momento en el que comenzaron los ruidos, terminaron, me sentí tranquilo.

Pero en el momento en el que me disponía a sentarme sentí una respiración en mi oído, por atrás, que de petrificado al momento que sentía me voltee para ver aquello que estaba detrás, en eso lo vi, era exactamente igual al duende de mi dibujo, pero aun a el de mi dibujo este era mas sombrío, y con un matiz de rojo que jamás olvidare, en ese momento dijo con una voz chirriante, rasposa y muy grave, ¡¡¡ DAME LO MIO!!!

En es momento desperté asustado con la idea de cuando me había quedado dormido, en ese momento vi el dibujo casi sin terminar y decidí romper la hoja, desde entonces ya no dibujo ni demonios ni cosas extrañas, no por miedo sino por precaución

LA COSA

Esta es una de las pesadillas mas escalofriantes que he tenido jamás.Hace poco que me he independizado, vamos, que me he casado, y la verdad es que la adaptación a mi nueva casa, o a mi nueva vida, esta siendo muy paulatina.
Hace cosa de tres mese, me quede dormida durante la hora de la siesta, mi marido se iba a trabajar por lo que estuve sola bastantes horas. Y entonces comenzó todo. Pude ver mi casa llena de gentes, mi familia, parecía que estabamos haciendo una barbacoa, todo era risas y bromas, unos momentos muy buenos, hasta que mi marido me dió un beso y se despidió para ir a trabajar. Era muy extraño porque normalmente no hubieramos hecho una barbacoa un día laboral, pero lo cierto es que a raiz de su marcha todos empezaron a despedirse y a irse uno a uno, por lo que finalmente me quede sola.
Empecé a recoger las cosas, y al dirigirme a la cocina, escuche unos golpes en la ventana que estaba completamente cerrada. Pensé que seria algunos de ellos que se le hubiera olvidado algo, y me asomé extrañada a la altura de la puerta de la cocina. Lo que ví no tenia nombre, era una criatura horrenda, una especie de diablo con la boca deformada y llenas de deformes dientes, una mirada inyectada en sangre, y emitía unos sonidos guturales y asquerosos.
La criatura cuando me vió, paso de tocar levemente el cristal a golpearlo con furia, quería entrar, había visto lo que queria, y me queria a mi. Su desperación era tal por entrar, que me parecia que en cualquier momento podria echar el cristal abajo, sus ojos se abrieron desorbitadamente y su boca se abria mas al mismo tiempo que chillaba con rabia.
Yo no podía creer lo que estaba viendo, era plena luz del dia, que era aquello?, porque me queria a mi. Por lo que corrí a la parte trasera de la casa,para cerrar todo con llaves, a una velocidad con la cual mis manos no respondían ni atinaba a dar con la llave correcta. Y entonces lo vi. Habia conseguido dar la vuelta, y me miraba,corria hacia mi, con la clara intencion de no dejarme cerrar la puerta, pero al no conseguirlo, golpeaba el cristal de esta con mas furia aún, estaba tan cerca.
Decidí correr direccion a la cocina para salir por la puerta principal, pero todo ocurrió en decimas de segundo..., escuche un fuerte ruido a mis espaldas, y pude ver que "aquello" estaba dentro de mi casa, mirándome,venia hacia mí,lentamente, con su mirada psicópata, la boca encharcada en saliva, su cuerpo deforme, algo no humano, lo mas horrendo que podeis imaginar, era un demonio, y estaba allí, dentro de mi casa y venía a por mi...
Desperté chillando,y puedo aseguraros, que no entré ni miré siquiera hacia la puerta de la cocina, hasta que vino mi marido.

Era un sueño

Un día de tormenta eléctrica los rayos no me dejaban dormir y cuando lo logré ,me desperté unas horas después resignado desvelado me quede mirando el techo ,cuando de las sombras de un oscuro rincón de mi cuarto salio una persona de mi misma estatura pero no llegue a distinguir su rostro.

Me levante de un salto y gritando le dije:

¿quien eres?
¿Como entraste a mi cuarto?

En ese momento un relámpago ilumino toda la habitación aunque fue un instante lo pude distinguir: vestía todo de negro y llevaba una toga marrón oscuro y la cara estaba tapada por una mascara totalmente blanca.

Me miro fijo a los ojos y me dijo- ya vas a saber quien soy

Levantó la mano en la cual tenia un cuchillo que rápidamente lo puso cerca de mi cuello tanto que sentía el filo

- antes de matarte te mostrare quien soy.

Llevó su otra mano hacia la mascara se la sacó pero antes de verle la cara, abrí los ojos y vi en el espejo mi rostro y mi mano sosteniendo el cuchillo contra mi cuello

Todavía no se si era un sueño o era yo

El castigo

Todo comenzó cuando era un niño y es que yo era demasiado conflictivo, me portaba mal con mi madre y con mi padre, ellos tenían la costumbre de asustarme con el viejo cuento de que me iba a salir una mujer horrible y me iba a llevar con ella , pero yo no me asustaba con nada.

Hasta que una tarde después de estar en una fiesta en casa de un amigo llegué a mi casa , mi madre comenzó a regañarme por el pequeño desastre que había en mi habitación, hasta el punto que intento pegarme. Yo estaba forcejeando con ella y sin querer le di un mal golpe, no sabía que hacer y decidí salir corriendo de mi habitación lo último que escuché fue el grito de mi madre que decía "te llevara con ella".

Eran altas hora de la noche y yo todavía no regresaba a casa no por el miedo de la supuesta mujer que me iba a llevar con ella si no por la paliza que me iba a propinar mi padre cuando llegara, seguía caminando sin rumbo fijo cuando de pronto unos perros intentaron atacarme, tuve que correr muy rápido para poder perderlos, cuando me di de cuenta estaba en un sitio que no conocía, me pareció extraño, tengo toda mi vida viviendo en este pueblo y todo me parecía desconocido.

Me comenzaba a asustar, se hacia mas y mas tarde y es increíble pero estaba perdido, todo estaba oscuro ni una lámpara alumbraba la calle solo la luna me daba luz, de pronto una nube de humo gris comenzó a cubrir la calle y un miedo terrible me invadió. No sabía que hacer lo único que pensaba era en mi mama, en que ella era la que me podía proteger de todo mal…

En ese instante un voz de una mujer que provenía del fondo de la calle me dijo algo que de verdad me hizo mas que pensar, recapacitar.

Me dijo: “¿Por qué piensas en tu madre cuando estas en problemas?, no podía ver nada, todo estaba nublado, de repente unos gritos escalofriantes se escucharon, quería correr o gritar pero estaba inmóvil. Cuando alcé la vista hacia el frente vi una mujer espantosa, hubiera querido desmayarme para no tener que verla pero estaba paralizado. Solo escuché unas palabras que salieron de su boca y decía:

“Te llevare conmigo”

Solo pensaba en mi mama y en lo arrepentido que estaba de haberme portado mal con ella, cerré los ojos por un momento y con un grito desperté. Estaba en mi cama, me preguntó como pude todavía con la impresión y el susto correr a la habitación de mis padres, pero cuando llegué abrace a mi madre y le pedí disculpas, mi madre me contestó: “Sabía que te disculparías”.

Para mi esto de verdad fue una verdadera lección, y les doy un consejo respeten a sus padres a no ser que quieras que te ocurra lo mismo que a mi.

La galleta

Abrió la galleta china y sacó el papelito de su interior.

-“Mañana tenga mucho cuidado. Le espera un día difícil.”

Siempre le habían divertido aquellos mensajes estúpidos, que salían de las galletas de los restaurantes chinos, aunque aquella vez, el mensaje no fuese positivo.

-¿Y a ti que te dice? Preguntó Rebeca a Luis.

-“Demuestrele a su pareja que realmente la quiere, nunca está de más”; ¡Vaya tontería!
- Pues podrías hacer caso al papelito, últimamente que nunca me dices cosas bonitas. Replicó Rebeca sonriente.
- Pero… ¿crees en estas memezes?
- ¿Yo? ¡Que va! ¿Tengo cara de creer en estupideces?

Acabaron de cenar y decidieron ir directamente cada uno a su casa. Como el restaurante estaba al lado de la casa de Luis, este acompañó a Rebeca hasta la parada de taxis más cercana. No era tarde, pero al día siguiente Rebeca tenía que volar a Madrid a primera hora por trabajo.

Ocho de la mañana, terminal C del aeropuerto del Prat. Como cada jueves Rebeca espera en la cola para embarcar. Afortunadamente, los aviones de primera hora de la mañana suelen partir con bastante puntualidad.

- Buenos días, les habla el comandante Mejide. Debido a un problema técnico deberemos volver al finger. Esperamos que el equipo de mantenimiento resuelva esta incidencia lo antes posible. Lamentamos los inconvenientes que este contratiempo les pueda haber ocasionado.

Rebeca mira el reloj angustiada. La reunión de las once no puede retrasarse.
La mujer que está sentada a su lado empieza a ponerse nerviosa y pide a gritos bajar del avión. Seguramente tenga pánico a volar, piensa Rebeca, y saber que el avión tiene una avería, no ha sido de gran ayuda. Pasa casi una hora y el vuelo finalmente despega. Definitivamente, la mañana ha empezado mal.

Cuando Rebeca llega a Madrid coge un taxi y le suplica al taxista que vuele; debe llegar como sea a la reunión. La M-30 va cargada, como cada mañana y el taxista empieza a culebrear de forma temeraria entre el tráfico. De pronto, una moto se cruza en su camino y tras un volantazo y una frenada, el taxi se estrella contra la mediana. Afortunadamente, el accidente no ha sido de gran consideración y, salvo por alguna contusión, Rebeca y el taxista salen ilesos. Un hombre joven se ofrece amablemente para acercarla con su vehículo al centro de Madrid. El taxista no puede seguir su camino y se queda en la cuneta rellenado el parte.

Rebeca llega a la reunión casi una hora tarde y cuando entra en la sala, las miradas de desaprobación se suceden. Se sienta y pide disculpas a los asistentes mientras que, de reojo, observa la carrera que recorre de arriba a abajo sus medias.

- ¡Vaya desastre de día! Exclama para sus adentros.

La reunión finaliza a la una y Rebeca decide acercarse al banco que hay en la esquina antes de que cierren. Esta es la última semana en la que puede pagar el recibo del IBI y como aún dispone de unos minutos antes de la siguiente cita, decide entrar en la oficina. Una vez dentro se pone a la cola y espera con estoicismo que llegue su turno. En ese preciso instante un hombre enmascarado entra en la oficina, pistola en mano. Rebeca no da crédito a sus ojos.

- ¿Qué más cosas me pueden pasar hoy? Exclama en voz alta.

El atracador la oye, se acerca y le dice:

- Por graciosa, ahora tú vas a acompañarme.

Jamás en su vida se pudo imaginar que acabaría convirtiéndose en un rehén. De pronto, se oyen sirenas y la calle se llena de coches de policía. El atracador la agarra con fuerza para salir de la oficina y coloca el cañón de la pistola en su sien. Tras varios minutos de negociación, un coche azul marino se acerca al banco y ambos suben a él. Se alejan a toda velocidad del banco y cuando el coche consigue despistar por completo a la policía, Rebeca es arrojada al asfalto con el coche en marcha. Magullada pero consciente, Rebeca trata de incorporarse y de buscar ayuda. Finalmente, un coche para y un hombre de mediana edad la recoge y la acerca a un hospital. La pobre, completamente dolorida, se tumba en una camilla y trata de descansar un rato hasta que es atendida. Nuevamente, Rebeca no ha asistido a su siguiente reunión.

Una vez fuera del hospital, viendo la hora que es y su deplorable estado, Rebeca decide llamar a sus jefes y cambiar el día y la hora de su regreso. En vez de pasar la noche en Madrid cogerá el último vuelo y así podrá dormir en su casa.

- ¡Que ganas de llegar a casa y tumbarme en la cama! Exclama para sí misma

Cuando aterriza en Barcelona Rebeca duda en llamar a Luis y contarle todo lo ocurrido o en acercarse a su casa para darle una sorpresa.

- Tampoco me iría mal el dormir acompañada. Piensa mientras procede al desembarco.

Así que, sin aviso previo, toma un taxi dirección a casa de su novio. Cuando llega, como de costumbre, agarra sus llaves, entra en el portal, sube las escaleras y abre la puerta de la casa de Luis.

- ¿Luis?, ¿Hola hay alguien?

Nadie contesta, sin embargo, oye ruidos al fondo, en la habitación. Rebeca se acerca y abre la puerta lentamente para descubrir a Luis con otra mujer en la cama.

- Un bonito final para un día perfecto, piensa.

Sin dar tiempo a Luís a decir ni una palabra, Rebeca corre despavorida hacia la calle con lágrimas en sus ojos. En su huída, pasa por delante de la puerta del restaurante chino de la noche anterior. El propietario, que se encuentra en ese momento cerrando el local, al verla pasar la detiene, seca con sus manos las lágrimas de Rebeca y mirándola a los ojos le dice:

- Mensajes de galleta no ser estúpidos, seres humanos sí.

Angustia

David notaba el aire frío que le cortaba la cara. No sabía donde estaba ni cuanto tiempo hacia que estaba allí, la verdad, no le importaba. Estaba en medio del bosque de la Sierra Madrileña, bajando por un pendiente a toda velocidad con su bicicleta. David era un gran aficionado al ciclismo ya que la bicicleta era su válvula de escape frente a los problemas, tensiones y preocupaciones de un empresario y de un padre de familia.
La adrenalina de David aumentaba por segundos, a medida que iba aumentando de velocidad. Él no era una persona temeraria ni mucho menos, pero su nivel de adrenalina le impedía pensar con claridad y actuar consecuentemente. Cada vez, las curvas eran menos obstáculo para ir aumentando la velocidad y cada vez les tenía menos respeto. De repente, al coger una curva a toda velocidad, David se encontró con un 4X4 de cara y al esquivarlo se fue pendiente abajo perdiendo el control de su bici. El pánico se apoderó de él y le hizo reaccionar de la peor manera posible ante aquella situación, frenando. Al frenar la bici dio la vuelta sobre sí misma expulsando así, a su ocupante, con la mala fortuna de que ese mismo, se dio un golpe en la cabeza con una piedra.

* * * * * *
David se encontraba tumbado en una cama de hospital con dos médicos en frente de su cama y hablando entre sí:
- Pobre… tan joven…
- Es verdad. Que mala suerte tuvo….
- Bueno vamos a decírselo a la familia… pero con mucho tacto. Nunca es fácil comunicar la muerte de un familiar…

Que?? David no entendía nada… Él no estaba muerto, estaba escuchando i viendo la conversación entre los médicos! Pero… no podía moverse…
De repente un medico diferente se acercó a él y le cerró los ojos. Intentó con todas sus fuerzas abrirlos pero fue inútil.
Perdió la noción del tiempo… no sabía cuanto hacia que estaba tumbado en esa camilla i que le transportaban de aquí para allá. De repente escuchó unos lloros… eran de sus hijos que estaban velando su cuerpo aparentemente inerte i llorando desconsoladamente.
El tiempo que estuvo allí, en esa cama, escuchando el lloro de sus seres queridos se le hizo eterno. Él luchaba con todos sus fuerzas contra la parálisis que le invadía todo el cuerpo y salir para consolar a sus hijos… pero el esfuerzo fue en vano.
Notó como le tapaban i le transportaban hacia la iglesia. De repente, al escuchar las primeras palabras del cura, se dio cuenta de que podía abrir los ojos y que le estaba volviendo la movilidad poco a poco. Ahora sí que debía luchar con todas sus fuerzas contra la parálisis que le invadía prácticamente el total de su cuerpo, porque era consciente de que se le estaba acabando el tiempo. Sabía que si no se daba prisa acabaría enterrado bajo 60 toneladas de tierra, en una caja de roble de 2X1, y esa idea lo aterraba, lo horrorizaba, y lucharía con todas sus fuerzas para que no se cumpliera. Estaba tan inmerso en su pensamiento y en su lucha particular para recuperar la movilidad y no se dio cuenta de que el cura ya no hablaba y de que él único sonido que se escuchaba ya era el de el motor de un coche y ocasionalmente algún que otro claxon. De repente el coche se paró y se abrió la puerta contigua a su féretro. Se le estaba acabando el tiempo. Notó un hormigueo que le empezaba en las piernas y llegó hasta su cuello pasando por su medula espinal. Empezaba a mover las piernas i los brazos un poco, pero no era suficiente para poder llamar la atención de los presentes en el cementerio. Tenía que salir de allí fuera como fuese. De repente consiguió mover bruscamente su pierna izquierda. Esperó. No se escucho nada. Repitió la acción… tampoco. Comprendió que podía romperse las piernas dando patadas, podía desgarrarse las cuerdas vocales gritando, podía romperse las uñas arañando la tapa… pero nadie le iba a sacar de allí. Lo único que podía hacer era esperar la hora de su muerte… de su espantosa muerte.

Arañazos en la oscuridad

Soy una apasionada de la noche, es entonces cuando escribo, cuando dejo llevar mi imaginación y pienso en innumerables historias, a veces románticas, otras de aventuras pero en ocasiones, las historias más ciertas pueden ser las más macabras…

Esta noche, voy a relatar un hecho real , tan real como la sangre que corre por mis venas. Sangre que ahora siento distinta y mi corazón ya no late como antes.

Aquella tarde regresé temprano a casa, me apetecía acomodarme en el sofá con una buena taza de café humeante. Tumbada, podía ver a través de la ventana el monte mojado por la lluvia que no había cesado desde el amanecer. Así, absorta en mis pensamientos transcurrieron las horas hasta que me di cuenta que ya era tarde, la oscuridad se había adueñado de la sala. Me incorporé despacio, encendí la luz y me preparé para acostarme, después de todo había tenido una mañana ajetreada y necesitaba descansar.

Al entrar en la habitación, me extrañó algo, no sabría deciros el que, simplemente no la noté tal y como yo la había dejado arreglada. Descorrí las cortinas, abrí las ventana para respirar el frío aire de invierno, el olor de tierra mojada me hace sentir bien.

A lo lejos, creí ver la silueta de un gato negro, estaba sentado encima de un muro y se estaba empapando. Siempre creí que los gatos odiaban el agua… Me sorprendió el descaro con el que de repente, el animal se giró hacia mí, como si supiera que lo estaba observando. No pude verlo con claridad, pero me pareció notar algo extraño en su mirada.

Me acosté, las sábanas estaban muy frías y me encogí en posición fetal. Al apagar la luz sentí un escalofrío. Algo me decía que no iba a ser una noche tranquila…

Pasaron horas pero yo no podía dejar de dar vueltas en la cama. De repente, ocurrió. Sentí unos arañazos justo a mi lado, alguien o algo estaba rascando la almohada. Me quedé paralizada por el miedo, no me atrevía ni a gritar. Muy despacio alargué el brazo para encender la luz y entonces fue cuando lo vi. No podía creer lo que estaba pasando. A los pies de la cama, de espaldas a mi, agazapado en la noche estaba el gato que antes había visto. No pude reaccionar a tiempo, al intentar incorporarme, el animal dió un salto hacia mi e hincó sus afilados dientes en las venas de mi antebrazo. Mis gritos rayaron la locura cuando, mientras el animal sorbía con ansia mi sangre, me miró fijamente. Sus ojos, sus enormes ojos eran…humanos.

Me desmayé de pánico y dolor . Al despertar no había ni rastro de aquella criatura abominable, pero las marcas de mi brazo me recordaron que aquello no había sido una pesadilla, sinó una historia real, tan real como la sangre que corre por mis venas.

FIN

Terrorifico terminó de escribirse y publicarse el 26 de octubre del 2009

Correo del autor : jorgeluis.am96@gmail.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario